En la actualidad es normal que muchas personas que están entrando en la vida adulta quieran hallar el sentido de la vida (o al menos encontrarle significado a la propia) en fuentes como, por ejemplo, la lectura.
La rama de la literatura referente a la superación personal o autoayuda ofrece un buen número de títulos sobre esta búsqueda. Sin embargo, esos textos exponen planteamientos y respuestas que no siempre se relacionan con nuestras vivencias reales.
Existen libros muy buenos que abarcan muchas áreas importantes para nosotros más allá de la evolución individual, como son las relaciones de pareja, las finanzas o la educación de los hijos.
Otros, en cambio, parecen manuales de mejoramiento cuyas recomendaciones no siempre resultan útiles.
Por ejemplo, a veces muestran soluciones muy lógicas, pero que no podemos aplicar debido a la realidad del país donde vivimos o que no aplican para nuestro contexto familiar.
Es entonces cuando, luego de leer estos libros, llegamos a sentirnos desesperanzados o incluso fracasados por creer que no tenemos la voluntad de cambiar aquello que nos afecta.
¿Cómo hacer para conseguir respuestas a esas dudas, miedos, conflictos y emociones que surgen a lo largo del camino y para las que no conseguimos explicación en la formación familiar o en la educación académica que recibimos? ¿Qué hacer cuando no nos sentimos preparados para reaccionar ante lo que nos toca vivir?
En primer, lugar, es normal tener esos sentimientos. La vida de cada persona se ve modificada por circunstancias imprevistas. Algunos reaccionan mejor que otros ante ellas, debido en buena parte a su carácter o personalidad, además de la preparación que recibieron.
Por ejemplo, las personas agradecidas son más resilientes ante los problemas que el resto. Los perfeccionistas, por su lado, pueden crear grandes cosas, pero sufren mucho, o a veces no desarrollan todo su potencial por atascarse en los detalles. Las personas agradables tienen más suerte en las relaciones sociales y por lo tanto mayores posibilidades de alcanzar el éxito.
Así, cada persona es distinta en su circunstancia y en la manera en que reacciona ante la adversidad y los eventos que le toca enfrentar. Y precisamente, la búsqueda de respuestas es una manera inteligente de mostrar valor y deseos de superación ante las dificultades.
Sin embargo, en uno (o dos o tres) o más libros de autoayuda no encontrarás la explicación a tus temores, dudas, desconfianzas o sentimientos, porque tu vida es única.
La única manera de que existiera un libro de autoayuda perfecto para ti es que alguien te lo hubiera escrito con todas las recomendaciones que necesitarías para tus experiencias personales.
¿Sabes algo? Ese libro es posible. ¡Y lo puedes crear tú, empezando hoy mismo!
Contrario a la desorientación que sientes en este momento, hay muchas lecciones de vida que ya has ido aprendiendo a lo largo de los años, sólo que no te has detenido a evaluarlas y hacer una selección de ellas.
También has leído muchos textos y oído muchas reflexiones acerca de la vida que podrían resultarte de ayuda en este momento. Pero los has dejado pasar sin detenerte en su importancia.
Por ejemplo, los abuelos y personas mayores que hemos conocido son una gran fuente de conocimiento y experiencia no siempre bien valorada. A veces han intentado darnos indicaciones, pero por nuestra juventud e intereses no les hemos prestado atención. Y hay casos en que hemos querido su opinión cuando ya no están con nosotros.
Sin embargo, podemos darnos el tiempo para recordar y meditar en la sabiduría que recibimos de las personas mayores que una vez estuvieron con nosotros. Algo es cierto, no todo lo que nos dijeron era correcto o no aplicaba por completo a nuestra realidad presente. Pero sí podemos rescatar muchas indicaciones valiosas.
Por ejemplo, hace muchos años ahorrar para la jubilación era una recomendación sabia a la que valía la pena hacer caso. Hoy en día los ahorros son insuficientes para retirarse con seguridad, por lo que hay que aprender de ingresos pasivos y estrategias financieras para lograr obtener la libertad económica que todos deseamos.
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Sin embargo, una persona mayor puede haberte hablado de cómo sobrevivió a una crisis económica o incluso a una época de problemas sociales como una guerra, en la que apenas tuvo para comer. Recordar cuáles eran sus sentimientos entonces y cómo hizo para no dejarse vencer es una lección de vida en la que puedes meditar, e incluso guardar para ti escribiéndola en un diario.
No sólo la gente que conocemos nos deja enseñanzas. Piensa en las canciones que te gustan y en el significado de sus letras. Seguramente te decían algo que impactó tu espíritu o te hablan de sentimientos negativos que quieres superar. Pienso en ello, porque tus gustos dicen mucho sobre ti.
Los libros, no exclusivamente los de autoayuda, son valiosas fuentes de conocimiento y frases de superación. Por eso, cuando leas, no te dejes llevar por la trama y luego lo arrojes al olvido. Hay escritores que sin planearlo, han dejado grandes reflexiones sobre la vida.
Por ejemplo, este año en mis lecturas personales encontré unas frases que me han ayudado a sobrellevar la experiencia de la pandemia y los efectos del aislamiento y la soledad que la cuarentena trajo consigo. Y no los conseguí en un libro de autoayuda, sino en la Biblia.
Precisamente la religión, y no sólo en la tuya sino todas las creencias tienen una visión que enseñarnos que puede resultar interesante. Además que aprender de otras religiones ampliará tu sabiduría y te ayudará a ser más tolerante con las personas.
En las Cartas a un Joven Poeta del escritor Ranier Maria Rilke también encontré frases que me han servido para entender y superar la ansiedad y a tener paciencia en medio de la incertidumbre.
Rilke dedicó esta correspondencia a un aspirante a escritor que le pedía consejos para volverse profesional, y él, más allá de su oficio, terminó hablándole sobre la vida.
También encontré una novela brasilera muy interesante y compleja llamada Gran Sertón: Veredas de João Guimarães Rosa. Este autor quería plantear temas políticos y sociales en su obra, pero yo conseguí importantes lecciones de vida.
Aquí están algunas muestras de lo anterior:
«No es que hable porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme cualquiera que sea mi situación. Sé vivir en pobreza (vivir humildemente) y sé vivir en prosperidad. En todo y por todo he aprendido el secreto tanto de estar saciado como de tener hambre, de tener abundancia como de sufrir necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece». Filipenses 4:11-13
«Por eso ahora el peligro te rodea y te sientes de pronto lleno de terror. Todo es oscuridad, no puedes ver nada; un torrente de agua te inunda. Dios está en lo más alto del cielo; las estrellas más altas quedan a sus pies. ¿Cómo puedes decir que Dios no se da cuenta, que las densas nubes le impiden juzgar? ¿Cómo puedes decir que Dios no ve porque anda paseando de un lado a otro del cielo?». Job 22: 10-13
«Sé paciente con todo lo que no se resuelve en tu corazón y trata de amar las preguntas en sí mismas, como habitaciones cerradas y como libros que ahora están escritos en una lengua muy extraña. No busques ahora las respuestas, que no se te pueden dar porque no serías capaz de vivirlas. Y el punto es vivir todo. Vive las preguntas ahora. Tal vez entonces, gradualmente, sin darte cuenta, vivas en un día lejano la respuesta». Rainer Maria Rilke
«Así que no debes tener miedo, si una tristeza se levanta delante de ti, más grande de la que jamás has visto; si una ansiedad, como la luces y nubes sombrías, se mueve sobre tus manos y sobre todo lo que haces, debes darte cuenta de que algo te sucede, que la vida no te ha olvidado, que te tiene en su mano y no te dejará que caigas. ¿Por qué quieres dejar fuera de tu vida cualquier inquietud, cualquier miseria, cualquier depresión, ya que después de todo no sabes qué trabajo están haciendo estas condiciones dentro de ti? ¿Por qué quieres perseguirte a ti mismo con la pregunta de de dónde viene todo esto y adónde va? Ya que sabes, después de todo, que estás en medio de transiciones y no deseabas nada más que cambiar. Si hay algo malsano en tus reacciones, ten en cuenta que la enfermedad es el medio por el cual un organismo se libera de lo ajeno; por lo que hay que ayudarle simplemente a estar enfermo, a tener toda su enfermedad y a salir de ella, ya que así es como se mejora». Rainer Maria Rilke
«El amor es querer encontrar uno lo que es de uno». João Guimarães Rosa
«Estábamos desabrigados en la alegría, como niños». João Guimarães Rosa