Descubre Cómo Existe un Poder Dentro de Ti Capaz de Lograr Cualquier Cosa que Desees. Wayne Dyer en Español.
Los que miden tales cosas estiman que nuestras mentes tienen sesenta mil pensamientos durante las horas de vigilia cada día. El problema con esto no es la magnitud de la cifra, sino el hecho de que hoy tendremos en esencia los mismos sesenta mil pensamientos que tuvimos ayer y anteayer.
Nuestros mundos interiores son como colmenas frenéticas de actividad, con los mismos pensamientos repitiéndose una y otra vez.
A este frenesí interno lo denomino el diálogo interior.
[Video] Wayne Dyer en Español
Es un zumbido omnipresente en la forma de pensamientos silenciosos. La mayor parte de este diálogo interior es un inventario personal de creencias que otros te han enseñado a aceptar. Esos pensamientos incluyen todas tus creencias acerca de todo lo que puedas imaginar.
Dado que tus creencias provienen de otros, siempre están impregnadas de duda. Por eso, tu diálogo interior contribuye de manera continua al fortalecimiento de las dudas. Dudas acerca de ti mismo y acerca de tu habilidad para crear milagros, manifestar relaciones gloriosas, sanarte a ti mismo, materializar prosperidad y conocer la felicidad de la paz interior.
Lo que yo llamo detener el diálogo interior es una de las claves para alcanzar la consciencia superior y la sensación de paz que forma parte del camino de la búsqueda sagrada. Detener este diálogo interior implica aprender a estar tranquilo y aprender a experimentar el gozo del silencio.
La manera de llegar a este espacio de paz interior y, en consecuencia, experimentar la consciencia superior es deteniendo el frenesí interior.
El sabio chino Seng T’san nos legó el siguiente fragmento de sabiduría: “Deja de hablar, deja de pensar y no habrá nada que no puedas entender. Regresa a las raíces y encontrarás significado. Mira hacia adentro, y en un destello conquistarás lo aparente y la nada”.
Seng T’san nos aconseja que dejemos de hablar y de pensar. Este es un paso clave para alcanzar la paz. Quiero aclarar que la paz no es la ausencia de conflicto. La paz es la experiencia de la presencia de Dios.
En la medida en que aprendas a detener tu diálogo interior y te transformes en un ser más pacífico, comenzarás a reconocer la presencia de Dios en tu vida. Esa presencia se sentirá tanto en tu cuerpo como en tu mundo interior. En este proceso se eliminarán las creencias, porque el creer será reemplazado por el saber.
En diferentes momentos en mi pasado, tanto el alcohol como otras sustancias formaron parte de mi camino en la vida. Mediante la meditación pude dejar el alcohol de manera definitiva. Pero no fue así con otras sustancias, que yo creía que podía usar cuando quisiera para procurarme un efecto energizante, más allá de cualquier cosa que jamás hubiera experimentado. Podía utilizarlas, disfrutar del aumento de energía y luego dejarlas por largos períodos de tiempo. Pero llegó un momento en el que comprendí que estaba tomando decisiones imprudentes y no espirituales asociadas con la búsqueda de estas sustancias insidiosas.
Mi desafío personal fue deshacerme de estos hábitos. Traté de superarlos mediante la lectura de ciertos materiales, pero reincidí. Probé con acupuntura, discusiones con expertos y curas con hierbas. Pero no funcionó. Estaba decidido a no seguir empleando estas sustancias, pero volvía a hacerlo. Entonces tuve lo que yo llamo un instante celestial, que para mí fue una experiencia divina.
A las 4:05 de la madrugada, en una mañana de enero, estaba meditando. En medio de la quietud, el pensamiento de no usar drogas nunca más se convirtió en algo real.
Esa fue mi primera experiencia directa con Dios. La pantalla interior de mi consciencia se cubrió de una luminiscencia brillante mientras escuché una voz que decía: “Lo has intentado todo, ¿por qué no intentas conmigo?”.
Nunca en mi vida había conocido tanta paz y la certidumbre de que Dios estaba conmigo, dentro de mí y a mí alrededor. Me sentí abrumado por la felicidad que experimenté. Escuché esa voz, sentí la presencia de Dios y, desde entonces, no he tenido el más mínimo deseo de volver a usar ninguna sustancia.
Debatí conmigo mismo acerca de si debía incluir o no esta historia tan personal en un libro. Es decir, el ser dominado por mi ego debatió con mi ser superior. Pero sabía que mi experiencia con sustancias químicas podría ayudar a otros a mirar en su interior, en lugar de fuera de ellos mismos, para obtener el entusiasmo y la paz que el ser superior puede darles.
Si por contar esta historia una persona, con problemas de adicción a alguna sustancia, decide detener el tumulto interior y buscar la ayuda de su presencia amorosa, entonces habrá valido la pena.
No es necesario que tengas que enfrentar el desafío de superar una adicción a las drogas para encontrar el valor que tiene el detener el diálogo interior, este paso clave en el camino hacia la consciencia superior.
Funciona de la misma forma para cualquier experiencia que estés listo para trascender. Solo tienes que quedarte en silencio y luego dejar que la presencia de Dios sea una certeza personal para ti.
Lograr quedarte en silencio requiere que hagas un esfuerzo consciente.
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En lo que sigue te doy algunas sugerencias para que consigas estar en silencio y puedas detener tu diálogo interior.
- Cuando te dirijas hacia tu interior, usa la metáfora de un guijarro cayendo a través de los diferentes niveles de tu mente. Transfórmate en el espectador de la caída del guijarro. Observa con compasión todos tus parloteos y pensamientos, a medida que desciendes al espacio en tu interior en el que todo es posible; ese espacio es lo que se denomina el campo unificado.
- Cuando percibas que tu mente está sobresaturada con pensamientos, practica a no enfocarte en nada, solo por unos instantes. Di para ti mismo: “Mi mente está llena de las perturbaciones del parloteo y los pensamientos. Voy a tratar de pasar cinco minutos sin que ningún pensamiento me hostigue. Descartaré cada pensamiento, solo durante unos pocos minutos”.
- Usa tu respiración como un medio para impedir que tu mente parlotee sin cesar. Puedes hacer esto concentrándote en la observación compasiva de tu respiración. Inhala profundamente, excluyendo todo pensamiento a medida que te concentras en la inspiración. Luego exhala todo el aire de tus pulmones con lentitud y con la misma concentración.
Cuando aparezcan los pensamientos, como de seguro lo harán, ten la certeza de que son una indicación para que vuelvas a centrar tu mente en la respiración.
Los latidos de tu corazón también pueden usarse como un punto focal para el observador. Cuando notes la intrusión de pensamientos, tan solo regresa a los latidos estables y rítmicos de tu corazón.
- Cuando encuentres pensamientos justo bajo la superficie, en el nivel analítico, piensa en una rosa. Mientras reemplazas el análisis con la belleza de una rosa, puedes evocar este verso del poeta Rabindranath Tagore: “No lleves una rosa a tu ser amado, porque en ella ya está insertado un mensaje que, a diferencia de nuestro lenguaje de palabras, no puede ser analizado”. Es decir, recuerda que el hábito de analizar o de diseccionar las cosas de una manera crítica, evita que conozcas la verdad que está en el centro de tu ser. Como nos recuerda el poeta, no es necesario analizar la rosa, ella tan solo es. Lo mismo es cierto acerca de ti.
- Al nivel mental de la síntesis, cuando sientes la belleza y la unidad de la vida, puede que descubras que estás albergando pensamientos de placer en torno a disfrutar de este espacio espiritual. Deja ir esos pensamientos también.
El ego disfruta convenciéndote de que eres mejor que otros porque eres más espiritual o tienes una comprensión más profunda. Se desplaza a través de tu consciencia con pensamientos como esos. Cuando lo haga, envíalo a algún otro lado con gentileza, mientras realizas tu meditación.
- Comunícate con algún centro local de meditación trascendental e inscríbete en un curso introductorio. Esta es una magnífica introducción para la búsqueda de paz interior y para detener el dialogo interior. El propósito de la meditación trascendental es enseñarte, de primera mano, cómo llegar al campo unificado y aprender el significado de tu resistencia al proceso. La recomiendo ampliamente. Yo la he practicado por muchos años.
- En cualquier momento de estrés, accede a tu interior por tan solo unos instantes y deja que caiga el guijarro, aunque sea por solo unos segundos. En verdad puedes practicar acallar el diálogo interior en cualquier lugar. Encuentro útil esta técnica incluso en medio de un partido de tenis. Cuando la he utilizado, he descubierto que algunos de los momentos más importantes en una competencia deportiva se viven entre las anotaciones, no durante las anotaciones.
Ese espacio es como el espacio entre tus pensamientos, donde abordas un nivel superior de desempeño. En situaciones como un partido de tenis, puedes permanecer enfocado concentrándote en tu respiración entre una anotación y otra.
De esta forma, te harás inmune a las distracciones externas. Intenta convertir tus actividades en meditaciones, en lugar de hacerlas competencias estresantes.
Detener el diálogo interior no tiene que ser algo que practiques cuando estás solo en un lugar tranquilo. Puedes hacerlo en cualquier lugar sin importar las circunstancias externas.
A medida que acumules dentro de ti la fuerza espiritual en estos jubilosos momentos de silencio, conducirás a tu ego a ocupar un lugar secundario ante el surgimiento de tu ser superior, que pasará a tomar el control.
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