10 Cualidades de la Gente Simpática… que Tú Puedes Imitar

La simpatía es un rasgo social que beneficia a las personas que lo poseen. Facilita el éxito en las entrevistas laborales y permite conocer a potenciales amigos y pareja. Los simpáticos son candidatos ideales para trabajar en servicios de atención al cliente, en relaciones públicas y en política. En el caso de médicos y empresarios, la simpatía los ayuda a interactuar mejor con sus pacientes, cerrar con mayor rapidez los contratos de negocios y captar clientes.

Estos son algunos de los muchos ejemplos de su impacto positivo en las actividades cotidianas.

Sin embargo, pareciera que la simpatía es un don natural reservado para pocos. Los demás, en especial los que padecen de ansiedad social, sienten que no es fácil agradarle a todo el mundo y que los intentos por lucir cordiales lucen posados o falsos. ¡Sabemos que lo peor del mundo es exhibir una sonrisa forzada en una foto!

La buena noticia es que los estudios científicos han demostrado que las cualidades típicas de las personas simpáticas son comportamientos sociales susceptibles de ser aprendidos y practicados. Por lo tanto, no hay razón para creer que nunca podrás “caer en gracia” o que no serás capaz de mejorar en tu manera de parecer alguien agradable.

A continuación, te presentamos diez cualidades más sencillas que sonreír con naturalidad cuando no deseas hacerlo o tener conversaciones largas e interesantes aunque se trate de un desconocido. Practicándolas regularmente podrás convertirte en alguien agradable para todos y obtener los beneficios que eso conlleva.

 

1) Dar cumplidos

Empecemos con algo simple. A todos nos gusta recibir un cumplido por nuestro aspecto o por algo que hemos hecho. Entonces, si prestamos algo de atención, pronto encontraremos algo bueno parar mencionar de la persona a la que deseamos acercarnos.

No hay necesidad de ser hipócrita o mentiroso, solo basta observar y encontrar algún detalle positivo para evidenciar en un comentario.

Incluso si no lo conoces (puede ser un despachador en una tienda) o si estás frente a alguien difícil o poco amable (un encargado que lleva todo el día dando explicaciones al público), nadie se resiste a bajar la guardia ante un elogio.

Por lo tanto, no se trata de que le debas gustar a la gente por hacer cumplidos, sino que las palabras tendrán un efecto en su interacción.

Si le dices a alguien que te parece amigable y bien dispuesto, el receptor sentirá la necesidad de actuar en consecuencia. Si elogias su buen aspecto, elevarás su autoestima y deseará entrar en conversación contigo para que lo conozcas mejor.

Como verás, incluir cumplidos dentro de las conversaciones contribuye a tener buenas experiencias de interacción social.

 

2) Ser empático

La capacidad de identificarse con alguien puede parecer un poco más complicada de poner en práctica, en especial si eres alguien tímido o poco sociable, pero en realidad no lo es tanto. Puedes manifestar empatía en tu lenguaje corporal.

Científicamente, les agradamos más a las personas con las que compartimos gestos similares. Resulta que es una acción natural de las personas simpáticas el imitar a su interlocutor, y tú puedes aprender a hacerlo de manera consciente.

Si estás hablando con alguien de actitud formal, por ejemplo, que se para erguido y te mira de frente, pero guarda una distancia prudencial de tu persona, verá como una señal de respeto que tú hagas lo mismo y le agradarás de entrada.

En cambio, si invades su espacio personal, hablas con muchos ademanes y lo tocas en el hombro o en el brazo mientras hablas, o permaneces sentado mientras él o ella te escucha de pie, inmediatamente sentirá un rechazo hacia tu persona.

 

3) Mostrar una cara amiga

Una manera rápida y fácil de agradar a todos es buscar el contacto visual y lucir atento e interesado por lo que dicen. Ser el foco de atención de alguien, más si lo hace en medio de una multitud, lo hará sentir importante y responder del mismo modo para iniciar un vínculo más directo.

Si con la práctica logras hacer esto de forma natural, intenta añadir pequeñas sonrisas (recuerda, reír de forma escandalosa o artificialmente debido a los nervios produce el efecto contrario).

Obviamente, si la persona a quien quieres agradar te gusta, sonreirás y querrás mirarlo espontáneamente. No detengas esos deseos. Solo controla tus niveles de ansiedad para que tu rostro amigable(o tu mirada romántica) aparezca de forma natural.

 

4) Tener una perspectiva positiva

Los individuos apesadumbrados, nerviosos y ansiosos no suelen ser los más populares en ningún grupo, ¿cierto? Pues bien, resulta que las personas entusiastas y con una mentalidad positiva tienen un imán de simpatía que atrae a las personas. No es de extrañar: se sienten bien en su compañía e irradian una emoción que es contagiosa.

Esta realidad demuestra que no se juzga a los demás tanto por sus actos como por su ánimo y cómo este nos hace sentir. Es lamentable, pues algunas veces las acciones positivas que son realizadas por personas poco simpáticas son menos valoradas.

Entonces, no hay más opción que unir a nuestros actos positivos una energía entusiasta. Así definitivamente captaremos la atención de todos del modo que deseamos.

 

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5) Mostrar un poco de humor

Al igual que la gente animosa, la gente divertida suele resultar atrayente. Mostrar humor, reír y hacer reír influye positivamente en la forma en que somos percibidos.

Sin embargo, recuerda que la gracia o el ingenio no pueden ser forzados, o quedarás como esos cómicos que no sacan ni una sonrisa y dan lástima cuando se paran en el escenario.

Si tu naturaleza no es muy alegre, desarrolla ese ánimo interior disfrutando de comedias que en verdad te hagan reír, estudia el comportamiento de los niños y los animales (suelen hacer y decir cosas muy graciosas por su espontaneidad natural y falta de reglas sociales) y así irás guardando memorias jocosas que podrás revivir. Esto te generará un buen estado de ánimo y te llevará a lucir gracioso a la hora de compartirlas en una conversación.

 

6) Ser genuino

Como habrás notado, estas recomendaciones cada vez van dependiendo más de hacer aflorar tu verdadera personalidad. Por eso, indicábamos al principio que ser simpático no se trata de ser falso o fingir deliberadamente una emoción que no se siente. Se trata de ir aflorando nuestras características positivas del modo más adecuado.

De hecho, ser honesta y auténtica es otra de las cualidades de la gente simpática. Transmiten confianza y sinceridad sobre sí mismos y lo que piensan. De este modo, las personas se sienten bien y seguras en su compañía.

 

7) Admitir los defectos

Parte de ser genuino también incluye reconocer y aceptar las partes de las que no estamos orgullosos.

En general, nos avergüenza equivocarnos porque puede ser causa de burla. Así que intentamos demostrar una perfección que termina distanciándonos de las personas.

En cambio, la gente simpática no teme equivocarse y reírse sobre ello con los otros. La ciencia lo denomina el efecto Pratfall (nombre proveniente de la palabra inglesa que significa literalmente “metedura de pata”). Es un fenómeno psicológico que consiste en un cambio en la percepción del atractivo personal de un individuo después que comete un error.

Entonces, relájate si eres tímido o te molesta ser motivo de risa en público. ¡Puede ser una forma natural de resultar más interesante y cercano a los demás!

 

8) ser un buen oyente

Literalmente, darle tu atención a alguien es un gesto que en verdad resulta agradable. Si quieres gustarle a la gente, atiende a lo que están diciendo, míralos mientras hablan y hazlos sentir escuchados. No te quedes esperando a que terminen de hablar para volver descaradamente a lo que te interesa.

Si quieres saber más sobre esta forma de resultar simpático a las personas, lee este artículo.

 

9) Mostrar curiosidad

Investigaciones científicas dicen que la curiosidad fortalece las relaciones, aunque las reglas de buenos modales recomiendan no ser entrometidos.

Resulta que querer saber realmente sobre lo que están viviendo las otras personas es una forma de demostrar interés en ellas. Y la gente quiere tener un lugar importante en la vida de las otras personas.

Así que podrás ser un poco curioso sobre la vida personal de tus vecinos, amigos y colegas y te seguirán considerando una persona agradable.

 

10) No juzgar

Esta característica está ligada a la de ser buen oyente y mostrar curiosidad.

Cuando prestamos atención a la vida de las personas, no debemos emitir juicios ni hacerlos sentir prejuzgados en aquello que han tenido la sinceridad de compartirnos. Debemos practicar la mentalidad abierta y tomar su perspectiva al intercambiar opiniones.

De este modo resultaremos personas sociables y sinceramente curiosas ante los asuntos de los otros, en vez de quedar como chismosos o malintencionados.

 

Estas características incrementarán de manera positiva nuestra interacción social, nos ayudarán a hacer más amigos y resultar más simpáticos y agradables a la vista de todos.

 

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