Toma un momento cada día para hacer una pausa y dar gracias por todo lo que tienes en la vida. La gratitud, después de todo, te ayuda a combatir el estrés. Aquello en lo que piensas consistentemente atrae más de lo mismo a tu vida. De manera que si te centras en lo positivo, inclusive durante momentos difíciles, reducirás el estrés y transformarás tu vida.
Susan Smith Jones, Ph.D
La gratitud es un factor esencial para el desarrollo personal y para poder alcanzar una vida plena y satisfactoria.
Sin embargo, la costumbre de dar las gracias se ha vuelto un concepto automático y vacío de significado, cuando en realidad existen efectos poderosos en ser una persona sinceramente agradecida. Es difícil notarlo, ya que solemos poner nuestra atención en el 10% de cosas de las que carecemos o nos hacen infelices, y olvidamos el 90% de aquello que nos enriquece y que ya tenemos.
El agradecimiento no sólo es un gesto, también es un sentimiento con el que apreciamos las bendiciones que recibimos y que permiten enfocarnos en los aspectos positivos. El optimismo precisamente se relaciona con la gratitud porque, cuando identificamos el bienestar que nos rodea, es más fácil confiar en que seguirá siendo así en el futuro.
Del mismo modo que la Ley de la Atracción, la gratitud es una de las fuerzas más poderosas que existen, ya que se vincula con otras emociones como el amor, la humildad, el respeto, la alegría y la paz. Además, cuando eres capaz de recibir de manera positiva, atraes naturalmente más experiencias gratificantes.
Cuando vives en gratitud, también vives en abundancia, puede concentrarte en el presente, dejando ir las preocupaciones y sintiéndote en paz. Las cosas buenas que te rodean tienen tu atención y te permites apreciarlas.
El psicólogo de la Universidad de Miami, Michael McCollough, ha documentado que las personas agradecidas experimentan ventajas a nivel psicológico, social, familiar, laboral, e incluso hasta en su salud física. Veamos cuáles son esas ventajas de practicar diariamente la gratitud:
1. Ayuda a manejar el estrés al cambiar la visión sobre los problemas. Una de las mejorías que se obtiene al agradecer por todo es entender la importancia de las experiencias difíciles y negativas y reconocer el crecimiento, el aprendizaje y la superación que ha producido en nosotros.
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2. Cambia nuestra visión sobre el pasado. A veces recordamos cosas que nos hacen sentir peor de lo que en realidad fue, a la gente como más gentil o cruel de como en verdad eran, etc. Pero mantener una actitud de aceptación y agradecimiento hacia las experiencias pasadas nos vuelve más propensos a enfocarnos en las situaciones positivas y evaluar las negativas con una mejor perspectiva.
3. Nos hace resilientes. La resiliencia es la capacidad para superar y recuperarse de las experiencias dolorosas o problemáticas. La gratitud precisamente es una fortaleza emocional puesta en acción ya que enseña a ver lo bueno y cambiar nuestro modo de actuar y sentir ante las situaciones adversas.
4. Promueve el perdón. Aprender a perdonar es uno de los procesos más difíciles para las personas, en especial cuando el agravio es muy fuerte, al punto de provocar ira y deseos de venganza. Y hay un peso muy grande en llevar esas dos cargas: el dolor que provocó el agravio y el rencor. La postura de gratitud hacia estas personas y situaciones logra un efecto sanador en estos casos.
5. Reduce la ansiedad y la depresión. Las personas depresivas y ansiosas tienen dificultad para identificar los aspectos positivos en su vida, por lo que practicar el agradecimiento es una forma de lograr cambios en esos estados de ánimo. El autor Martin Seligman concluye en su libro La auténtica felicidad que las personas que expresan directa y verbalmente su agradecimiento a quienes los han beneficiado se sienten cuantitativamente más felices.
6. Incrementa la calidad del sueño. La clave para que la gratitud mejore nuestros hábitos para dormir es enfocarse cada noche en lo bueno que ocurrió ese día y pensar en las bendiciones recibidas. Las personas tardan menos tiempo en quedarse dormidas con estos pensamientos, disfrutan de más horas de sueño, se incorporan con más ánimo en la mañana y evitan que las preocupaciones los mantengan despiertos.
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7. Provoca felicidad. Doctores como Robert A. Emmons y Sonja Lyubomirsky han concluido que estar agradecidos con la vida es uno de los métodos más confiables para aumentar la sensación de felicidad, optimismo y entusiasmo, junto a otras emociones positivas. Esto es debido a que escogen enfocarse en lo bueno por encima de las situaciones que les causan ira, tristeza o dolor. Según Emmons, la gratitud es la felicidad que reconocemos después de una acción bondadosa realizada por otros en nosotros.
8. Al vincularse con el optimismo, estimula positivamente el sistema inmunológico y reduce los niveles de hipertensión arterial. Esto se debe a que las personas optimistas tienen una actitud proactiva en la búsqueda de resolución de problemas por sus propios medios, e incluso no temen solicitar ayuda cuando lo necesitan. De este modo, al sentir que tienen control sobre los conflictos, están menos alterados y nerviosos.
9. Al expresar abiertamente sus sentimientos a quienes los benefician, las personas son más sociables, por lo que no suelen padecer de aislamiento ni soledad. Es decir, que este comportamiento prosocial los ayuda a aumentar y mejorar sus relaciones interpersonales. Igualmente, los estudios comprueban que las personas agradecidas forjan relaciones más profundas y duraderas.
10. Actúan con más generosidad y compasión, a la vez que son más humildes. El que agradece es capaz de valorar y alabar a las personas por tener talentos, habilidades o intenciones superiores a las suyas y que han puesto a su servicio durante una ayuda.
11. Ayuda a dejar de enfocarse en cosas que realmente no son trascendentes, por ejemplo, querer lograr fama o dinero sin un objetivo real. Esto permite disfrutar de las relaciones y actividades que realmente te hacen sentir bien. El materialismo disminuye la sensación de bienestar y aumenta la de frustración cuando no se pueden obtener lo que se desea.
12. Es buena para los niños. Promover los sentimientos de gratitud en los niños es una actividad crecimiento personal. Aprender desde pequeños a contentarse con lo que tienen y reconocer las relaciones importantes en su vida (padres, amigos, cuidadores) ayudará a reducir sus niveles de frustración en la adolescencia.
13. Genera gratificaciones laborales. Practicar el agradecimiento en cualquier trabajo mejora las relaciones laborales. Es sabido que el elogio oportuno y sincero estimula la productividad y promueve los buenos resultados. Por ejemplo, un jefe que reconoce los logros de sus trabajadores y empleados que se apoyan entre ellos mantienen un ambiente sano en sus espacios laborales. Igualmente, la gratitud reduce el síndrome del quemado o burnout, porque en vez de ocupar sus recursos mentales en preocupaciones y frustraciones, encuentran confianza en las señales de aprecio que reciben y dirigen su concentración hacia los logros.
14. Finalmente, las personas agradecidas con la vida se sienten revitalizadas y con energía para enfrentar los retos de le depara el futuro pues el hábito de ver y buscar lo bueno en sus experiencias diarias les da la confianza de que seguirán encontrándolo en el futuro.
