La amistad es una de las experiencias más satisfactorias y enriquecedoras que existen, de esas por las que se siente que vale la pena vivir.
Los amigos tienen semejanzas y diferencias con los familiares: el destino no nos los asigna, sino que nos brinda la oportunidad de escogerlos. No siempre están a nuestro lado, pero aparecen cuando más los necesitamos o acuden en nuestra ayuda si se los pedimos. Nuestra relación es tan especial que sobran las formalidades porque nos conocemos lo suficiente para saber qué es lo verdaderamente importante entre nosotros. El afecto es espontáneo, desinteresado y nos sentimos bien el tiempo que compartimos juntos. En conclusión, podríamos decir que los verdaderos amigos constituyen una familia extendida que nos regala la vida.
Las relaciones amistosas son tan complejas e interesantes como los propios seres humanos. Cuando pensamos en ellas, sabemos que no todas son iguales: tenemos amigos incondicionales; con los que salimos a pasar un buen rato; los que vemos pocas veces pero todavía consideramos cercanos, o esos que llamamos amigos pero no lo son tanto debido a que nos tienen envidia, celos o nos tratan con ironía.
Sobre esas complejidades han escrito los pensadores. Platón describió tres tipos de amistad: la utilitaria (basada en la búsqueda de un beneficio común, por lo que es de carácter temporal y recurrente entre los adultos); la basada en el disfrute (común entre los jóvenes, quienes comparten aficiones, intereses y diversiones, hasta que uno de ellos cambia de gustos, haciendo el vínculo pasajero) y la amistad que el filósofo denominó “de lo bueno” (entre quienes aprecian los elementos valiosos de la vida y por ello se acompañan de forma desinteresada en los momentos trascendentes que cada uno esté experimentando. Es movida por la empatía y la bondad, generando una conexión profunda).
Llama la atención cómo en otras regiones conciben la amistad. En el hemisferio oriental existe una tradición llamada “moai”, un tipo de red social (no de las tecnológicas) en la que las personas suelen ser insertadas desde la niñez por sus padres y en la que sus miembros encuentran apoyo emocional, comunitario, logístico y hasta financiero durante toda la vida. Este grupo de cinco amigos se acompaña a lo largo de los años, comparten lo bueno y lo malo de forma incondicional y el investigador Dan Buettner sugiere que es parte del secreto de la longevidad en el pueblo de Okinawa, donde esta costumbre se practica.
Podemos concluir entonces que la amistad es una acción voluntaria, en la que encontramos compañía y cuyos efectos son positivos. Reunir esas condiciones hace que no cualquiera merezca el título de amigo. Precisamente, en los tiempos de incertidumbre es común que nos cuestionemos la validez de estos compañeros de vida, por eso te ayudamos a identificar los siguientes signos de que tus amigos son verdaderos:
1. Te hacen más feliz
Ciertamente, no podemos decir que el propósito de un verdadero amigo sea hacerte feliz. Esa es una misión que cada quien debe alcanzar por sí mismo, pues es erróneo responsabilizar a otro ser humano por nuestro estado de tristeza o alegría.
Sin embargo, nadie debería sentirse mal, incómodo, molesto, agotado o estresado cuando está en contacto con sus amigos verdaderos. Lo natural es desear verlos y al estar juntos tener una sensación de bienestar.
2. Puedes estar cómodo en su presencia
Todos reconocen que experimentan distintos niveles de comodidad según la persona con la que están. En compañía de tus amigos íntimos, nunca deberías querer ser diferente o adaptar tus palabras, pensamientos o acciones para obtener su aprobación. Del mismo modo, ellos tendrían que estar cómodos cerca de ti, manifestándose como realmente son y diciendo lo que piensan.
Los amigos verdaderos conocen a profundidad sus mejores secretos, sueños y aspiraciones, vida amorosa, recuerdos de la infancia y hasta esas historias vergonzosas que nadie quisiera decir o escuchar. Eso significa que se conocen lo suficiente como para abordar esos temas que no compartirían con otras personas.
El hecho de estar cómodo y expresarte como realmente eres en presencia de tus amigos se debe precisamente al siguiente signo.
3. Te aceptan como eres
Sabemos que ya es bastante difícil aceptarnos por lo que somos, pero todavía es más complicado encontrar a otros que sean capaces de dejar pasar nuestros defectos. Saben que no somos perfectos, pero que ellos puedan lidiar con esa realidad y considerar más valiosas tus virtudes los convierte en verdaderos amigos.
Sin embargo, que la gente que te quiere perdone tus imperfecciones no significa que podrás escaparte del siguiente signo de la amistad.
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4. Te dirán la verdad siempre… y aunque no te guste oírla
Sí, la verdad a veces es dura de aceptar, pero reconozcamos que es mejor oírla de un amigo, porque sabes que te la dice por sincero afecto y está buscando lo mejor para ti.
En ocasiones, nos mentimos a nosotros mismos para no aceptar una realidad que sea triste, ofensiva, molesta o incómoda. En esos momentos, la honestidad de un amigo puede llegar a lastimar y hasta consideramos que su intención fue hacernos daño. Pero un estudio publicado en la revista Psycological Science explica que aquellas personas que exponen a sus amigos a los sentimientos negativos que provoca determinada verdad consideran que lo hacen para prepararlos para problemas futuros con los que les costaría lidiar.
En términos más sencillos, esto significa que los amigos pueden llegar a ser crueles cuando es lo que necesitas. No buscan causarte tristeza o daño, pero quieren fortalecerte ante lo que podrías tener que enfrentar “en la vida real” y proviniendo de personas que no querrán lo mejor para ti.
Por supuesto, es importante distinguir entre quienes tratan de ayudarte sinceramente y los falsos amigos que aprovechan la verdad para derribarte. Los primeros, como verás más adelante, son los que están contigo en las buenas, las malas… y todas las demás, mientras que los segundos se hacen misteriosamente presentes solo cuando pueden regodearse en tu dolor.
Una vez entendida esta parte, puedes saber que no debes molestarte cuando tus amigos te digan la verdad ya que también sabrás el aspecto siguiente.
5. No hablan de ti a tus espaldas
Para los amigos más cercanos, la amistad valdrá por encima de los chismes. Ellos serán incapaces de ventilar tus asuntos personales o hacerse oídos de malos comentarios acerca de ti. Incluso, puedes considerar un buen signo de su relación que venga a interrogarte personalmente sobre un asunto incómodo que haya oído con respecto a ti por un tercero. Eso significa que quiere acabar con el problema de raíz.
Así de complejos son los amigos. Pero también son maravillosos cuando cuentan con las siguientes características que leerás a continuación.
6. Son felices con tu éxito y te felicitan cuando alcanzas una meta
Mucha gente, en secreto e incluso a viva voz, se siente celosa y molesta por tus logros personales, pues consideran que no eres digno de ellos. En cambio, los verdaderos amigos se alegran sinceramente por ti y tus triunfos, te felicitan y no pierden la oportunidad de celebrar contigo.
Para descartar a los falsos amigos, mira quién se aleja cuando alcanzas nuevas metas personales o cuando te sientes realizado.
7. Están contigo en lo bueno, lo malo… y en lo que necesites
Lo acabas de leer: un verdadero amigo se alegra contigo desde su corazón y te acompaña en la celebración, pero no duda en asistirte en tus dramas personales, grandes dolores o incluso te consuela cuando tu equipo favorito pierde el partido. No siente que ayudarte a superar tus problemas sea una carga para él ni desaparece cuando las cosas se ponen mal.
Para tus amigos, ninguna de tus necesidades es insignificante, y aunque así le pareciera, basta que sea importante para ti para que también lo sea para ellos.
A continuación, un último signo pero más complicado que otros de la amistad verdadera.
8. No son posesivos de tus otras amistades
Un amigo celoso y posesivo no es saludable. Cuando se molesta porque compartes con otras personas, está coartando tu libertad de elección y pensamiento. A veces los buenos amigos son celosos, pero los verdaderos no temen perderte, como tú no tampoco has de temer que se alejen.
Como dijimos al principio, los amigos comparten características con la familia: ellos pueden ser capaces de pasar un tiempo distanciados y en compañía de otros, sabiendo que cada quien necesita su espacio, pero del mismo modo sienten que puede retomar la relación donde la dejaron sin que eso sea motivo de conflicto.
