El año 2020 nos ha enseñado más que nunca que los negocios tradicionales están en declive y son susceptibles de verse afectados por múltiples situaciones. La pandemia por COVID-19, por ejemplo, ha obligado a muchas compañías a cerrar sus espacios físicos y diversificar la forma de mantenerse en contacto con sus clientes.
Los negocios en Internet presentan actualmente muchas más ventajas para los emprendedores, en tema de disminución de gastos y costos, distribución del tiempo, facilidad para trabajar desde cualquier lugar y captar potenciales clientes que están literalmente en todo el mundo.
Las formas de crear un negocio digital parten de diseñar una página web, más específicamente una tienda en línea, un blog o un directorio, y de convertir las redes sociales en vitrinas para los emprendimientos. En todos ellos se utilizan estrategias de aumento y fidelización del tráfico para convertir a los visitantes en compradores leales.
¿Qué nació primero, la página web o el emprendimiento en medios digitales?
Algunas personas piensan que el inicio de un emprendimiento está en tener una idea genial donde converjan las pasiones personales y conseguir con ella muchos seguidores en las redes sociales para luego averiguar cómo obtener ingresos a partir de ese sueño.
Establecer un modelo de negocios online con esa premisa es un modo probable de llegar al fracaso. Por el contrario, si se quiere tener éxito al emprender debemos tener muy claro el modelo desde el principio y saber ubicar las fuentes de ingresos.
Entretenernos y enfocarnos en nuestros gustos y pasiones no significa que los mismos vayan a ser monetizables.
En el caso de Internet, las fuentes de ingresos suelen estar en:
- La publicidad. Al estilo del sistema tradicional de publicidad y mercadeo, las empresas pagan por alojar sus anuncios en tu web y aprovechar el tráfico que has alcanzado. Los ingresos por este medio son constantes siempre que tu página consiga visitas, pero hay límites en las ganancias y en términos generales suelen ser bastante modestas.
- La afiliación. Vender o mercadear en línea productos de terceros a cambio de una comisión. Esta opción las ganancias también dependen de factores externos.
- La comercialización de creaciones propias. Aquí es donde la vía online supera el alcance de un establecimiento comercial tradicional ya que tu producto físico (ropa, libros…) o digital (infoproducto) puede ser visualizado y adquirido por clientes en cualquier parte del mundo.
- La venta de servicios.
Las dos últimas fuentes de ingreso son las más interesantes ya que al vender un servicio o un infoproducto, lo que se ofrece está relacionado con el propio talento y conocimientos del emprendedor.
Aplicación del talento y conocimiento en la era digital
Sabemos que el talento es todo aquello que dominas y puedes hacer sin dificultad. Es la capacidad para resolver algo, mediante las habilidades, saberes y experiencias que has adquirido a lo largo de tu vida.
Por lo tanto, el talento guarda relación con aspectos como la creatividad, la inteligencia, la actitud, la motivación, la autopercepción y el conocimiento.
El conocimiento, por su parte, es la sabiduría obtenida sobre determinada materia, bien a través de estudios académicos, bien por intereses personales y prácticas empíricas. Es aquello que sabes, pero también es la información que tienes y puedes poner en práctica. Tus saberes surgen de:
- Los estudios académicos.
- La práctica laboral y profesional.
- La información adquirida gracias a tus intereses, hobbies, gustos y pasiones.
- La sabiduría proveniente de las experiencias vitales.
La importancia de todos estos conocimientos tiene dos vertientes. La ética, consistente en usarlo y compartirlo con quien lo necesite (tus familiares, amigos, conocidos), y la económica, al convertirlos en una forma de ganar dinero.
En resumen, todos sabemos cosas, podemos transmitir información, resolver problemas y ayudar a otros. Y también podemos ganar dinero al vender lo que conocemos y sabemos comunicar. ¿Qué falta? Aprender a gestionar esos conocimientos.
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Monetización de conocimiento
Gestionar el conocimiento significa hacer algo con él para que nos produzca beneficios. Es la manera en que puedes ganar dinero con lo que hagas de tu conocimiento. Por ejemplo:
- Entregar ese conocimiento a terceros a través de un trabajo remunerado. Este modo es por el que se deciden la mayoría de las personas, a pesar de sus desventajas. Así no sólo están entregando su saber, sino también sus energías y tiempo, por una cantidad de dinero limitada, a un jefe que se lucrará de ese valor añadido.
- Emplearlo para emprender en un negocio propio. Es decir, utilizar tus saberes para tu beneficio económico.
Puedes crear productos y servicios a partir de tus conocimientos y venderlos a terceros. Pero recuerda que la gente no compra cosas, sino que busca solucionar sus problemas o experimentar bienestar o mejoría en su calidad de vida mediante esa compra.
En el caso de crear un servicio a partir de lo que sabes, este puede ser de dos tipos: el ejercicio de tu profesión u oficio (como abogado, electricista…) o la comunicación de tu saber mediante la enseñanza. En el mundo digital existen plataformas digitales para clases virtuales, consultorías, talleres online, servicios de coach a distancia…).
- Usarlo para concebir productos tangibles o infoproductos.
Los infoproductos son la manera más sencilla y lucrativa de utilizar tus conocimientos para aumentar tu patrimonio en la era digital. Se trata esencialmente de productos (en formato digital) que creas a partir de tus saberes para enseñar a personas interesadas en esa materia.
Los formatos y soportes son diversos: textos en Pdf, ebooks, podcasts, videos, tutoriales, cursos, guías o plantillas, entre muchas otras, que ofrecen una solución a un problema, explican cómo hacer algo, ofrecen una compilación informativa sobre un tema, o muestran cómo mejorar habilidades ya existentes.
Otra de las ventajas de concebir un infoproducto es que produce ingresos de tipo pasivo. Los ingresos pasivos son los que siguen generando ganancias constantes por algo ya creado en lo que no se requiere más inversión, o apenas una inversión mínima. Obviamente, demanda un esfuerzo inicial y es probable que pase un tiempo antes de producir resultados, pero es la forma más conveniente para aumentar el patrimonio y alcanzar la libertad económica.
Estrategia ganadora para facturar
Finalmente, te ofrecemos los pasos para crear una estrategia ganadora de gestión del conocimiento:
- Identifica los conocimientos que tienes. Como se mencionó anteriormente, no se trata sólo de los estudios formales, sino de todos aquellos adquiridos durante tu experiencia de vida y que añaden el plus de valor que tus potenciales clientes están buscando.
- Selecciona el saber más conveniente para monetizar. Recuerda que el ejercicio de conjunto para definir tu emprendimiento te ayudará a seleccionar no sólo el conocimiento que más te motiva, sino aquel en el que tienes más experiencia y cuyo potencial para la comercialización sea mayor.
- Elige el soporte en el que quieres comercializar tu saber. Si es un infoproducto, piensa si te resulta más fácil hablar para grabar tu voz en un podcast, escribir los textos para tus guías o ebooks o prefieres actuar ante una cámara en un video.
- Configura la plataforma de venta. Según tus habilidades en informática, puedes establecer tu propia plataforma o valerte de vender a través de las plataformas terceros pagando una comisión (Amazon, Esty, Tutellus…).
- Elabora un plan de marketing. Ciertamente, no todas las personas conocen el rico mundo del marketing digital, por lo que probablemente debas formarte en el área. Sin embargo, aprender a dar a conocer tu marca, producto o servicio es una garantía de éxito en un espacio tan competitivo como el digital.
Finalmente, recuerda que no hay excusas para no concebir y vender tus creaciones. Los conocimientos están ahí, sólo hay que gestionarlos y comercializarlos para tu beneficio y el de tus clientes.