Una de las maneras de alcanzar el éxito en cualquier meta que nos propongamos es colocarnos en el espíritu adecuado y hacer un cambio de mentalidad en esa dirección. La nueva mentalidad se forma con los patrones de pensamiento que dirigirán las decisiones que debamos tomar para sacar adelante un proyecto.
En el caso de las personas que desean dejar de vivir de un salario y salir a buscar sus sueños como emprendedores, deben saber que van a requerir de una nueva mentalidad y habilidades que antes les resultaban innecesarias para poder resolver las circunstancias que se les presenten.
A continuación, encontrarán nueve recomendaciones prácticas tanto para iniciar ese cambio de mentalidad hacia el modo del emprendimiento, como de sugerencias generales para enfrentar situaciones que nunca tuvieron durante su etapa como asalariados.
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Asúmete como el único responsable de las decisiones
Los empleados tienen pocas oportunidades desde sus puestos de subordinación de crear y mucho menos de ser responsables de las decisiones que pueden llevar un proyecto al triunfo o al fracaso.
En cambio, cuando has decidido tomar el camino del emprendimiento, debes entender que tú eres el único que hará que las cosas ocurran. Te vuelves ese líder al que todos acudían con sus dudas cuando eras un subordinado.
Al principio es normal que sientas temor, pero tan pronto entiendas tu nuevo rol, más agudo será tu sentido de la oportunidad para saber cuándo, cómo y dónde tomar las decisiones que te llevarán a conseguir tus objetivos.
Precisamente, decidir implica estar a la cabeza de tu proyecto, entendiendo sus dinámicas, dominando la parte financiera, aprovechando las ocasiones y ventajas del mercado y proyectando los escenarios futuros de tu producto, empresa o marca.
Las sugerencias siguientes te darán más claridad al respecto.
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Acostúmbrate a la incertidumbre y la incomodidad
Los empleados acuden a sus superiores cuando aparecen los problemas y en general no es bien visto que tomen iniciativas cuyos resultados no puedan ser calculados o medidos.
Ahora que te encaminas a ser dueño de una compañía o un negocio, necesitas aprender a lidiar con el factor sorpresa y actuar con creatividad en los escenarios que se te presenten.
La incertidumbre es una sensación común en las situaciones nuevas y la toma de riesgos es naturalmente incómoda. Pero convertir estas sensaciones en habilidades, te permitirá construir una nueva zona de confort útil para tu emprendimiento.
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Ama tu negocio
A muchos trabajadores asalariados del mundo les resulta indiferente o incluso desagradable la actividad laboral que realizan. Sin embargo, ellos tienen la suerte de que al terminar su turno regresan a su propia vida en la que tienen planes e intereses propios.
Un emprendedor necesita involucrarse tan intensamente y durante tanto tiempo con lo que ha decidido iniciar que no puede sentirse menos que apasionado y motivado más allá del objetivo de hacer dinero.
No cometas el error de volverte un empleado de tu propia empresa, con la cual no quieras estar involucrado. Volverte rico con un emprendimiento no debería ser tu única meta, ya que eso no te sostendrá anímicamente en el tiempo. Si dedicas tu esfuerzo y tiempo a algo que disfrutas y que te beneficiará a ti y tus seres queridos, e incluso a otras personas, lo convertirás sin preocupación en tu razón de vida.
Tener como único objetivo el acumular dinero por el dinero mismo no te dará plenitud ni satisfacción. Las ganancias obviamente conllevan beneficios para nuestro presupuesto, pero recuerda que ello debe formar parte de un plan mayor.
No corras el riesgo de perder tu salud y bienestar y la posibilidad de introducir otros propósitos en tu vida no relacionados con ganar dinero. Ser rico solo será una meta cuando sea el instrumento para una búsqueda más trascendente.
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(Sin embargo) No temas a los cálculos ni a las cuentas
En contraste con la recomendación anterior, nunca consideres irte por un camino de emprendimiento si no estás dispuesto a tomar el control de tus costos ventas, ganancias y pérdidas. Encargarse de las finanzas de tu compañía es fundamental para que la misma se mantenga a flote y con saldo positivo.
Muchos emprendedores asumen el reto de dar vida a un proyecto desde una perspectiva idílica, dando rienda suelta a sus sueños y elementos creativos o artísticos, pero colocando en segundo lugar los aspectos productivos y mercantiles.
Un empleado puede desconocer el sistema administrativo de la empresa para la que trabaja o de dónde salen las partidas o la producción que aseguran su salario. Un emprendedor debe estar al tanto de su administración para evitar caer en peligros financieros.
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Olvida los horarios
El empleado de 8 a 5 muere cuando nace el emprendedor. Así como los verdaderos líderes no están atados a escritorios, sino moviéndose para crecer. Renuncian a tener un horario de trabajo porque la pasión e interés por su emprendimiento trabaja a todas horas.
Aunque no estén dentro de una oficina, es común que manejen asuntos corporativos vía telefónica, dediquen la noche o fines de semana a resolver problemas o hacer cálculos y siempre estén buscando oportunidades para su marca o negocio, incluso si están de vacaciones.
Por eso es tan importante dedicarse a un emprendimiento que genere pasión, pues será algo por lo que hay que sacrificar tiempo personal y familiar.
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Compartimenta
Hay que asegurarse también de tener espacios en nuestras vidas que sean tan importantes como los negocios o carreras y para los que querramos encontrar tiempo y espacio. Los objetivos no relacionados con la generación de ingresos proveen formas de controlar el estrés y la presión de nuestra vida profesional.
También disminuye el agotamiento y evita que recurramos a mecanismos de relajación negativos como la bebida o las sustancias ilícitas.
Incluso, en términos prácticos, podríamos decir que queremos estar en buena forma física y mental para invertir el dinero ganado, y disfrutar una parte de él en el presente.
Si entras en una rutina frenética de maximizar tus ingresos, nunca podrás disfrutar de las recompensas.
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Haz del aprendizaje una rutina
Los emprendedores suelen tomar caminos inexplorados y para estar a la vanguardia es necesario aprender constantemente.
A veces deberás adquirir habilidades y conocimientos, otras podrás contratar a personas que se encarguen de tecnologías o procedimientos complejos.
Sin embargo, siempre es buena idea estar familiarizado con todos los aspectos del negocio aunque tengas expertos en quiénes delegar. Así podrás entender lo que está ocurriendo en cualquier fase de tu proyecto.
Atrás quedaron las épocas donde fuiste contratado por un conocimiento que aplicabas de manera rutinaria y cuya actualización era provista por la empresa mediante cursos y talleres.
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Visualiza los escenarios
Cuando eres un trabajador para alguien más, en general solo debes encargarte de realizar tus asignaciones en un plazo establecido por alguien más.
Como emprendedor, no solo debes estar consciente de todas las actividades que deben realizarse a corto plazo. También enfocas tu proyecto de negocios hacia el futuro, visualizando riesgos y oportunidades.
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Pon fechas. Recuerda que la vida es corta
Un emprendimiento suele ser una aventura aterradora y muchas veces preferimos proyectarla en un futuro indefinido por temor a tomar una responsabilidad tan grande: para nosotros, para nuestra familia, para las personas a las que contratemos.
Sin embargo, debemos recordar que el tiempo va pasando y, peor aún, que la vida se puede truncar en cualquier momento, dejando inacabado ese proyecto que nos cambiará para mejor. Por eso debes fraccionar tu emprendimiento en etapas y darle a cada una fecha de realización.