Muchas personas consideran que cualquier trabajo que puedan realizar a distancia, especialmente desde el hogar, es mucho más favorable para sus vidas que una labor presencial. Vestirse todos los días para ir a la oficina, especialmente si queda lejos, y estar confinado ocho horas como mínimo a ese espacio, es desalentador. Por el contrario, el trabajo a distancia parece tentador por muchos motivos: se puede distribuir el tiempo bajo criterio propio, realizar gestiones personales sin necesidad de pedir permiso, pasar más tiempo cerca de la familia, entre otros.
Sin embargo, no todo es tan maravilloso como parece.
En primer lugar, el trabajo a distancia no es para todos. Creemos que lo único necesario para trabajar desde casa es una computadora, un teléfono y recibir un sueldo por lo que estamos haciendo. Pero no es así: para poder llevar una vida productiva con esta modalidad laboral hay que cumplir con una serie de requisitos, tanto personales como en el espacio físico de su vivienda.
Veamos cuáles son esas características indispensables para trabajar desde casa:
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Ser responsable
Tener un jefe que periódicamente (y a veces incesantemente) supervise el avance de su trabajo es beneficioso para algunas personas. No todos los empleados mantienen un buen ritmo de trabajo sin ayuda externa; tienden a dispersarse, entrar en pánico por el volumen de trabajo y el tiempo de entrega, sentir que pueden realizar la asignación en una sesión de trabajo intensa en vez de ir avanzando progresivamente (porque, total, ¡nadie los está observando!).
El trabajador a distancia debe ser disciplinado con su esfuerzo y su tiempo para cumplir con las pautas de entrega establecidas por su empleador, aunque no haya un monitoreo regular de su avance.
En cuanto a la responsabilidad, no solo se trata de cumplir con la entrega de la asignación, sino también de resolver todos los problemas que pueden dificultar esa entrega: ¿se fue la luz en su edificio? De haber ocurrido en la oficina, los trabajadores habrían paralizado las actividades. Pero si sucede en su casa, usted deberá movilizarse a un cibercafé a continuar con su trabajo (o reiniciarlo si lo perdió) para enviarlo a tiempo. ¿Se dañó la computadora? En la oficina, el encargado de Sistemas habría venido a separarla. En el hogar, tendrá que contactar y pagar un servicio técnico.
Recuerde que su empleador a distancia no va a tener con usted el mismo contacto personal que puede tener con su jefe directo o con el Departamento de Recursos Humanos de la oficina. Ellos tal vez sean más comprensivos porque también padecen las complicaciones del tráfico o el subterráneo y a veces llegan con retraso, lo ven perder por accidente el archivo en el que estuvo trabajando todo el día o saben del accidente escolar de su hijo y por el que debió pedir permiso para ausentarse.
En cambio, su jefe a distancia asume que usted tiene un tiempo adicional para resolver sus conflictos personales y que paga porque el trabajo esté listo a tiempo.
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Tener lo que necesita para trabajar en casa EN la casa
Usted puede sentirse listo para trabajar desde casa, pero ¿su casa está lista también?
Si responde a esa pregunta diciendo: “Sí, tengo un rincón con una mesa y mi computador”, tal vez deba reconsiderar sus recursos.
Precisamente, tener un ordenador de alto rendimiento es hoy en día un requisito fundamental. En la mayoría de los hogares hay al menos un computador (en otros, tal vez solo una laptop o una tableta, o un sistema integrado de computador y TV para ahorrar espacio y recursos), pero seguramente el uso que se le había dado hasta ahora es distinto al que empezará a tener cuando se convierta en un instrumento de trabajo. Evalúe si debe invertir en una nueva máquina o mejorar la velocidad de procesamiento de la suya, la memoria RAM, la calidad de la pantalla o el servicio de Internet de alta velocidad, entre otras características
La conexión telefónica y de Internet también es importante. En la actualidad todo trabajador a distancia requiere de un teléfono inteligente que le permita estar disponible para ser contactado y recibir información o material a través de distintas aplicaciones, tener videoconferencias o ser consultado constantemente en tiempo real.
Un espacio de trabajo privado y libre de distracciones es conveniente para establecer sus nuevos hábitos laborales. Los niños no entienden que papá o mamá están en una videoconferencia del trabajo, o los otros habitantes del hogar querrán ver televisión o escuchar la radio aunque usted esté laborando en la misma habitación o salón. Así que el computador colocado en un rincón podrá necesitar ser reubicado en un espacio que pueda aislarse del resto de la casa, con una ventilación e iluminación adecuadas y con todos los dispositivos e instalaciones necesarios (teléfonos, impresoras, escáneres, audífonos, etc).
No hay que dejar de lado que el área de trabajo además de ser privada y bien equipada, debe ser ergonómica: no es lo mismo estar sentado una hora jugando videojuegos en la computadora de la casa, con la silla de la cocina, que ocho horas realizando un trabajo que demanda mucha atención. Su salud puede verse afectada si no destina recursos a equiparse con los muebles apropiados para su nuevo trabajo.
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Una vez evaluados los requisitos mínimos para tener un trabajo desde el hogar, puede tomar lápiz y papel y hacer una lista de pros y contras de esta modalidad laboral. A continuación, le presentaremos algunas de ellas para estimular su imaginación. Empecemos con esos aspectos “no tan positivos”:
Las desventajas
- Es un trabajo solitario: A veces los empleados pueden sentir que la presencia de sus compañeros y supervisores es más una molestia que una ayuda. Las interrupciones constantes por motivos de consultas, comentarios, conversaciones junto a la máquina de café, llamados a reuniones, entre otras, hacen pensar a muchos trabajadores que podrían concentrarse y avanzar más en la privacidad de su hogar. Eso podría ser genial… ¡solo al principio! Luego de un tiempo en solitario se dan cuenta del apoyo que significa tener gente alrededor con quien compartir ideas y dudas sobre lo que se está haciendo, en vez de hacerlo a través de la tecnología (llamada telefónica, chat de Whatsapp, videoconferencia…). Además, la soledad termina invitando a la distracción como un intento del cerebro para activarse .
- Se dijo que el trabajo en casa es solitario… pero en realidad usted no está solo. En su casa habitan otras personas que no siempre entenderán su nueva responsabilidad laboral. Consideran que si se encuentra en casa, también está disponible para algún quehacer doméstico: sacar el perro a pasear, recoger al niño del colegio, llevar la ropa a la tintorería, preparar la cena. Incluso los vecinos pueden ser compañeros indeseables de su trabajo cuando le pidan el favor de recoger un paquete de Amazon o le consulten si su hijo puede esperar en su salón a que ellos lleguen de la calle.
- Todas las responsabilidades recaen sobre usted, incluso las legales. Ya se mencionó que los trabajadores desde casa deben ser totalmente responsables tanto de la entrega de la asignación, como de resolver todas las complicaciones asociadas a ella. Pero también hay que mencionar que puede adquirir responsabilidades legales y tributarias por esta nueva libertad laboral. Considere su estatus como trabajador: ¿es un empleado a distancia, es autónomo o un contratista? En el primer caso, su empresa seguirá corriendo con la retención de los pasivos laborales e impuesto sobre la renta. Pero si trabaja como independiente o contratista, deberá tributar, recibir visitas del fisco y tener un seguro para protegerse en caso de una demanda (por ejemplo, si información confidencial de su cliente es hackeada de su computadora o un cliente se resbala en su acera durante una visita de trabajo). Es conveniente al iniciar una vida como autónomo estudiar la ley del trabajo y los reglamentos de su país relacionados con esa modalidad para evitar ser sancionado.
Y finalmente, lo que todos deseamos:
Las ventajas
- Se eliminan los viajes diarios al trabajo, el tráfico, la angustia por las horas pico y el mantenimiento de su vehículo y gastos de gasolina en caso de tenerlo, recuperando tiempo de vida y de descanso, además de ahorrar un importante dinero mensual por motivo de transporte. Sin decir que también ayuda a salvar el planeta reduciendo su contribución a los gases tóxicos generados por los vehículos.
- Se eliminan los gastos en vestimenta, o al menos se reducen si usted todavía tiene que lucir presentable en caso de requerir visitas programadas o videoconferencias, como en el caso de los profesores online. Sin embargo, se le recomienda a los trabajadores desde casa guardar una rutina que los haga separar la vida hogareña de la laborar, consistente por lo menos en cambiarse el pijama por una vestimenta casual durante el horario de trabajo, establecer una rutina y realizar las comidas a horas fijas.
- Es libre de distribuir su tiempo y actividades. Cuando el trabajo no implica una supervisión a distancia (con monitores como Skype, por ejemplo), usted puede realizar tareas domésticas, visitas médicas o resolver asuntos personales en combinación con su trabajo. Esta nueva organización del tiempo dependerá de usted para ser exitosa.