Muchos propietarios de negocios o empresas pequeñas las han creado, no por su pasión hacia la dirección empresarial, sino por la búsqueda de libertad económica o alguna vocación o afición que lograron monetizar por este medio. De todas formas, más allá de los intereses personales, la dirección empresarial en sí misma es una habilidad que puede desarrollarse como un músculo.
Los dueños no se despiertan un día sabiendo cómo manejar su negocio o empresa, ni se capacitan leyendo dos o tres libros al respecto. Eso es convertirse en empresario a golpe de ensayo y error. El dominio de los negocios requiere de conocimientos y práctica.
Con la dirección empresarial eres capaz de identificar y resolver tus problemas de negocios. Al examinar tu organización a través de un nuevo filtro, descubrirás lo que necesitas corregir y cómo apuntar y categorizar tu enfoque para generar impulso y maximizar el éxito.
Cuando iniciamos nuestro negocio, generalmente lo hacemos con mucho ánimo. Todo es nuevo y emocionante y los desafíos que se presentan son retadores. El aprendizaje sobre la marcha nos estimula, así como los resultados en cortos períodos de tiempo. Pero cuando las cosas se ponen difíciles y empiezas a estancarte, ¿qué ocurre? Te detienes porque dejas de saber hacia dónde ir o qué hacer.
Uno de los antídotos contra las dificultades empresariales y para alargar la vida de una organización es la innovación estratégica. Entender y aplicar este principio es esencial para poner en marcha un estado de evolución constante y exitoso de tu negocio. Cuanto más puedas anticiparte a las necesidades cambiantes de tu realidad, tus clientes, tus empleados, la economía y hasta las tuyas propias, mejor preparado estarás para afrontar cualquier reto.
La única constante en el mundo de los negocios es el cambio. Ya sea que te encuentres con cambios positivos (un crecimiento explosivo por variables inesperadas), como con cambios negativos (una caída en la economía) o cambios neutrales (las necesidades cambiantes de tu mercado objetivo) estar preparado es la clave para el éxito continuo.
¿Crees que cambiar y aparecer con cosas nuevas es realmente importante cuando ya has establecido tu marca y posicionado tus productos? Bueno, pregúntale a Blockbuster si vio venir a Netflix. Las empresas, al igual que las vidas de las personas, pasan por ciclos de nacimiento, crecimiento, envejecimiento y muerte, y sufren modificaciones que las llevan en esa dirección. Necesitamos herramientas para esos momentos.
Prepararse para el cambio significa tener una o más personas en tu equipo encargadas de estudiar los nuevos horizontes. Como líder, no debes ser el único encargado de preparar a toda tu organización para el cambio. Si tu negocio es pequeño, es posible que solo tengas una o dos personas confiables a cargo de identificar los factores desencadenantes de las necesidades de innovación. Una compañía más grande puede requerir un departamento completo.
El especialista en crecimiento empresarial y motivador Tony Robbins habla de nueve factores desencadenantes del cambio para que los dueños de empresa y sus encargados los conozcan y aprendan a aplicarlos en sus negocios:
1. Un cambio en la cultura
La cultura a la que estamos atendiendo con nuestra marca y productos está sujeta al cambio, progresivo o inesperado. ¿Qué valora tu cultura hoy y cómo eso puede cambiar mañana? ¿Para qué y por qué pagará la gente? ¿En qué estarán interesadas nuevas generaciones con respecto a la actual?
Hasta hace varios años, ir al cine en familia era una diversión apreciada. Con el auge de la tecnología digital, los gastos y la falta de tiempo, muchas personas prefieren quedarse en casa y ver películas, en sistemas tecnológicos cada vez más sofisticados. Marcas como Amazon y Netflix facilitan esta tendencia con el pago de una suscripción única mensual y filmografía original. Ellos se anticiparon a las necesidades de sus clientes actuales y les han proporcionado el servicio que desean.
Sin embargo, la industria del streaming debe prepararse para lo que pueda venir en poco tiempo. Así como ellos desplazaron a Blockbuster, también podrían desaparecer frente a una nueva tecnología.
2. Un cambio en la economía
La economía fluctúa constantemente. Sin importar a cuál sector pertenezcas, los períodos de recesión y crecimiento atacan por igual. Cómo alistarse para los cambios económicos es vital para el éxito: ¿cómo puedes pagar con confianza a tu equipo para que funcione bien y, al mismo tiempo, asegurarte de proteger el negocio de obstáculos financieros? ¿Cómo lograr que tus empleados y clientes se sientan seguros en tiempos de incertidumbre? ¿Cómo actuar en momentos de crisis? Estas son las preguntas que debes hacerte para estar completamente preparado ante las etapas de abundancia y de pérdida.
Por ejemplo, en las recesiones, ¿cómo logran las empresas de tecnología seguir vendiendo a los clientes que buscan reducir los lujos? ¿Pueden subsistir con menos compradores? ¿Ofrecen una versión económica de su marca? ¿Generan nuevos productos acordes a las necesidades de los clientes afectados?
Encuentra estrategias que te ayuden a tener éxito sin importar el clima económico.
3. Un cambio en la tecnología
¿Cómo te preparas para el cambio? Incluso si perteneces a una industria que está usando tecnología de punta, sabes que es fácil volverse obsoleto. Independientemente del producto o servicio que ofreces, ¿estás al tanto de la dirección que está tomando la tecnología en tu campo? Cuando ocurran esos cambios, ¿estará tu negocio preparado para evolucionar? ¿Cómo lo logrará?
Comparte en Pinterest:
4. Un cambio en tu competencia
El desencadenante tradicional para el que siempre debes estar preparado es un cambio en tu competencia. Incluso si estás a la vanguardia frente a tus competidores actuales, ¿estás atento también a las empresas emergentes? Seguramente, los dueños de Blockbuster siempre estuvieron preocupados de ofrecer la mejor atención y estrenos a sus clientes. Pero nunca esperaron que un pequeño emprendedor como Netflix los borrara del mapa.
Si un nuevo negocio gana prominencia, no lo ignores solo porque sientas que estás en la cima de la industria. En vez de eso, mira si tu compañía podría ganar valor con cualquier práctica o producto nuevo. Trata de ser el disruptor y tener alternativas en caso de que tu competencia te descoloque.
5. Un cambio en tus clientes
Como dice Tony Robbins, la vida de tu cliente es la vida de tu negocio. ¿A quién va dirigida tu marca? ¿Cómo te preparas para los cambios en los hábitos y la vida de tus clientes? ¿Estás perdiendo clientes cuando se gradúan, se casan, se alteran sus economías personales? La vida de tus clientes va a cambiar, por lo que debes saber si quieres estar con ellos después que eso ocurra.
Por ejemplo, si una de tus compradoras es una estudiante universitaria, sabrás que sus hábitos de compra cambiarán una vez que se gradúe y comience su carrera y/o forme su familia. ¿Cómo se insertará tu marca en ese proceso?
La creadora de Harry Potter sabía que a lo largo de los años que tardaría en escribir sus novelas, sus lectores se harían adultos jóvenes, así que debió pensar en esa evolución sin olvidar que su sector etario era el público infantil.
6. Un cambio en la vida de los empleados
Un buen dueño de negocio tiene el deber de cuidar a su equipo. Tus empleados pasan por acontecimientos: se casan, tienen bebés, sufren problemas familiares y de salud, quieren comprar una casa. También deciden inesperadamente dejar tu organización aunque sean elementos clave.
Por eso, hay que analizar el paisaje y esperar cambios internos. Si dependes demasiado de alguien, o descuidas las necesidades de tu personal, estarás generando problemas.
Descubre cómo equilibrar las necesidades de tu empresa sin olvidar que tus empleados son personas con vidas propias. Crea una cultura organizacional que se adapte a sus necesidades y tus empleados querrán permanecer a bordo incluso en los peores momentos.
7. Un cambio en tus productos o servicios
Cómo prepararse para el cambio empresarial significa mantenerse flexible. Si no estás preparado para cambiar tu enfoque, identificar nuevos mercados y acceder a los recursos necesarios para incorporar estos cambios, podrías perder oportunidades de sobrevivencia y crecimiento.
Siempre es necesario tener un plan de apoyo a estas innovaciones para que realmente tengan éxito.
8. Un cambio en el crecimiento de tu empresa
Aunque toda empresa tiene como aspiración el crecimiento consciente y progresivo, algunas experimentan cambios explosivos e imprevistos. El golpe de suerte en un producto, la aparición inesperada de una gran necesidad cuyo servicio puedes atender de forma idónea son algunos de estos casos.
Preparar a tu organización para el cambio significa anticipar posibilidades negativas, pero también positivas. Crecer demasiado rápido puede agotar tus recursos y personal en poco tiempo, así que debes tener en cuenta estrategias para resolver las problemáticas que ocasionan los cambios positivos.
9. Un cambio en tu etapa de vida
Como líder, ¿tomas en cuenta tus necesidades personales de cambio y expansión? ¿Has pensado en cómo reaccionar frente a un punto muerto en tu carrera? ¿Sientes deseos de viajar o tomarte un tiempo para ti mismo?
Incluso si estas cosas parecen poco realistas con tus responsabilidades y horario actual, tienes que organizar tu vida para darle espacio a tus propios cambios, pues muchos serán inevitables. Por ejemplo, llegará un día en el que deberás retirarte y delegar la presidencia de tu organización.
Asegurarse de que los planes de desarrollo personal y profesional coincidan evitará futuros choques entre lo que te sientes obligado a hacer y lo que te da satisfacción personal. Por ejemplo, ¿has planeado lo que necesitas para dejar tu puesto en la compañía cuando te dediques a tu proyecto personal? ¿Es parte de su visión entrenar a tus hijos en el negocio para que eventualmente lo asuman? Entonces, ¿cuándo comenzará su capacitación?
Actuar con anticipación permitirá que tu compañía pueda continuar operando exitosamente en tus ausencias temporales o definitiva.
Una vez que tú y tus encargados han aprendido a identificar los nueve desencadenantes del cambio y los requerimientos innovadores para tu marca y/o tu negocio, debes aumentar cada aspecto de marketing con innovaciones que remodelarán el panorama empresarial, entre ellos, estrategias para maximizar tu presencia digital, un proceso de pasos para aumentar rápidamente tu rentabilidad neta, entre otros.
En cuanto a los cambios en tu marca y productos, solo cuando tú y tu departamento de innovación tengan una visión convincente para el futuro de tu marca, tus productos y servicios, podrá alcanzar efectivamente tu objetivo.
Recuerda que la innovación es multifactorial, no se trata solo de avances de alta tecnología o eficiencia en su proceso. Puedes innovar en la forma de enfocar tu relación con tus clientes o añadir una nueva voz o perspectiva que les permita ver tus productos y servicios bajo una nueva luz.