Existen muchos mercados donde, a pesar de encontrarse saturados, todavía puedes impactar con tu presencia y hacer dinero. Para acceder a ellos, lo principal es dejar de pensar como la mayoría, considerando que todo está creado o que necesitas ser un experto para conseguir ese descubrimiento genial que nadie más ha tenido y que te permitirá volverte millonario. El secreto está en dejar de seguir haciendo lo que no funciona, tomar riesgos y ver las oportunidades.
El negocio de la tecnología es uno de esos mercados lleno de probabilidades para triunfar, si tienes la inteligencia de aprender y adaptarte a sus cambios constantes. Pero de seguro lo primero que dirás es que el mundo está lleno de genios de la computación cada vez más jóvenes y que tú no eres uno de ellos.
Ni la juventud ni la sabiduría en informática son requisitos indispensables para producir ganancias en este mercado. Para que lo compruebes te traemos la historia y recomendaciones del empresario de las aplicaciones Chad Mureta.
Mureta, también autor del libro El Imperio de las App: Haz dinero, ten una vida y deja que la tecnología trabaje para ti fue entrevistado por el motivador Tony Robbins, quien estaba muy interesado en comprender como un neófito de la tecnología ha formado tres compañías de aplicaciones que ha podido vender exitosamente, además de ser autor de cincuenta aplicaciones que tienen cuarenta y cinco millones de descargas.
Precisamente, construyó su primera aplicación, relacionada con seguridad mediante huellas digitales, con un préstamo de 1800 dólares, que le dio ganancias por 620 mil dólares. ¡Todo esto sin saber nada al respecto!
El millonario había abierto una empresa de bienes raíces en el 2006, que fue el peor momento estratégicamente hablando para iniciar una actividad de este tipo. Invirtió todos sus ahorros en este proyecto y pasó tres años miserables, trabajando más de doce horas cada día, afectando negativamente su calidad de vida y las relaciones con su familia y amigos en un intento por sortear los obstáculos. Finalmente, tuvo un accidente de tránsito que lo dejó mucho tiempo en cama y lo llevó a replantearse su vida.
Uno de los mayores retos para la gente, cuando llega a estos puntos de inflexión es usar su creatividad para encontrar un nuevo camino. Mureta entendió que el universo le ofrecía segunda oportunidad y que esta vez debía hacerla funcionar de cualquier manera. Eso significaba reinventarse, pues las estrategias anteriores no habían servido ni en su vida ni para sus negocios anteriores. Debía descubrir nuevas formas para conseguir el éxito.
¿Cuál fue esa vía, rápida y efectiva, para aprender sobre un negocio que desconocía y a la vez tener éxito con toda seguridad?
Es muy común pensar que la falta de experiencia y conocimientos en un mercado y tomar el riesgo de invertir en él es una forma casi segura de fracasar. Chad Mureta sintió las mismas barreras ante este reto. Tenía una idea, pero no sabía cómo programar, codificar, mucho menos hacer el trabajo de diseño de su aplicación. ¡Fue entonces cuando se dio cuenta de que él no era quien tenía que hacer eso!
¿Qué hizo Mureta para volver realidad su primera aplicación? Entendió que él era el dueño de su negocio y que podía delegar los trabajos que desconocía subcontratando gente para que hiciera ese trabajo de programación.
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Cuando un líder se halla estresado y atrapado intentando resolver los obstáculos y fases internas de su negocio, en realidad está trabajando como un operador. El líder debe avocarse a desarrollar la estrategia. La regla del 80/20 o principio de Pareto aplicado a la gestión empresarial explica que enfocando 20% en un factor, como el esfuerzo, la concentración o las estrategias se producen 80% de las soluciones. Los operadores, por el contrario, tienen su trabajo estratégico limitado a un 20%, porque todo su esfuerzo (80%) depende de sus habilidades.
En segundo lugar, Mureta pudo obtener éxito en el mundo de las aplicaciones porque consideró que estaba mirando el mercado. Las ideas para aplicaciones pueden ser muy originales, pero lo que podía ser novedoso y solicitado hace un año, hoy no va a funcionar. Así que más que inventar, la mejor habilidad que un empresario de las aplicaciones puede tener es estar presente en el mercado.
Hay que conseguir las respuestas a qué es lo que funciona ahora y cuáles son las tendencias. El negocio tecnológico está dominado por el cambio: todos los días hay innovaciones que pueden destronar cualquier estructura. A su vez el comportamiento de los consumidores, basado en qué es lo que quieren y lo que necesitan es lo que marca el rumbo que se puede percibir en las tiendas de aplicaciones. Mureta se dedicó a observar ese comportamiento al inicio de su negocio.
Por ejemplo, una de las aplicaciones que son tendencia en las tiendas son los juegos con un componente social. Es decir, todos desean compartir los resultados de su experiencia de juego en una comunidad y hacer competencia. Luego desean recibir innovaciones de valor en esa actividad de manera constante y sentir que son apreciados o tomados en cuenta como clientes.
De este modo, no abandonan el uso de la aplicación. Hay que elevar los estándares y darles permanentemente a los consumidores lo que quieren y lo que aprecian.
La tercera recomendación de Mureta es plasmar por escrito tus análisis de «lo que está de moda» y empezar a construir tu aplicación sobre la base de este estudio de mercado. Para materializarlo hay que empezar por «escribirlo, ponerlo en una hoja de cálculo para que no esté todo en tu cabeza y puedas mirarlo y decir: ‘Vale, veo que esto ha pasado aquí, esto ha pasado allá'».
En cuanto a la manera de comercializar las aplicaciones, hay muchas opciones gratuitas con las que puedes empezar a vender sin necesidad de gastar dinero. Se puede estudiar lo que tiene éxito en la tienda de aplicaciones y luego imitarlo de una forma mejorada, estudiando lo que la gente quiere.
También hay que tener claro el grupo demográfico al que se le va a comercializar. Siempre se aspira a alcanzar a un espectro de clientes gigantesco, pero es mejor atender cierto grupo demográfico al cual entiendas y puedas captar con tu descripción, un lenguaje definido y con las capturas de pantalla, haciendo que sea lo más fácil posible para ellos comprar y descargar tu aplicación.
La última sugerencia, y tal vez la más importante para iniciarse en este emporio de las aplicaciones es, además de añadir valor constantemente para los consumidores, tener confianza en tu producto y tu marca. «Creo que ese es el fuego que te hace, la pasión de estar orgulloso de algo lo que te hace ir en esa dirección y quieres mostrarlo. Eso es realmente lo que estás buscando: algo de lo que te enorgullezcas, que puedas mostrar y que te mantenga yendo hacia un nuevo nivel».
Tony Robbins interroga al empresario sobre el futuro de las aplicaciones al final de su entrevista, y este comenta que las aplicaciones han cambiado mucho desde sus orígenes. Al principio, en la tienda de aplicaciones se podían añadir muchas cosas porque había poca oferta y mucha demanda de la gente descargando cualquier cosa para experimentar. Algunos desarrolladores creen que esa realidad se mantiene, y no es cierto.
Para competir con la variedad de opciones, debes darle trato especial y productos de calidad a tu cliente para que siga invirtiendo dinero en tu aplicación.
«… creo que el consejo que le daría a alguien que está empezando es que se eduque porque ahora hay mucha información disponible. Puedes entender el juego y qué hacer, y lo siguiente que haría es llegar a personas con ideas afines que estén en la misma posición y formar vínculos con ellas. Trabajar juntos en ello» son las palabras finales de Chad Mureta.
