Los niños tienen la extraordinaria habilidad de tener todos sus sentidos enfocados en cualquier actividad que resulte de su interés. Es apasionante ver a un bebé descubriendo sus manos, a un niño aprendiendo a atarse los cordones de los zapatos o una niña fascinada con sus clases de ballet. Para ellos, en ese momento, el tiempo y las distracciones pasan a un segundo plano.
En cambio, cumplir con una tarea sin perder la concentración se vuelve complejo a medida que vamos creciendo. Obviamente, como adultos nos justificamos diciendo que estamos bajo un bombardeo permanente de responsabilidades y estímulos.
Además, la sociedad actual considera productivas a las personas que atienden múltiples situaciones, lo que es conocido con el nombre inglés de multitask.
Ciertamente, la rapidez del mundo en que vivimos no nos permite retomar esa capacidad de concentración de la infancia. Pero sí debemos conocer formas de mejorar la concentración. Esto beneficiará nuestra salud mental y nos permitirá tener mejor calidad de vida.
A continuación, te presentamos algunos trucos para que incrementes tu concentración, poniéndole los cinco sentidos a todo lo que hagas:
1. Retoma la práctica de la atención plena
La mejor manera de enfocarse en algo es estar totalmente en el momento presente de lo que estamos haciendo. Para ello necesitamos nuestros cinco sentidos vinculados con lo que ocurre aquí y ahora.
A las personas que practican meditación, yoga y otros ejercicios mentales les resulta muy sencillo tener atención plena. Pero el resto podemos ir afinando nuestros sentidos con pocos minutos de práctica diaria. Por ejemplo, concentrándonos en las sensaciones físicas de nuestro entorno durante la ducha o al cocinar.
Si quieres saber más sobre cómo mejorar los niveles de atención mediante la integración de los estímulos, puedes leer sobre la atención plena o el mindfulness.
2. Entiende primero la tarea
Una manera sencilla de perder la atención sobre una actividad es cuando no entendemos de qué se trata. Entonces, intentamos resolver buscando herramientas que nos ayuden o recurrimos a la improvisación para suplir el desconocimiento.
Al no entender lo que debemos hacer, perdemos tiempo y energía tratando de reunir los recursos para abordarlo. Corregir sobre la marcha también afecta la concentración.
Para tener éxito en nuestro objetivo, abordemos cualquier tarea estructurando una secuencia de pasos y reuniendo las herramientas con anterioridad.
3. Controla las distracciones
En la actualidad, la tecnología es la herramienta más útil, pero también la más distractora para asumir cualquier tarea. Internet, los teléfonos inteligentes y las redes sociales han sido diseñados para atraer nuestro interés durante todo el tiempo posible.
Sabiendo esto, debemos silenciar o, mejor, apagar nuestro teléfono y todas las conexiones electrónicas cuando nos embarquemos en un proyecto.
Si al principio, “desconectarte para trabajar” te provoca mucha ansiedad, opta por fijar un período corto de trabajo concentrado, al menos de media hora. Así no sentirás la tentación de distraerte mientras trabajas. Sabrás que te has fijado un plazo breve para terminar.
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4. Haz listas
Si mantienes tu mente ocupada tratando de recordar los asuntos que tienes pendientes, es difícil que puedas concentrarte en tu tarea. La mejor forma de abordar una sola cosa a la vez es vaciando tus inquietudes en listas y cronogramas.
Revisar tu agenda diariamente o simplemente ir tachando los elementos de una lista a medida que los resuelves te permitirá tener una dirección para avanzar y sentirte más motivado para lograr tus objetivos.
5. Estimula tu cerebro
Los científicos han comprobado que el cerebro se aburre y deprime sin retos y se activa con pequeños pero constantes desafíos intelectuales. Es decir, a nuestra mente le gusta resolver problemas y necesita mantenerse estimulada entrenando sus habilidades intelectuales.
Para ello, adquiere nuevos conocimientos siempre que puedas, practica ejercicios de memoria, lee, saca cuentas sin ayuda de la calculadora, aprende palabras en otro idioma. Dale desafíos a tu cerebro con frecuencia para que esté alerta y ágil en los momentos en que necesites concentrarte.
6. Prémiate
Si eres de los individuos que tiende a la procrastinación o dejas las cosas para último momento, recuerda que estas costumbres generan ansiedad, culpa y, por supuesto, inconvenientes por un trabajo mal realizado o incumplido. En cambio, obtendrás bienestar si completas tus objetivos a tiempo.
Bríndate pequeñas recompensas por cumplir con esas tareas que deseas postergar. La obtención de gratificación es una técnica sencilla para motivarte a terminar lo que empieces.
7. Toma recesos
Una de las características de la falta de concentración es el embotamiento, consistente en el debilitamiento de la agudeza mental a causa de una actividad poco estimulante.
Aunque parezca contradictorio, una manera de evitarlo es interrumpir el trabajo con una pequeña distracción que reactive el cerebro.
Estos cortes deben ser planificados y relativamente frecuentes para cumplir su objetivo de descolocarnos y alejarnos de esa tarea repetitiva o aburrida.
Así, evitarás acumular frustración y realizarás sesiones de calidad, poniendo todos tus sentidos en terminar bien y rápido.
8. Cuida tu sueño, tu alimentación y tu salud
Ni la más férrea voluntad te va a ayudar a avanzar en tu proyecto si tienes sueño, has comido mal o tienes problemas relacionados con tu salud.
Por eso, cuando sepas que debes enfrentar un día lleno de responsabilidades y que requerirás de tus capacidades mentales, intenta descansar con una noche de sueño de calidad.
Mantenerte hidratado y bien alimentado le brindará a tu cerebro todos los nutrientes necesarios para poder tener concentración. Si tu trabajo se desarrolla a primeras horas de la mañana, no salgas de casa sin hacer un buen desayuno, toma agua con frecuencia y planifícate para ejercitarte al menos un par de horas por semana.
Despejar el cuerpo mediante la actividad física es tan importante como realizar ejercicios de meditación y visualización para despejar la mente. De ese modo drenamos el estrés y le permitimos al cerebro “reiniciarse”, libre de exceso de información.
Recuerda que estos trucos para estimular la concentración te permitirán aumentar tu productividad y aprovechar de forma eficiente el tiempo que dediques a cualquier actividad o proyecto.
