¿Crees que buscar o tener un trabajo en línea se limita a crear algunos perfiles profesionales, un currículo pulido, una carta de presentación copiada de un modelo de estudios de secretariado y desetiquetarte de las fotos de farra con tus amigos?
Ya lo habrás oído varias veces, pero lo que sube a Internet, se queda en Internet. Mucho de lo que hacemos y nos ocurre puede ser puesto en línea por nosotros u otras personas. No siempre tenemos dominio sobre esa información, pero lo cierto es que tu reputación online es más importante de lo que puedes imaginar.
El truco para tener una vida privada y una profesional en Internet no es volver invisible la primera, sino crear un perfil que interese e impresione a tus posibles clientes o empleadores.
A continuación, te presentamos una lista de sugerencias que te ayudarán a ser un profesional online y verte como tal. Pero primero, analiza estas preguntas:
¿Te has buscado en Google? Tus empleadores sí lo han hecho
Hasta 80% de los empleadores googlean a sus candidatos antes de una entrevista para un puesto. Si al hacerlo compruebas que en las primeras entradas referentes a ti solo aparecen imágenes o asuntos embarazosos o poco favorables, no caigas en el error de intentar borrar tus referencias por completo.
No aparecer en lo absoluto en Internet es casi tan malo como exhibir un comportamiento inapropiado. De hecho, muchos reclutadores admiten que desechan a posibles candidatos por el mero hecho de no poder encontrarlos en las redes.
¿Conoces qué es tu huella digital?
La huella digital, al igual que la hídrica, son los rastros negativos que dejamos en el ambiente, en el primer caso, en el ambiente digital. Toda tu actividad en línea, desde los mensajes de Facebook o Instagram hasta los tuits más antiguos, puede aparecer por accidente en una búsqueda en línea.
La solución es tomar el control de tu imagen pública digital creando un contenido profesional al que los reclutadores o clientes sean dirigidos, ¡y que los impresione!
Ahora, ¿cómo logras causar esa buena impresión en línea?
1. Crea un perfil de LinkedIn profesional
LinkedIn es la plataforma donde el personal de recursos humanos puede conseguir tu información laboral. Por eso, todos los datos que coloques ahí te ayudarán a venderte a ti mismo.
Por eso tómate un tiempo para revisar ejemplos de esta página, averigua cómo hacerla más visible, pide a conocidos que te hagan sugerencias y te muestren los errores.
2. Cuidado con Facebook, Twitter e Instagram
Los perfiles de estas redes sociales son los primeros en aparecer en las búsquedas de los reclutadores. Por esta razón, vale la pena revisar cuánto de ese material es público y modificar tu configuración de privacidad para asegurarte de dejarlos acceder solo a lo que les compete.
Incluso, puede convenirte crear un perfil con pseudónimo que conozcan solo tus amigos y utilizar una foto donde no seas reconocible. Explícales que necesitas mantener tu nombre profesional independiente, por lo que es mejor para ti que etiqueten al pseudónimo.
En cuanto a Twitter, los asuntos noticiosos que ahí se manejan facilitan que dejemos opiniones aireadas sobre un asunto, y peor si estas se vuelven discusiones. Así que por más que algo te moleste o sientas que eres irreductible sobre un tópico, piensa dos veces antes de tuitear. Recuerda que muchas figuras públicas han quedado perjudicadas por algún mensaje que escribieron en el pasado.
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3. Crea tu propio sitio web para el trabajo
Una forma más impresionante de modificar cómo apareces en las búsquedas de Google es creando tu propio sitio web de tipo profesional. A diferencia de LinkedIn este será más personal y adaptado a tu área. Por ejemplo, puedes dar detalles interesantes en “Acerca de mí” o colocar actividades extracurriculares en tu portafolio…
La creación de contenido profesional aumentará las posibilidades de que alguien encuentre esa información en vez de aquello que preferirías que no vieran. Esto es especialmente importante si tu objetivo es ganar dinero desde tu sitio web.
Si tus ingresos y expectativas de ascender lo permiten, compra tu nombre como un dominio, por ejemplo, www.mariaperez.co.au, ya que esto aumenta las posibilidades de que tu URL personal aparezca en las búsquedas de reclutadores y clientes, y se vea realmente profesional.
4. Obtén una dirección de correo electrónico personalizada
Un correo electrónico personalizado es el que está alojado en tu propio nombre de dominio personal.
Si ya compraste un dominio con tu nombre para crear tu perfil profesional en línea, esto te permitirá tener tu propia dirección de correo electrónico (por ejemplo, contacto@mariaperez.co.au).
Tener un correo electrónico personalizado se ve mejor que un Gmail, uno de Hotmail o uno de Yahoo… Si no tienes la posibilidad económica de comprar un dominio, al menos recuerda que usar tu nombre y apellido en tu dirección siempre lucirá más profesional que algo como lachiquimaria@hotmail.com
5. Lleva un blog
Si no quieres renunciar a expresarte como individuo en Internet, tienes la opción de crear tu blog. Con él los reclutadores sabrán que no verán asuntos de trabajo, pero podrán darle una mirada al “verdadero tú”. Recuerda que los intereses, actividades y logros también ofrecen información valiosa del candidato.
En tu blog descubrirán, por ejemplo, qué tan bien te expresas, si tienes habilidades y conocimientos de diseño gráfico o computación, o cuáles son los asuntos que te apasionan y aquello en lo que te mantienes actualizado.
Asegúrate de tomar el tiempo para crear contenido de calidad para tu blog, y sé cuidadoso con la presentación, la parte visual y la ortográfica, especialmente si tienes la intención de ganar dinero.
6. Protege tus contraseñas
Sufrir un hackeo de tu identidad es algo muy negativo profesionalmente hablando.
Si tu cuenta de correo electrónico es pirateada y se envía un mensaje de spam a toda tu lista de contactos, donde están las empresas a las que enviaste currículos y cartas de presentación, pueden, pensar desde que fuiste descuidado, hasta que eres un hater o el generador de ese contenido perjudicial.
Así que toma todas las medidas de seguridad en tus perfiles y cuentas de correo, y cambia las claves con frecuencia.
Para finalizar, no hay que tener miedo de expresarse libremente en línea; después de todo, los medios sociales llegaron a nuestra vida para quedarse y no podemos desaparecer para evitar los riesgos electrónicos.
Pero si te mantienes al tanto de cómo podrías aparecer ante posibles empleadores o clientes que deseen contratar tus servicios, no perderás ninguna oportunidad de trabajo por una tonta razón.
