Al concebir un blog u otra página web como una fuente de ingresos económicos, los escritores tienden a escoger la temática de moda o el asunto con el que creen que ganarán más dinero, basándose en experiencias de otras personas e independientemente de si a ellos les resulta interesante o no.
Entonces, cabe cuestionarse lo siguiente: si tenemos la oportunidad de diseñar el trabajo de nuestros sueños, uno al que le dedicaríamos nuestro tiempo incluso si no nos pagaran, ¿por qué torturarnos buscando algo que no vamos a disfrutar? Por el contrario: es el momento idóneo de pensar en todas aquellas cosas que nos gustan y apasionan, en nuestras mayores habilidades, sobre lo que sabemos mucho o en lo que tenemos experiencia y hasta estamos especializados. Este es el secreto para nunca quedarse sin ideas ni material sobre el cual hablar, además de que cada escrito tendrá el valor agregado de nuestras vivencias y opiniones sustentadas.
Existe, sin embargo, el riesgo de tratar el blog como un hobby, de manera divertida pero despreocupada. De esta forma, es difícil que llegue a monetizarse. Por esa razón, hay que tomárselo tan en serio como si se tratara de un negocio. Y esa es una de las primeras realidades que hay que entender: un blog no es un negocio, aunque genera las mismas responsabilidades y beneficios. Un blog es en verdad una herramienta de marketing que funciona, bien para difundir un negocio físico que ya tenga, bien para comercializar contenidos o productos del propio autor de la página o de un tercero.
Mucha gente argumenta que los blogs pertenecen a una generación anterior y fueron superados por la inmediatez y el atractivo de las redes sociales. Esto no es cierto para nada: si bien el blog tuvo su auge tiempo atrás, se mantiene firme por la producción de contenido de valor y por la relación personal y estrecha de los visitantes con el creador, quien tiene la autonomía de diseñar muchos aspectos y artículos según su propio criterio y sin las restricciones de extensión típicas las redes sociales.
Para las empresas tradicionales, añadir los servicios de un blog aumenta sus posibilidades de ser encontradas y conocidas por potenciales clientes. Así, está ayudando a generar ganancias, aunque para otro negocio.
¿Cómo hacer entonces que un blog genere ingresos por sí mismo? Hay que entender que cada vez que actualizamos nuestra página estamos publicando contenido de valor, información relacionada con nuestros gustos, pasiones y proyectos personales que resulta interesante para cibernautas que se vuelven seguidores, que están pendientes de ese material… pero también estamos generando contenido de valor que interesa a las empresas que buscan presencia y posicionamiento digital.
Cuando un bloguero tiene un número de seguidores fieles con quienes mantiene una comunicación directa, sin necesidad de ser una celebridad en los medios tradicionales o digitales, puede calificarse a sí mismo como un microinfluencer. Las marcas y las empresas reconocen el potencial de estos pequeños líderes para difundir sus productos, ya que esos comunicadores tienen seguidores que confían en sus opiniones y en el material que difunden en su blog. Por esta razón se asocian con ellos para impulsar sus propias campañas de publicidad.
Esa es una de las maneras más comunes de monetizar un blog: según sus temas de interés, y cuánto haya logrado de posicionamiento en las redes como para que sea del interés de marcas relacionadas con sus asuntos o de un número constante de seguidores y clientes interesados en sus productos, servicios y actualizaciones, un autor podrá poner en marcha la generación de ingresos de su blog.
Al llegar a ese nivel de posicionamiento, usted también estará en capacidad de promocionar sus propios productos y/o servicios. En ese punto, podría monetizar su blog por sí y para sí mismo.
Sin embargo, alcanzar posicionamiento y difusión no es fácil. Un blog no se vuelve exitoso de la noche a la mañana. Seguramente desde el día en que decidió ponerlo en marcha, pudo darse cuenta de que necesitaba tráfico, y empezó a informarse sobre conceptos como el SEO, las colaboraciones, los guest-post y un sinfín de prácticas para lograr un flujo regular de visitantes.
Si aun habiendo hecho esta tarea de investigación no ha logrado todavía ver ingresos atractivos con su blog, chequee algunas de estas recomendaciones: primero, hay que saber en qué fase se encuentra y hacia dónde quiere ir. Existen tres etapas:
A. Fase de inicio:
Este período generalmente no dura más de un año, pues se calcula que el 95% de los blogs no lo supera debido a que sus autores se desmotivan, pierden el foco de atención, los asaltan las dudas, siguen comportándose como aficionados, se pierden entre tantos conocimientos que deben adquirir, no saben en qué dirección avanzar…
B. Impulso:
Si ha superado la prueba del año, está en la fase donde lucha por crear contenido atractivo y regular para sus seguidores, además de que necesita conseguir visibilidad y mantener el tráfico para crear una comunidad estable con la cual generar sus primeros ingresos.
Es un momento crítico donde se decidirá el futuro de su proyecto, es decir, si su blog va a ser de tipo profesional o una tienda, empresa o negocio online, o si lo vas a convertir en un prestador de servicios que va a monetizar.
C. Fase avanzada:
Una minoría llega a esta etapa, pues no solo hay que tener los conocimientos comunicacionales y de marketing necesarios, sino apasionarse con ellos y saber manejarlos. Es decir, hay que saber qué hacer y cómo. A estas alturas debe estar cómodo implementando los sistemas, el email marketing, los embudos, la conversión, el copywriting, los lanzamientos y tantas otras técnicas digitales. Pero no deben aplicarse todas a la vez, sino de manera paulatina y acorde con su proyecto (servicio, productos, publicidad de marcas…).
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Ahora, ¿se siente sobrecogido ante tanta información?
¿Está asustado por el camino que le falta por recorrer?
¿Siente que tiene muchas lagunas de información y que las mismas afectan el desenvolvimiento de su blog?
No se preocupe: es necesario formularse esas preguntas para poder razonar si algo está fallando en su propósito de monetización, o de cuál es el camino más apropiado para llegar a este objetivo.
Si está en la fase de inicio, además de formarse apropiadamente en los conceptos del marketing digital, debe definir la temática de su blog, bien sea para vender un producto, servicio o sobre sus contenidos para atraer las marcas relacionadas. Recuerde que al vender está entrando en contacto con sus seguidores y tiene el compromiso de generar para ellos conocimientos verdaderos y útiles así como una asistencia apropiada y oportuna.
Si no sabe qué es lo que lo apasiona y sobre lo que podría escribir de gratis, aquello de lo que sabe y sobre lo que tiene suficiente experiencia como para compartir, no espere encontrar la respuesta tomando ideas de blogs exitosos, revisando tendencias en Internet o copiando algún modelo conocido. Recuerde de nuevo que está dándole forma al trabajo de sus sueños, no al del sueño de los demás. Pregúntese sobre sus gustos, habilidades, evolución personal y cómo eso podría beneficiar o interesar a otras personas.
Recuerde, por otro lado, que un producto o servicio digital debe resolver un problema o una necesidad en específico. Aquí es cuando se combina su pasión con la utilidad y la audiencia. Sin esa mezcla: usted + necesidades + público, su blog seguirá siendo un hobby que a lo mucho le interesará a usted y algún selecto grupo, pero que nunca llegará a producir ganancias.
A partir de aquí debe formularse un plan para su producto o servicio digital: analice su situación, cómo puede satisfacer la demanda de un público con base en su experiencia, intereses y habilidades.
¿Por ello dejará en este punto de disfrutar sus pasiones a favor de un interés comercial? Dependerá de usted mantenerse firme en lo que ama, pero lo suficientemente flexible como para que eso se vuelva atractivo para (esperemos) muchas personas que se conviertan en su audiencia y potenciales compradores.
Aquí surge además otra pregunta interesante: ¿cómo saber si eso que se le ha ocurrido va a interesar a una comunidad al punto de querer comprarlo?
Para eso, ¡primero debe tener una comunidad!
Con esto queremos dar a entender que los blogs no generan ingresos desde el primer día. Si está en la fase de inicio, verá que tiene futuro si empieza a formar una comunidad de seguidores interesados en sus actualizaciones y deseosos de interactuar con usted sobre los contenidos que está difundiendo. Recuerde que si desea hacer que su página web funcione como un negocio (a sabiendas de que se trata de una forma de marketing digital), uno de los puntos clave para monetizarla es formar una comunidad interesada y que confíe en usted.
Con ellos podrá mantener feedback y realizar sus propios estudios de mercadeo a través del email, entrevistas y consultas sobre cada contenido que lance. Pregúnteles cómo puede mejorar, qué más quieren o qué los ha dejado insatisfechos. Cuando logre conectar sus intereses con su proyecto, tendrá éxito en el producto o servicio que va a vender.
Luego siga investigando: revise otros blogs y páginas similares a la suya para ver lo que ofrecen y cuánto han conquistado a sus seguidores. Haga lo mismo con todas las redes sociales. Revise los comentarios para detectar los intereses y necesidades que usted pudiera suplir.
Aproveche herramientas como Google Trends, Facebood Ads o Google Keyword Planner, por ejemplo, para ver las tendencias de búsqueda que existen. Así no solo sabrá qué quieren sus seguidores y los de su competencia, sino lo que quiere mucha gente a la que todavía no ha captado.
Cómo verá, nunca le hemos pedido que deje de lado sus pasiones y gustos para entregarse a la comercialización, sino que cambie la mentalidad de decir “Yo quiero” o “A mí me interesa” por averiguar el grado de interés real de mucha gente en su idea.
No se sientas desalentado si su nicho es común a otros emprendedores digitales. Eso significa simplemente que hay mercado suficiente, pero que debe destacarse. Fíjese cuánta gente domina el tema de la cocina o las manualidades en Internet, pero no por eso los nuevos blogueros fracasan frente a la competencia. Simplemente deben competir con contenidos de calidad, atención a su comunidad, innovaciones constantes y dominio de todos los elementos.
Como habrá notado, siguiendo estos pasos su blog dejará de ser un hobby para las noches o fines de semana y se convertirá en un trabajo apasionante que requerirá gran esfuerzo de su parte, pero que también le generará los ingresos que necesita y desea. Ser un emprendedor online implica menos inversión que de la forma física, pero le exigirá otras inversiones como el tiempo, el conocimiento, la dedicación y algo de dinero.
Finalmente, le hacemos otra recomendación: cuando haya llegado al punto en que ha comprobado que existe un interés de sus seguidores y que están dispuestos a pagar por su producto o servicio, y que domina todas las herramientas suficientes para tener un público al que pueda captar, debe hacer una prueba más y comprobar que hay agua antes de lanzarse a la piscina: sacar un tiraje mínimo de prueba para su producto.
Por ejemplo, si es el creador o distribuidor de un bien, haga una reserva de 10, 20 o 30 unidades que le permitan examinar su venta, cómo responde la gente ante la compra, cuáles son sus comentarios, en cuánto tiempo se evacúa esa mercancía…
… y si se trata de servicios, comience ofreciéndolos a personas que tengan esa necesidad que usted puede ayudar a solucionar.
Así será capaz de evaluar las reacciones y comprobar con esa primera venta contralada que la solución que ofrece es la que sus usuarios solicitan.
Le deseamos suerte con su emprendimiento online a través de un blog, esperando que estas recomendaciones le aclaren el panorama. Le invitamos también a comentar sus experiencias de éxito y tropiezos y a compartirlas con otros que pudieran estar viviendo la misma situación al intentar monetizar sus blogs.
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