Si te ha interesado el título de esta publicación es porque estás empezando a pensar seriamente en no pagar tu tarjeta de crédito. Haber llegado a este punto significa que ya has perdido el control sobre tus finanzas.
Tus gastos han sido producto de compras innecesarias, o más allá del dinero disponible. También pudo ocurrir que empezaste a vivir al día, y tuviste que cubrir todos los imprevistos con la tarjeta hasta llegar al límite.
Sin embargo, debes ser sincero con tu situación y preguntarte: ¿no puedes o no quieres pagar?
No es mentira para nadie que llegar a las fechas de corte de la tarjeta golpea tu bolsillo. No se siente bien pagar por algo que ya adquiriste o consumiste. Sin embargo, cada vez que usaste la tarjeta te estabas comprometiendo a devolver ese dinero en cuotas y con intereses. Entonces, no puedes simplemente decidir ignorar ese convenio.
Si estás considerando evadir tus deudas, te explicaremos por qué es una mala decisión y las consecuencias negativas reales en muchos aspectos de tu vida, más allá del bancario.
Por otra parte, si son situaciones personales las que han vuelto imposible que pagues tus deudas, te guiaremos por el mejor camino para salir a flote de este bache que te ha tocado experimentar.
Pero si todavía estás amortizando tus cuotas mensuales, aunque ya empezaste a sentir que cada vez son más difíciles, te daremos las alternativas por las que puedes optar antes de decidir dejar de pagar. Empecemos por ellas.
Alternativas antes de dejar de pagar tu tarjeta
1. Suspende el uso de la tarjeta. Concentra tus recursos en pagar la deuda que te hace presión. Y si es más de una tarjeta, “toma el toro por los cuernos” y empieza a amortizar aquella con monto más alto o la mayor tasa de interés.
2. Si tienes una tarjeta sobregirada, cancela el excedente cuanto antes y colócate debajo de tu límite.
3. Demuestra tu buena disposición con el banco pagando cada mes y al menos el monto mínimo. Acumularás intereses, pero no tendrás la marca negativa en tu historial por incumplir los pagos.
4. En esta fase es una buena idea hablar con un ejecutivo sobre la presión que estás sintiendo para cancelar tus cuotas. El banco sabe que es mejor apoyar a un cliente que tiene intenciones de pagar. Te ofrecerá opciones que van desde congelar tu deuda hasta prorrogar los intereses. Aquí importa ser sincero y no comprometerse con un esquema de pago que te resulte igual de difícil en el futuro, solo para conseguir que te aligeren la carga en los meses inmediatos.
5. Si descubres que tu banco es poco flexible con los tarjetahabientes en dificultades, investiga si tienen créditos personales con tasas de interés más bajas y compra la deuda de tu tarjeta. Otra opción es buscar otras instituciones financieras que te ofrezcan mejores tasas de interés por migrar tu saldo con ellos. De ambas formas estarías disminuyendo los intereses de tus pagos mensuales.
6. Y como último recurso: considera a un familiar que pueda saldar tu deuda. Pedirle prestado a la familia o a un amigo es una opción si buscas tener un esquema de pago que se ajuste a tus posibilidades reales, además de evitar manchas en tu historial. Lo fundamental es que seas igual de responsable en tus pagos con esta persona, tal como si se tratara del banco.
Ahora, si tu imposibilidad de pagar es real, debes estar consciente de las consecuencias de esta decisión, y a cuál escenario te estarás enfrentando. Veamos.
¿Qué va a pasar cuando dejes de pagar tu tarjeta?
La primera consecuencia: tu historial tendrá una baja en tu calificación del buró de crédito. En términos prácticos, te negarán los créditos que pidas para estudios, viajes, hipotecas, reparaciones de vivienda, compra de vehículo, etc.
¿Cómo te afectará la suspensión de los créditos? Deberás tener siempre efectivo o débito para tus pagos y verás limitados tus recursos en caso de una emergencia, un emprendimiento, una compra de oportunidad, o simplemente para contratar servicios.
También te verás afectado por los sistemas que empleará el banco para solicitarte que pagues tu tarjeta, por ejemplo, llamadas desagradables, menciones negativas en tus referencias bancarias y otras que mencionaremos a continuación. También es probable que no puedas volver a ser sujeto de crédito en mucho tiempo, de acuerdo con la gravedad de tu deuda.
¿Qué puede hacer el banco cuando no pagas la tarjeta?
Cada banco tiene sus propios métodos de cobranza. En términos generales, van desde llamadas de advertencia (con tonos crecientes de agresividad y no solo a ti, sino a tus avales o referencias); comisiones por pago tardío; intereses sobre intereses; cobro automático en las cuentas de ahorro (sueles autorizarlo en el contrato de la tarjeta, en la sección de letras pequeñas que nadie lee); cambio de intereses a la tasa más alta (asignada a clientes riesgosos); notificaciones de tus incumplimientos al buró crediticio (que irá creando un registro de tu mal historial), hasta el contacto con un despacho de cobranza.
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El banco puede solicitar a un despacho de cobranza que lo apoye en su recaudación a partir de los 60 días de tu deuda y finalmente, vendérsela luego de 120 días. Este nuevo acreedor te aplicará muchos sistemas de cobro muy desagradables y hasta poco éticos, de los cuales es difícil escapar.
Algunos despachos pueden llamar a tu lugar de trabajo, incluso hablarán con tu propio jefe y conseguirán formas legales de difamarte. También te amenazarán con consecuencias imposibles o poco factibles, que no ocurrirán sin procedimientos y abogados de por medio. Esto entre otras técnicas de amedrentamiento.
Consecuencias legales de no pagar la tarjeta de crédito
Ni los despachos de cobranza pueden llevarte preso por no pagar tu deuda. A veces insinúan esta posibilidad como amenaza, pero las deudas de dinero son de carácter civil y no constituyen caso para demandas penales.
Los embargos solo son probables si te demandan en un juicio mercantil y los demandantes ganan en tribunales, pero embargar a un tarjetahabiente no es una práctica común. Cuesta más una demanda que recuperar el dinero que le debes por la tarjeta.
Ahora, ¿qué puedes hacer tú después de haber dejado de pagar tu tarjeta?
La clave incluso cuando has llegado a dejar de pagar tus tarjetas es siempre la misma: negociar. Pero lo peor que puedes hacer es obviar tu responsabilidad con el banco. ¡Ya has leído cuáles son las consecuencias y habrás entendido que no son nada agradables!
Si decides negociar tu deuda con el despacho de cobranza, no olvides nunca firmar un convenio en donde quede constancia de los pagos. A diferencia de los bancos, que suelen ser instituciones sólidas, los despachos de cobranza hacen negocio con tu problema financiero y constantemente buscan formas de obtener de ti montos adicionales que no se reflejarán en tu amortización.
Asegúrate de entender cosas que seguramente ignoraste cuando solicitaste tu tarjeta de crédito: Diferencia en el monto de tu deuda entre capital e intereses, las comisiones y servicios que te están cobrando, CAT y tasa de interés anual y, por supuesto, las fechas de corte y vencimiento.
Sincerarte con respecto a tu capacidad de pago es importante antes de llegar al banco a negociar. De tus ingresos debes restar tus gastos por concepto de necesidades básicas y cuál es el remanente. Ese monto es la cantidad que puedes pagar cada mes (por más que desees salir rápido del problema, procura que no supere el 20% de tus ingresos).
Ahora, acercarte al banco a plantear tu situación. Hazlo siempre en los mejores términos, pero ve preparado para negociar:
1. Lleva calculados el monto de tu deuda (en capital e intereses) y tu capacidad de pago.
2. Al negociar con el banco, solicita siempre que congelen tu tarjeta para evitar que sigan aumentado los intereses. Además, no tendrás la tentación de volver a usarla cuando vuelvas a una situación crediticia aceptable.
3. Posiblemente, el banco te proponga que pagues el total de tu deuda, congelada a meses sin intereses. Esta sería una buena opción para ti, siempre que las mensualidades no excedan tu capacidad de pago. Si lo hacen, negocia la disminución de esas cuotas para mantener esta oferta abierta.
4. También es posible que te exijan un pago anticipado y que irá directo al pago de tu deuda.
5. Los convenios de pago con descuentos no son recomendables, pues aunque al final recibas tu carta de liquidación, quedará de todos modos en tu historial de crédito que pagaste de este modo. Así no tendrás oportunidad de obtener otros créditos, e incluso afectará tus búsquedas de empleo (muchas empresas revisan el historial crediticio de los aspirantes).
6. Ten paciencia. Puede que tardes incluso un par de años en limpiar tu mancha financiera y volver a ser un sujeto de crédito. Pero lo superarás y la experiencia te enseñará a ser cuidadoso con tus deudas en el futuro.
Recomendaciones finales
Si no has podido pagar tu tarjeta de crédito es porque tienes problemas con el tema de la responsabilidad. Faltar a tus promesas perjudica tus relaciones con las personas y con la sociedad.
Cuando eres joven, y caes en incumplimiento por primera vez, no es recomendable que eludas la situación, pues te traerá consecuencias negativas en distintos aspectos de tu vida que ni siquiera imaginas: trabajo, hogar, pérdida de oportunidades, incluso pago de servicios y distracciones como Uber, Netflix, compras por internet, entre otros.
Para evitar este mal trance en el futuro, revisa siempre tus gastos mensuales, ahorra y utiliza tu tarjetas y tipos de créditos como una inversión, un fondo de emergencia o para compras programadas que mejoren tu calidad de vida.