Cualquier futuro empresario, comerciante o emprendedor se hace las siguientes preguntas básicas: ¿en qué o dónde debo invertir? ¿Cuál negocio tendrá mayor duración? ¿Cuál industria crecerá o perdurará a pesar de los cambios y nuevos intereses de la población?
Resulta muy difícil responder a estas interrogantes ya que la economía y la tecnología han estado marcadas por la innovación disruptiva desde la transición hacia el siglo XXI.
Esta estrategia de mercado consiste en la aparición de nuevos productos o servicios que destronan las compañías dominantes de un sector o crean nuevas necesidades en los clientes.
Una forma de competir basada en la disrupción y el factor sorpresa obliga a tener mayor creatividad a la hora de generar ideas de emprendimientos.
Debe desarrollar constantemente necesidades que no existían, formas de acaparar un sector de los consumidores, encontrar nichos olvidados en un sector o lograr mejoras radicales en productos y servicios ya existentes.
Los ejemplos en la historia recientes son muchos. Ya sabemos como Netflix no sólo le dio la estocada mortal a las empresas de alquiler de video, sino que está haciendo temblar a la industria cinematográfica, de por sí golpeada por la pandemia.
También recordemos el cambio radical que produjo en las comunicaciones la aparición de los teléfonos móviles y en la industria la música digital luego del salto del acetato al disco compacto.
Los riesgos en esta nueva forma de hacer negocios son, primero, la constante posibilidad de ser sacado del juego por una idea innovadora que haga tu producto o servicio obsoleto o prescindible y, segundo, que tu idea, por original que parezca, sólo satisfaga la curiosidad de los clientes un tiempo y luego se vayan atraídos por otra novedad.
Entonces, ¿hay manera de saber en qué dirección van las tendencias de mercado, es decir, qué necesitará y querrá la gente, aunque todavía ni siquiera lo sepa? ¿Cómo estar en la industria adecuada y sobrevivir en ella largo tiempo? ¿Hay algún mercado para emprender que sea accesible con un presupuesto y conocimientos regulares?
La respuesta a esas preguntas es sí. Se pueden identificar desde ahora las tendencias de negocios e industrias que seguirán siendo relevantes en el futuro y las mismas servirán de referencia para ir dando forma a tus proyectos empresariales.
Hay que aclarar que actualmente algunos sectores son inalcanzables para el emprendedor promedio, tales como la inteligencia artificial y la realidad virtual en industrias como la automotriz, la cinematográfica, la informática, la medicina y hasta la exploración espacial.
También hay áreas interesantes como la de los servicios financieros sin intermediarios, entre ellas las criptomonedas, los créditos entre personas, los blockchain o la banca móvil. Pero de finanzas digitales hablaremos en otra ocasión.
Sin embargo, el futuro no se limita exclusivamente a la tecnología y la informática. Hay otros campos interesantes a los que pueden acceder personas con sueños de obtener libertad financiera.
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Comercio electrónico
El comercio electrónico merece ser mencionado porque todo emprendimiento actual necesita un canal de ventas electrónicas.
Precisamente, los negocios con debilidad en esta opción fueron los más afectados con la paralización laboral y comercial que ha generado la cuarentena por coronavirus.
Parte del éxito del e-commerce es la eficiencia logística, ya que no sólo consiste en anunciar los productos o servicios de una marca por Internet, sino en atender a los clientes automatizadamente, tener múltiples formas de pago, entregas eficientes o relacionar el mundo online y offline.
Las redes sociales, por su parte, se han vuelto imprescindibles, junto con la inteligencia artificial, para establecer una relación efectiva con los clientes, conocer sus intereses, sus movimientos, interactuar, crear grupos y generar confianza para volverlos seguidores leales.
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Negocios que integran el mundo online y offline
Precisamente, este año 2020 nos enseñó que la frontera entre el mundo online y el offline está desapareciendo. Pokémon Go fue la primera aplicación que tuvo un éxito de este tipo, cuando la gente salía por su calle a cazar pokemones gracias a la tecnología GPS y la realidad virtual.
Este año, muchas personas disfrutaron de carreras automovilísticas virtuales con pilotos profesionales de carne y hueso, como un modo de disminuir el estrés por el confinamiento del COVID-19, y se están haciendo comunes los partidos de futbol sin público en las gradas pero que apoyan a sus equipos visualizándolos en streaming; al igual que los conciertos en vivo vía internet para un público exclusivamente digital.
Una situación de salud como el coronavirus ha demostrado la necesidad de esta integración del mundo online y offline pero pronto pasará a ser algo cotidiano en lo que muchos emprendedores encontrarán fuentes de ingresos.
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Energías renovables
La tecnología es una industria con mucho futuro en los años venideros, pero, ¿en cuál planeta vamos a vivir si seguimos utilizando energías contaminantes? Parece un área muy específica para la que hay que tener conocimientos y experiencias, pero ciertamente es un negocio como cualquier otro cuya importancia para la humanidad es grande.
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Mucha gente está interesada en usar energías renovables, no sólo los actores de cine que compran vehículos eléctricos.
Lo interesante de los negocios de fabricación, instalación, distribución y venta de tecnología solar o eólica es que su costo de inversión es alto, pero puede ser pagado en partes y la disminución de gastos a largo plazo resulta atractiva para los clientes si se da a conocer a través de una estrategia de ventas informativa.
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Ecoinnovación y agricultura sostenible
Podrán existir todas las computadoras del mundo, pero alguien tendrá que encargarse de producir comida. Ya existen grandes corporaciones de alimentos, pero cada vez más personas desean consumir comida saludable y a un precio accesible.
La seguridad alimentaria, por lo tanto, es un reto para nuestra época y un sector importante para emprender desde ahora.
La agricultura tecnificada pero sostenible (es decir, amigable con el ambiente) es requerida para sostener diariamente a más seres humanos. Es una industria muy amplia en la que no sólo se puede innovar, sino también participar como un nuevo productor de comida.
Valdría la pena mencionar aquí la industria del reciclaje, que si bien es criticada por algunos, todos saben que es y seguirá siendo necesitada. Sin embargo, la próxima área a mencionar ampliará el tema y sus posibilidades de emprendimiento.
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Economía colaborativa
La sharing economy o economía colaborativa constituye un cambio en los hábitos de consumo para el abandono del consumismo individualizado.
Pocos pueden ver a Uber, Airbnb o Worldpacker como plataformas de economía colaborativa, pero resulta que el intercambio de bienes y servicios, pagos o bajo la modalidad de colaboración está impactando la vida de muchos jóvenes y adultos. Estas empresas han aparecido como competencia a las tradicionales compañías de ventas de bienes y servicios, por ejemplo, de hospedajes o vehículos.
Como se mencionó al principio, la existencia del comercio digital ha potenciado y legalizado este hábito de consumo que existía desde hace mucho tiempo.
Las personas se sienten más confiadas de contactar a una plataforma que normaliza la relación entre los clientes y los prestadores de servicio, utilizando valoraciones, comentarios y otras estrategias de comercio inteligente.
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Modelos de suscripción
Desde la época de la afiliación a un videoclub o un club de lectura hasta servicios digitales como Netflix y Kindle, muchas personas prefieren rentar que adquirir. Esta industria por sus resultados en reducción de gastos y bienes forma parte también de la economía colaborativa.
Cada vez las personas viven en espacios más reducidos, viajan mucho y tienen un estilo de vida minimalista, por lo que no desean tener muchas cosas.
Así que cualquier bien y servicio que se pueda ofrecer bajo la modalidad de suscripción, y más con la ayuda de las herramientas online, tendrá éxito. A muchos emprendedores les ha ido bien aplicando este modelo en la música, la moda, la capacitación, los alimentos, etc…
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Gamificación
El neologismo gamificación consiste en aplicar la técnica de los juegos y videojuegos en los entornos de vida y trabajo de las personas. Los niños han comprobado que hay un factor de relajación, interés y aprendizaje cuando se piensa que no se está trabajando o estudiando, sino jugando.
Plataformas como los buscadores de viajes y hoteles, escuelas de idiomas en línea y aplicaciones educativas se basan en esta tendencia, así como las marcas que ofrecen recompensas a sus clientes para aumentar su fidelidad. Vemos además negocios digitales que utilizan el sistema de retos, preguntas y respuestas o los simuladores.
Aplicar la tendencia de la gamificación en tu negocio o generar una aplicación que se base en esta técnica será una opción con futuro.
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Micromecenazgo
El micromecenazgo es una forma de financiar proyectos basada en la colaboración y las nuevas tecnologías.
Abandona la intermediación financiera y contacta al público directamente con los emprendedores o promotores de proyectos que solicitan fondos o préstamos a cambio de valores y participaciones sociales. El público, por su parte, busca en la inversión un rendimiento.
Las características de este mecanismo son, primero, la unión de muchos pequeños inversores con proyectos pequeños proyectos pero de alto potencial. Y, segundo, que la inversión es arriesgada; sin embargo, el bajo aporte de quien invierte y el interés en el resultado funciona como atractivo.
Por lo tanto, concebir tu proyecto utilizando la estrategia del micromecenazgo puede ser una buena idea para un emprendimiento.
