Descubre Cuál es el Secreto Para una Vida de Bienestar y Felicidad. LOUISE HAY en Español. ¡Revelado!
Podemos negarnos a tener ciertos pensamientos. Observa con qué frecuencia te has negado a pensar en algo positivo acerca de ti. Del mismo modo puedes negarte a pensar algo negativo de tu persona.
Me parece que cada persona en este planeta, que he conocido o con la que he trabajado, sufre de algún nivel de culpa y odio hacia sí misma.
Cuanta más culpa y odio hacia nosotros mismos tengamos, menos funcionará nuestra vida.
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Nos encontramos con que somos incapaces de hablar por nosotros mismos, y siempre estamos tratando de complacer a otros. También puede que estemos todo el tiempo molestos y seamos explosivos.
Cuanta menos culpa y odio hacia nosotros mismos tengamos, mejor funcionará nuestra vida, a todos los niveles, incluyendo la salud de nuestro cuerpo.
En mi experiencia, el sentimiento definitivo de todas personas con las que he trabajado es siempre: “No soy lo bastante bueno”. Con frecuencia le añadimos a esto: “No hago lo suficiente” o “No merezco”.
¿Te resulta esto familiar? ¿Estás siempre diciendo, insinuando o sintiendo que no eres lo bastante bueno? Pero ¿para quién? y ¿de acuerdo con qué estándares?
Ahora bien, si estas creencias negativas son muy fuertes en ti, entonces ¿cómo puedes crear una vida amorosa, alegre, próspera y saludable?
De alguna forma tus creencias subconscientes siempre estarían contradiciendo esos objetivos, asegurándose de que no alcanzaras tus metas.
Me parece que el resentimiento, la crítica, la culpa y el miedo causan más problemas en nuestros cuerpos y en nuestras experiencias que ninguna otra cosa.
Estos sentimientos provienen de culpar a los demás y no asumir la responsabilidad por nuestras propias vidas.
Si todos fuéramos 100 % responsables de todo en nuestras vidas, entonces no habría nadie a quién culpar.
Lo que sea que esté pasando allí fuera es tan solo un reflejo de nuestro propio pensamiento interior.
No estoy justificando el mal comportamiento de otras personas, pero tenemos que entender que son nuestras creencias las que atraen hacia nosotros a las personas que nos tratan de cierta manera.
Si te descubres diciendo: “Todo el mundo siempre me critica, me ignora, se aprovecha de mí o abusa de mí”, entonces este es tu patrón mental. Por lo tanto, existe algún pensamiento en ti que atrae este comportamiento.
En algún nivel interno, tú crees que mereces ser tratado de esta forma o tratas así a otras personas, y esto retorna a ti.
Lo que sea que demos a nivel mental, físico o verbal regresará a nosotros.
Cuando ya no pensemos o nos comportemos de esta manera, las otras personas cambiarán su comportamiento o lo desplegarán ante algún otro que crea que lo merece.
En cualquier caso, ya no volverás a atraer las experiencias que dices que no quieres.
Ya sea que nos interese cambiar nuestra experiencia de vida o un problema físico, lo apropiado es comenzar por afirmarlo.
De manera literal debes decir: “Estoy dispuesto a liberar el patrón en mi interior que está creando esta experiencia o esta condición”.
Puedes repetirte esto una y otra vez, cada vez que pienses en tu enfermedad o en tu situación.
Dilo ahora mismo, mientras lees esto. En el momento en el que hagas esta afirmación comenzarás a salir del rol de víctima, ya no serás un ser indefenso. Estarás reconociendo tu propio poder.
Estarás afirmando: “Puede que no lo entienda, pero de algún modo estoy comenzando a asimilar que he contribuido a crear este problema, y ahora recupero mi poder. Lo estoy liberando y dejando que se vaya”.
Esta es una declaración muy poderosa que tu mente subconsciente asimilará.
Como dije, tener resentimiento hacia los demás, ser críticos con nosotros mismos, sentir culpa por el pasado y tener miedo del futuro son los patrones mentales de pensamiento más dañinos que podemos tener.
Esta clase de diálogo interno crea y mantiene las enfermedades en el cuerpo. De manera que estos pensamientos pueden destruir el cuerpo.
El miedo puede producir calvicie, úlceras, problemas intestinales e incluso dolores en los pies, entre otras cosas.
El hábito permanente de criticar puede con frecuencia conducir a la artritis en el cuerpo.
El resentimiento mantenido por mucho tiempo carcome el cuerpo y se transforma en la enfermedad que llamamos cáncer.
La culpa siempre busca un castigo y crea dolor.
No necesitamos más ira, necesitamos aceptarnos y amarnos más a nosotros mismos.
Cuando podemos aceptarnos en este mismo instante tal como somos, sin criticarnos ni juzgarnos, es cuando en verdad nos amamos a nosotros mismos, y los patrones negativos tienen que disolverse.
Si esperamos hasta tener el nuevo empleo, hasta perder peso o hasta que otra persona nos ame para amarnos a nosotros mismos, entonces estamos negando nuestra existencia en este momento.
Si esperamos hasta ser perfectos para amarnos a nosotros mismos, desperdiciamos nuestras vidas.
Ya en este momento somos las expresiones externas perfectas de nuestro entendimiento interno, aunque cambiaremos. Pero los cambios que hacemos cuando nos amamos y nos aceptamos a nosotros mismos siempre son positivos.
Así que liberemos la ira y todas esas creencias negativas acerca de nosotros mismos y acerca de la vida, y comencemos el proceso de aceptar y aprobar quiénes y qué somos en el aquí y el ahora.
Siempre nos estamos desarrollando de la mejor manera que podemos. El conocimiento y la comprensión que ya estás incorporando al leer este artículo te ayudarán a cambiar tu vida y a disolver los patrones negativos.
Ninguna condición negativa puede permanecer en nuestras vidas cuando en verdad nos amamos y nos aceptamos a nosotros mismos. El amor es el poder sanador. El amor disuelve la ira, elimina la culpa y desvanece el miedo. El amor por nosotros mismos es el poder que nos sana.
Cuando somos todavía muy pequeños aprendemos cómo sentirnos acerca de nosotros mismos y acerca de la vida mediante las reacciones de los adultos que nos rodean.
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De manera que, si viviste con personas atemorizadas o con personas muy infelices, entonces aprendiste muchas cosas negativas sobre ti y sobre la vida. Es posible que todavía creas en todo eso.
Sin embargo, la intención no es culpar a nuestros padres, porque todos somos víctimas de otras víctimas. Para ellos era imposible enseñarnos cosas que no sabían.
Si tu madre no sabía cómo amarse a sí misma o tu padre no sabía cómo ser gentil y bondadoso, entonces era imposible que te enseñaran a amarte a ti mismo o a ser gentil y bondadoso. Tus padres hicieron lo mejor que podían con lo que les habían enseñado cuando eran niños.
Yo también creo que elegimos a nuestros padres. Cada uno de nosotros decidió encarnar en este planeta en puntos particulares en el tiempo y el espacio. Creo que hicimos esto porque elegimos venir aquí para aprender una lección particular, que nos permitirá avanzar en nuestra evolución en el camino espiritual.
Elegimos nuestro sexo, nuestro color de piel, nuestro país y luego buscamos a nuestro alrededor el par padres en particular que reflejarían el patrón en el que vinimos a trabajar en esta vida.
Con frecuencia cuando crecemos señalamos a nuestros padres con dedo acusador y gimoteamos: “Tú me hiciste esto”. Pero en realidad nosotros los escogimos porque eran perfectos para trabajar en aquello que queríamos superar.
Siendo niños muy pequeños adquirimos nuestro sistema de creencias, y luego avanzamos por la vida creando experiencias coincidentes con nuestras creencias.
Mira hacia atrás a tu propia vida y observa con cuánta frecuencia has pasado por las mismas experiencias. Creo que has creado esas experiencias una y otra vez, porque ellas reflejan algo que creías cierto acerca de ti mismo.
La verdad es que no importa por cuánto tiempo hemos tenido un problema, qué tan grande es o qué tanto puede estar amenazando nuestras vidas.
El núcleo del poder siempre está en el momento presente. Esto significa que lo que has experimentado a lo largo de tu vida y hasta este momento lo has creado mediante tus propios pensamientos y creencias acerca del pasado.
Sin embargo, lo que estas eligiendo creer y decir hoy, justo aquí y ahora, está creando tu futuro. Tu diálogo interno actual está creando el día de mañana, la próxima semana, el próximo mes, el próximo año y todo lo que sigue.
Presta atención a lo que estás pensando en este momento. ¿Quieres que ese pensamiento cree tu futuro? ¿Es algo positivo o negativo? Solo observa y sé consciente.
No estoy tratando de crear culpa ni pretendo señalar los errores de otros. Estoy haciendo que tomemos consciencia de lo que sucede en nuestro interior.
Muchos de los que creamos enfermedades y malestares, de hecho, estamos por completo desconectados de lo que está sucediendo en nuestras mentes y en nuestros cuerpos.
Solo somos conscientes de nuestros cuerpos cuando nos enfermamos o sentimos dolor. Si no sabemos lo que ocurre en nuestro interior, ¿cómo podemos cambiar?
Sin importar cuál sea el problema, lo único con lo que en verdad lidiamos es con un pensamiento, y un pensamiento puede cambiarse.
Todas nuestras experiencias son solo efectos externos de nuestro diálogo interior. Incluso el odio hacia nosotros mismos consiste solo en odiar un pensamiento que tenemos acerca de nuestro ser.
Puede que tengas un pensamiento que te diga: “Soy una mala persona”. Este pensamiento produce un sentimiento que aceptas como si fuera una verdad.
Sin embargo, si eliminas el pensamiento dejarás tener el sentimiento. Puedes cambiar tus pensamientos, y cuando lo haces los sentimientos asociados desaparecen.
Ya sea que lo creas o no, elegimos nuestros pensamientos. Puede que de manera habitual tengamos el mismo pensamiento una y otra vez con tanta frecuencia que no pareciera que estamos eligiendo pensar eso. Pero hicimos la elección original.
Lo importante es que podemos elegir pensamientos positivos que nos conduzcan a un futuro de plenitud y felicidad.
Hablemos ahora acerca del estrés y de lo que significa estar libre de estrés.
En este momento estás disfrutando, o no, de tu vida. Lo que estás pensando en este momento está creando la manera en que te sientes en tu cuerpo ahora y tus experiencias del día de mañana.
Si te estresas por cada pequeña cosa y creas montañas de la nada nunca encontrarás la paz interior.
En estos tiempos se habla mucho del estrés. Todo el mundo parece estar estresado por algo, al punto de que la palabra “estrés” parece ser una palabra que está de moda y todos la usamos, tanto que estamos convirtiéndola en un cliché.
Decimos todo el tiempo: “Estoy tan estresado” o “Esto es muy estresante”. Todo tiene que ver con el estrés.
Creo que el estrés es una reacción de miedo ante los cambios constantes de la vida. Es una excusa que usamos con frecuencia para no asumir la responsabilidad por nuestros propios sentimientos.
Si podemos culpar a alguien o algo, entonces podemos adoptar el rol de víctimas inocentes. Pero ser una víctima no nos hace sentir bien y tampoco cambia la situación.
Es frecuente que nos estresemos porque no priorizamos de la manera correcta. Por ejemplo, muchos de nosotros pensamos que el dinero es lo más importante en nuestras vidas.
Pero eso no es cierto. Hay algo mucho más importante y precioso para nosotros, sin lo cual no podríamos vivir. ¿Sabes lo que es? Es nuestra respiración.
Nuestra respiración nos aporta la sustancia más valiosa en nuestras vidas. Sin embargo, cuando exhalamos damos por sentado que nuestro próximo aliento estará allí. Pero si no tomáramos otro aliento, no duraríamos tres minutos.
Ahora bien, si el poder que nos creó nos ha dado el aliento suficiente para sustentarnos a lo largo de nuestras vidas, ¿no podemos confiar en que todo lo demás que necesitamos también nos será suministrado?
Cuando confiamos en que la vida se hará cargo de nosotros y de todos nuestros pequeños problemas, el estrés simplemente se desvanece.
No tienes tiempo que perder en pensamientos o emociones negativos, porque eso solo crea más de lo que dices que no quieres.
Si estás haciendo algunas afirmaciones positivas y no estás obteniendo los resultados que deseas, entonces verifica con qué frecuencia a lo largo del día te permites sentirte mal o estar molesto.
Es probable que estas emociones sean lo que te está frustrando, retrasando la manifestación de tus afirmaciones y deteniendo el flujo de tu bienestar.
La próxima vez que te des cuenta de lo estresado que estás, pregúntate qué es lo que te está asustando. El estrés no es más que miedo, es así de simple.
No necesitas estar atemorizado por la vida o por tus propias emociones. Determina qué es lo que te estás haciendo para crear ese miedo en tu interior.
Tu objetivo interior es la alegría, la armonía y la paz. La armonía consiste en estar en paz contigo. No es posible estar estresado y tener armonía interior al mismo tiempo. Cuando estás en paz haces una cosa a la vez, y no dejas que lo que ocurre en tu entorno te afecte.
Cuando te sientas estresado, haz algo para liberar el miedo. Respira profundamente o sal a dar una caminata a paso enérgico.
Recuerda la siguiente afirmación: “Soy el único poder en mi mundo, y creo una vida tranquila, amorosa, alegre y satisfactoria”.
Debes transitar la vida sintiendo seguridad, no le des mucho poder a una pequeña palabra como “estrés”. No la uses como una excusa para crear tensión en tu cuerpo. No hay nada que tenga un poder real sobre ti, ni una persona ni un lugar ni una cosa.
Eres el único pensador en tu mente, y son tus pensamientos los que crean tu vida. Así que entrénate para tener pensamientos que te hagan sentir bien.
De ese modo, siempre estarás creando tu vida a partir de la alegría y con alegría. Sentir alegría siempre te da más motivos para sentirte feliz.
El miedo proviene de no confiar en que el proceso de la vida nos proporcionará bienestar.
Así que la próxima vez que sientas miedo piensa en la abundancia de aire a tu disposición y afirma: “Confío en que el proceso de la vida se hará cargo de mí”.
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