Descubre Cómo Hacer que Todo lo que Has Escrito se Haga Realidad. Louise Hay en Español.
Aunque no siempre estemos conscientes de ello, podemos diseñar la vida y el mundo que deseamos. Solo tenemos que hacer un buen uso de nuestra consciencia y de nuestros pensamientos.
De esto nos habla Louise Hay en este esclarecedor artículo. Además, nos explica cuáles son los pensamientos, actitudes y hábitos que debemos fomentar o eliminar para lograr este objetivo y lo importante que somos por el mero hecho de existir.
Estas son sus palabras:
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Vas a tomar la decisión acerca de lo que quieres hacer con la información que te han dado. Yo no tengo poder sobre ti. Tú tienes el poder y tienes que estar consciente de ello.
Con mucha frecuencia pensamos que estamos indefensos, pero no es así porque contamos con nuestras mentes. Configuras y moldeas tu vida momento a momento mediante tus pensamientos, tus creencias y tus actitudes.
También necesitas saber que eres en verdad importante para este mundo. Puede que pienses: “Bueno, yo en realidad no hago nada”, pero sí lo haces. Solo el hecho de que estés vivo es importante.
Tu vida tiene un significado, en verdad lo tiene, y puedes contribuir a la paz y la armonía de este planeta nada más con usar tu mente.
Algunas personas se involucran en política, participan en movimientos civiles, forman parte de los cuerpos de paz, ayudan a alimentar a las personas sin hogar o realizan algún otro tipo de labor humanitaria, y eso está muy bien.
Pero también puedes contribuir a la paz y armonía del planeta, en la misma medida, dependiendo de cómo uses tu mente.
Recuerda que cada vez que piensas te estás conectando con personas que tienen una mentalidad afín a la tuya. Considera eso por un momento.
Hace algún tiempo escuché esta cita, que me gusta mucho, de Robert Schuller: “La especie humana necesita saber que merecemos tener paz”.
Esto es algo que debemos aceptar a nivel mental. Mucha gente cree que la guerra es inevitable y que es para siempre, que jamás dejaremos de tenerlas, y creo que esas personas están contribuyendo a la continuación de los conflictos con su forma de pensar.
Pero si tomamos consciencia de que merecemos tener paz, y de que eso es algo posible, la paz puede convertirse en una realidad para nosotros.
Cuando empecemos a crear paz en nuestro interior, y la irradiemos a nuestro pequeño círculo de familiares o amigos, a nuestros lugares de trabajo y aun más allá, permitiendo que esta tranquilidad se extienda, encontraremos cada vez más paz en el planeta.
Recuerda que practicar la paz interior nos ayudará a conectar con otras personas de mentalidad pacífica, en todo el mundo.
La espiritualidad nos conecta en todo el planeta a nivel del alma, y el sentido de la espiritualidad cósmica que estamos experimentando ahora es en verdad maravilloso.
Cuando hablo de espiritualidad no siempre me refiero a la religión, pues las religiones tienden a separarnos, y a menudo nos dicen a quién amar, cómo amar, quién es adorable y quién no lo es.
Para mí todos somos adorables. En verdad creo que todos somos dignos de amor. Pienso que el amor es lo único que va a producir cambios positivos y duraderos en el planeta.
Nuestra espiritualidad es una conexión directa con la fuente superior definitiva, y para eso no necesitamos de intermediarios. Comienza a percibir cómo nuestra espiritualidad nos conecta en todo el orbe, a un nivel muy profundo en el alma.
Así que, ¿con qué tipo de personas afines quieres conectarte? Cada vez que te dedicas a juzgar y a criticar a otros te conectas con personas de una mentalidad similar, que juzgan y critican, y esto volverá a ti. Recuerda: lo que damos siempre vuelve.
Cada vez que meditas te estás conectando con personas de ideas afines, que también están meditando. Para mí meditar significa en realidad cerrar los ojos, ir hacia adentro y permanecer en silencio por el tiempo que haga falta para escuchar la propia sabiduría interior.
Tienes todas las respuestas dentro de ti, solo necesitas tranquilizarte lo suficiente para escucharlas. Para mí ese el propósito de la meditación: una conexión contigo mismo, con tu ser superior.
Así que cada vez que lo haces te estás conectando con otras personas que también están haciendo algo similar.
Cada vez que haces una visualización para sanar tu cuerpo, o para sanar al planeta, también te conectas con personas afines a eso.
Puedes detenerte varias veces al día y preguntarte: “¿Con qué tipo de personas me estoy conectando ahora?”. Tan solo trata de captar tus pensamientos, observa si estás refunfuñando todo el tiempo y pensando en quién tiene la culpa o si estas albergando pensamientos para crear armonía y paz interior, porque si creas armonía en tu interior también vas a tener armonía en el exterior.
Recuerda, si queremos sanar al mundo, la verdad es que tenemos que empezar por sanarnos a nosotros mismos, porque el centro de tu mundo es donde tú estás. Así como tú eres el centro de tu mundo, cada uno de nosotros lo es. Todos somos el centro de nuestro propio mundo.
Por eso, el mundo emerge de nosotros como ondas en un estanque y cuando creamos armonía y paz en nuestro interior, entonces eso sale al mundo. Irradiamos esa armonía y esa paz hacia afuera, tocando a personas, lugares y cosas.
Es lo que pasa cuando una persona entra en una habitación y, sin que haya dicho una palabra, y te sientas atraído o repelido por ese ser. Reaccionamos a lo que emana. De alguna manera, sentimos esas vibraciones y recogemos lo que la gente lleva dentro de sí.
Así que tratemos de asegurarnos de que estamos irradiando armonía y amor.
Creo que, para cambiar el planeta y a otros en nuestras vidas, necesitamos primero cambiar nosotros, necesitamos amarnos a nosotros mismos.
Debemos estar dispuestos a contribuir con nuestras propias paz y armonía interiores y también debemos ser honestos.
La verdad es que somos muy buenos escondiéndonos de nosotros, pero, si vamos a hacer cambios, necesitamos ser honestos. Eso no significa que tengamos que menospreciarnos, pero sí que debemos estar dispuestos a ver qué es lo que hay dentro de nosotros merecedor de transformación.
Mentirnos a nosotros mismos resulta muy autodestructivo. Eso no es amarnos y no fortalece en absoluto a nuestro ser. Tenemos que ser honestos con nosotros y con los demás.
Eso implica aprender a decir no de una manera cariñosa y no siempre decir que sí y acabar haciendo cosas que no queremos hacer. Esto hará que luego nos sintamos resentidos porque no fuimos lo bastante honestos como para negarnos.
No creo que sea tan fácil ser honestos con otras personas hasta que podamos ser más honestos con nosotros. El principal valor de ser honestos está en que todo lo que damos en la vida siempre vuelve a nosotros.
Esto funciona en todos los niveles. Si menospreciamos o juzgamos a los demás, entonces también seremos juzgados. Si siempre estamos enfadados y culpando a otros, entonces encontraremos ira dondequiera que vayamos.
Si robamos el tiempo de alguien, si le quitamos a alguien su amor propio o si nos negamos a reconocer el buen trabajo de otra persona, podemos esperar que estas acciones deshonestas se devuelvan como experiencias negativas.
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Por otra parte, cada vez que nos tratamos con respeto, cada vez que nos sustentamos y apoyamos a nosotros mismos y a los demás esto también se devuelve en la forma de experiencias positivas.
Por más que intentemos justificarlas, las acciones deshonestas nunca funcionan, y cuanto más te adentres en el sendero espiritual, más rápido retornarán a ti.
Cuando tomamos algo que no nos pertenece, desde un clip en la oficina hasta un hurto mayor en una tienda o un robo, le estamos diciendo al universo que no nos sentimos dignos de ganarnos lo nuestro, que no somos lo bastante buenos, que creemos que no hay suficiente para todos y que queremos que nos roben.
También puede ser que creamos que debemos ser sigilosos y arrebatar los bienes que queremos conseguir. Si creemos que estamos en un mundo en el que se compite por todo, de manera despiadada, entonces nos van a destruir, porque así es como funciona.
Estas creencias nos impiden experimentar la abundancia porque levantan muros a nuestro alrededor, y no llegamos a sentir la alegría, la paz y el amor en la vida. Si tomamos algo de la vida, la vida tomara algo de nosotros. Es así de simple.
Estas actitudes negativas no son la verdad de tu ser. Eres una expresión magnífica y divina de la vida y te mereces lo mejor. Tienes que estar consciente de esto y aceptarlo.
Nuestro planeta es rebosante en abundancia, y nuestro bienestar siempre nos llega mediante el uso correcto de la consciencia. Nuestras creencias sobre nosotros mismos y sobre nuestras vidas se harán realidad para nosotros.
Si queremos cambiar nuestras circunstancias debemos cambiar nuestro sistema de creencias. Pregúntate de manera periódica: “¿En verdad creo acerca de esto?”, “¿Qué es lo que siento?”, “¿En verdad quiero hacer lo que me están pidiendo?” y “¿Por qué estoy haciendo esto?”.
Piensa en todo esto y comienza a examinar tus pensamientos y lo que sucede en tu interior. Sé honesto contigo mismo y averigua lo que en realidad piensas y crees.
No actúes de manera automática todo el tiempo, diciendo: “Es que esta es la manera en que soy” o “Esto es lo que hago”.
Debes saber por qué lo haces y si no es una experiencia positiva y enriquecedora en tu vida, intenta averiguar de dónde provino esa acción cuando la realizaste por primera vez. ¿Fue algo que te enseñaron cuando eras un niño? En ese caso puede que sea hora de abandonar esa conducta, porque ya no la necesitas.
Si sueles decir: “Bueno, lo que pasa es que así son las cosas”, entonces con esa actitud no puedes cambiar. No es posible. Ocurre también que si eres una persona que ya lo sabe todo, no puedes cambiar porque no puedes dejar que una nueva idea tenga un lugar en tu mente.
Debemos estar dispuestos a aprender y a crecer y siempre hemos de trabajar para adquirir más comprensión, consciencia y conocimiento, para así poder hacer y experimentar las cosas de una manera diferente. Eso es todo.
Lo que no debes es reprenderte por lo que solías hacer, por la posición en la que estás, por lo que no sabes o por lo que no tienes. Solo debes aprender más. Estudia, toma clases, lee libros, escucha audios, habla con otras personas. Hay tantas cosas que podemos aprender ahora y eso es algo maravilloso.
Aprende sobre ti mismo, sobre tus creencias, sobre la forma en que tu mente particular funciona y si funciona de una manera que en verdad mejore tu vida.
Explora entre el montón de nuevos senderos para que puedas empezar a entender más. Deja que tu mente albergue ideas nuevas y expande tu consciencia.
En estos días es mucho lo que oímos hablar acerca de las adicciones y debemos tener en cuenta que hay de muchos tipos, más allá de las adicciones a ciertas drogas y medicamentos.
Cuando se habla de adicción, de inmediato pensamos en la dependencia a ciertas sustancias químicas, pero hay también otros patrones de adicción. La verdad es que cada uno de nosotros tiene algún tipo de adicción, porque en realidad todo se trata de patrones que adoptamos para evitar estar en el momento presente.
Lo que pasa es que no queremos lidiar con lo que tenemos ante nosotros, así que buscamos alguna manera de escapar. No nos permitimos estar en nuestro presente y saber lo que en verdad está pasando en nuestras propias vidas.
Cada uno de nosotros tiene alguna adicción. No sé cuáles sean las tuyas, pero todos tenemos alguna, del cualquier tipo. Algunas personas son adictas a la comida, otras a alguna sustancia química y hay quienes tienen adicciones emocionales.
Recuerda que incluso se puede ser adicto a encontrar defectos en la gente. A muchas personas les gusta eso. En estos casos, no importa lo que esté pasando, las personas siempre encontrarán alguien a quién culpar, diciendo: “Es su culpa”, “Ellos lo hicieron”.
También puedes ser adicto al miedo. O tal vez seas adicto a acumular facturas. Hay mucha gente que es adicta a las deudas, y que hacen todo lo que pueden para estar colmados de deudas de manera constante. Esto no parece tener mucho que ver con que estas personas tengan o no dinero; por lo tanto, estar en deuda, si se piensa en ello, es un patrón de conducta adictivo.
Puedes ser adicto al rechazo, es decir, a que la gente te repudie, y si esa es una de tus adicciones, entonces donde quiera que vayas vas a atraer a personas que te alejen de ellas. Siempre estarás pensando cosas como: “¿Quién me está mirando?”, “¿Quién me va a rechazar?”, “¿Quién no va a aceptarme?”.
Sin embargo, el rechazo en el exterior es siempre un reflejo del rechazo que llevamos dentro. Si no te rechazas a ti mismo, nadie más lo hará, y si ocurriera, desde luego que no va a importar, pues no le prestarás ninguna atención.
Si te enfadas porque otros te rechazan, tienes que saber que ese rechazo se debe a que tú estás haciéndolo contigo mismo. Así que pregúntate, con honestidad: “¿Cómo me estoy rechazando a mí mismo? ¿Qué es lo que no estoy aceptando?”.
Además, intenta pensar en las adicciones, en qué adicciones tienes y en si podrías cambiar tu adicción negativa, y transformarla en una positiva. Pues, si vas a ser adicto a algo ¿por qué no ser adicto a amarte a ti mismo, a hacer afirmaciones positivas o a algo que en realidad te apoye y te brinde amor?
En este mundo, todos los seres humanos están conectados entre sí, no por medios físicos o verbales, sino por algo mucho más profundo, un vínculo espiritual.
No importa lo lejos que estén o lo diferentes que sean unos de otros, los seres humanos están conectados. Sin embargo, las personas tienden a dudar de sí mismas y a tener sentimientos negativos.
Pero no tiene que ser así, porque las personas tienen una mente, y con ella pueden cambiar. Todo lo que necesitan es el conocimiento para saber cómo producir ese cambio.
La gente debe entender que con el cambio o la voluntad de cambiar pueden alcanzar la paz interior, y como resultado esa paz interior se puede propagar a las personas a su alrededor. Afectando así a todos, de uno en uno.
Solo cuando tengas paz interior, podrás extender la paz al mundo.
Así que nunca olvides que cada persona en este mundo es importante.
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