Descubre Cómo encontrar la molécula de Dios por el Dr. Joe Dispenza.
Para que algo más grande pueda ocurrir, tienes que dejar ir lo que has usado toda tu vida para obtener lo que quieres.
Es una gran paradoja.
Una persona que diga: “Bueno, yo solo voy a esperar a que mi Maserati venga a mí”, tiene que saber que no es así como funciona.
Para crear riqueza debes pasar a un nuevo estado de ser. Solamente el oro puede crear oro. El plomo no crea oro. Y nuestro trabajo es tomar esas emociones básicas de ira, resentimiento, miedo y ansiedad y transmutarlas en oro.
Porque justo al otro lado de nuestro dolor está la libertad.
Justo al otro lado de nuestra escasez están la riqueza y la abundancia.
Justo al otro lado de nuestro miedo está la valentía.
Es la misma energía, simplemente está atrapada en el cuerpo, y cuando la transmutamos en algo más, obtenemos otra energía muy valiosa para comenzar a diseñar un nuevo destino.
Así pues, cuando te mueves hacia ese elegante estado de ser donde puedes expandirte, enriquecerte y donde te sientes enamorado de la vida, ya no puedes volver al antiguo yo, porque ahora ese es tu nuevo estado de ser.
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Si practicas esto todos los días, tarde o temprano comenzará a volverse algo familiar para ti. De modo que, si estás creando riqueza y estás en el estado de ser abundante, será mejor que no tengas pensamientos de escasez, porque una persona abundante nunca haría eso.
No puedes ir tomando decisiones porque crees que hay escasez de tiempo, de energía o de dinero. Una persona abundante nunca pensaría algo así.
No es correcto sentirte indigno y carente si vas a ser una persona abundante, así que, por lógica y razón, tienes que dejar eso y pasar a este nuevo estado de ser.
Ahora bien, una vez que te encuentres en ese estado de ser, no es asunto de sentarte en el sofá y esperar a que la abundancia toque tu puerta.
Una vez que estés en ese estado de ser debes empezar a tomar decisiones hacia lo desconocido.
Confiar en lo desconocido.
En el momento en que no tomas esa decisión acabas de dudar de tu creación y regresaste a lo conocido.
Cuando llegas a ese estado de ser, lo milagroso sucede cuando decides que: “Está bien, voy a hacerlo”. Pero no desde tu yo emocional limitado, sino como tu yo ilimitado.
Así comienzas a tomar esas decisiones y a salir hacia lo desconocido. Ahí es cuando ocurre lo milagroso y dices: “Oh, Dios mío, estoy muy contento de haber tomado esa decisión”.
Pero la clave es despertarte por la mañana y preparar tu cerebro y tu cuerpo para hacer ese cambio.
Hay dos veces al día cuando se abre la puerta a la mente subconsciente: cuando nos despertamos por la mañana y cuando nos acostamos por la noche.
¿Por qué? Porque cuando amaneces tu cerebro pasa de ondas cerebrales delta profundas a ondas cerebrales theta, luego a ondas cerebrales alpha y luego a ondas cerebrales beta.
Y cuando te estás durmiendo tu cerebro va de beta a alpha, luego a theta y luego a delta.
La química cerebral funciona de acuerdo con esto, así que cuando te despiertas por la mañana los receptores en la parte posterior de tu ojo captan la luz. En el momento en que eso sucede, tu nervio óptico envía una señal a la glándula pineal y esta comienza a producir serotonina, la cual es el neurotransmisor diurno.
En otras palabras, la serotonina te levanta y te pone en marcha. Enciende tu cerebro.
Por otro lado, en el momento en que comienza a oscurecer y tu ojo ya no capta la luz visible, el mecanismo comienza a cambiar.
Ahora, debido a que hay menos luz, el nervio óptico envía una señal a la glándula pineal para que produzca melatonina, la cual es el neurotransmisor nocturno.
Resumiendo: la serotonina te levanta en la mañana y la melatonina te pone a dormir en la noche.
Cuando la serotonina aumenta, tus patrones de ondas cerebrales entran en beta. Esto pasa porque vas a prestarle más atención al mundo exterior.
Cuando estás meditando y cierras los ojos, eliminas la luz, y si está oscuro en la habitación, pones música de fondo y colocas tapones en tus oídos, recibes menos datos sensoriales de tu entorno, por lo que el neocórtex no se preocupa mucho por tratar de crear significado entre el mundo externo y el interno, porque te estás olvidando del exterior y tu interior es donde estás cultivando algo.
Entonces, cuando cierras los ojos y haces meditación, tus ondas cerebrales se mueven hacia la melatonina.
Por otro lado, si te estás despertando a las cinco de la mañana, tus ondas cerebrales probablemente van a estar en theta o alpha. Ese eres tú en tu subconsciente. Ya has pasado por tu pensamiento de ondas cerebrales beta.
Tengo amigos que son artistas, dramaturgos y músicos que se quedan despiertos hasta las dos de la mañana. Les encanta ese periodo entre las once de la noche y las dos de la mañana porque están en alpha y tienen muchas ideas creativas.
Yo soy una persona mañanera: me levanto a las cuatro y medio o cinco de la mañana. Esa es mi hora de crear y en la que dedico un tiempo solo para mí, porque el resto del día estoy ayudando a los demás.
Así que me gusta dedicarme ese tiempo en las mañanas, para prepararme.
Hacer esto comienza a alterar los patrones de ondas cerebrales. Ahora, si te mueves de beta a alpha, vendrá un momento increíble, pero si lo haces correctamente, entrarás a theta.
Theta es cuando tu cuerpo está dormido pero tu mente está despierta.
Así que piensa en esto: si tu cuerpo está dormido, el cual has condicionado para ser la mente a través de adicciones o hábitos, entonces en el momento en que el cuerpo se duerme, ya no es la mente, por lo que no hay resistencia y ahí es donde se produce el cambio instantáneo.
Si vas demasiado lejos, caes en delta y ya eso es un sueño profundo o sueño reparador.
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A veces algunos me dicen que no pueden meditar, y yo les pregunto dónde lo hacen. Me responden que en la cama. Pues, tienen que salir de ahí, porque, si no, van a ir directo al delta.
Hemos notado en nuestra investigación que llega un momento en el que estás en ese nivel coherente de alpha cuando de pronto te deslizas hacia theta, y, cuando theta se enciende, de repente comienzas a ver que se produce este cambio asombroso.
El cuerpo se vuelve tan relajado que el sistema nervioso simpático se enciende, pero en lugar de encenderse como si te estuviera persiguiendo un tigre o en lugar de encenderse como cuando tienes un orgasmo, se enciende en equilibrio con el sistema nervioso parasimpático.
El sistema nervioso parasimpático es el que calma el cuerpo, pero ahora el sistema nervioso simpático se enciende y viene con toda esta energía que sube y viaja hasta el sistema nervioso central, hasta que llega al tronco cerebral, encendiendo lo que se llama una marcha talámica, es decir, el sistema de activación reticular.
Toda esa energía ahora llega al neocórtex y ahí es cuando se producen patrones de ondas cerebrales gamma, que son patrones superconscientes.
En otras palabras, el mundo interior es el mundo real, y esa experiencia es tan profunda energéticamente que nunca olvidas ese momento, porque ahí es cuando reescribes el programa.
Cuando alcanzas gamma, eso es energía, y el sistema nervioso simpático ahora está en completo equilibrio con el sistema nervioso parasimpático, la puerta talámica está abierta, el subconsciente está fuera del camino porque se libera y la energía ahora viaja al cerebro pensante.
Es como si tomaras un interruptor y pasaras de 20-50 vatios, lo normal, a 100 vatios.
Lo hemos visto en escáneres cerebrales: el cerebro se llena de energía y la persona entra en un estado de catarsis que puede ser controlado a voluntad.
Es como tener un orgasmo en la cabeza. Con toda esa energía es como si el cerebro estuviera teniendo un orgasmo, y no es químico, es electromagnético.
Ahora bien, en el momento en que eso sucede, la melatonina tiene que cambiar y comienza a convertirse en todos estos maravillosos neurotransmisores.
La melatonina se transmuta en la fábrica alquímica con la glándula pineal y produce una sustancia química que es uno de los antioxidantes más fuertes conocidos por el hombre.
Es decir, con un simple y pequeño ajuste en la molécula de melatonina ahora se tiene un químico antienvejecimiento, anticáncer, antienfermedad cardiaca, antimicrobiano, antineurodegenerativo, que está fluyendo por todo tu torrente sanguíneo.
Luego, si tomas la melatonina y la cambias nuevamente, se crea un químico fosfoluminiscente, que es el mismo químico que se encuentra en la anguila eléctrica.
Eso ¿qué significa? Que las neuronas simplemente se llenan de energía. Se produce un brillo, las neuronas se intensifican y empiezan a almacenar energía y eso es lo que produce esos colores y patrones durante la experiencia.
Si cambias esa molécula nuevamente, se convierte en el químico que encuentras en los mamíferos que están hibernando.
En otras palabras, ya no sientes impulso sexual ni el apetito, el cuerpo entra en un estado de estasis o inmovilidad, en el cual ya no tienes ningún impulso.
Y qué mejor momento para soñar, para crear un futuro, que cuando el cuerpo ya no es la mente.
Si tomas ese químico y lo ajustas de nuevo, ahora obtienes el alucinógeno más poderoso conocido por el hombre.
Aquí estamos hablando de la molécula de Dios, estamos hablando del mundo interior como el mundo real y ahí es cuando entras en una dimensión donde pasas del espacio-tiempo al tiempo-espacio.
Esa es la cruzada de la experiencia lúcida o de cualquier momento místico del que se haya hablado en la Antigüedad.
Se necesita un poco de esfuerzo para hacer que la gente llegue a este punto, pero cuando los neurotransmisores cambian, los químicos causan un cambio en la conciencia, y, cuando eso sucede, ya nunca volverás a ser el mismo.
Yo he tenido esas experiencias, las entiendo y no hay manera de que puedas volver a tu vida como de costumbre después de haber experimentado algunas.
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