Descubre Cuáles Son las 7 Maneras de REPROGRAMAR Tu Mente.
AMEER ROSIC: Déjame preguntarte esto, Bruce: ¿qué puedes hacer en el futuro para empezar a cambiar la mente subconsciente de la generación más joven?
Tenemos un sistema educativo que es una farsa. En lo personal nunca fui a él, de hecho me echaron, nunca me gradué en la secundaria o en la universidad. Digo, nunca caí en ese tipo de trampa y me refiero a la programación del subconsciente. Simplemente no lo dejé participar espiritualmente en mi vida. Hice lo mío.
BRUCE LIPTON: Sí, te fuiste por la ciencia de la calle a ganarte el pan… [Risas.]
ROSIC: Sí, algo así… [Risas.]
LIPTON: Sí, eso de la educación es un mito. Lo de que tener una formación es prioritario es una farsa.
[Video] Bruce Lipton en Español
ROSIC: Eso es correcto. ¿Así que tú realmente, de verdad, ves todos estos sistemas educativos, incluso la sociedad como está estructurada actualmente, como programadores de la mente subconsciente de las personas para tener un ciclo negativo horrible?
Mi pregunta es ¿qué podemos comenzar a hacer para cambiar? Obviamente, no vamos a detener un camión de dieciocho ruedas. Va a tomar tiempo frenar los efectos negativos que han estado ocurriendo durante los últimos cien años o más, desde la Revolución Industrial incluso, pero ¿qué podemos hacer para comenzar a reprogramar nuestra mente subconsciente para que no tenga un tipo de energía negativo, sino una energía positiva?
LIPTON: Primero que nada, Ameer, esto es algo real. Hay que admitirlo para poder lidiar con ello. No es una idea de la Nueva Era. Fuimos programados durante nuestros primeros siete años de vida para funcionar de cierta manera, y esa programación vino dada por otras personas distintas a nosotros. Tenemos que reconocer que en eso está el problema.
El problema es que tu mente está interfiriendo con el mundo que tú percibes, con tu biología y tu comportamiento, por lo que tu mente está interponiéndose entre el mundo y tú, influyendo en lo que ves y en cómo respondes.
Entonces hay que cambiar. Pero tenemos algo llamado mente consciente y mente subconsciente. La mente consciente es la mente creativa.
Esto es importante, porque significa que la mente creativa puede aprender de cualquier manera. ¡La gente puede oírnos y cambiar su mente ahora mismo! Puede ver un video o leer un libro.
(Me da mucha gracia en las conferencias porque yo pregunto cuántas personas han leído libros de autoayuda, y todos levantan la mano. Pero cuando les consulto a cuántos les ha cambiado la vida leer esos libros, ¡todos bajan la mano!).
Significa que podemos educar la mente consciente, que es muy inteligente y aprende de cualquier modo. Agregamos datos en ella, escucha la discusión que tenemos y lo entiende todo, pero, ¿saben? El asunto es que nuestras mentes conscientes son supereducadas.
¿Qué pasa con nuestra mente subconsciente?
Ahí está el problema, porque durante años dijimos que las dos mentes son parte de nosotros, así que si tengo la intención de educar la mente consciente, automáticamente, ¿la subconsciente también aprende? No, y ahí está el problema.
La mente subconsciente no es creativa ni aprende, así que cualquier procedimiento que usaste para educar tu mente consciente no sirvió para la subconsciente.
Te diré por qué: lo que aprendiste solo afectó a la mente que trabaja el 5% del tiempo. En el proceso, la mente de los hábitos, que tiene el control el 95% del tiempo, no cambió, porque ella no aprende ni funciona así.
Pero si lo que quieres es reescribir tu subconsciente, ahora sí nos vamos a entender, porque esto opera de una manera totalmente distinta. ¿Cómo le enseñas o cómo aprende una mente subconsciente?
Primero, déjame decirte las dos formas básicas y naturales en las que el subconsciente aprende. Como he mencionado, en los primeros siete años de vida el cerebro está en una frecuencia vibratoria de EEG baja llamada theta, que funciona como la hipnosis.
En esos primeros siete años de aprendizaje no tuviste ni siquiera que trabajar en aprender, todo lo que tuviste que hacer fue simplemente “estar ahí”, como una cámara de video con tus luces encendidas y grabar todo simplemente observándolo. No tuviste que trabajar en ello, simplemente bajó y entró directamente, ¿de acuerdo?
Básicamente era una forma de hipnosis y una de las formas más fáciles de volver a usar la hipnosis para reprogramar tu subconsciente es mediante lo que se llama cintas subliminales. Te pones los auriculares por la noche y las dejas sonar mientras te vas a la cama y duermes. Así de simple.
Existe la vibración theta, que está por debajo de la vibración de la conciencia que es alfa o la conciencia enfocada en las vibraciones superiores beta; theta está justo debajo, pero por debajo de theta hay aún una más baja llamada delta.
Delta es el sueño, así que este es el punto: lo que sucede cuando empiezas a dormir es que las vibraciones del cerebro empiezan a disminuir, primero la beta baja a la conciencia alfa mientras te estás sosegando antes de ir a la cama y luego pasas por un período de theta en su camino a delta, así que hay un período en el cual empiezas a entrar en un “sueño crepuscular” donde la mente está en theta.
Entonces, si te pones los auriculares y dejas correr las cintas con mensajes para apoyar lo que quieres, básicamente mientras vas a dormir estarás reprogramándote por la noche, descargando datos en la mente subconsciente usando la cinta subliminal. Esa es una de las formas de cambiar tu subconsciente.
Número dos: después de pasar los siete años, ¿cómo sigue aprendiendo la mente subconsciente? La respuesta es que principalmente todo lo que aprendiste después de esa edad se basó en la repetición. Tuviste que practicar, que repetir las cosas, que repetir el alfabeto una y otra vez, la tabla de la multiplicar… tuviste que repetir eso para aprenderlo.
Mediante la repetición creaste un hábito y de eso se trata la habituación: la mente hará un programa automáticamente con las cosas que repites lo suficiente.
Aprendiste a caminar, ahora es un programa que no tienes que repensar de nuevo cuando lo haces.
Recuerda cuando aprendiste a conducir un carro. La primera vez que entraste en él te sentiste abrumado por los espejos, las ventanas, los medidores, los pedales, el ruido del motor… y ahora ni siquiera piensas en ello, ni siquiera piensas en tus habilidades de conducción en absoluto. Estás hablando con tu pasajero y estás yendo por la autopista y ni siquiera estás prestando atención.
Esta es una historia real y espero que la mayoría de la gente lo reconozca: estoy seguro de que has estado conduciendo el carro con un pasajero al lado y te involucraste en la conversación tan profundamente que en algún momento miraste por la ventana y reconociste que no has prestado atención a la carretera durante los últimos cinco o diez minutos mientras compartías una buena pequeña charla.
Estabas teniendo esta conversación y si yo te pregunto cuál, tú me dirías: “Bien, hablamos de esto y esto y esto”, pero si te pregunto qué era lo que estaba en la carretera durante esos cinco minutos que estuviste conduciendo y hablando, responderás que no sabías lo que estaba en la carretera.
La mente consciente estaba ocupada, centrada en la conversación. ¿Por qué recuerda la conversación? Porque se centró en el diálogo. El subconsciente era el que estaba manejando, pero no te preocupes, porque esta computadora del cerebro es un millón de veces más poderosa que el consciente. Es un mejor conductor.
¿Cuál es el punto? Tu mente consciente estaba ocupada en la conversación y no atendió al comportamiento que sucedió mientras manejabas. Ese es el punto. Así ocurre 95% de tu día.
Es como las notas adhesivas pegadas en el refrigerador en las que escribes un deseo. De vez en cuando paso ante el refrigerador y me digo: “Oh, sí, mira, hay escrito esto”, algo amable o concerniente a un problema, pero eso no es un hábito, eso no ocasiona nada.
Tienes que hacer algo que repitas, algo que practiques y eso te llevará a un punto donde la mente programada se descarga, donde no tienes que practicar, que sea un comportamiento automático.
Esa es una segunda forma. Lo subliminal y la práctica de la habituación toman un poco de tiempo para perfeccionarse por esta necesidad de repetición.
Te voy a decir algo que es emocionante porque la necesidad es la madre de la invención y tenemos la necesidad de reescribir nuestras vidas de inmediato ahora que nos estamos enfrentando la sexta extinción masiva. Tenemos que cambiar nuestro comportamiento.
ROSIC: Hay un nuevo libro que estaba terminando de leer, creo que es de Elizabeth Kolbert, donde habla exactamente de lo que acabamos de decir, que literalmente estamos al borde de la sexta extinción.
LIPTON: Bueno, ¡por eso es que somos amigos! Estamos buscando una salida a esto causado por el comportamiento humano. Hay que cambiar este comportamiento, y dado que el comportamiento humano ha sido programado durante generaciones, no hablarás de cambio de programa, sino de las dos formas fundamentales en las que el subconsciente aprende: por la hipnosis y por habituación o repetición.
Hay nuevos procesos llamados modificaciones de cambio de creencias o psicología de la energía que alguien puede buscar si va a mi sitio web www.brucelipton.com. Ahí hay una lista de recursos para usar en sus sesiones de autohipnosis.
Lo que es importante sobre esos recursos es que se trata de una forma de superaprendizaje donde puedes reescribir una creencia subconsciente en unos cinco o diez minutos y cambiar tu vida en un momento, absolutamente en un momento, dándole la vuelta y reescribiéndola; entonces puedes descargar datos directamente como aprendiste cuando eras un infante, sin ningún esfuerzo, directo.
De modo que la primera cosa que tengo que hacer es encontrar qué parte de mi programación está afectando mi vida y dónde están esos programas, sabes, es como si mi vida estuviera siendo controlada por estos programas de los que no estaba consciente cuando se descargaron.
Es como si estuviera siendo programado incluso antes que naciera, y es que fueron programados durante el primer año, el segundo año, el tercer año… programas de los que no tengo ni siquiera memoria consciente de que estaban allí.
Me pueden decir: “Muy bien, Lipton, ¿pero dónde rayos están esos programas?”. Ahora aquí viene la parte divertida: tu vida, por definición, es la copia impresa de tu programación subconsciente a la no tienes que regresar y perder tiempo en la búsqueda de quién dijo qué y quién asumió tal o cual comportamiento…
Básicamente es una pérdida de tiempo y solo empeora las cosas porque revives las malas experiencias cada vez. No tienes que volver atrás en el tiempo. Tienes que mirar y decir, desde donde estás ahora mismo, qué te falta en tu vida. Así es como funciona.
Lo que viene a tu vida ahora mismo simplemente aparece porque tiene un programa que le permite estar ahí. En contraste, lo que sea por lo que trabajes duro en tu vida, que lo sudes, cuando luchas por cosas que realmente quieres pero no llegas ahí, casi inevitablemente refleja que tienes un programa que no apoya esa conclusión.
Así que todo lo que tienes que hacer es mirar tu vida y decir qué es lo que quieres, qué te parece que no puedes conseguir y de inmediato sabrás que esencialmente tienes un programa que es antagónico a esa meta.
Entonces puedes reescribir el programa del subconsciente usando esos recursos de los que hablaba y que están en mi página. Lo más sorprendente en mi caso es que ya he estado involucrado con una de ellos que realmente me encanta porque es el más simple y fácil porque tiene protocolos de permiso.
Significa que antes que cambies esta creencia, es mejor que revises tu sistema y veas si es bueno para ti hacer esto o no.
Aunque la mayoría de las veces dirás: “Sí, sigue adelante y cámbialo”, pero el 5% o más de las veces es no, no lo cambies, lo cual no implica que no lo cambies para siempre; lo que significa primero es que muchos comportamientos que no son muy buenos son en realidad lo que se llama un comportamiento compensatorio, que está cubriendo comportamientos todavía peores.
Ya me he referido a que no necesitas que otro te ayude a realizar tu cambio de programa.
En mi caso sabía que funcionaba porque afectó profundamente mi propia vida. Cuando experimenté el Psych-k por primera vez afectó asimismo y profundamente la vida de cada persona a mi alrededor que pasó también por este proceso psíquico.
Durante mucho tiempo hablé con Rob Williams, el desarrollador de este proceso llamado Psych-k, y todo funcionó realmente, pero entonces todo estaba como al límite, porque todo lo del EEG era muy nuevo.
Estoy muy feliz de mencionar al neurocientífico Jeff Fannin, que hace mapeos cerebrales. Uno de sus asistentes que trabajaba en su laboratorio acudió a uno de nuestros programas de psicoterapia.
Cuando regresó al laboratorio, le dijo: “Oh, Jeff, puedes cambiar tus creencias en tan solo unos minutos”. Y él le respondió: “No se puede, he estado involucrado con el EEG durante años y no se puede”.
Como el asistente había aprendido el proceso, dijo: “Está bien. Mira, pon los cables en mi cabeza, vamos a grabar mi actividad cerebral, solo hacer el proceso y vamos a ver qué pasa”.
Los resultados dejaron a Jeff con la boca abierta y todo el asunto fue que nunca vio algo así en todo el trabajo de EEG que había hecho en su vida. Comprobó que este EGG cambió profundamente en minutos.
El EEG es como las huellas dactilares. El EEG caracteriza los procesos de pensamiento de una persona y cuando ocurren cambios como los que estamos mencionando, se ven, sí, pero no en tan pocos minutos.
Jeff nunca había visto algo así y a partir de ese momento modificó toda su dirección de investigación, y es interesante porque ahora podría sanar a toda una audiencia.
Por ejemplo, tomar a alguien del público, pasar por un proceso de creencia —como el proceso de Psych-K—, tener a la persona conectada con el proyector mostrando el ejemplo en vivo en la pantalla a través de un proceso de modificación de creencias.
Y lo que es más sorprendente: los cambios son tan profundos que incluso el público puede ver cuando estos ocurren. El cerebro cambia esta función al igual que un cambio de engranaje.
ROSIC: ¿Cuál es el proceso?
LIPTON: En el proceso Psich-K hay dos partes: identificar la creencia que quieres cambiar. Por ejemplo, digamos que estás luchando con las relaciones.
Y casi inevitablemente se reduce a este problema: del 80 al 90% de las personas cuando realizamos talleres no aprueban el test de “me amo a mí mismo”, lo cual se vuelve muy importante porque, si no te amas a ti mismo y tu mente está creando el mundo basado en ese programa, ¿cómo puede alguien más amarte si tú eres incapaz de hacerlo?
Así que sabotearás las relaciones y luego demostrarás que la mente toma el programa y lo hace realidad. Pero ¿qué tal si haces una declaración que diga: “Yo soy digno de ser amado” y luego la instauras en el programa?
Bueno, haces pruebas para averiguar si tu mente apoya esa creencia. Vas a una rápida visión de las pruebas musculares del subconsciente, la parte más grande del cerebro, el 90% del cerebro, que es la computadora que controla la coordinación muscular en acción porque requiere tanta computación que es increíble organizar los músculos para el movimiento. Y aquí está el punto.
La mente subconsciente, al escuchar esa declaración de “me amo a mí mismo”, que es el programa a instaurar, entiende ahora la desarmonía que es el resultado cuando las dos mentes están en conflicto y que provoca un debilitamiento de los músculos del cuerpo, y no es solo el debilitamiento de los músculos del brazo, cada músculo en el cuerpo se debilita debido a un estado de conflicto entre la mente consciente y el subconsciente cuando no están en armonía.
Quiero verificar que mi consciente y mi subconsciente están de acuerdo o no están de acuerdo antes de trabajar en esto, así que descubrimos que tu subconsciente no apoya la creencia de que “me amo a mí mismo”, porque los músculos dejan de responder.
Precisamente, es muy importante reconocer que antes de los siete años los hemisferios cerebrales derecho e izquierdo están trabajando en armonía el uno con el otro, están sincronizados.
Después de los siete años y durante el resto de tu vida, el cerebro muestra el predominio del cerebro, de manera que a veces, durante el día, tu hemisferio derecho es más dominante y luego, más tarde en el día, como si fueran olas, el hemisferio izquierdo pasa a ser más dominante y luego, de nuevo, el hemisferio derecho va primero y luego el izquierdo. Y así.
Solo para dar una idea de la diferencia entre los dos, el hemisferio derecho es intelectual y el hemisferio izquierdo es emocional, lo cual significa que en ocasiones durante el día estás más involucrado intelectualmente con las cosas y luego puedes estar más implicado emocionalmente con ellas.
Así que la emoción anulará el intelecto en algún momento y luego el intelecto anulará la emoción en otras ocasiones, pero no están en armonía entre sí. Tratar de introducir una nueva creencia en un cerebro donde los dos hemisferios no están en armonía es resistido por el cerebro.
En cambio durante los primeros siete años de vida, los hemisferios del cerebro están más sincronizados y es por eso que los niños pueden “descargar” tres idiomas al mismo tiempo, llegan incluso a vivir sin problemas en un hogar donde la gente habla tres idiomas. Un niño de cinco años puede aprender los tres idiomas después de los siete, ocho y nueve años, digamos que nueve años.
Ahora, intenta aprender un nuevo idioma después de que tu mente se dio cuenta de que es realmente difícil… Lo que estaba pasando es que tu mente estaba en theta y tu cerebro en hemi-sincronización.
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Para lograrlo ahora, los ejercicios que puedes hacer se llaman “gimnasia cerebral” y son parte de la programación neurolingüística. Puedes hacer ejercicios que causen que ambos hemisferios del cerebro se disparen al mismo tiempo, lo cual hace que funcionen en sincronía.
Si haces estos ejercicios, por ejemplo, que implican cruzar las piernas y los brazos para que tu brazo derecho esté en el lado izquierdo de tu cuerpo y el izquierdo en el derecho y viceversa, estos ejercicios involucran ambos hemisferios del cerebro, así que si mientras los haces afirmas esta declaración: “Me amo a mí mismo”, entras en el ejercicio para que tu cerebro esté en hemi-sincronización.
Cuando te digas: «Me amo a mí mismo», vas a sentir la desarmonía de inmediato porque la mente subconsciente disiente de esa creencia, porque todos los programas son casi como una estática que insiste en que algo está mal cuando lo dices.
Pero la segunda vez que lo dices, tus programas están menos estáticos, menos en desarmonía, la tercera vez están aún menos y la cuarta mucho menos y solo te ha llevado cinco, seis o siete minutos hacer esto. En algún momento te darás cuenta de que no hay resistencia a nada. Es como si tu mente subconsciente dijera: “Vale”. Y Tu mente subconsciente va a decir ahora: “¿Qué más tienes? Me gusta. Está bien”.
¿Ha cambiado la creencia? Para saberlo, entonces vuelvo a hacer la prueba muscular. Ahora digo “Me amo a mí mismo”. Antes, mi brazo se cayó porque mis músculos se debilitaron al no creer en esta declaración.
Esta vez digo que me amo a mí mismo, y mi brazo se va a mantener fuerte. Cambió mi subconsciente. Ahora acepto el nuevo estado. Y esa es la parte genial porque una vez instaurada la creencia no tienes que reinstaurarla o reescribirla de nuevo.
Se mantendrá así y si no te gusta la forma en que has hecho la declaración —y esa es la parte más difícil del trabajo—, debes instaurar una aseveración que realmente produzca los resultados que estás buscando.
Y como esa declaración es inherente se puede cambiar más tarde si no te gusta, por lo que no estás involucrando tu psicología ni tus creencias provenientes de otras personas.
Es irrelevante lo que pasó tu historia y tu vida anterior. Ni siquiera tienes que regresar allí, solo tienes que preguntarte cuál creencia quieres crear, y esa es la parte más difícil porque la mente subconsciente que mencioné antes es como un niño precoz de cinco años y tienes que hacer una declaración que un niño de cinco años pueda entender porque…
ROSIC: … si no puedo explicarlo a un niño de seis años no soy un buen maestro.
LIPTON: Bueno, ahí lo tienes, es por eso que tienes que llegar al subconsciente, tienes que estar en ese nivel en particular y ser muy preciso con tu declaración.
Si digo: “Quiero más dinero”, y tienes un niño de seis años a quinen acabas de decirlo, ¿adivina qué? El niño de seis años va a su habitación, busca la alcancía, la abre, encuentra algunos centavos, y dice: “Aquí tienes hay más dinero”.
Te das cuenta de que no te explicaste bien. No dijiste: “Cien mil dólares”. Solo dijiste: “Más dinero”.
Si digo: “Quiero estar más sano”, ¿qué hay de malo en esa afirmación? Te voy a dar un ejemplo de mi programa personal “Quiero estar sano”. En un año revisé mi programa y mi programa lo que había dicho fue: “Quiero estar sano”. Nunca en tal o cual año.
En otras palabras, no se puede proyectar voluntad. Lo que voy a desear tiene que estar en tiempo presente, como si lo tuvieras en este momento donde hay como una especie de conflicto mental si no estás bien.
Si tienes alguna enfermedad, como el cáncer, y dices: “Estoy sano”, eso suena absurdo, pero en realidad lo que estás haciendo es poner un programa en tu mente y una vez que el programa está instalado, ¿adivina qué? El cuerpo no está sano, pero la función de la mente es hacer todo cuanto esté su alcance para devolverte la salud, para que la ayuda de tu cuerpo coincida con la declaración de la creencia.
ROSIC: Es lo mismo que cuando Napoleon Hill estaba hablado del Poder de la Creencia, te lo propones y puedes lograr lo que quieras.
Por ejemplo, hablaste de hacer más dinero y una vez que programes la mente subconsciente para pensar que ya has hecho, digamos, cien mil dólares, tu mente entonces se abre a nuevas posibilidades, ve oportunidades que nunca habrías visto si tu mente estuviera pensando de otra manera.
LIPTON: Sí. Déjame darte otro ejemplo, porque la mayoría de la gente ha tenido esta experiencia, lo cual te dará te dará una idea de la relación entre el subconsciente-consciente y la creatividad. ¿Alguna vez te has sentado a leer el periódico y lo abres, pero antes de concentrarte una palabra a la derecha o al final de la página te ha llamado la atención y te has interrumpido para leer eso?
Es una gran experiencia. Te diré lo que representa.
Cuando abres el periódico, en ese segundo que abres el periódico, el subconsciente “escanea” cada palabra en ambos lados del periódico, ya sabes, buscando lo que sea importante para ti, lo que sea que esté en tu programa que sea personal en relación con tu carrera o donde sea que hayas nacido, etc.
Así encuentras un conjunto de palabras que son particulares para ti. La función de la mente era mirar todos los datos y decir: “Oh, Dios mío, aquí hay algo relevante para ti”, y traerlo a tu atención para que entonces la mente consciente lo vea, mientras que la lentitud de la mente consciente se refleja en el hecho de cuánto tiempo te tomó encontrarlo. Y ¿por qué es relevante?
Porque miras el mundo, abres los ojos, ves todo, ves si hay cosas por ahí que podrían ayudarte a llegar a un destino, pero tu mente no estaba en eso. Ignora cosas como las otras palabras en la página, palabras que no son relevantes para ti pero sí son importantes para tu destino, lo que quieres de la vida que podría llevarte adonde quieres ir o donde la mente está tratando de crear ese programa que quieres para hacerte rico.
Tu mente consciente no lo vio, pero si el subconsciente reconoce que hay algo en el campo te atraerá al igual que lo hizo con el periódico para centrarse en eso.
Así de hecho muchos de nosotros nos encontraremos mirando algo por un momento como ausentes y aunque la mente consciente era tan lenta que no entendía por qué estaba ahí, sabía que había una razón para ello, pero no lo entendía porque no podía verlo.
Eso nos pasa a veces, pero el significado es que si pones los programas en la mente subconsciente, ella instantáneamente verá todo en su campo, y la parte importante de esto no es lo que acaba de ver sino que este elemento te conectará con ese otro elemento que entonces te llevará a este otro lugar, como un jugador de ajedrez que está visualizando por adelantado tres movimientos.
En el proceso la mente consciente ni siquiera ve el primer movimiento todavía, así que la idea es que si programas el subconsciente de manera apropiada, él te guiará y dirigirá efectiva y eficientemente para ejecutar lo que tu mente consciente podría hacer, porque la mente consciente no es lo suficientemente poderosa o rápida para computar los datos.
ROSIC: ¿Y esta modificación de cambio de creencia se puede encontrar en tu sitio web personal?
LIPTON: Sí, ahí hay diferentes programas, un montón de variedades donde es bueno que cada uno busque dependiendo de su sistema de creencias.
ROSIC: ¿Esto puede ser hecho por ti mismo o necesitas a alguien que te lo facilite?
LIPTON: No, puedes hacerlo por ti mismo pero primero debes advertir una experiencia del proceso, así que, en otras palabras, la idea es sí, puedes leer un libro sobre cómo pilotar un avión, pero no vas a entrar en el avión porque el maestro ya ha estado allí.
La psique dice que así es como funciona el proceso: ahora que tienes una experiencia puedes ir a casa y hacer tus propias pruebas musculares con relación a las creencias, creencias que pueden cambiar tu vida.
Ello funciona tan increíblemente que me llevó a mi tercer libro, y lo que ha sucedido en mi vida es que pasé a un mundo en el que honestamente tengo que decir que sí hay un cielo.
Yo soy el tipo que cree que ese cielo está aquí y ahora no busco una vida después de la muerte.
Si quieres alegría, amor, creatividad, experiencias y sensaciones, esto es por lo cual tienes un cuerpo. Fue interesante porque yo no era espiritual cuando empecé mi búsqueda de la comprensión de la biología celular.
Me percaté de que el cerebro de las células no era el núcleo, sino la membrana. Cuando me di cuenta de eso y empecé a entenderlo como operador, reconocí que el control de la célula provenía del entorno exterior y de que cada uno de nosotros tiene un conjunto único de identificación de receptores en nuestras células que nos distinguen de cada uno de los otros.
Esta es la razón por la cual no podemos intercambiar órganos, porque si pones tus partes en ese otro cuerpo, el sistema inmune leerá el sonido y dirá: “Esto no es de nosotros” y se deshará de él.
Como dije, hay un conjunto de antenas receptoras de proteínas en la membrana que recibe señales y me di cuenta en ese momento de que la identidad viene de afuera a través de estas antenas, las antenas en la superficie exterior de las células.
Y lo que entonces cambió profundamente mi vida en ese momento fue no ser espiritual, aunque reconozco ahora que dos más dos son cuatro en el sentido de la mecánica y biología. Me dije: “Oh, Dios mío, debo ser espiritual, porque el asunto no está adentro sino afuera de mí”.
Me hice a mí mismo una simple pregunta. Me dije: si tengo un espíritu y un cuerpo, ¿por qué no ser solo un espíritu? Y la respuesta es simplemente, divertida y en última instancia, profunda.
La respuesta que obtuve vino de mí mismo y la célula me hizo una pregunta: “Bruce, si solo eres un espíritu, ¿a qué sabe el chocolate?”. Y me percaté de que el cuerpo es un traje de realidad virtual; las células, la biología y los mecanismos del cuerpo convierten las experiencias de la vida, a través del sistema nervioso, en señales vibratorias, de modo que la luz entra en tu ojo, pero el cerebro la convierte en una emisión vibratoria; el sabor llega a tu boca, pero el sabor es una frecuencia vibracional transmitida por el sistema nervioso.
Así me di cuenta de que básicamente mi identidad se capta como una transmisión a través de estos receptores, pero mis experiencias de vida son enviadas de vuelta a mi fuente. Por lo tanto, ¿a qué sabe el chocolate?
Bien, un espíritu no tiene células que tomen la química del chocolate, lo descompongan en sus componentes y le den una frecuencia vibratoria a cada uno de los componentes individuales, de modo que puedas identificarlo, porque necesitarías del receptor de prueba.
De repente me di cuenta de que todas nuestras experiencias de los sentidos, ya sabes, el tacto, el gusto, la visión, el sonido, las presiones, las emociones… todo esto es el resultado de un traje biológico de realidad virtual, un atuendo donde mi identidad se introduce y luego puede conducirlo.
De modo que nos estamos quedando sin tiempo aquí, pero solo voy a añadir esta analogía porque de nuevo la analogía hace la historia y es así: no puedo ir a Marte, no puedo enviar a nadie allí, pero me gustaría saber cómo es vivir en Marte y puedo enviar una máquina.
Así que envié una cosa llamada un rover de Marte, como un pequeño go-kart con un montón de antenas de lujo y cosas así y que tiene sin embargo cámaras, tiene sensores químicos para degustar, tiene sensores para leer la temperatura, tiene todos estos dispositivos sensoriales que recogen información sobre Marte de una manera que puedo entender a cuántos grados está la temperatura, cuál es la composición química, cuánta sal hay…
Así es como funciona, hay un tipo en la NASA que conduce el vehículo. Él no está ahí pero envía una señal recogida por la antena del dispositivo y mediante esa información mueve el vehículo a la izquierda, a la derecha.
Nosotros somos rovers en la Tierra. Entramos en este cuerpo y nos movemos y las respuestas sensoriales son enviadas de vuelta a la misma fuente, así logro mi conocimiento espiritual, mi conocimiento físico, mi conocimiento sensorial.
Voy a concluir con esto: la mayoría de la gente piensa que uno muere y luego su alma va a algún lugar llamado especialmente cielo. Me gustaría sugerirles un enfoque completamente diferente, un enfoque para la generación millenial, si me lo permiten: ¡Eso es una tontería!
Planteo que nacimos para entrar en este traje de realidad virtual a fin de ver cómo es la vida, para sentir amor, sentir dolor y para crear un mundo y hacer todas estas cosas y que esta es nuestra vida, esta es nuestra experiencia.
Cuando estás en el cuerpo estás mejorando el espíritu, esto es más que hacer chocolate: el espíritu puede hacer el cuerpo, y básicamente dice que estamos aquí para crear y disfrutar de la vida y la creación si no fuera por los malditos programas que nos llevaron fuera de la pista.
Cuando no estás operando los programas —y ese sí es el punto—, ¿qué estás creando? Estás creando el cielo en la tierra. Esa era la intención original, esa era la idea, por eso vinimos aquí, para tener estas experiencias de vida, para ser creativos y para navegar por el Mar del Sur y saber cómo es eso y hacer todas estas cosas diferentes.
Pero hemos desperdiciado un montón de nuestra vida viviendo los programas de otras personas, destruyendo el medio ambiente en el proceso, destruyéndonos a nosotros mismos, dejando a los habitantes millenials una visión del mundo por la que se preguntan: “¿Qué ocurre aquí? Ni siquiera puedo empezar en este mundo porque todo se está cayendo a pedazos”.
Y voy a esto: simplemente el mundo solo puede mantenerse por un tiempo mientras una gran cantidad de personas se aferren al sistema existente, pero en este momento los millenials constituyen el 50% o casi de la población.
¿Por qué es ello relevante? Porque ellos no se aferran al sistema. El sistema puede caer en cualquier momento, que los millenials junten sus cosas y decidan que es el momento de hacer política, lo cual significa que podrían usar este gobierno y expulsar a todas las cabezas de porquería que están ahí ahora mismo y poner en su lugar a gente que se relacione con ellos.
Desafortunadamente los millenials están atrapados en una situación donde se dicen: “Pobre de mí, no tengo trabajo, no puedo hacer dinero, no puedo permitirme poner a todo el mundo contra mí”.
Todos ustedes están sentados ahí, todo este potencial es solo eso, potencial, pero si se juntan y ponen su voto en una urna, cambian el mundo entero.
Esto es de lo que se trata la evolución, porque la generación de los millenials no es una generación local es una generación global. Ellos tienen el desarrollo de ese sistema nervioso llamado Internet que es lo que impidió la evolución de la humanidad hasta este punto porque todo el mundo antes era individual, pero ahora todo el mundo está conectado.
Eso significa que nos estamos moviendo hacia la próxima evolución y esa evolución es el hombre, es el equivalente a una célula en el cuerpo de un superorganismo llamado humanidad. Y en este momento la humanidad está sufriendo de una enfermedad autoinmune porque las células se están matando entre sí.
Bueno, la enfermedad autoinmune mata. En biología eso significa autodestrucción. Estamos sufriendo la autodestrucción, pero se trata realmente de la gente arcaica que se aferra al control con sus viejas creencias, su anticuado: “¿Qué hay para mí”.
Es un mundo quejumbroso, la supervivencia del más apto, que se hunda el otro, puedo tener todo y puedo tener sesenta mil millones de dólares y tú, nada, y eso es justo.
Esa es la creencia del viejo mundo que simplemente está matándonos. Pero los millenials no se lo creen. Ellos están conectados, tienen una visión de un mundo global con una intención global de crear un jardín y vivir en ese jardín. Tienen las tecnologías para crear todas las industrias nuevas y volver a convertir la tierra en un jardín y no van a ser precisamente los viejos los que lo hagan en absoluto. Es la Generación del Milenio.
Aunque la mayoría de los millenials se perciben como perdidos en el sistema, ni siquiera lo ven, pero pueden superar a los otros cuando decidan programar un control.
Ese es mi mensaje, que nos estamos moviendo en un mundo global, lo cual significa que cuanto sucede en mi lado del mundo impacta a la gente en el otro lado del mundo.
Por lo tanto, tengo que entender cómo mi vida puede crear armonía y entonces sus vidas también crearán armonía y cuando siete mil millones de personas creen esa armonía, el planeta se convertirá en el cielo en la tierra: ese es mi deseo y mi visión de futuro.
Somos maestros, podemos controlar nuestra vida, vamos a deshacernos de esa programación obsoleta, vamos a conseguir esas píldoras rojas y vamos a triunfar porque este viejo programa es la muerte y hay una vida impresionante enfrente de nosotros.
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