Descubre Cómo Aplicar las 10 Reglas Fundamentales del Éxito Para Atraer lo que Desees. Dr. Joe Dispenza.
Recuerda que la forma en que te sientes y la forma cómo piensas crean tu estado del ser. De manera que podrás crear el estado del ser que deseas con las 10 reglas principales del éxito.
[Video] Dr. Joe Dispenza en Español
Uno. Enfócate en tus objetivos
Al finalizar el día, las personas por lo general no se sienten completas por haber terminado todo su trabajo, porque siempre hay algo más que deben hacer.
Las exigencias de la vida actual nos han empujado a este reino absurdo de multitareas, y dado que donde pones tu atención es donde colocas tu energía, si tienes que cambiar tu atención de una tarea a otra, tu energía se dispersa.
De modo que cuando comienzas a desconectarte de todas las personas en tu entorno, de las noticias y de todo lo externo y comienzas a dirigir tu atención hacia tu interior en el momento presente, tienes mucha energía para usar.
Tienes que dejar que esa energía fluya, y debes ser capaz de hacer eso con los ojos abiertos.
Ten en cuenta que cuanto más se dispersa tu energía menos capacidad tienes de concentrarte para impulsar hacia adelante lo que desees. Es por eso que los sueños de las personas no se manifiestan porque están dispersos y no hay una visión de futuro.
Si pones tu atención en alguna experiencia futura que estás imaginando con tu mente, tu cuerpo va a seguir a tu mente, porque ahí es donde está tu energía, pero si pones tu atención en todo lo que conoces en tu vida, tu cuerpo también seguirá a tu mente todos los días hacia lo conocido, lo que hace que no se produzcan cambios.
Lo que queremos es que tu cuerpo siga a tu mente hacia lo desconocido. Es mucha la gente que puede hacerlo, de este modo adquieren destreza para crear cosas en sus vidas.
Hemos visto a personas crear riqueza después de vivir en su auto o estar en quiebra. Lo que estas personas quieren hacer con su dinero es darlo a otros, porque ahora saben que pueden crear más. Ya no necesitan aferrarse a sus posesiones con una mentalidad de carencia.
Estas personas no solo se han vuelto muy ricas, sino que se saben creadoras de esa abundancia por lo que pueden retribuirla a otros, quieren marcar la diferencia, y creo que para eso estamos programados de forma innata como organismos vivientes, para cuidarnos unos a otros, para producir cambios beneficiosos.
Por eso en nuestra comunidad nos curamos unos a otros eso es lo que aprendemos a hacer. Nos informamos unos a otros, nos animamos unos a otros, nos apoyamos unos a otros y brillamos unos por otros, pues no queremos eclipsar a otra persona, sino mostrarle que sí puede brillar.
Eso es para mí súper saludable. Por eso aplaudo tu éxito porque al ser exitoso me estás diciendo que si puedes hacerlo yo puedo hacerlo también.
Además, celebramos la diversidad, acogiendo nuestras diferencias y aprendiendo de ellas.
Eso elimina la separación y es esperanzador para el mundo. Es la manera de crear una comunidad fuerte.
Dos. Comprométete por completo
Algunas cosas perturban o desconectan nuestro despertar y conexión con lo divino. Por ejemplo, muchas veces, cuando las personas llegan a conectarse a lo divino intentan reproducir la experiencia de la misma manera en que lo hicieron la primera vez y eso en general no es posible, porque resulta redundante.
Muchas veces cuando ya hemos tenido la experiencia y comenzamos a intentar cambiar la materia, puede que tratemos de forzar, controlar y predecir lo que va a ocurrir, y cuando hacemos eso estamos separados, esperando que suceda el evento para sentir la emoción correcta.
Pero para que algo más grande ocurra hace falta practicar la rendición.
Creo que otro elemento perturbador son nuestras respuestas emocionales.
Por ejemplo, digamos que una persona se conecta con la energía de su futuro y siente que es en verdad genial. Luego comienza su día, y dos horas más tarde se siente diferente porque alguna persona o alguna circunstancia han alterado su estado.
Lo que ocurre es que se ha desconectado de la energía del futuro y ahora está de nuevo en la energía del pasado. Así no se puede esperar que nada cambie en la vida, porque no funciona de esa manera.
Cuando la persona vuelve a ser la misma de antes, siente que hay algo malo en ella y que ha fracasado. Pero eso tan solo es el programa que tiene en su interior y que comienza a operar de nuevo.
Los sentimientos que resultan familiares nos impiden ver a través de las lentes del futuro, y nos hacen ver a través de las lentes del pasado, y percibimos la realidad de esa manera. Por eso pienso que las emociones familiares también son un obstáculo.
Por supuesto que otro impedimento siempre son las creencias, que son tan solo pensamientos que repetimos una y otra vez, hasta que se forman circuitos en nuestro cerebro.
Todas las creencias se basan en experiencias del pasado. Si una persona tiene una experiencia, mientras más fuerte es la emoción asociada a esa circunstancia, más le presta atención a la causa, y el cerebro fija esa imagen, como si tomara una fotografía. Eso es lo que se denomina una memoria.
En el momento en que sacan una conclusión acerca de esa experiencia, las personas piensan a nivel neurológico dentro de esos circuitos y sienten a nivel químico dentro de los límites de la emoción.
Pensando y sintiendo una y otra vez, la creencia se transforma en un estado subconsciente del ser. La mayoría de las personas ni siquiera saben que tienen creencias sobre las cosas, sobre Dios, sobre las relaciones o sobre el dinero, porque no es algo consciente.
Para cambiar una creencia o una percepción acerca de ti y de tu vida tienes que estar totalmente comprometido, y decidirte con una intención tan firme que la amplitud de esa decisión lleve un nivel de energía que haga que el cuerpo responda a la mente. De ese modo la elección que haces se convertirá en un momento en el tiempo que nunca olvidarás, y podrás decir: “Recuerdo el momento en el que decidí cambiar”.
Mientras más fuerte sea la emoción que sientes, más atención le prestas a la decisión y eso causa un impacto enorme en el campo cuántico.
Tres. Crea nuevas conexiones
Tu cerebro está organizado para reflejar todo lo que aprendes en tu vida. Es un registro del pasado, un artefacto de todo lo que hemos aprendido y experimentado hasta este momento.
La mayoría de las personas cumplen con la misma rutina todas las mañanas; luego salen a encontrarse con las mismas personas y hacen siempre las mismas cosas que han memorizado. Al final del día vuelven a casa a revisar los correos electrónicos, a conectarse mediante las redes sociales y a mirar sus programas de televisión favoritos hasta finalizar el día.
Ahora te pregunto, ¿es posible que en esas circunstancias el cerebro experimente algún cambio a lo largo del día?
Podríamos decir que la persona ha estado pensando en las mismas cosas de siempre, realizando las mismas acciones inconscientes, viviendo las mismas emociones y, sin embargo, en secreto ha estado esperando que su vida cambie.
Existe un principio en neurociencia que dice que las neuronas que se activan juntas se conectan formando redes neurales.
De manera que, si estás pensando siempre lo mismo, tomando las mismas decisiones, exhibiendo los mismos comportamientos y reproduciendo las mismas experiencias, eso reforzará las mismas redes neurales en los mismos patrones, produciendo las mismas emociones.
Así estarás consolidando en tu cerebro algunas señales bien definidas, porque a medida que activas y conectas los mismos circuitos en la misma forma, esos circuitos se fortalecen.
Es por eso que a la edad de 35 años ya te habrás convertido en un conjunto de comportamientos memorizados, hábitos inconscientes, reacciones emocionales automáticas, creencias, percepciones y actitudes que funcionan como un programa de computadora.
Cuando haces una misma cosa una y otra vez, la repetición de esa acción condiciona a tu cuerpo con el tiempo para que sepa cómo realizar la acción mejor que tu mente. En eso consiste la formación de un hábito.
El 95 % de los comportamientos, actitudes, pensamientos, creencias y reacciones emocionales de la mayoría de las personas son programas subconscientes.
Esto es importante, porque cada vez que aprendes algo nuevo generas nuevas conexiones sinápticas en tu cerebro. Esa es la evidencia física que resulta de tu interacción con el entorno, y las huellas en tu consciencia están constituidas por lo que aprendiste.
El ganador del Premio Nobel, Eric Kandel, descubrió que cuando una persona aprende una nueva información se duplica el número de conexiones en su cerebro de 1300 conexiones a 2600 conexiones.
Pero si no revisan esa información y no pueden repetirla o recordarla, esos circuitos se desvanecen en horas o días.
De modo que, si aprender es crear nuevas conexiones sinápticas, recordar es mantener y sustentar esas conexiones.
Cuatro. Abre tu corazón
Tu cuerpo rechaza los virus todo el tiempo. El sistema inmunológico memoriza la información acerca de ciertos virus y bacterias a los que has estado expuesto.
Debido a esto no todos los virus pueden atacarnos, porque nuestro cuerpo tiene una inteligencia y toda una memoria con información en el interior de los glóbulos blancos.
De acuerdo con nuestras investigaciones, cuatro días de apertura de tu corazón hacen que se libere inmunoglobulina en tu cuerpo, que es la defensa primaria contra bacterias y virus. Esto es mejor que las vacunas contra la gripe, pues constituye la defensa natural del organismo.
Esa es la inteligencia innata del cerebro diciendo que puede luchar contra esas amenazas, que tiene suficiente energía y que por lo tanto el mundo exterior ya no controla a su mundo interior.
Ese es el estado creativo en el que la persona comienza a manifestar todo lo que desea.
Nuestras investigaciones demuestran que ese campo de energía en torno a la persona se expande, y hace que irradie más luz debido al intercambio de información que se produce entre las células.
Al incrementarse la liberación de inmunoglobulina en un 50 % el sistema inmune recibe una nueva señal y se produce óxido nítrico que activa las arterias de tu corazón para que se expandan.
Esto es como cuando la energía se mueve hacia tus órganos sexuales y se estimulan las arterias y la circulación.
Esto activa el corazón y lo que se siente es una enorme cantidad de amor y plenitud, que hace que la persona se sienta menos separada de todo lo que desea en la vida, porque siente como si ya lo tuviera.
Cuando te sientes pleno es como si lo que deseas ya hubiera llegado a ti, por lo que no tienes ninguna sensación de carencia.
Ese estado emocional es el que propicia la ocurrencia de todo tipo de sincronicidades y serendipias sin que la persona tenga que hacer nada para que se produzcan.
La persona se libera de su pasado y se conecta con la energía de su futuro.
Cinco. Aprovecha la energía constructiva
Pienso que, si compartimos las mismas experiencias, porque nos gustan las mismas cosas, compartimos también las mismas emociones. Esto permite que podamos relacionarnos intercambiando ideas e información.
Compartir la misma energía significa compartir información.
Por ejemplo, muchas personas se usan entre sí para reafirmar su dependencia de sus propios sufrimientos, considerando que sufren siempre más que el otro y manifestando sus quejas entre ellos.
Recibe el mejor contenido para manifestar la vida que deseas, así como también la meditación de la abundancia, que ha sido utilizada por más de un millón de personas.
Solo llena tus datos y la recibirás de inmediato:
100% Privacidad
Se encuentran por lo tanto resonando a la misma frecuencia y hay concordancia entre ellos.
Lo mismo ocurre cuando se intercambian experiencias positivas con otra persona, en las que la energía es constructiva y se tiene una sensación de elevación.
Cuando no hay concordancia, sino una disonancia entre las energías de las personas, se tiene una sensación disruptiva y no se transmite ninguna información entre ellas.
Creo que hay que llegar a dominar la habilidad de estar a un nivel de resonancia y coherencia tal, que cuando entres a una habitación eleves la energía de todos los allí presentes.
Esto ha de hacerse sin que la propia energía decrezca bajo ninguna circunstancia o condición. Eso significa ser superior al entorno y es el modelo a seguir.
Imagina a 1500 personas participando en un evento en el que todos están alcanzando un alto grado de coherencia. Al medir los niveles de energía que interfieren en todo el recinto se obtienen unos resultados en verdad asombrosos. Hay energía suficiente para sanar y producir cualquier clase de eventos.
Eso es algo que traemos a la vida mediante nuestra consciencia, y mientras más elevadas sean las emociones de amor, gratitud, libertad, gozo o éxtasis, mayor es la frecuencia.
Ahora bien, ocurre que, en un grupo de personas en estado de coherencia, que emanan mucha energía, se crea entropía. Un grupo pequeño de personas, altamente coherentes puede generar una señal muy poderosa.
En grupos grandes de personas los niveles de energía son tan grandes que permiten contemplar un amplio rango de posibilidades que no habríamos creído posibles. De hecho, no tengo explicación para algunos de los fenómenos que ocurren. Pero es como si cada persona se encontrara en un estado de divinidad.
La manera de medir esto es valorando cómo nos sentimos, que puede ser exaltados o despojados.
Seis. Ten una visión
Si no estás definido por una visión que es mayor que tú y no sientes pasión por esa visión, entonces lo que te queda es el pasado que alberga tu cerebro y tendrás una vida predecible.
De manera que nuevos pensamientos y nueva información deberían conducir a nuevas elecciones, que producirían nuevos comportamientos, que crearían nuevas experiencias, que producirían nuevas emociones, que a su vez generarían nuevos pensamientos.
Eso es lo que llamamos evolución.
Si tu cerebro es un registro del pasado y no tienes una visión del futuro, entonces estás viviendo en el pasado y nunca llegarás a un nuevo futuro.
Siete. Cuida tus pensamientos
Cuando sufres algún trauma se genera miedo de que la experiencia que te traumatizó se repita en el futuro.
De manera inconsciente, cada vez que piensas en ese futuro, que constituye lo peor que podría ocurrir, y sientes la misma emoción, estás condicionando a tu cuerpo a transformarse en tu mente de manera subconsciente.
Así que todo lo que necesitas es alguna indicación de tu entorno que te diga que no estás seguro, que hay algo fuera más fuerte que tú que va a dañarte.
Ese sentimiento de miedo hará que tengas pensamientos concordantes con el miedo. Así que ya no necesitarás las señales del entorno para sentir temor, pues es suficiente con que pienses acerca de ello para que desequilibres el cerebro y el cuerpo.
Como consecuencia el cuerpo entra y permanece en un estado de emergencia, lo que requiere mucha energía y recursos.
Esto compromete al sistema inmune, pues básicamente tienes dos sistemas de protección. Uno que es el que te protege de peligros en el mundo exterior, ese es el sistema nervioso simpático, que ante una amenaza usa toda la energía para activar el mecanismo de lucha o huída, porque tienes que sobrevivir.
Este sistema puede funcionar muy bien a corto plazo, pero no si lo mantienes activado todo el tiempo, porque si estás movilizando toda esa energía debido a una amenaza en tu mundo exterior, no habrá energía en tu mundo interior para el crecimiento, la regeneración y los proyectos a largo plazo.
Esa energía abandona el cerebro y el corazón y se mueve hacia centros inferiores, porque necesitas aprovechar los recursos de tu cuerpo para atender a la emergencia. Pero, ya sea que la emergencia es real o imaginaria, que tu ira sea justificada o no, estás tomando la energía que el cuerpo necesita para sanarse.
Por otra parte, está el sistema inmunológico que es parte del otro sistema nervioso, que genera una pausa ente la emergencia, que necesita relajarse y volver a equilibrarse. Cuando lo haces se llevan a cabo las funciones metabólicas, de asimilación, de reproducción y de eliminación de toxinas.
Sin embargo, tienes una especie de batalla entre los dos sistemas protectores, uno que se acelera y el otro que intenta frenar. Así que el sistema inmune se queda sin energía para lidiar con cualquier patógeno que ingrese al organismo.
Esto hace que algunos receptores del sistema inmune se neutralicen, como los linfocitos, que son tu ejército interior de protección, pues contrarrestar un virus o una bacteria requiere de un montón de energía que no posees.
Ambos sistemas deben permanecer en equilibrio, pero si permaneces en estado de emergencia durante un período prolongado de tiempo te encontrarás expuesto a patógenos o elementos extraños.
Ocho. Cree en ti mismo
Cuando nos convertimos en un ejemplo viviente de la verdad, no hay límites a lo que podemos hacer.
Tengo la esperanza de que los seres humanos desarrollemos esta habilidad de creer en nosotros mismos, que nos hará creer en las infinitas posibilidades. Esa es la creencia más elevada.
Nueve. Rompe el ciclo
Los sentimientos y las emociones son el producto final de las experiencias del pasado. Puedes recordar con intensidad las experiencias porque recuerdas los sentimientos asociados a ellas.
Cuando estás en medio de una experiencia todos tus sentidos se insertan en el entorno. A medida que recolectas todos esos datos vitales de tu mundo exterior, toda esa información se precipita hacia tu cerebro y hace que junglas de neuronas se organicen entre ellas formando redes.
En el momento en que esas neuronas ocupan su lugar, el cerebro elabora una sustancia química que constituirá un sentimiento o una emoción. Una vez que sientes esa emoción, creas una memoria a largo plazo.
Ahora, piensa en esto. Si los sentimientos y las emociones son los productos finales de experiencias del pasado, y te sientes de la misma manera cada día ¿no significa eso que nada nuevo está pasando en tu vida?
Ahora bien, esos sentimientos y emociones conducen a ciertos pensamientos, y en ocasiones no puedes pensar en cosas que trasciendan tus sentimientos, porque hay eventos en tu vida que te han marcado a nivel emocional, y sientes tristeza, culpa, vergüenza, indignidad o inseguridad.
Todas esas emociones se crean a partir de experiencias pasadas, y cuando sientes esas emociones que generan determinados pensamientos, en tu cuerpo se liberan esos químicos que te hacen sentir de nuevo las mismas emociones.
Así se produce un ciclo que se repite una y otra vez, lo que condiciona al cuerpo a memorizar ese estado emocional, incluso mejor de lo que lo hace la mente.
Como consecuencia tu cuerpo comienza a vivir en el pasado, porque si tus pensamientos no pueden superar tus sentimientos, es porque estás pensando en el pasado.
De manera que la mayoría de las personas pasan casi toda su vida hablando de que nunca han alcanzado su visión del futuro, debido a una experiencia del pasado.
En tu memoria se albergan todas las experiencias nuevas que has tenido. Tu primer beso, tu boda o el nacimiento de tus hijos. De esas experiencias maravillosas recuerdas todos los detalles por mucho tiempo.
Pero también tienes recuerdos asociados con traumas, crisis y decepciones. Esas son las memorias que las personas más recuerdan.
Si no has superado una emoción que te mantiene anclado al pasado entonces cuentas una historia acerca del pasado, y acabarás diciendo que eres de esa forma debido a esa experiencia que te ocurrió hace 15 o 30 años.
Ahora bien, desde una perspectiva biológica, eso significa que no has sido capaz de cambiar en los últimos 15 o 30 años.
La prestigiosa publicación Scientific America afirma que 50 % de lo que cuentas acerca de tu pasado ni siquiera es verdad, pues lo has inventado, porque no tienes el mismo cerebro que tenías hace 15 o 30 años.
Tu cerebro y tu cuerpo están rutinariamente en el pasado, porque los pensamientos son el lenguaje del cerebro y los sentimientos son el lenguaje del cuerpo.
Cómo piensas y cómo te sientes crean tu estado del ser. De manera que, si tienes pensamientos acerca de la inseguridad, en tan solo segundos te sentirás inseguro. En el momento en que te sientes inseguro, tu cerebro comienza a monitorear como te estás sintiendo y se generan más pensamientos de inseguridad. Lo que hace que te sientas más inseguro aún.
La repetición de ese ciclo condiciona al cuerpo a convertirse en la encarnación de la inseguridad. Entonces dirás: “Soy inseguro”.
Cuando afirmas que eres algo, estás encaminando a tu mente y a tu cuerpo a un destino.
Pero ¿cómo hace la gente para cambiar? Lo usual es que esperen por la ocurrencia de una crisis, un trauma, una enfermedad, una pérdida o cualquier cosa que vaya muy mal en sus vidas y que los haga sentir tan incómodos que al final decidan que tienen que cambiar.
¿Por qué ocurre eso? Porque después del trauma o de la crisis ya no se sienten como ellos mismos, y a partir de allí pueden en realidad observarse a sí mismos a través de otros ojos.
Mi mensaje es ¿por qué esperar? Puedes aprender y cambiar en un estado de dolor y sufrimiento o puedes hacerlo en un estado de alegría e inspiración.
Diez. Deja de inventar excusas
La memoria es creativa. De hecho, cuando recuerdas algo del pasado el 50 % de esa historia no es cierta, pues las personas distorsionan los hechos y los hacen lucir peor de lo que en verdad fueron.
Eso lo hacen para tener una excusa que justifique el hecho de que no han sido capaces de cambiar desde que ocurrió ese evento del pasado.
De esta manera las personas pueden reafirmar su propia incapacidad para cambiar, por eso la historia se convierte cada vez más en una fantasía y menos en verdad, porque tiene que hacerse mucho más dramática de lo que en realidad fue.
Así que la persona se dice: “Eso en verdad fue muy terrible”, y lo que en realidad se está expresando allí es su propia identidad.
Comparte en Pinterest:
Palabras relacionadas: reprograme su mente con esta estrategia simple, hágalo 10 minutos al día durante 4 días, Dr. Joe Dispenza, reprogramando su mente, reconecte su cerebro, Joe dispenza, motivación, inspiración, dr joe dispenza, dr joe, Cómo desbloquear todo el potencial de su mente, poder de pensamiento, meditación, Joe Dispenza, usted es el placebo, volviéndose sobrenatural, dr. Joe dispenza, dr joe dispenza español, joe dispenza en español, joe dispenza meditacion, ley de atracción
