Descubre Cuál es el Secreto para Sanar a los Demás (Dr. Joe Dispenza en Español).
El 70% del tiempo cuando estamos despiertos las personas viven en un estado muy protector. Viven en un estado de estrés o de supervivencia.
De hecho, está tan programado en nuestros cerebros que no sabemos que lo estamos haciendo.
Siempre estamos examinando el entorno para determinar si es seguro o no, y, si algo parece estar fuera de lo predecible o desconocido, nos alerta, pasamos a un estado de excitación y comenzamos a encender los mismos sistemas que empiezan a decir “peligro”, “amenaza” o que hay algún posible escenario que no es seguro.
Cuando eso sucede, literalmente, comenzamos a anticipar un resultado.
Al hacer eso, siempre nos preparamos para lo que podría salir mal y comenzamos a crear antes de la experiencia las emociones que sentiríamos si algo saliera mal, ya sea miedo, ansiedad, preocupación, tristeza, dolor, etc.
Esto lo hacemos inconscientemente, porque es un programa, y hacerlo se convierte en un hábito.
Así que, si eres un hombre viviendo en un mundo donde los hombres tienen que mantener a sus familias, mostrar una cierta cantidad de éxito y ser competitivos, entonces no vas a abrir tu corazón, no es el momento adecuado para hacerlo, es un momento para sobrevivir y prosperar en ese entorno.
Aun así, en este trabajo veo hombres que practican abrir sus corazones, practican simplemente ser niños de nuevo, tener curiosidad, hacerse preguntas, ser libres, permitirse dejar las cosas ser.
[Video] Dr. Joe Dispenza en Español
Para nosotros los hombres eso significa sacrificar lo mismo que hemos usado toda nuestra vida para obtener lo que queremos, para que pueda ocurrir algo más grande.
Yo he visto el efecto secundario de eso. Cuando los hombres realmente lo hacen, los he visto curarse instantáneamente de enfermedades graves del corazón con las que no podían dar más de cuarenta pasos sin tener una reacción angina, un dolor de pecho severo, e incluso de cáncer en etapa IV.
Cuando se cae ese velo de la realidad tridimensional, la energía se mueve a un lugar diferente y el cuerpo comienza a liberar de 1300 a 1400 químicos diferentes que empiezan a restaurar y reparar el cuerpo.
Para la mente intelectual, si un hombre comprende que cuando abre su corazón puede sanar, puede liderar desde una conciencia diferente, y que eso es en realidad una ventaja. Si además entiende la ciencia del porqué en su mente racional, ahí es cuando lo busca, a partir de ese momento es cuando empieza a perseguirlo, porque ahora sí tiene sentido para él.
Pero no hay mucha evidencia o apoyo en nuestro entorno para que los hombres sean vulnerables y, sin embargo, las últimas investigaciones muestran que la vulnerabilidad es una de las cinco cualidades principales de un gran líder.
Cuando los hombres comienzan a pensar en esto, empiezan a hacerlo lentamente, como una flor que florece pétalo a pétalo, van confiando un poco más, abriéndose un poco más, siendo más felices, empiezan a derribar la pared, la fachada que han creado para tener la apariencia de ser de cierta manera para el mundo, cuando en realidad se sienten vacíos por dentro.
Se van dando cuenta de que la alegría que quieren nunca provino del éxito, nunca provino de la riqueza o la popularidad o lo que sea que hagan los hombres, sino que realmente proviene de adentro, de modo que les brindamos numerosas oportunidades para practicar y numerosas oportunidades para conectarse.
El corazón se abre también cuando te preocupas por otra persona, cuando das y cuando experimentas gratitud.
Cuando hacemos nuestras curaciones, realmente tenemos que estar en nuestro corazón, tenemos que tener el corazón abierto para poder curar a otras personas.
Cuando tengo a un grupo de hombres en ese estado, su pasión por dar de verdad, la razón por la cual proveen con tanta intensidad se enmarca de una manera diferente.
Por eso su corazón se abre, y es allí cuando se vuelven más como niños otra vez, se vuelven libres, relajados y menos rígidos.
Abrir el corazón va en contra del programa, pero solo se requiere un poco de conocimiento, una mayor comprensión, un pequeño empujón a ese punto en el que realmente se comienza a buscarlo y luego a establecer suficientes experiencias para vivir.
De igual forma, si ves a una persona, por ejemplo, una mujer que fue abusada cuando era niña, ella no entiende por qué vive su vida de cierta manera, pero esa experiencia la ha confundido o ha hecho que se cierre a sentir ciertas cosas también.
Y, cuando se encuentra en situaciones que no son seguras, que crean emociones similares, algo se detona dentro de ella que la hace volver a ser esa niña pequeña, aunque no entienda por qué lo hace.
Por lo tanto, cuando le das a alguien así suficientes oportunidades para sentirse seguro, esa persona va a chocar contra esa pared, ese evento y cuando se mueva a través de él, su cuerpo va a experimentar la libertad que sentía antes de ese suceso hace treinta años y habrá una reorganización completa de la información en el cuerpo o una reorganización de la fisiología del cuerpo.
Otro ejemplo, tuvimos a un hombre de 66 años con una afección cardíaca grave que se subió al escenario a contar su historia, sus luchas, lo difícil que fue para él abrir su corazón, lo poco saludable que estaba y todas las cosas que hizo médicamente, que hizo con su dieta, con la psicoterapia, lo cual realmente le ayudó a entender por qué es como es, pero nunca le dio realmente las instrucciones o la fórmula de cómo salir de ese estado.
Contó la historia de lo que le sucedió articulándolo de una manera hermosa. Y mientras lo hacía, podías ver entre la audiencia de mil personas a hombres llorando, porque él les estaba llegando en algún nivel.
Este hombre no lucía como una estrella de cine, tampoco se veía particularmente joven o exitoso, simplemente se veía como todos los demás.
Solo era una persona común que contaba la historia de lo que le sucedió, caminando durante la meditación, y cómo experimentó en una sola meditación el poder caminar por toda la playa por primera vez en veinte años sin ningún dolor en el pecho, mientras dudaba y pensaba: “Eso no es posible, ¿qué fue lo que pasó?”.
Lo que sucedió fue que él se involucró tanto en convertirse en una persona diferente, en una personalidad diferente, que dejó atrás a su antiguo yo, y su cuerpo estaba creyendo que, literalmente, estaba en una nueva vida.
Entonces, de repente, en cuestión de segundos, su cuerpo comenzó a responder.
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Él articuló con gran detalle sus dudas frente a la audiencia, porque cuando eso sucede, comienzas a desconfiar.
Al día siguiente, se volvió a subir al escenario y dijo: “Ahora que puedo caminar, hoy es el día, ¿por qué no convertirme en otra persona? ¿Por qué no convertirme en mi futuro yo?”.
Y esta vez, con la misma pasión con la que él mantuvo a sus hijos, a su familia, con la que creó una buena vida para él y sus seres queridos, subió a ese escenario con esa misma pasión, pero esta vez dirigida hacia adentro, hacia sí mismo.
Yo estaba parado junto a él cuando le estaba contando a la audiencia lo que experimentó mientras caminaba en la playa. Dijo: “En un momento sentí un nivel de amor que nunca había sentido en toda mi vida”.
Dijo: “Después escuché a alguien gritar, pero luego me di cuenta de que era yo. La energía que estaba en mi cuerpo era de tal magnitud que me hizo tener que dejarla salir”.
Dijo que nunca había sentido nada igual.
Él les contó esa historia a mil personas. Como yo estaba parado junto a él, pude ver a los hombres en la audiencia conmoverse como si se hubieran salido de su yo normal. Pero no estaban conmovidos como si estuvieran viendo alguna producción de Hollywood o alguna película, sino por la evidencia que estaba parada justo frente a ellos.
Es como el récord de correr una milla en cuatro minutos.
Una vez que rompió por primera vez el récord de correr una milla en cuatro minutos o menos, todos comenzaron a romperlo también en cuestión de semanas, porque se logró cruzar un nivel de consciencia, un límite que fue como darle permiso a todos los demás para creer que podían cruzar ese límite también.
Eso es lo que sucede en nuestro trabajo, cuando los hombres ven a otro hombre tener ese momento, eso es todo lo que necesitan. Una vez que lo ven, hay evidencia de que es posible.
No solo dejamos una huella en nuestra consciencia de que otro hombre puede hacerlo, un paso que ellos pueden dar en el campo, sino que, cuando hay evidencia en la realidad tridimensional, no puedes olvidar a esa persona.
Además, te dices a ti mismo: “Bueno, si él puede hacerlo, yo puedo hacerlo”. “Si él tiene 66 años y no puede dar más de 40 pasos, y yo tengo una rodilla mala o estoy caminando con una muleta, pues todo lo que tengo que hacer es lo mismo que él hizo”.
Y así, de repente, tienes a un grupo de personas como una comunidad comenzando a unificar un organismo vivo, un grupo de seres humanos que están comenzando a entender que hay más cosas que son posibles.
Así, de pronto se convierte en una consciencia colectiva y luego los milagros siguen sucediendo.
Entonces, todo lo que necesitamos es a esa persona al principio, y cuando esa persona cuente su historia con humildad, gracia, sencillez y curiosidad, le da permiso a la gente para comenzar a dar un paso.
Estoy muy orgulloso de nuestra comunidad y nuestra cultura, porque ahora tenemos hombres que saben cómo abrir sus corazones y que pueden liderar con un corazón abierto.
Necesitamos bastantes de ellos.
También tenemos mujeres que han cuidado de sus familias y que han sacrificado, cedido, mantenido a la familia unida, que se han puesto a sí mismas en segundo lugar por sus hijos y sus seres queridos, que nunca tuvieron un momento para aclarar lo que querían y ahora están dirigiendo su amor hacia adentro, están aclarando muy bien su intención y están haciendo cosas asombrosas.
De modo que se requiere equilibrio entre nuestra cabeza y nuestros corazones.
No podemos dejar de involucrar a nuestro cerebro y simplemente abrir nuestros corazones. Tenemos que dirigir esa energía, y eso es lo que nuestro cerebro hace: es una brújula, nos dirige a alguna parte y la emoción es la energía que nos lleva allí.
Así que, cuando tienes coherencia en el cerebro y en el corazón es cuando tienes mayores efectos sobre la naturaleza de la realidad.
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