Descubre Esto. No Lo Vas a CREER. Solo 10 Minutos por 4 Días (Dr. Joe Dispenza).
Solo en el último año hemos tomado a 120 personas para medir sus niveles de cortisol y la respuesta de su sistema inmunológico a una sustancia química llamada inmunoglobulina A (IGA), la cual es la defensa principal contra bacterias y virus.
La IGA es mejor que cualquier vacuna contra la gripe, es el mecanismo innato del cuerpo para la protección interna.
A medida que aumentan los niveles de cortisol, los de las hormonas del estrés y aprovechas los recursos del cuerpo, la función inmunológica disminuye. Ese es un hecho científico.
Por lo que tomamos a 117 personas y medimos sus niveles de cortisol y sus niveles de IGA antes de que comenzaran un evento de cuatro días.
Y dije: “Bueno, ¿qué pasaría si les enseñáramos cómo crear emociones elevadas, como la gratitud, la alegría, la inspiración, y luego medimos lo que le sucede a su corazón para asegurarnos de que estén regulando este estado correctamente?”.
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Resulta que cuando estás viviendo con miedo, resentimiento, ira e impaciencia el corazón late de manera incoherente.
El mecanismo del estrés continuo, a lo largo del tiempo, causa problemas cardíacos.
Cuando una persona comienza a sentir emociones elevadas más coherentes, el corazón comienza a volverse ordenado y muy rítmico, lo cual hace que envíe una fuerte señal al cerebro.
Así, la persona comienza a relajarse, a sentirse segura, a cambiar su respiración, comienza a expandir su energía.
Todo cambia porque está cayendo en el momento presente y cambiando sus ondas cerebrales.
Pasa desde el estado de alerta con patrones de ondas cerebrales beta altas, en los que se está cuando nos obsesionamos con algo y tratamos de controlar todo, hasta comenzar a ralentizar las ondas cerebrales hacia un estado alpha más coherente.
Ese estado creativo de imaginación es perfecto para cuando estamos ejecutando nuestra vida diaria.
Así que medimos la capacidad para crear emociones elevadas de esas 117 personas y les pedimos que mantuvieran esos estados elevados tres veces diarias, de diez minutos cada una, durante unos cuatro días.
La IGA es una proteína, y todos los genes producen proteínas. De modo que pensé: “Si los niveles de cortisol regulan negativamente el gen para producir IGA, ¿qué pasaría si una emoción elevada pudiera regular positivamente el gen de IGA y, consecuentemente, aumentar sus niveles?”.
Al final de los cuatro días del evento, tuvimos un aumento del 49.5% en la inmunoglobulina A con solo cambiar el estado emocional.
Ahora, veamos la mecánica detrás de esto. Recuerda que tu cuerpo es la mente inconsciente que cree que está dentro de alguna condición ambiental porque la emoción es el producto final de una experiencia en tu entorno.
Las últimas investigaciones sobre los genes nos dicen que estos no crean enfermedades, es el entorno el que le indica al gen que cree un padecimiento.
Es decir, que una experiencia en un entorno produce una emoción. Por lo que es la emoción la que le indica al gen que regule positivamente y produzca una proteína saludable, o que regule negativamente y cierre una proteína.
Así que, en cuestión de cuatro días, las personas del evento pudieron regular positivamente el gen para aumentar su función inmunológica solo con el pensamiento.
Es como el funcionamiento detrás del efecto placebo. Es fascinante que puedas darle a alguien una pastilla de azúcar o inyección de solución salina o que puedas realizar alguna cirugía o tratamiento falso y un cierto porcentaje de esos pacientes aceptará, creerá y se rendirá al pensamiento de que está recibiendo la sustancia o el tratamiento real, sin ningún análisis, y comienza a programar su sistema nervioso autónomo para crear productos químicos exactamente iguales a la sustancia o el tratamiento que cree estar recibiendo.
De modo que la pregunta fundamental es la siguiente: ¿es la sustancia inerte o el placebo lo que está haciendo la curación o es la capacidad innata del cuerpo para curarse solo con el pensamiento?
Y hay una ciencia detrás de esto. La persona cree que:
- Las píldoras azules funcionan mejor que las rojas.
- La píldora funciona mejor si le pones un nombre que rime con algo que sugiera que puede aumentar su capacidad, porque el individuo lo asociará inconscientemente.
- El fármaco funcionará aún mejor si le pones un nombre que no se pueda pronunciar, porque el paciente le atribuirá poder al medicamento, y si se deja intimidar por él, mejor todavía.
- Si un medicamento es muy costoso, funcionará mejor.
- Le irá mejor si el médico le explica todo con entusiasmo.
En realidad, esa pastilla de azúcar funciona porque, cuando una persona recibe una sustancia, se la toma, esta le quita el dolor que tenía y siente un cambio en su estado interno.
En el momento en que el sujeto nota un cambio en su cuerpo, le presta más atención a la causa y comienza a condicionarse para depender de esa sustancia.
Si le das una píldora al día siguiente, y luego al siguiente y al siguiente, se reafirmará el condicionamiento cada vez más.
Si luego le das una segunda píldora que luce exactamente igual a la primera, pero que en realidad no es más que azúcar, igualmente su cuerpo comenzará a producir la misma química.
Si el acondicionamiento se basa en el pasado, entonces la expectativa se basa en el futuro.
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Por lo tanto, cuando reciben esa píldora, la cual no es más que una sustancia inerte, comienzan a esperar el mismo resultado que obtuvieron en el pasado, y la anticipación del evento hace que el cuerpo comience a producir sus propios productos químicos de forma natural.
Entonces, esa píldora es un símbolo de posibilidad.
Mucha gente llega al borde de lo conocido y el cuerpo tiene que liberar información, y si estás sentado en una meditación y tu cuerpo solo quiere sentir dolor es porque tú lo has condicionado de esa manera.
Pero si te vuelves consciente de que lo estás haciendo y comienzas a aplicar la fórmula que ya te hemos enseñado, estarás entrenando a tu cuerpo para volver al momento presente, y cada vez que vayas un poco más lejos, eso será una victoria.
Además, cada vez que tu cuerpo quiera darse por vencido, y que ese programa comience a ejecutarse de manera inconsciente, pero que tú te des cuenta de ello y lo traigas de regreso al momento presente y le digas que él ya no es la mente, sino tú, entonces estarás ejecutando una voluntad más grande que el programa y te estarás entrenando como si fueras un animal.
Luego, el cuerpo empezará a lanzar patadas, a enojarse y a decir cosas como: “Oye, ¿por qué no te molestas, te levantas y te rindes? No eres bueno para meditar, eres un fracaso”. Simplemente buscará alguna excusa.
Pero tú estarás consciente de ello. Notarás que tu cuerpo está haciendo eso. Solo tendrás que traerlo de vuelta al momento presente, sacándolo de ese estado de excitación emocional.
Si hicieras eso una y otra vez, le estarías diciendo al cuerpo que él ya no es la mente, sino tú y así estarías entrenando al animal.
Eso es una victoria. Y esas victorias se suman. Te juro que tarde o temprano el cuerpo se dará cuenta de que ya no es la mente, que finalmente tú lo eres, que estás de vuelta en el trono y se va a relajar en el momento presente.
Y cuando lo haga, ese corazón se abrirá y liberará energía. Tu campo alrededor de tu cuerpo comenzará a emanar más luz e información. Entonces te sentirás conectado a algo más grande.
Quiero pedirte que confíes en el proceso de ir un poco más allá y trabajar con tu cuerpo tomando conciencia de ello, porque mucha gente dice: “No puedo concentrarme”, “No puedo meditar”, y ese es el único pensamiento que tienen que dejar atrás. Eso es todo.
Si aprendes y aplicas la fórmula, te vas a volver cada vez mejor en traer tu cuerpo al momento presente.
Algunas personas han meditado durante veinte, treinta, cuarenta o hasta cincuenta años y yo respeto eso. Pero todo lo que quiero que tú hagas es intentar hacer lo que mi equipo y yo hemos podido aislar como fórmula y usar tu habilidad de permanecer sentado, cerrar los ojos, estar presente y simplemente probar algo nuevo.
En cualquier lugar donde puedas poner tu atención, te voy a pedir que la pongas justo ahí.
Donde pones tu atención es donde pones tu energía, y lo que quiero es que alimentes ese centro con tu atención, así vas a aprender a darle vida y a despertar ese centro.
Porque una vez que ese centro comience a abrirse y tu cuerpo comience a confiar, tú te relajes y ese sistema nervioso autónomo comience a hacer que el corazón lata más ordenadamente, ese campo alrededor de tu cuerpo comenzará a expandirse hasta tres metros de ancho.
Ese campo o esa energía es información. Esa frecuencia lleva información y ahora comenzarás a interferir con la energía de todos en la habitación y esas ondas comenzarán a resonar y a sincronizarse.
Así, las amplitudes comenzarán a subir y, cuanto más alta es la onda, mayor es la amplitud y mayor la energía en la habitación.
Entonces, sintonízate con nuevos potenciales, encuentra el punto óptimo del generoso momento presente, pasa del espacio-tiempo al tiempo-espacio y comprende la ciencia detrás de él.
Quiero que lo repitas. Sé que lo conseguirás, solo tienes que alcanzarlo.
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