🔴 ¡Manifiéstalo YA!: Cómo se Puede Hacer un Milagro con el Poder de tu Mente (Joe Dispenza)

En otras palabras, los genes son como luces de árbol de Navidad, se encienden y apagan todo el tiempo, y cuando se regulan producen proteínas más saludables, proteínas responsables de la estructura y función de tu cuerpo. Cuando se desregulan, se apagan y producen proteínas más baratas.

De hecho, esa persona con esclerosis múltiple reguló los genes que regeneran y mejoran la salud, y desreguló los genes de las enfermedades e inflamaciones. Sucedió en tiempo real.

Y cuando empezamos a ver estos cambios en tiempo real, decidimos que teníamos que comenzar a medirlos. Así que trajimos un equipo de científicos e investigadores de todo el mundo. Hemos realizado siete eventos, hemos realizado más de 2500 escáneres cerebrales en nuestros estudiantes.

¿Por qué estamos haciendo estudios cuantitativos en el cerebro con un equipo de neurocientíficos y técnicos?

Pues, si podemos traer a un grupo de personas y medir sus cerebros antes de un evento, guiarlos a través de cinco días de meditación, cambiar sus creencias y percepciones, llevarlos más allá de sí mismos, cambiar su energía, y si ellos presentan una curación de Parkinson, esclerosis múltiple o lupus, entonces quiero saber qué está pasando, no solo en sus mentes, sino también en sus cerebros.

Y después, si seleccionamos al azar a diferentes personas y observamos sus cerebros durante la meditación, deberíamos poder recopilar información vital sobre lo que está sucediendo en su funcionamiento interno, cuándo está allí y cuándo no.

Si podemos encontrar cosas como coherencia, amplitudes y qué tan rápido pueden entrar en un cierto estado y cuánto tiempo pueden mantener ese estado, y si podemos medir lo que sucede en ese momento y correlacionarlo con su propia experiencia, eso es más información que tendré para enseñar la transformación la próxima vez.

Además, podemos medir los corazones de las personas, porque sabemos que cuando el corazón es coherente, el cerebro también es coherente, y cuando tenemos coherencia en esos dos centros, nos encontramos en nuestro mejor momento, porque ahí es cuando comenzamos a experimentar la plenitud.

Cuando sientes plenitud, es imposible desear más. ¿Cómo podrías desear más cuando eres pleno?

También hemos medido la energía de la habitación, porque si la gente comienza a crear campos coherentes, la energía debería mejorar en la habitación.

Hemos medido la energía alrededor del cuerpo de las personas porque cuando se liberan de las hormonas del estrés y de las cadenas de sus adicciones emocionales, pasan de partícula a onda, de materia a energía, y liberan fotones y luz, y queremos medirlos cuando lo están haciendo.

Hemos medido los centros de energía de sus cuerpos porque así es como se programa el sistema nervioso autónomo. También hemos medido los cambios epigenéticos y cambios en la química cerebral y con toda esa información, en los últimos tres años, creo que hemos hecho historia en la ciencia en lo que respecta al cerebro.

Estuve en Phoenix con el equipo de neurocientíficos y técnicos y analizamos cientos y cientos de cerebros.

Algunos casos nos conmovieron hasta hacernos llorar, porque ahora sabemos que cuando analizas tu vida dentro de alguna emoción que te moleste, solo empeorarás tu cerebro cada vez; porque son esas mismas emociones las que llevan a tu cerebro a estados más altos y excitados, y dado que la emoción es un registro del pasado, la persona básicamente está pensando en el pasado.

No puedes resolver un problema desde el pasado. Cuando superas esa emoción es cuando comienzas a ver la respuesta que has estado buscando para ti mismo. Eso lo sabemos.

También sabemos que cuando las personas viven con su atención puesta en cosas, objetos y personas, y viven de las hormonas del estrés, y se obsesionan con el tiempo, con sus cuerpos… tienen muy pocos efectos o cambios en su cerebro.

También sabemos que cuando una persona llega al lugar donde no hay nada, nadie, ningún lugar y ningún tiempo, ese es el momento en el que literalmente son conciencia pura.

Y la conciencia es lo que cambia el cerebro. El cerebro nunca cambia el cerebro. El programa nunca cambia el programa. La personalidad nunca cambia la personalidad. El ego nunca cambia el ego. La materia nunca cambia la materia.

El cambio ocurre solo cuando una persona se convierte en conciencia pura. Una conciencia con esa energía es la materia del epifenómeno y cuando las personas alcanzan este estado elegante, en el que se desconectan de su cuerpo, es cuando pueden sanar su cuerpo.

Cuando se olvidan de su vida, ahí es cuando pueden cambiarla.

Cuando se olvidan de que son mujeres o esposas o abuelas o abogados o padres, heterosexuales, homosexuales, vegetarianos, o de su número de seguro social, nombre, o cara… cuando superan todos los elementos con los que se identifican, ese es el momento en el que pueden comenzar a cambiar su vida o crear una nueva era.

De hecho, hemos visto esto tantas veces que puedo decir que tú y yo estamos en nuestro mejor momento cuando vamos más allá de nosotros mismos.

En los últimos dos años hemos visto a nuestros estudiantes ser capaces de cambiar sus ondas cerebrales y pasar a un estado meditativo en cuestión de segundos. A la mayoría de las personas les toma un par de minutos llegar allí, pero nuestros estudiantes han desarrollado la habilidad de ir más allá de su mente analítica.

También hemos capturado una y otra vez amplitudes de energía en el cerebro que nunca verás en un entorno clínico y que nunca hemos visto en la historia de la neurociencia.

¿A qué me refiero con eso? Si ves un gráfico de bandas de ondas cerebrales de una persona que tiene electrodos pegados por todo el cerebro, verás ondas que se mueven en una pequeña amplitud una y otra vez.

En el gráfico verás ondas cerebrales beta y alfa. Ahí verás al cerebro ralentizándose, verás a theta, ahí la persona estará entre dormida y despierta, y cuando esté en delta la persona estará dormida, y de vez en cuando verás ondas gamma, que es la superconciencia.

Nosotros vimos las ondas cerebrales de nuestros estudiantes y se veían como si agarraras un puñado de crayones y luego rayaras hacia arriba y hacia abajo sobre todo el gráfico, donde ni siquiera se podían ver las ondas. Solo se veía como un montón de colores mezclados.

Así no había forma de que nosotros pudiéramos medir lo que estaba sucediendo en sus cerebros. Por eso tuvimos que crear otra forma de hacer las mediciones.

En la mayoría de las personas, cuando activan pequeñas redes de neuronas, su cerebro está en algún lugar entre 10 y 60 microvoltios de energía. O sea que de 10 a 60 es lo normal.

Nosotros capturamos desde 650 mil hasta 4 millones de microvoltios de energía, lo que significa que la persona está teniendo una experiencia sensorial completa sin sus sentidos. Lo que sea que esté sucediendo entre sus oídos es más real que cualquier cosa que le haya sucedido en toda su vida.

Así que si estas personas han sido traumatizadas, abusadas y golpeadas, entonces han sido marcadas neurológica y emocionalmente por la intensidad y la energía de esos eventos y no logran ir más allá de ellos.

Pero cuando están teniendo esa experiencia, la cual es completamente mística, las amplitudes son tan altas que la energía de esa experiencia internamente es mayor que la de cualquier trauma pasado, y en ese momento la experiencia reescribe los circuitos en el cerebro reconectándolos en un instante, y luego envía una nueva señal de emoción al cuerpo.

Ese es el momento en el que el gen se regula y es como si el pasado literalmente fuera eliminado del cuerpo.