Descubre Cómo ESTE es el GRAN Secreto para Aprender a Manifestar Todo lo que Desees. Wayne Dyer en Español.
Trata de ser cauteloso sobre cada conversación que tienes con tus amigos, familiares, con tu madre, tu marido o tus hijos y no enfocarte en lo que te falta.
Si quieres atraer algo a tu vida, algo bueno, grande, maravilloso, próspero, algo que te proporcione bienestar, por ejemplo, recuperar la salud, si quieres atraer eso a tu vida, pero te la pasas hablando de lo que falta y pensando en lo que no tienes, debes recordar que lo que piensas es lo que se expande.
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Entonces el problema es que pensando desde la carencia solo lograrás expandir lo que te falta y lo seguirás atrayendo a tu vida. Yo nunca hablo de lo que falta en mi vida, yo nunca hablo de lo que falta en mi vida, solo enfoco mi atención en lo que quiero crear y así logró la transformación.
Aprendí esta lección hace mucho tiempo, pero creo que el libro donde esto aparece mejor explicado es Ya se os ha dado, de Esther Hicks y Jerry Hicks. Este título, basado en la enseñanza de Abraham, consiste en aprender a manifestar tus deseos.
Sobre todas las cosas creo que esta es la más grande de las enseñanzas en el planeta hoy en día y lo digo porque conozco a Esther y a Jerry, los conozco bien, he estado con ellos en muchas ocasiones.
Se trata de practicar esta idea de no poner tus pensamientos en lo que falta y cambiarla por la creencia de que todo está en camino. Solo tienes que actuar esa idea a fuego en algún lugar dentro de ti. Debes convencerte de que aquello que te gustaría traer a tu vida ya está en camino.
Quiero decirte que a medida que empiezas a armonizar cada vez más tus pensamientos con la idea de que Dios es la fuente primordial sucede que empezarás a elevar tus pensamientos. Así, el hábito de cómo piensas se torna armónico en lugar de oponerse a lo que quieres atraer. Esta armonía se convierte en tu forma natural de pensar todo el tiempo.
Así empezarás también a enseñar a tus hijos esta nueva forma de pensar y los detendrás cuando digan cosas como: “Oh, con mi suerte, esto no va a funcionar”. Porque alguien tiene que aprender a decir: “con mi suerte” y que eso significa que las cosas no le van a funcionar. ¿Por qué no tener en cambio como hábito la creencia de que “con mi suerte” probablemente esto aparecerá más rápido de lo que normalmente lo hace? ¿Por qué no tener más bien ese tipo de pensamiento?
Esto es lo que ocurre cuando empiezas a cambiar la forma en que empiezas y anticipas que eso te va a funcionar.
Puedes actuar sobre tus pensamientos. A medida que obtienes estos pensamientos más y más elevados, los comienzas a sintonizar o alinear con lo que atraes a medida que empiezas a actuar sobre la creencia de que tus pensamientos funcionarán, de que eso que quieres probablemente está en camino. Empezarás a ver que todo el sistema funciona.
En otras palabras, el universo, llámalo como quieras, viene a conspirar contigo. Comienzas a actuar de manera en que de repente te conviertes en un colaborador de la Providencia. Y en lugar de que ese destino sea algo accidental que te puede ocurrir o no, estás en colaboración con él para buscar lo que en verdad quieres atraer.
Pregúntale a cualquier médico sobre algo llamado la voluntad de vivir. Pregúntale a quién prefiere atender: a alguien que va a hacerse un trasplante de córnea y piensa: “Voy a ver bien cuando esta cirugía termine” o al que piensa que probablemente la operación no le va a funcionar.
Es esa cosa que se llama voluntad de vivir es una creencia interior que dice: “Me niego a permitirme pensar en eso”, refiriéndose a un resultado negativo.
Se lo dije a mi madre, que tiene 90 años, casi 91. Estuve con ella en días recientes porque estaba pasando por algunos problemas de salud. Ella siempre me ha estado diciendo cómo va a morir. Me ha dicho desde que cumplió 60 años cómo va a ser su muerte, que será durante el sueño, algo pacífico y que se irá cuando esté preparada, que sabrá cuándo sea el momento, pero siempre aclara: “No creo que sea el momento todavía”.
Yo le bromeo: “No permitiré que Alzheimer entre en mi vida”. Bueno, tienes un uñero, tal vez deberíamos atender eso. Y ella insiste: “Te diré cuando esté lista”. Sin embargo, es muy importante esa cosa que ella ha dicho: “Nunca permitiré que Alzheimer entre en mi vida”.
Por supuesto dice cosas como: “No puedo recordar este nombre” tan bien como lo hacía antes, pero ese concepto de olvidar todo no es algo que me haya permitido pensar como una posibilidad. Y yo le digo: “Bueno, ¿y si te equivocas?”. Ella responde: “Bueno, quién notará la diferencia”.
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Pero hablando totalmente en serio, hemos investigado sobre esto en estudios de gerontología planteando cómo es tu vida a partir de los 60 años frente a cómo fue tu vida antes de los 60.
Empezando en los 20 años vemos que las personas que viven una vida dinámica hasta los 60, 70, 80 y 90 años, que se sienten fuertes, son las que no creen que envejecer signifique un declive.
Es aceptable declinar en cualquier aspecto física o mentalmente, pero envejecer no tiene nada que ver con un concepto de declive absoluto. Cuando las personas están en sus 20, 30, 40 y 50 y tienen esa percepción positiva de lo que va a ser de sus vidas cuando estén en sus 60, tienen una posibilidad mucho mayor de no tener el tipo de enfermedades que están tan relacionadas con la edad.
Como aquellas que consideran la vejez como algo enfermizo y declinante, a lo largo de sus 20, 30, 45 años, si cambias la forma de pensar sobre eso y te dices: “Decaer no es una posibilidad”, significa que dejas de pensar en la carencia, en lo que falta.
No pongas tu atención en lo que falta. No le digas a los demás lo que no tienes o no puedes hacer o lo que no funciona ni lo terrible que es el mundo. La gente en posiciones de poder hace eso. Hay grandes líderes que emiten mensajes de violencia.
Tú, por el contrario, tienes que llegar a un lugar donde impidas que los pensamientos violentos entren en tu conciencia.
Eso significa que tienes que prestar atención a las películas que estás viendo. Significa que los juegos y videojuegos que disfrutan tus hijos deben ser monitoreados y eliminados cuando tienen violencia inapropiada. Significa que no veas noticias ni leas las historias que reafirman sin parar lo terrible que es este mundo.
El mundo no es un lugar terrible, es un lugar perfecto, un lugar hermoso. Solo hay algunos líderes que están conectados a esas formas incorrectas de pensar. Podremos crear el mundo que queremos cuando un número suficiente de nosotros comience a decir: “Eso no será parte de mi conciencia”.
No compro chismes. No compro violencia. No tengo nada que ver con eso y simplemente cambies el canal. O apagues el televisor.
Me ha pasado que subo un vuelo, encuentro una revista Time, la reviso y digo: “No voy a leer las historias que involucran asesinatos”. No voy a leer esto. No necesito escuchar más sobre gente que se inmola. No necesito que eso sea parte de mi conciencia porque quiero ser alguien que irradie un pensamiento vinculado con Dios.
Eso es lo que quiero hacer y no puedo hacerlo si estoy constantemente imbuido con esto. Así que solo paso las páginas y concluyo: “Ahí voté otros cuatro con 95 dólares”. Esto no tiene nada para leer. De vez en cuando aparece una buena historia sobre Tiger Woods o algo así, pero en general no hay mucho que valga la pena.
No tienes por qué arte de ese tipo de energía. No pongas tus pensamientos en lo que falta. No pongas tus pensamientos en lo que siempre ha ido mal. No pongas tus pensamientos en lo que otros quieren para ti. A menos que quieras que más de eso que los otros quieren para ti continúe apareciendo en tu vida.
No enfoques tu atención en ningún pensamiento fuera de la relación armónica que te gustaría tener. Si estás teniendo conflictos con alguna persona, no enfoques tu atención en ningún pensamiento fuera de la relación armónica que te gustaría tener. No tiene por qué ser así.
Puedes tener una historia de amor que reemplace a una historia de odio simplemente cambiando tus pensamientos en cualquier momento de tu vida.
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