Descubre Cómo ESTA ES LA FÓRMULA para Obtener Efectos Inmediatos con tu Meditación. Dr. Joe Dispenza en Español.
Cuando la realidad comienza a organizarse para reflejar tu energía y comienza a aparecer en tu vida, ¿qué tipo de sentimiento sientes cuando comienzas a ver esas sincronicidades, sientes emoción, alegría, inspiración? Esa es la energía que vas a usar para crear la siguiente experiencia.
Tu energía está sincronizada con un futuro. Entonces, si estás viendo en tu mente un futuro antes de que suceda y lo estás aceptando emocionalmente tanto que, físicamente tu cerebro y tu cuerpo lucen como si ya hubiera sucedido, entonces relájate. Porque te va a llegar.
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La gente en este trabajo practica todos los días convertirse en sus versiones del futuro y eso es lo que más me enorgullece. No lo hacen porque yo quiera que lo hagan, ni por obligación, o para agradar a Dios, o para hacer lo correcto, o por cuales sean los programas que hayan tenido durante miles de años.
Lo hacen porque no quieren que la magia termine. Piensan: “No sé qué es esto, pero estoy teniendo estos increíbles momentos de lucidez. No puedo creer que acabo de recibir esta oportunidad. Wow, esto está sucediendo”.
¿Y qué hace cada sincronicidad? Crea la energía y la creencia de que podría haber más. Pero no están tratando de controlarlo. No están tratando de predecirlo. De hecho, no es de su incumbencia cómo sucede o cuándo sucede. Si puedes predecir cómo va a suceder, eso es lo conocido.
Lo desconocido es como: “Estoy tan feliz que nunca intentaría controlar este sentimiento. No voy a dejar el momento presente”, y ahí es cuando te conviertes en el vórtice para experimentar eso.
Entonces, esa es una diferencia entre crear como fuente o rezar como fuente, y crear o rezar a la fuente. La separación es mendigar, pero ahora estás conectado, te sientes divino. Estás conectado a la fuente.
Y ese lugar es el puente hacia eso. Una vez que estás ahí, hay emociones, energías y frecuencias que son simplemente indescriptibles. No puedes describir cuánto amor es o el sentimiento que sientes.
Piensa en esto: tu cerebro es un registro del pasado. Algunas personas se despiertan por la mañana y lo primero que hacen es pensar en sus problemas. Esos problemas son recuerdos grabados en el cerebro que están conectados a ciertas personas, ciertos objetos, ciertas cosas, en un momento y lugar determinados.
En el momento en que se despiertan por la mañana y piensan en sus problemas, están pensando en el pasado.
Si crees que tus pensamientos tienen algo que ver con tu destino, pues ya estás en tu pasado. Cada uno de esos problemas desde que los experimentamos tiene una emoción asociada.
Así pues, de repente, comienzan a sentirse infelices. En el momento en que se sienten infelices, su cuerpo está en el pasado. Porque los pensamientos son el lenguaje del cerebro y los sentimientos son el lenguaje del cuerpo.
Entonces, en el momento en que comienzan a sentir esos sentimientos, su cuerpo está en el pasado.
Empezaron bien, pero ahora están de regreso al pasado. Es decir, se despertaron y no sintieron nada, pero luego pensaron en sus problemas y fue como: “OK, ya me siento infeliz otra vez, volví a ser yo de nuevo”.
Porque prefieren sentirse infelices a no sentir nada. Entonces, naturalmente, el vacío de esa emoción hace que el cuerpo influya en el cerebro para que produzca los químicos para sentir infelicidad.
Algunas personas simplemente se despiertan por la mañana, no sienten nada y luego, de repente, solo buscan ese sentimiento. Algunas personas necesitan un pensamiento para hacerlo, otras simplemente pueden evocar el sentimiento. Se aferran a esa emoción porque al menos es lo conocido.
Entonces, algunas personas tienen emociones que influyen en sus pensamientos. Otras personas son más analíticas, tienen pensamientos que influyen en sus sentimientos.
Pero es un bucle. Es como un ciclo de pensar y sentir.
Si realmente estás en el negocio de cambiar o crear tu vida, esa es una gran responsabilidad, es como cuando organizamos nuestros eventos y me dirijo a la audiencia y les digo: “Nadie te obligó a venir aquí, viniste aquí por tu cuenta. Te arriesgaste al venir aquí. Además, al estar aquí también aceptas que tú creas tu realidad, que eres responsable de ti mismo y de tu vida. Entonces, si te pasa algo, no puedes culpar a nadie por eso. Es tu responsabilidad cuidarte”.
Así que, la pregunta fundamental es, y yo me la hago todo el tiempo, ¿en qué momento dejo de creer que yo creo mi vida? ¿En qué punto? ¿Cuando las cosas van mal? ¿Ahí es cuando de repente pienso “no creé eso, fue aquella persona la que me hizo eso”?
Debemos programar esta información en nuestro cerebro: nuestra reacción y respuesta a una condición del entorno nos hace regresar al pasado. Porque eso es lo que es la emoción: la emoción familiar es el pasado.
Si te encuentras en este viaje, si practicas todos los días, pero aún no puedes cultivar un sentimiento al instante, y te atrapas a ti mismo volviendo al pasado familiar, entonces quiere decir que todavía no estás preparado. Tu meditación es la preparación de la mente y el cuerpo para esto.
Entonces, no te levantes de tu meditación hasta que estés enamorado de la vida. No empieces a crear nada que vaya a ser ilimitado hasta que te sientas ilimitado.
Si practicas todos los días sentirte ilimitado y conectarte con las emociones de tu futuro, estarás fuera de las gradas y dentro del campo. Si estás en las gradas y tratas de no reaccionar ante las personas y las circunstancias, no tienes la práctica o el conjunto de habilidades sobre cómo crear esa emoción porque no has estado practicando cómo crearla.
¿Y por qué cerramos los ojos cuando lo hacemos? Porque el entorno es muy seductor. ¿Por qué nos quedamos quietos y no nos movemos? Porque no queremos levantarnos a orinar, a comer, a tomar una taza de café y sentir.
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Así que, ahora le estás diciendo a tu cuerpo:
“¡Oye, quédate quieto! Te voy a dar de comer, te vas a duchar, vas a tomar café, vas a poder jugar con tu celular, vas a enviar los mensajes de texto que quieras, más tarde podrás hacer todo lo que quieras. Pero ahora mismo, no eres la mente. ¡Yo soy la mente! Y vas a sentarte y a quedarte quieto hasta que termine. Y cuando termine de condicionarte a las emociones de un futuro y obtenga una imagen muy clara de quién voy a ser este día, podrás levantarte. Pero no me voy a mover de aquí hasta sentirme así”.
Al hacer esto, te garantizo que te vas a tropezar con todos esos pensamientos inconscientes que van a salir ahí mismo, y yo quiero que lo veas, quiero que te familiarices con esos pensamientos, que seas tan consciente de ellos que no se te escapen. Quiero que no permitas que ese pensamiento de «no puedo» se escape de tu consciencia sin tu control.
Ya hiciste el trabajo al comienzo del día. Ya suprimiste esos circuitos en el cerebro, y las células nerviosas que ya no se activan juntas ya no se conectan entre sí. Estás rompiendo la vieja personalidad.
Entonces, si ves que tu cuerpo quiere ir a orinar, tomar un café, revisar el teléfono, y ves que tu cuerpo quiere levantarse, entonces dile: “Oye, oye, vuelve aquí; regresa a este momento presente”.
Cada vez que logres hacer eso, ¡es una victoria! Estarás ejecutando una voluntad que es más grande que un programa inconsciente.
La mayoría de las personas pierde su libre albedrío ante un programa porque hacen hoy lo mismo que hicieron ayer. Su cuerpo está en piloto automático y los está arrastrando hacia el mismo futuro basado habitualmente en lo que hicieron en el pasado.
Así que, cuando estés sentado allí y se ponga un poco incómodo, y tu cuerpo quiera dejar de hacerlo, tú debes decirle que no y traerlo de vuelta al momento presente.
Algunas personas piensan que no pueden meditar. Pero en realidad, lo están haciendo bien. Eso también es una victoria.
Haz eso y comienza a ver cómo estás entrenando tu cuerpo para traerlo de vuelta al momento presente.
Tu cuerpo te va a decir: «Bueno, son las 8:30 de la mañana, generalmente a esta hora es cuando ves las noticias, haces un berrinche y te enojas. Y, sin embargo, estás sentado aquí con los ojos cerrados, se te está haciendo tarde. Así que, ¿por qué no nos agitamos por algo?”.
Entonces, el cuerpo comienza a tratar de crear imágenes en tu mente, para que recuerdes a tu ex o tus problemas para que puedas sentir esa agitación.
Pero si tú observas a tu cuerpo hacer eso y dices: “No, no. No voy a ceder mi poder al pasado, o a esa persona, o a esa circunstancia de mi vida”, traerás a tu cuerpo de vuelta al momento presente.
Si le bajas el volumen a esa emoción, ¡eso es una victoria! Le estarás diciendo al cuerpo que ya no es la mente, que tú eres la mente.
Ahora bien, ese tipo de trabajo es tedioso al principio. Me gusta observar a la gente porque, cuando los hago hacer eso, comienzan a expandir sus límites. El yo conocido, esa pequeña caja, comienza a moverse hacia lo desconocido y ¡sobreviven!
Luego, de repente están más relajados en el momento presente, en lo desconocido, y eso los hace sentirse más satisfechos. Así que ahora están más preparados para crear.
Entonces, la preparación para el día es para recordarte a ti mismo quién ya no quieres ser, para conocerte a ti mismo, para volverte tan consciente de tus programas inconscientes que no vayas a volverte inconsciente de ellos durante el día.
¿Por qué? Porque hoy luchaste con esa personalidad que está creando la misma realidad personal.
Y, si tu personalidad se compone de cómo piensas, cómo actúas y cómo sientes, y quieres crear una nueva realidad personal, entonces tienes que cambiar tu personalidad.
Eso significa que tienes que volverte tan consciente de esos programas inconscientes que ya no serás el programa, serás la conciencia observando el programa.
Desenredarse de eso no es fácil. Por eso es que la mayoría de las personas no lo hacen y agarran su teléfono celular y dicen: “Déjame crear un poco de dopamina viendo si he recibido algún mensaje de texto de alguien que me gusta”.
Pero si en su lugar dijeras: “¿Qué pensamientos quiero activar y conectar en mi cerebro? Con mi atención y mi intención voy a hacer que esa sea la voz más fuerte en mi cabeza”.
Si sigues activando y conectando, ese hardware se convertirá en un programa de software y será una nueva voz. Una que tú instalaste. No hay magia allí.
Y si dijeras:
“Oye, ayer me fue muy mal con mi reunión de personal. Estaba distraído. Quiero otra oportunidad. ¿Cómo luce la grandeza? ¿Cómo se manifestaría mi grandeza en la reunión de personal? Tengo otra oportunidad. Tengo diez dedos en las manos y diez dedos en los pies. Estoy vivo. Mi corazón está latiendo. No fracasé. Tengo otra oportunidad hoy. Bien. ¿Qué sé de mí mismo que soy capaz de hacer?”.
El acto de cerrar los ojos y ensayar quién vas a ser instala más hardware, ¡el cerebro lucirá como si ya lo hubieras hecho! Ahora ya no está en el pasado, está preparado para el futuro.
Si sigue haciéndolo, se convertirá en un programa de software. Y vas a empezar a lucir bastante bien, la gente lo va a notar.
¡Vas a demostrar grandeza!
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