🔴 REVELADO. Esto es lo que Está Fallando en Tus Meditaciones. Dr. Joe Dispenza en Español

Por otro lado, la mente subconsciente está conformada por el 95 % de nuestra mente total y por todas las identificaciones y asociaciones, tanto negativas como positivas, que dan lugar a nuestros hábitos y comportamientos.

Así pues, puedes comprender que la mayoría de quienes somos para cuando tenemos 35 años se encuentra en un sistema de programas subconscientes.

Puede que las personas digan conscientemente “quiero ser feliz”, “quiero tener una buena vida”, pero tienen una agenda subconsciente completamente distinta.

Entonces, ¿cuál es el propósito de la meditación?

Nuestra mente analítica siempre está funcionando, siempre está en marcha.

Las mentes de las personas siempre están vagando hacia el futuro o vagando hacia el pasado. Pensando en algo bueno o pensando en algo malo. Pensando en algo positivo o negativo o todas las diferentes dualidades por las cuales la gente vive.

Ahora bien, cuando comienzas a ralentizar la mente consciente, a eliminar tu mundo externo, cuando cierras los ojos y eliminas la entrada sensorial que viene de tu mundo exterior, comenzando con la supresión de la entrada visual y luego con el cierre de la entrada auditiva, tal vez tocando música o poniéndote tapones para los oídos o sentándote en silencio… tus ondas cerebrales naturalmente pasan de procesar el mundo externo a un estado más relajado. Y eso se llama alpha.

Cuando empiezas a moverte hacia alpha, tus ondas cerebrales se desaceleran y, de repente, ya no es tan fácil analizar, criticar ni pensar en términos de dualidad.

De modo que el propósito de la meditación es entrar en la mente subconsciente abriendo la puerta a través de la mente analítica.

Una vez que logramos abrir la puerta a través de esa mente y entrar en el subconsciente, entonces podemos comenzar a cambiar las asociaciones negativas por otras más positivas.

Cuando hacemos ese proceso al principio, como en las meditaciones, donde comienzas a darte cuenta del espacio que tu cuerpo ocupa en el espacio, y el espacio alrededor de tu cuerpo, y el espacio de la habitación en el espacio, en el momento en que haces eso y participas sin analizar y simplemente comienzas a tomar consciencia, algo asombroso ocurre: dejas de vivir enfocado en objetos.

Cuando vives en estrés, en ese reino beta, te obsesionas con cosas, con problemas, con peinados, con ropa, con tus pertenencias o con cualquier otra cosa material, y, además, alternas entre pensar y sentir, y esos químicos hacen que nos enfoquemos mucho en los objetos.

Si, por ejemplo, un león en el Serengueti está sentado tomando el sol cuando pasa una manada de gacelas y ve a una de ellas caminando fuera del patrón porque está cojeando, en ese momento, cuando el león ve a la gacela que cojea, se enfoca en el objeto y se dice “ese es el almuerzo” o “eso es cena para mis cachorros” y no ve nada más.

Por otro lado, cuando la gacela ve al león y se da cuenta de que está a punto de ser perseguida, se enfoca mucho en el objeto, piensa en su cuerpo, piensa en su entorno, piensa hacia dónde va a ir, comienza a pensar: “¿Cuánto tiempo tengo para llegar allí?”. Se obsesiona con su cuerpo, el entorno y el tiempo.

Nosotros hacemos exactamente lo mismo cuando vivimos de esas emociones limitadas: nuestros pensamientos se centran en nuestros cuerpos, en los objetos en nuestro entorno, los lugares, las personas y todas las cosas que representan el mundo externo, todo lo que es conocido.

Nos centramos en lo conocido. Y, mientras sigamos haciendo eso, la conciencia respaldará la realidad del cuerpo, el entorno y el tiempo.

Eso hará que nuestras ondas cerebrales pasen a un modo de emergencia, lo que nos separa del campo cuántico.

Porque la supervivencia no tiene nada que ver con proyectos futuros a largo plazo. Tiene todo que ver con cuidarse a sí mismo, y los químicos que se crean en ese proceso son muy adictivos dado que le dan al cerebro una ráfaga de energía.

La gente se vuelve adicta a esos químicos porque no saben que están usando a las personas en sus vidas o los problemas en sus vidas para reforzar esa adicción emocional.

De modo que se mantienen en esa situación, a pesar de que no funciona, solo para reforzar la emoción que pueden usar para recordar quiénes creen que son como individuos.

Así pues, la mente analítica está ocupada evaluando, juzgando y planificando su futuro y prediciendo un resultado, alistándose para recibirlo o esperando que suceda algo conocido en particular.

Sin embargo, a medida que comenzamos a entrar en el subconsciente, a ir más allá de esa mente analítica y a abrir nuestro enfoque al espacio que nos rodea, por el mero hecho de estar moviendo nuestra conciencia fuera de esta caja limitada en el cerebro para comenzar a tomar conciencia del espacio que nos rodea, el cerebro se moverá hacia una frecuencia diferente y las ondas cerebrales empezarán a volverse muy coherentes, ordenadas y sincronizadas.

Cuando el cerebro hace eso, comienza a recalibrar el orden.