Descubre Cómo el Sonido es una Fuente de Sanación Interna. Bruce Lipton en Español.
BRUCE LIPTON: Sobre por qué el sonido es tan influyente en atacar problemas de articulaciones y huesos, como por ejemplo la artritis, es algo muy interesante porque, número uno, la gente no entiende esto.
Los huesos tienen más nervios que ningún otro sistema, excepto el propio sistema nervioso. Así que nuestros huesos están totalmente inervados, pero también debemos mencionar que son cristalinos. La mayoría de la gente piensa que los huesos son como las piedras, pero no reconocen que están vivos. ¡Y mucho!
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El significado de eso es que los huesos también tienen un carácter. Eso es realmente algo muy emocionante porque estamos empezando a entender la naturaleza de ese carácter, que hasta tiene un nombre.
Se llama actividad piezoeléctrica. Ese nombre científico es complicado, pero mucha gente está familiarizada con la electricidad piezoeléctrica sin saberlo.
Por ejemplo, si tienes una estufa de gas y la vas a encender, oirás un clic, clic, clic. ¿Qué está pasando ahí cuando aparece la llama? Que hay un cristal piezoeléctrico y cuando enciendes el interruptor, hay un pequeño martillo que golpea, como un bang, bang, bang.
Cada vez que golpeas un cristal piezoeléctrico, lo que hace es que emite una chispa eléctrica. Así que por eso pones ese cristal piezo en la zona del flanco del gas, lo golpeas, sale la chispa y enciendes el gas.
Los huesos también son piezoeléctricos y hay un par de razones: 1) cuando te paras derecho, pones toda presión sobre el hueso de la pierna, que es lo mismo que martillarlo, y estás enviando actividad eléctrica a través de ese hueso.
Esta actividad eléctrica determina dónde el hueso va a construir una fuerza extra porque es de donde viene la presión. Así que sabe dónde construir el hueso por la dirección de la electricidad. Por eso, la postura es algo muy crítico.
Digamos que una mujer lleva zapatos planos y en su postura, la energía que golpea el hueso va directamente hacia arriba y hacia abajo. Y el hueso hará su fuerza hacia arriba y hacia abajo para resistir la presión de la gravedad.
Si, en cambio, la mujer se pone unos zapatos de tacón, cambia el ángulo. Ahora, la electricidad viene en un ángulo diferente y construye el hueso de una manera diferente. De nuevo, siempre está buscando acomodar la gravedad.
Así que la actividad eléctrica del hueso es una parte muy necesaria de su crecimiento. Pero entonces aquí es donde intervienen las articulaciones y los problema de artritis.
Como he dicho, los huesos tienen tantos nervios en ellos que la gente no se da cuenta de que cuando dos huesos se tocan entre sí, hay demasiadas conexiones nerviosas en juego. El dolor entonces se hace insoportable, como lo padecen los artríticos.
Las personas se preguntarán: ¿cómo es que cuando me pongo de pie no siento dolor todo el tiempo? La explicación de eso es que hay algo llamado líquido articular, también llamado líquido sinovial. Es una sustancia química compuesta de ácido hialurónico.
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Y aquí es donde la electricidad vuelve a cerrar el círculo. Cuando nos paramos, la electricidad es empujada en el hueso. La electricidad no solo ajusta el crecimiento del hueso, sino que también va al fluido de la articulación, al fluido sinovial, y este, en algo que es como magia, se hincha con la electricidad.
Así que cuando empiezas a ponerte de pie los dos huesos no se tocan. La hinchazón del líquido lleva a los huesos a separarse. En realidad están levitando. Los huesos no se tocan. Se deslizan sobre un fluido y el fluido los mantiene separados.
Pero cuando tienes problemas como la artritis o problemas en las articulaciones, entonces a veces los cristales se meten en ese fluido sinovial y eso produce un cortocircuito.
Así que mientras la función de la electricidad era hacer que los huesos empujaran las partes para que no se tocaran entre sí, cuando tienes un problema en la articulación como con el líquido sinovial, la electricidad no hace que se expanda.
Lo siguiente que descubres es que los huesos empiezan a tocarse y por eso el dolor artrítico es tan perjudicial, porque los huesos no se separan unos de otros.
Hay muchas cuestiones que pueden interferir con las articulaciones, causando ese problema, pero todo esto está relacionado. ¿Con qué? Con la electricidad, la vibración y la armonía.
También se sabe que el sonido puede generar electricidad. Así que cuando juntamos todo esto, se empieza a ver esa sintonía y vibración del sistema nervioso.
Algo de lo que Daniel David Palmer habló con respecto a la quiropráctica se aplica a la comprensión de la curación por sonido también: cuando puedes ayudar a la gente a hacer que sus articulaciones respondan de otra forma a la vibración, puedes eliminar este dolor.
Así que el sonido sería una interferencia muy adaptativa y reconstructiva que permitiría a la gente reducir el dolor y los problemas articulares, especialmente cuando hay un problema de líquido sinovial.
De nuevo, eso está relacionado con la energía, la armonía y la vibración, que es la nueva forma de ver la biología.
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