Descubre Cuál Es EL SECRETO PARA ALCANZAR EL PODER INTERNO y Liberarte de Cualquier Enfermedad. Joe Dispenza.
Tu cerebro está organizado para reflejar todo lo que sabes en tu vida. Es un registro del pasado, un artefacto de todo lo que has aprendido y experimentado hasta este momento.
La mayoría de las personas cumplen con la misma rutina todas las mañanas; luego salen a encontrarse con las mismas personas, hacen siempre las mismas cosas que han memorizado y al final del día vuelven a casa a revisar los correos electrónicos y las redes sociales, y luego miran sus programas de televisión favoritos hasta finalizar el día.
Ahora te pregunto, con ese patrón de actividades ¿es posible que el cerebro experimente algún cambio durante el día?
Podríamos decir que la persona ha estado pensando en las mismas cosas de siempre, realizando las mismas acciones inconscientes, viviendo las mismas emociones, y, sin embargo, en secreto ha estado esperando que su vida cambie.
Si no estás definido por una visión que sea mayor que tú y no sientes pasión por esa visión, entonces lo que te quedan son los circuitos del pasado que alberga tu cerebro y tendrás una vida predecible.
Si tu cerebro es un registro del pasado y no tienes una visión del futuro, entonces estás viviendo en el pasado y nunca llegarás a un nuevo futuro.
[Video] Dr. Joe Dispenza en Español
Existe un principio en neurociencia que dice que las neuronas que se activan juntas se conectan formando redes neurales.
De manera que, si estás pensando lo mismo, tomando las mismas decisiones, exhibiendo los mismos comportamientos y reproduciendo las mismas experiencias, eso reforzará las mismas redes neurales en los mismos patrones, produciendo las mismas emociones.
Así estarás consolidando en tu cerebro algunas señales bien definidas, porque a medida que activas y conectas los mismos circuitos en la misma forma, esos circuitos se fortalecen.
Es por eso que a la edad de 35 años ya te habrás convertido en un conjunto de comportamientos memorizados, hábitos inconscientes, reacciones emocionales automáticas, creencias, percepciones y actitudes que funcionan como un programa de computadora.
Cuando haces una misma cosa una y otra vez, la repetición de esa acción condiciona a tu cuerpo con el tiempo para que sepa cómo realizar la acción mejor que tu mente. En eso consiste la formación de un hábito.
El 95 % de los comportamientos, actitudes, pensamientos, creencias y reacciones emocionales de la mayoría de las personas son programas subconscientes.
Esto es importante, porque cada vez que aprendes algo nuevo generas nuevas conexiones sinápticas en tu cerebro. Esa es la evidencia física que resulta de tu interacción con el entorno, y las huellas en tu consciencia están constituidas por lo que aprendiste.
El ganador del Premio Nobel, Eric Kandel, descubrió que cuando una persona aprende una nueva información se duplica el número de conexiones en su cerebro de 1.300 conexiones a 2.600.
Pero si la persona no revisa esa información y no puede repetirla o recordarla, esos circuitos se desvanecen en horas o días.
De modo que, si aprender es crear nuevas conexiones sinápticas, recordar es mantener y sustentar esas conexiones.
Cada día tienes entre 60.000 y 70.000 pensamientos, de los cuales el 90 % son los mismos del día anterior. Así que, si consideras que tus pensamientos están conectados a tu vida, los mismos pensamientos te conducen a tomar las mismas decisiones, que te llevan a los mismos comportamientos, que crean las mismas experiencias y emociones, que llevan de nuevo a los mismos pensamientos.
De manera que nuevos pensamientos y nueva información deberían conducir a nuevas elecciones, que producirían nuevos comportamientos, que crearían nuevas experiencias, que producirían nuevas emociones que, a su vez generarían nuevos pensamientos. Eso se denomina evolución.
Esto es fundamental porque tu biología, tus redes neuronales, tu química cerebral, tus hormonas e incluso tu expresión genética concuerdan con tu forma de pensar, actuar y sentir. Estos tres componentes constituyen tu personalidad que crea tu realidad personal.
Así que si deseas crear una nueva vida tienes que comenzar a pensar en tus pensamientos y cambiarlos. Tienes que prestarles atención a tus pensamientos inconsciente, hábitos y comportamientos automáticos y modificarlos.
La mayoría de las personas tratan de crear una nueva realidad personal manteniendo su misma personalidad, y eso no funciona, tienes que convertirte en una persona diferente.
Así que tienes que observar las emociones que experimentas cada día, que están conectadas a tu pasado y decidir si esas emociones tienen cabida en tu futuro.
Por ejemplo, cuando sufres algún trauma se genera miedo de que la experiencia que te traumatizó se repita en el futuro.
De manera inconsciente, cada vez que piensas en ese futuro, que constituye lo peor que podría ocurrir, y sientes la misma emoción, estás condicionando a tu cuerpo a transformarse en tu mente de manera subconsciente.
Así que todo lo que necesitas es alguna indicación de tu entorno que te diga que no estás seguro y que hay algo fuera más fuerte que tú que va a victimizarte.
Ese sentimiento de miedo hará que tengas pensamientos concordantes con el miedo. Así que ya no necesitarás las señales del entorno para sentir ese miedo, pues es suficiente con que pienses acerca de ello para que desequilibres al cerebro y al cuerpo.
Esto hace que el cuerpo entre y permanezca en un estado de emergencia, lo que requiere mucha energía y recursos.
De este modo se interfiere con las funciones naturales de protección, regeneración y crecimiento de tu organismo.
Tu cuerpo rechaza los virus todo el tiempo. El sistema inmunológico memoriza la información acerca de ciertos virus y bacterias a los que has estado expuesto.
Debido a esto no todos los virus pueden atacarnos, porque nuestro cuerpo tiene una inteligencia y toda una memoria con información en el interior de los glóbulos blancos.
De acuerdo con nuestras investigaciones, cuatro días de apertura de tu corazón hacen que se libere inmunoglobulina en tu cuerpo, que es la defensa primaria contra bacterias y virus. Esto es mejor que las vacunas contra la gripe, constituye la defensa natural del organismo.
Esa es la inteligencia innata del cerebro diciendo que puede luchar contra esas amenazas, que tiene suficiente energía y que por lo tanto el mundo exterior ya no controla a su mundo interior.
Ese es el estado creativo en el que la persona comienza a manifestar todo lo que desea.
Hemos podido demostrar que el campo de energía que se crea en torno a la persona se expande, y hace que irradie más luz debido al intercambio de información que se produce entre las células.
Al incrementarse la liberación de inmunoglobulina en el cuerpo en un 50 % el sistema inmune recibe una nueva señal y se producen otros químicos que estimulan las arterias y la circulación.
Esto activa el corazón y lo que se siente es una enorme cantidad de amor y plenitud, que hace que la persona se sienta menos separada de todo lo que desea en la vida, pues al no tener ninguna sensación de carencia siente que ya lo tiene todo.
Ese estado emocional es el que propicia la ocurrencia de todo tipo de sincronicidades sin que la persona tenga que hacer nada para que se produzcan.
La persona se libera de su pasado y se conecta con la energía de su futuro.
Es posible que las personas puedan sanarse en una semana, si generan en su interior emociones elevadas de amor, gratitud y libertad, y se liberan del pasado.
Cuando el cuerpo se libera y sienten esa emoción elevada, mientras más fuerte es la emoción de esa liberación, más atención le prestan a esa imagen en su mente.
De ese modo crean nuevas redes neuronales en su cerebro y condicionan su cuerpo a un nuevo futuro, que ya no dependerá de su pasado.
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Ahora, desde sus emociones, alteran también su genética, de manera que las emociones señalan nuevos genes que producirán mejores proteínas, y de repente la persona comienza a sanarse.
Nuestras investigaciones confirman que las personas pueden hacer eso en cuatro días, y que esos nuevos genes pueden reducir las células cancerígenas y reparar y regenerar los tejidos.
Nuestros genes son como una gran biblioteca, llena de potencialidades, información y posibilidades.
Una vez que tienes la señal adecuada, puedes seleccionar e instruir nuevos genes que producirán estas nuevas proteínas y puedes regular los genes de diferentes formas.
Cuando los genes se regulan hacia arriba producen proteínas robustas de buena calidad, que mejoran la constitución física y el funcionamiento a nivel hormonal e inmunológico.
Es lo contrario a lo que ocurre cuando el individuo está en estado de supervivencia, pues la falta de energía hace que se produzcan proteínas de baja calidad, porque el cuerpo no está dispuesto a crecer, solo necesita protegerse.
Pienso que, si compartimos las mismas experiencias, porque nos gustan las mismas cosas, compartimos también las mismas emociones. Esto permite que podamos relacionarnos intercambiando ideas e información.
Si compartimos la misma energía, esa energía es información.
Por ejemplo, muchas personas se usan entre sí para reafirmar su dependencia de sus propios sufrimientos, considerando que sufren siempre más que el otro y manifestando sus quejas entre ellos.
Se encuentran por lo tanto resonando en la misma frecuencia y hay concordancia entre ellos.
Lo mismo ocurre cuando se intercambian experiencias positivas con otra persona, en las que la energía es constructiva y se tiene una sensación de elevación.
Cuando no hay concordancia, sino una disonancia entre las energías de las personas, se tiene una sensación disruptiva y no se transmite ninguna energía entre ellas.
Creo que hay que llegar a dominar la habilidad de estar a un nivel de resonancia y coherencia tal, que cuando entres a una habitación eleves la energía de todos los allí presentes.
Esto ha de hacerse sin que la propia energía decrezca bajo ninguna circunstancia o condición. Eso sería superior al entorno y es el modelo a seguir.
Imagina a 1500 personas participando en un evento en el que todos están alcanzando un alto grado de coherencia. Al medir los niveles de energía que circula en todo el recinto se obtienen unos resultados en verdad asombrosos. Hay energía suficiente para sanar y producir cualquier clase de eventos.
Eso es algo que traemos a la vida mediante nuestra consciencia, y mientras más elevadas sean las emociones de amor, gratitud, libertad, gozo o éxtasis, mayor es la frecuencia.
Ahora bien, ocurre que en un grupo de personas en estado de coherencia que emanan mucha energía se crea entropía. Un grupo pequeño de personas, altamente coherentes puede generar una señal muy poderosa.
En esos casos los niveles de energía son tan grandes que permiten contemplar un amplio rango de posibilidades que no habríamos creído viables. De hecho, no tengo explicación para algunos de los fenómenos que ocurren. Pero es como si cada persona se encontrara en un estado de divinidad.
La manera de medir esto es valorando nuestros sentimientos, pues podemos sentirnos exaltados o despojados de nuestra energía.
En nuestra comunidad las personas que han forjado relaciones cercanas tienden a vivir por más tiempo, porque son más conscientes y no tienen sentimientos de culpa, o necesidad de competir.
Creo que el fin último ha de ser alcanzar un nivel en el que muestres al mundo la persona que en verdad eres, de una manera transparente que no requiera esfuerzo alguno, ya que puedes ser tú mismo.
Lo importante es que seas menos inconsciente ante todos esos programas que por mucho tiempo han controlado tu existencia.
Cuando te conectas con el campo de energía y experimentas esa sensación de éxtasis y gozo comprendes que nada de eso proviene del exterior, de nada que hayas hecho o de lo que posees. Proviene de tu interior, así que dejas de buscar fuera de ti.
Es cuando comienza el éxtasis, y no querrás perderte ni un instante, porque es algo maravilloso.
Eso es lo que persigo, porque cuando tienes esos momentos trascendentales entiendes que esa experiencia forma nuevos circuitos en tu cerebro y produce un sentimiento, que no es algo químico, sino eléctrico y hace que cada célula de tu cuerpo se estremezca.
En esos momentos te encuentras exaltado y despierto. Tu espectro de la realidad se amplía, el condicionamiento desaparece y puedes ver la realidad como en verdad es, y de repente comienzas a percibir la parte que has añadido para sobrevivir.
Puedes distinguir patrones e información que trascienden la realidad tridimensional que antes no veías, todo debido a los nuevos circuitos que operan en tu cerebro.
Todas las personas y las cosas lucen diferentes, puedes percibir la belleza y la plenitud, y todos tus sentidos funcionan en conjunto. Es la bendición del despertar, hacia donde nos dirigimos.
Cuando nos convertimos en un ejemplo viviente de la verdad, encarnando esto, no hay límites a lo que podemos hacer.
Tengo la esperanza de que los seres humanos desarrollemos esta habilidad de creer en nosotros mismos, que nos hará creer en las infinitas posibilidades. Esa es la creencia más elevada.
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