Descubre Cómo Podrás Cambiar tu Mente y Cuerpo a Través de la Meditación. Dr. Joe Dispenza en Español.
Yo solía pensar que crear la realidad era un proceso difícil, que tomaba una gran cantidad de tiempo, energía y sacrificios.
Sin embargo, ahora estoy convencido de que no tiene que ser de esa manera. Puede ser como tú quieras que sea, solo hay que trabajar para cambiar las creencias.
[Video] Dr. Joe Dispenza en Español
Una investigadora en una universidad en Australia tomo la mayoría de los escáneres cerebrales que yo había hecho y los hizo analizar por sus estudiantes de posgrado, quienes hicieron un estudio estadístico del material.
Uno de los resultados más sorprendentes para este equipo de investigadores fue la capacidad de nuestra comunidad de llegar a ese punto en el que no son nadie, no están en ningún lugar y no pertenecen a ningún período de tiempo.
Estas personas practicaron esta habilidad muchas veces y podían crear momentos en los que iban más allá de ellos mismos, disociándose de todo lo conocido en el mundo material. Al hacer eso comenzaban a cambiar sus ondas cerebrales, que se ralentizaban hasta llegar a las ondas alfa y theta.
De este modo se suprime el banco de memoria del ser conocido que te mantiene conectado a la realidad tridimensional.
Cuando calmas ese mecanismo comienzas a conectarte con el campo de energía, y cuando puedes permanecer consciente en esos reinos del subconsciente, en donde puedes regular y cambiar las ondas cerebrales, estás en el sistema operativo, y allí puedes hacer cambios significativos.
Ahora bien, no todas las personas reaccionan de igual manera ante este proceso.
Las personas que llamamos auto emprendedores son las que dicen: “Voy a hacer esto, porque así lo decidí”.
Esa es una forma elevada de motivación, aunque no la más elevada.
Lo que sabemos es que las personas que están motivadas por un propósito, tienen una convicción personal natural alineada con su propósito, porque tienen una razón para levantarse cada día.
Pasa lo contrario si una persona está muy desconectada de su futuro con pensamientos muy negativos, como los pensamientos suicidas, y haciéndose daño a sí misma.
Lo que se puede hacer en estos casos para comenzar a sentir un poco de alivio y paz en el corazón es bastante simple.
En primer lugar, se debe buscar el conocimiento y experimentar la sabiduría. Se debe dominar la filosofía de la mente, el cuerpo y el alma.
Se debe aprender pensando, haciendo y siendo. Lo que la persona aprende a nivel intelectual debe aplicarlo, implementándolo hasta conocerlo de corazón.
Este es el viaje del conocimiento, pues cuando aprendes esa información y la estudias a consciencia comienzas a ver el mundo de otra manera, porque tu cerebro está cambiando.
Luego cuando te preguntas cómo puedes usar esa información, cómo puedes aplicarla y personalizarla, comienzas a pensar en formas de hacer que tus comportamientos concuerden con tus intenciones.
Es un proceso de ensayo y error muy importante. Si no te resulta la primera vez, no debes rendirte, sino intentarlo de nuevo. Así comienzas a aprender a hacer esto, y cuando practicas una y otra vez comienzas a tener nuevas experiencias que enriquecen las redes neurales que se forman en tu cerebro a nivel filosófico.
Esto hará que el cerebro libere ciertas sustancias químicas que te harán sentir que te liberas de tus limitaciones y que eres un ser más completo. De este modo le estás enseñando a tu cuerpo, a nivel químico, a entender lo que tu mente comprende a nivel intelectual.
De manera literal comienzas a encarnar ese conocimiento, pues a nivel biológico estás activando nuevos genes y codificando nueva información.
Ahora bien, lo que no puedes esperar es que al hacer esto el primer día se materialice lo que deseas. Tienes que hacerlo una y otra vez, pues la práctica que adquieres con la repetición es lo que condiciona la mente y el cuerpo a nivel neuroquímico para que comiencen a funcionar como uno solo.
Una vez que lo has hecho muchas veces, tu cuerpo aprende a hacerlo de manera subconsciente, del mismo modo en que antes asumía el rol de víctima, solo que ahora estará manejando una información nueva, a tal punto que te convertirás en ese conocimiento.
Estarás integrando a tu memoria una orden interna que es superior a cualquier cosa en tu mundo físico, que hasta ahora te había dicho algo diferente.
Al observar con atención me he dado cuenta de que hay personas que cuando trabajan, en las meditaciones que enseñamos, para realizar esta transformación son muy impacientes y parecen sentirse con derecho a obtener resultados inmediatos.
Quieren cambiar de manera instantánea las carencias y el dolor que están sintiendo. Estas personas nunca se superan en su meditación, y cuando terminan de meditar creen menos en este trabajo.
Otras personas afirman estar conscientes del momento en el que decidieron cambiar, porque llegaron a una situación extrema.
Esa decisión de cambiar conlleva una capacidad de energía mayor que la de los programas insertados en su subconsciente y que los condicionamientos emocionales que actúan sobre el cuerpo.
Esto hace que el cuerpo responda a la mente en el momento en que se toma esa decisión. Por eso, ese momento nunca se olvida.
Algunos de estos individuos se sientan a hacer este trabajo después de haber intentado solucionar un problema de salud por todos los medios disponibles, sin resultados.
Han llegado al final de un camino en que no les queda otra cosa en que creer, excepto en ellos mismos. Así que se concentran con todo lo que tienen, pues no cuentan con nada más.
Pero cuando consiguen ir un poco más allá del punto en el que por lo general se detendrían, se impulsan a sí mismos para avanzar aún más, pues ya comenzaron a creer en ellos mismos.
Cuando finalizan la meditación, lo hacen con la creencia de que sí está funcionando.
Aquí lo que cuenta no es el trabajo que están haciendo, sino que las personas crean en ellos mismos, porque esto los hace creer en las posibilidades.
Hay algo interesante que tiene que ver con el trauma, porque cuando estás traumatizado, alguna amenaza, algún peligro o alguna condición en el mundo exterior, que percibes con tus sentidos, está cambiando la forma en que te sientes en tu mundo interior, llevándote a un estado de alarma.
Cuando cambias tu estado interno y pasas a ese estado de emergencia se reduce tu enfoque de la causa y es como si el cerebro congelara una imagen tomando una instantánea. Es lo que se llama una memoria a largo plazo.
Esa imagen se marca como una holografía en tu cerebro. Por eso recuerdas mejor esa experiencia y lo que sentiste cuando ocurrió, y eso cambia tu biología.
Piensas a nivel neurológico dentro del contexto de esa experiencia y sientes a nivel químico dentro de los límites de esas emociones, y esa manera de pensar y sentir se convierte en el estado de tu ser.
De este modo cambias a nivel biológico y en muchos casos es una emoción fuerte la que empieza a seleccionar e instruir al gen que crea la enfermedad, porque el entorno marca al gen y el producto final de una experiencia en el entorno es una emoción.
Así que la emoción que sientes al evocar ese evento está de hecho seleccionando al gen que te hará cambiar. Los genes generan proteínas, de manera que comienzas a llevar el trauma no solo en tu cerebro, sino ahora también en tu cuerpo.
Esto es así porque cada vez que piensas en el evento y lo revives sigues creando las imágenes que mantienen las redes neurales activas en el cerebro, sintiendo lo ocurrido a nivel emocional.
En este punto tu cuerpo, que es muy objetivo, cree que está viviendo en la misma experiencia del pasado, tal vez cincuenta o cien veces al día. Todo lo que necesitas es un estímulo y una respuesta. El estímulo lo da esa imagen mental que tienes y la emoción que se genera a partir del pensamiento.
De modo que condicionas tu cuerpo y tu cerebro en el pasado.
Me han preguntado por qué es la memoria de eventos dolorosos más intensa que la memoria de eventos felices y placenteros.
Pienso que cuando se activa el gen de la supervivencia, la preservación es la clave, y pasa a ser lo único que importa.
Es muy probable que conozcas a alguien a quien le estén ocurriendo diez cosas maravillosas en su vida, pero si le pasa una sola cosa negativa será en eso en lo que se concentrará. Esto se debe a que se activa el gen de la supervivencia que quiere asegurarse de que eso no vuelva a ocurrir.
Así que la persona se exalta y piensa que ocurrirá lo peor. Esto significa que de las infinitas posibilidades disponibles selecciona la peor de todas, y abraza ese futuro a nivel emocional antes de que suceda, condicionando su cuerpo para que se convierta en la mente de la ansiedad y el miedo.
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Sobrevivencia significa que tienes que preocuparte de tu cuerpo y estar atento a las posibles amenazas provenientes de tu entorno. Tienes que cuidarte de lo que pueda venir de tu exterior y pensar en el futuro basándote en lo que aprendiste en el pasado.
Eso no tiene nada de malo cuando se tiene equilibrio a nivel analítico, pero cuando se está exaltado significa que está prevaleciendo una de estas emociones: hostilidad o ira, miedo o dolor. De manera que esa exaltación impulsa al cerebro a estos estados de altas frecuencias que llamamos de beta alta.
La mayoría de las personas necesita a alguna persona, circunstancia, droga o distracción para cambiar ese estado interno, y en el momento en que notan ese cambio prestan atención a lo que lo está provocando, y comienzan a desarrollar una dependencia de lo que genera el cambio.
Pues resulta que cuando les enseñamos a las personas a autorregularse y a modificar sus ondas cerebrales, podemos ver la falta de coherencia que tiene lugar en el cerebro y saber cuándo hay demasiada exaltación y cuándo estás demasiado analítico y cambias tu atención de un problema a una persona o a otra cosa, saltando sin cesar de un tópico a otro.
Cada uno de estos elementos está asociado a una red neurológica en el cerebro, por lo que la exaltación hace que estos circuitos diferentes se activen de una manera descontrolada y el cerebro entra en un estado de incoherencia.
Si tomas dos ondas que están fuera de fase y las mezclas, cuando interfieren se aplanan porque no hay energía. Así que en este estado de incoherencia la energía abandona al cerebro.
De manera que cuando estás exaltado te concentras en la causa. Cualquier perturbación en el exterior te pone en alerta y se libera adrenalina en todo tu cuerpo, lo que te prepara para correr, pelear o esconderte, porque estás en modo de supervivencia.
Pero ¿qué ocurre si esa exaltación se produce porque estás juzgando a tu compañero de trabajo? Pues que una reacción que tiene como finalidad adaptarte a una situación de peligro se transforma en algo por completo inapropiado.
Este es el verdadero desafío. Cuando enseñamos a las personas cómo ampliar su enfoque, y a ir de un enfoque convergente a un enfoque divergente, relajándose y regulándose, sus ondas cerebrales reducen su velocidad y pasan a ser ondas alfa.
Si hacen esto de la manera correcta, los diferentes compartimentos del cerebro que una vez estuvieron activándose de manera desorganizada comienzan a unificarse, se forman grandes conglomerados y el cerebro comienza a sincronizarse.
Diferentes áreas del cerebro comienzan resonar al mismo tiempo, y cuando esas ondas interfieren entre ellas hay más energía en el cerebro
La corteza cerebral es la que nos conecta a la realidad tridimensional, que nos hace conscientes de nuestros cuerpos y constituye el ser autobiográfico, donde todo está adherido a la memoria.
De modo que cuando la persona desactiva este mecanismo pasa a un estado theta y puede dejar su cuerpo, estar en un estado de sueño ligero, sintiéndose tan a salvo que puede al final dejar ir y rendirse.
El cuerpo está durmiendo, pero la mente está despierta, y se abre la puerta entre la mente consciente y la mente subconsciente.
Si la persona puede permanecer allí y seguir regulando, ocurre algo asombroso, una descarga de energía del cuerpo, y el cerebro entra en un estado de súper coherencia, el estado de las ondas gamma, que es un estado de consciencia superior.
Esto ocurre a un nivel sobrenatural, hay tanto orden y tanta energía en el cerebro que se alcanza un estado de completo éxtasis. Es un estado de gozo absoluto, un sentimiento a la vez conocido e insospechado.
La memoria que se crea en este estado es diferente, a un nivel muy profundo, de la sensación de éxito, de abundancia, de amor o cualquiera que hayamos experimentado jamás.
Es algo por completo nuevo, y es muy emocionante. La persona observa un cambio dramático en su estado interior y con esa experiencia se tiene una imagen muy lúcida y profunda de la información recibida.
Ese es el momento en el que el cuerpo reescribe su programa biológico, de manera que la energía conforma materia y el sistema nervioso autónomo regula el proceso a un alto nivel.
Recordemos que la enfermedad es la falta de regulación del sistema nervioso autónomo, que ahora está en un alto nivel de regulación y orden, enviando información muy coherente a las células y a los tejidos.
Las células comienzan a emitir más luz e información coherentes, y la enfermedad desaparece.
Todo esto es impulsado por una visión de futuro.
¿Puedes creer en un futuro que aún no puedes ver o experimentar con tus sentidos, pero que has imaginado lo suficiente como para que tu cerebro cambie para adecuarse a la experiencia de ese futuro, como si ya hubiera ocurrido?
Pues, las últimas investigaciones en neurociencia y en plasticidad neuronal nos dicen que podemos cambiar nuestro cerebro para que, en lugar de vivir en el pasado, viva en el futuro.
¿Puedes enamorarte de esa visión a tal grado que salgas de tu estado de reposo y cambies la culpa y el sufrimiento por la inspiración, la alegría y la gratitud?
Pregúntate si puedes enamorarte a tal punto que tu cuerpo, como la mente subconsciente, no reconozca la diferencia entre ese evento externo y lo que estás creando internamente. De modo que tu cuerpo crea que vive en ese futuro en el momento presente.
Así comenzarás a activar nuevos genes, de maneras novedosas, para cambiar tu cuerpo y hacer que parezca que el evento ya ha ocurrido.
Las últimas investigaciones en epigenética indican que puedes cambiar tu cuerpo solo con tu pensamiento.
Ahora, piensa en esto. Si hay evidencia física en tu cerebro y en tu cuerpo para que parezca como si el evento ya ha ocurrido, tu cerebro y tu cuerpo ya no están viviendo en el pasado, están viviendo en el futuro, y entrarás directamente a tu visión.
La razón por la que las personas realizan cosas maravillosas en sus vidas es porque un día despiertan con un pensamiento que surge de la nada, y que tan solo era una posibilidad en el futuro. Algo nuevo que querían experimentar.
En cuanto comienzan a pensar en esta experiencia, contemplando esta realidad potencial, activan una parte de su cerebro llamada lóbulo frontal, que constituye el mayor logro del ser humano y un 40 % de todo el cerebro.
De manera que en el momento en que la persona piensa en cómo sería ser un líder, cómo sería tener éxito o cómo sería tener una visión determinada hecha realidad, ese pensamiento activa esta parte del cerebro, porque el resto del cerebro es sólo un montón de programas automáticos.
De ese modo el lóbulo frontal, que es el centro el creativo, se despierta y tiene conexiones con todo el cerebro. Es el que comanda, es el jefe, es el director de la orquesta sinfónica del cerebro.
En el momento en que la persona se vuelve creativa, el lóbulo frontal comienza a seleccionar diferentes redes de neuronas que se almacenan en el cerebro a partir de cosas que ha aprendido o experimentado, y cuando empieza a pensar en “qué pasaría si…” el cerebro comienza a seleccionar estas diferentes redes y comienza a unirlas a la perfección.
Esto hace que se activen nuevas secuencias, nuevos patrones y nuevas combinaciones en su cerebro, que comenzará a funcionar de manera diferente.
Su manera de ver las cosas cambiará, porque la mente es el cerebro en acción, y en el momento en que esas neuronas se activan en tándem la persona obtiene una imagen en su mente, un holograma, una visión, una abstracción.
Para aquellas personas que son apasionadas ese pensamiento que están pensando comienza a crear una emoción elevada, se vuelven inspiradas, se sienten entusiasmadas y llenas de Dios, sienten con intensidad y abren sus corazones.
De repente, estas personas combinan una intención clara con una emoción elevada, y hemos podido comprobar una y otra vez que esto produce un cambio fundamental en el interior de las personas, a nivel biológico y neurológico. Por lo que el cerebro y el cuerpo pasan de vivir en el pasado a vivir en el futuro.
Cuando estás asimilando un pensamiento negativo, una emoción negativa o un juicio negativo tu nivel de energía disminuye, pero en este estado es todo lo contrario, experimentas una felicidad increíble.
Así que aun cuando sigas teniendo pensamientos negativos ya no estarás vibrando al nivel de esos pensamientos, te habrás elevado por encima de ellos.
Creo que cada vez más personas están comprendiendo esto, y aquellos en su entorno los perciben como personas por completo cambiadas.
Todo lo que hay que hacer es persistir hasta que el cuerpo deje de estar en el pasado y se mueva hacia el presente.
Nunca sabes a quién va a afectar mañana lo que estás haciendo hoy. Lo que estamos viendo es cómo las personas ven aparecer cosas maravillosas en sus vidas, a todos los niveles, no debido a algo que estén haciendo, sino debido a aquello en lo que se han convertido, que hace que otros los consideren más relevantes en su comunidad.
Pienso que es así como podemos cambiar el mundo.
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