Descubre lo que Revela Bruce Lipton: Estamos Llegando al Final de Nuestros Tiempos.
El mundo está en un estado de constante evolución. Y cuando me refiero a evolución no quiero decir una transformación física. Los humanos ya no van a mutar hacia algo diferente.
La evolución que realmente estamos experimentando ahora es un cambio de consciencia.
[Video] Bruce Lipton en Español
Una consciencia que en el pasado nos separó como individuos y que ha sido programada con la creencia de que la vida es una lucha y de que estamos aquí para sobrevivir. Que tenemos que competir entre nosotros, rebajarnos, socavarnos…
Nos programaron para actuar como individuos, buscando nuestro propio poder particular.
Pero en el mundo actual hay una visión nueva. La evolución es entendida como una evolución de la consciencia. Una expansión en la que somos más que estas entidades físicas que habitamos.
En esta nueva visión de la evolución se entiende que hay energía implicada. En la física de Newton, la convencional, la que la mayoría aprende en los colegios, los átomos son partículas físicas, como si se tratara de granitos.
Pero en 1925 los físicos llegaron a una nueva comprensión porque se preguntaron de qué están hechas esas pequeñas partículas llamadas átomos. Y miraron dentro del átomo y encontraron partículas más pequeñas: los electrones, los protones y los neutrones.
Pero esa no era la cuestión, porque todavía había que preguntarse de qué estaban hechas esas partículas.
Y ahí fue cuando el mundo cambió, porque cuando los físicos cuánticos se preguntaron de qué está hecho un electrón, un protón o un neutrón, la respuesta es que están hechos de energía. No de algo físico ni de una sustancia.
Un átomo es como un nanotornado, un campo de fuerza giratoria.
Es una ilusión creer que somos entidades físicas. En realidad somos un campo de energía.
¿Qué diferencia hace eso?
Aquí está la parte interesante. Las partículas se pueden separar: por aquí está una partícula y por allá otra. Pero seguimos hablando como si fueran una sola.
En cambio, la energía siempre está mezclada. Yo estoy sentado en un campo de energía ahora mismo.
Entonces, si estoy hecho de energía, y en efecto es así, ¿significa eso que el borde de mi energía termina justo aquí, al final de mi cuerpo?
La respuesta es no.
En la mecánica cuántica, soy un campo de energía. Adonde quiera que vaya, soy como una estación emisora de energía. Donde quiera que estés ahora mismo, tú estás emitiendo energía también.
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Cuando en el mundo newtoniano crecimos con la idea de que esto está separado de aquello y aquello de lo otro, te puedo decir que en el mundo de la física cuántica nada está separado. Todo es un campo de energía sin fronteras.
Así que lo que hago “en mi mundo” no es solo eso. Lo que hago se transmite a todo lo demás.
Y si resuena y está en armonía contigo, mi energía puede afectar la tuya. O también puede, de hecho, cancelarla.
Todo está interconectado: la silla donde estoy sentado es energía, el aire que respiro es energía, yo soy energía, tú eres energía. Todos estamos conectados en esa energía.
Pero el hecho es que las energías son comunicaciones y nosotros vibramos y transmitimos igual que una estación de radio. Transmitimos lo que somos al mundo y alteramos lo que pasa.
Va más allá del lenguaje, es comunicación. No tiene nada que ver con las palabras.
Es energía que está disponible si la quieres sentir.
Y creo que ese es el gran asunto: los sentimientos, porque los sentimientos te están diciendo que si te sientes bien, tienes más energía; si te sientes mal, te sientes débil y con menos energía.
¿Por qué ocurre esto?
Es algo más poderoso que las palabras. La energía me puede decir que estoy con personas que me apoyan porque me siento bien cuando estoy junto a ellas. O también cuando tengo un sentimiento raro de que hay algo que no me está dando buena vibra.
Entonces tenemos un nuevo mundo en el que estamos entrando y está basado en la energía. Si puedes leerla, estás siendo guiado. Si no puedes leer la energía, no sabes lo que va a pasar después.
Si escoges guiarte por las palabras, es con ellas que nos han vendido muchas ideas. Recuerda cuando un vendedor dice: “Sí, este es un buen discurso. ¿Qué piensas de él?”, y eso hace que lo compres.
Pero yo digo que si te detienes lo suficiente para pensar y decir cómo te sientes sobre eso —no qué escuchaste, sino cómo te sientes—, eso te empodera como nada en el mundo.
Entonces el llamado es a despertar ahora.
Escuchar a la gente está bien, pero debes sentir. Siente a la gente, siente dónde estás, siente que esto es lo que quieres hacer. Preguntarte: “¿Quiero hacer esto o aquello?”.
Puedes preguntarle a tu cabeza para que racionalice lo que pasa, pero lo que te digo es esto: no le hagas la pregunta a tu cabeza, sino a tu corazón. Tu corazón es el monitor de las vibraciones.
Tu corazón te dará una respuesta más precisa acerca de lo que sea en el mundo que lo que tu pensamiento racional puede decir.
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