Descubre Cómo Buda nos Dio esta ADVERTENCIA hace 2500 Años
La función de la mente es crear coherencia entre lo que creemos y la realidad que experimentamos.
Si crees que existe una amenaza, las señales de amenaza liberadas en la sangre prepararán las células para participar en una respuesta de protección.
Pero el problema es este: tal vez no hubo una amenaza real.
Las células no saben si es real o no porque ellas solo responden a los químicos, no ven el entorno real.
Entonces, si creemos que estamos bajo estrés, manifestamos ese estrés en nuestra fisiología, a pesar de que el entorno en el que vivimos no lo promueve realmente.
De repente, todos comenzamos a ver que nuestros pensamientos, ya sean correctos o no, en realidad están cambiando nuestra biología.
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Ahora, esta idea de que los pensamientos controlan nuestra vida no es nueva. Hace 2500 años, Buda decía: “Nos convertimos en lo que pensamos” y de hecho, eso es exactamente la historia que la epigenética nos presenta hoy en día.
La epigenética dice que lo que estás pensando se traduce en la química que determinará en lo que te convertirás.
Así que 2500 años después, Buda todavía tiene razón, pero ahora entendemos también el mecanismo: una señal más proteína es igual al comportamiento.
Ahora, si el comportamiento no nos está apoyando, entonces podemos decir que estamos expresando una enfermedad o un “des-orden” en el organismo.
Ahora, en esta ecuación de señal más proteína igual a comportamiento (y si el comportamiento no nos apoya estamos expresando una enfermedad), ¿qué puede ser responsable de esa enfermedad?, ¿qué puede causarla?
La parte hermosa de esto es que solo hay dos cosas a la inversa de la ecuación que pueden causar la enfermedad: la proteína o la señal.
Sí, las proteínas pueden causar enfermedades porque el defecto de las proteínas conduce al defecto de las funciones que luego se expresan como enfermedades.
Entonces, la pregunta es: ¿cuánto de nuestra enfermedad realmente está causada por proteínas defectuosas? Y el hecho más sorprendente es este: los genes defectuosos causan menos del 1% de las enfermedades.
Así que cuando volvemos a nuestra tabla y decimos que las proteínas contribuyen a la enfermedad, yo digo que pueden contribuir porque las proteínas defectuosas como resultado de mutaciones o alteraciones de nuestro genoma engañan el destino de las células, creando un comportamiento no armonioso en ellas que se expresará en enfermedad.
Es algo muy simple de entender: si el 1% de las enfermedades está relacionado con las proteínas, entonces el resto de las causas (el 99%) de las enfermedades se debe a alguna alteración en la señal.
La señal puede causar hasta un 90% o más de las enfermedades que experimentamos en el planeta. ¿Cómo puede la señal interferir con la salud?
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Primero: Si experimentamos un trauma —digamos por ejemplo un accidente en el que te tuerces la columna, interfiriendo de este modo con el flujo de información desde el sistema nervioso central a las células—, entonces la alteración de esa interferencia de comunicación podría llevar a un malentendido por parte de las células que sí responden, y eso está sucediendo porque las señales se alteran.
En consecuencia, el trauma puede causar enfermedades por interferencia con la propagación de las señales desde el cerebro hasta las células.
Segundo: Si introducimos elementos tóxicos en nuestro cuerpo, como las toxinas que adquirimos al comer alimentos agrícolas industrializados, las sustancias químicas tóxicas pueden comprometer la ruta de la señal y, si lo hacen, no promueven la propagación de una señal normal.
Los químicos tóxicos pueden distorsionar la señal, y la importancia de esto es que si el cerebro está enviando una señal para controlar las células y hay químicos tóxicos en el camino, entonces la señal que llega a las células está alterada. Por lo tanto, el comportamiento de las células alteradas puede conducir a la enfermedad.
Tercero (y quizá la causa más importante de enfermedad que influye en la señal y que no tiene que ver con que haya nada malo en el cuerpo): La influencia de nuestros pensamientos.
Nuestros pensamientos se traducen también en químicos. Ahora, ¿por qué es esto importante? Porque, si tenemos una enfermedad debida a nuestros pensamientos, no es porque el cuerpo esté defectuoso, sino porque la señal es inapropiada.
Estamos reconociendo ahora que nuestra consciencia es el problema principal en los temas de salud en este planeta, especialmente en lo que se relaciona con el estrés.
Este problema no tiene relación con nada orgánicamente malo en el cuerpo, es solo que estamos enviando señales y mensajes inapropiados, en un momento inadecuado, que conducen a su vez a un comportamiento incorrecto que llamamos enfermedad.
En resumen, hay solo tres causas de enfermedad que tienen que ver con la interferencia de la señal: uno es el trauma, que representa un impedimento físico; dos, las toxinas, que representan un impedimento de tipo químico; y tres, los pensamientos, que introducen un impedimento emocional en el sistema.
Colectivamente, todas estas cosas dan como resultado eso a lo que me he referido como estrés. El estrés es la causa principal de enfermedades frente a las mutaciones genéticas a las que solo se le atribuyen alrededor de 1% de los casos patológicos.
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