Descubre Cómo Este Secreto Activa tus Ondas Alpha y Theta que Mejoran tu Salud, tu Energía y Poder Personal.
Se ha dicho que el cerebro piensa, pero el corazón sabe.
Durante los últimos diez años, mi equipo de investigación y yo hemos tomado grandes medidas para enseñarles a las personas cómo mantener la coherencia tanto del cerebro como del corazón.
Una vez que comprendas el valor de cómo tu corazón y tu cerebro pueden trabajar en conjunto, no solo para cambiar la salud de tu cuerpo, sino también para influir en tu vida, espero que comiences a aplicar algunos de estos conceptos a diario.
En este episodio, quiero ayudarte a comprender cómo tu corazón influye drásticamente en tu cerebro y cómo la coherencia cerebral comienza a abrir la puerta a tu corazón.
[Video] Dr. Joe Dispenza en Español
Comencemos hablando de cómo el cerebro y el corazón se vuelven incoherentes.
La coherencia representa orden, ritmo y sincronización. Por otro lado, la incoherencia es una falta de orden o desintegración.
Empecemos con el cerebro: cuando reaccionas a alguien o algo en tu vida, enciendes ese sistema nervioso primitivo llamado “la reacción de lucha o huida”; cuando el cuerpo y el cerebro se excitan debido a la liberación de estas hormonas del estrés, una subida de adrenalina comienza a volvernos más alerta y más conscientes.
La excitación nos hace poner nuestra atención en nuestros cuerpos y en todos los elementos de nuestro entorno exterior, ¿y de qué está hecho nuestro entorno? De personas, objetos, cosas y lugares.
Y cuando estamos bajo la presión de estas hormonas del estrés, nos preocupa el tiempo.
Recuerda que donde pones tu atención es donde pones tu energía, así que, en cierto sentido, toda nuestra atención y energía está invertida en esta realidad tridimensional, y tenemos que jugar según las reglas de la física newtoniana.
Además, como ya has aprendido, para lograr cualquier cosa en este mundo tridimensional, se necesita tiempo.
Estar bajo la presión de las hormonas del estrés sumando a la activación de esas sustancias químicas, el cerebro pasa a un estado de ondas cerebrales llamado “patrones de ondas cerebrales beta altas”.
Estando en este estado de supervivencia, tratamos de controlar y predecir todo en nuestras vidas y, en cierto sentido, quitamos nuestra atención de una persona para ponerla en otra persona o en otro problema, en otro lugar, en otro objeto o cosa.
Cada uno de esos elementos ya está mapeados neurológicamente en nuestro cerebro.
En otras palabras, tu jefe, tus compañeros de trabajo, tu pareja, tus hijos, tu teléfono celular, tu computadora, el lugar donde trabajas, donde vives, donde duermes… Cada uno de esos elementos tiene una red neurológica en tu cerebro.
Cuando el cerebro se despierta debido a esas hormonas del estrés, a medida que enfocamos nuestra atención en cada uno de esos diferentes elementos en nuestro entorno externo, activamos las redes neurológicas asociadas. Y cuando eso sucede, el cerebro comienza a activarse incoherentemente.
Cuando tu cerebro es incoherente, tú eres incoherente.
De modo que, las hormonas del estrés hacen que limitemos nuestro enfoque en el peligro o el elemento que está causando la reacción de estrés, y en cierto sentido, reducimos nuestra atención al mundo material.
Así comenzamos a experimentar separación porque nuestros sentidos nos engañan haciéndonos creer que estamos separados de todo y de todos en nuestras vidas. Debido a la activación de estas hormonas, nos volvemos materialistas.
En el mundo material, nos ponemos en un estado muy específico cuando nuestro sistema nervioso está bajo la presión de la reacción de lucha o huida.
Ese no es momento de crear, no es momento de abrir tu corazón, no es momento de aprender, no es momento de comunicar, no es momento de meditar, no es el momento de sentarse y ser vulnerable… Sino que es el momento de correr, luchar o esconderse; para que la gente se acostumbre a ese estado y pueda sobrevivir el 70% del tiempo bajo las hormonas del estrés.
Ahora, al mismo tiempo, el corazón se acelera porque la persona se encuentra viviendo en modo supervivencia y, cuando el corazón se acelera, el cuerpo se prepara para correr, luchar, o esconderse.
Pero si no corres, no luchas y no te escondes, sino que estás en una reunión de personal o atrapado en el tráfico, es como si estuvieras pisando el acelerador y el freno de tu corazón exactamente al mismo tiempo.
Cuando eso ocurre, cuando existe una incoherencia entre el cerebro y el corazón, habrá menos energía en ambos.
Cada uno de esos elementos en tu entorno externo te son conocidos porque ya los has experimentado; además, precisamente debido a que ya los has experimentado, ya tienes una red neurológica en el cerebro de esos elementos.
De la misma manera, si experimentas cada uno de estos elementos en tu entorno, tendrás un sentimiento o emoción asociada a ello.
Cuanto más fuerte sea la emoción que tengas hacia esos diferentes elementos en tu entorno externo, más les prestarás atención.
Y recuerda que, donde pones tu atención es donde pones tu energía, lo que quiere decir que estás dándole tu fuerza vital y tu poder a todos esos elementos en tu entorno externo.
En cierto sentido, si toda tu atención está enfocada en todo lo que ya es conocido, te quedas sin energía en tu mundo interno para que tus pensamientos y sentimientos creen algo nuevo en tu vida.
Con el tiempo, comienzas a crear una conexión energética con todo lo conocido en tu realidad pasada presente. Así predices tu futuro basándose en el pasado, lo que hace que no puedas relajarte en el momento presente.
Tenemos un campo invisible de fuerza vital que nos rodea, un campo invisible de luz e información y, a medida que respondemos a algún factor estresante en nuestras vidas, extraemos de este campo invisible de energía y comenzamos a convertirlo en química, lo que hace que el campo que rodea a nuestro cuerpo se encoja.
Entra más materia y menos energía, más partículas y menos ondas… Y así empezamos a forzar, controlar, predecir y manipular los resultados que queremos obtener en nuestras vidas.
Porque somos materia, tratando de cambiar la materia.
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El cerebro se mantiene altamente activado cuando está en esos patrones de ondas cerebrales beta altas; así, las personas tienen un cerebro incoherente y se desconectan de sus sueños, se desconectan de todo y de todos en sus vidas, y se confían en que algo fuera de ellos quitará esos sentimientos que se crean dentro de ellos.
Si estás esperando que algo cambie en tu vida, entonces no estás creando nada nuevo en tu vida.
Hablemos de los efectos de la incoherencia:
Cuando se tienen dos ondas incoherentes o no sincronizadas uniéndose, al empezar a interactuar o interferir entre sí, comenzarán a crear un cambio en la energía.
En otras palabras, cuando las ondas no están sincronizadas o no están en orden y comienzan a interferir, comenzamos a disminuir la cantidad de energía en el cerebro y en el corazón.
Cuando las ondas son coherentes y están sincronizadas, a medida que comienzan a interferir entre sí, con el tiempo, comenzarán a crear ondas más grandes.
Mientras más sincronizado esté el cerebro, más coherente será; y mientras más coherente sea el corazón, mayor será la amplitud y la energía en el cerebro y en el corazón.
Entonces tiene sentido que, cuando hay incoherencia en el cerebro y en el corazón, hay menos energía en el cerebro y el corazón.
Asimismo, cuanta más coherencia se cree en el cerebro y el corazón, más energía tendremos en el cerebro y en el corazón.
Mi equipo y yo comenzamos a investigar estos principios para ver si lográbamos crear más coherencia en el cerebro y en el corazón, y así poder medir los cambios que se podrían presentar.
De modo que, si una persona vive su vida siendo adicta a las hormonas del estrés y reduce su enfoque a todo lo material, eso se llama “enfoque convergente”.
Es cuando estrechamos nuestro enfoque en el mundo material y nos acostumbramos y atascamos en ese estado.
Así que pensamos, ¿qué pasaría si le enseñáramos a las personas a cómo pasar de un enfoque estrecho basado en el mundo material a un enfoque amplio, abierto o lo que se llama un “enfoque divergente”?
A diferencia del enfoque convergente, con el enfoque divergente quitamos nuestra atención del mundo material y no la ponemos en nada material, sino que la ponemos en la energía y la frecuencia.
La pregunta es: ¿un enfoque divergente podría comenzar a cambiar la forma en que funciona el cerebro?
En cierto sentido, eso fue lo que se convirtió en la fórmula para comenzar a registrar altas cantidades de coherencia cerebral.
El proceso es muy simple: le pido a las personas que cierren los ojos, que tomen unas cuantas respiraciones para relajar su cuerpo, y de repente, les pido que sientan el espacio a ambos lados de ellos y hasta dónde puede llegar su conciencia en ese espacio infinito.
Les pido que sientan el espacio negro infinito frente a ellos, que le den profundidad y que tomen conciencia de que hay un espacio infinito detrás de ellos.
Y a medida que quitan su atención del mundo material y comienzan a poner su atención en ese campo de energía o información, al abrir su enfoque y comenzar a sentir el espacio, ya no están analizando ni pensando.
Y debido a que ya no están analizando ni pensando, ya no están activando esos circuitos en su cerebro que están conectados a todo lo conocido.
Mientras cierran los ojos y se sientan quietos en el estado meditativo, con el tiempo, olvidarán que tienen un cuerpo, olvidarán que están conectados con personas en sus vidas, ya no pensarán en su teléfono celular, su carro o su computadora, ni siquiera sabrán dónde están sentados, a dónde deben ir, dónde duermen, dónde trabajan.
Y literalmente perderán la noción del tiempo y el espacio.
Aquí es cuando entran al punto óptimo del generoso momento presente.
Cuando esto se hace correctamente, si ya no estás activando esos circuitos en el cerebro y ya no estás analizando ni pensando, comenzarás a bajar tus ondas cerebrales de un estado de ondas cerebrales beta a uno alpha, es decir, que comenzarás a atravesar la mente analítica.
Y no hablamos de cualquier tipo de alpha, comenzamos a notar que cuando el cerebro empieza a volverse muy organizado y muy coherente, se trata de una forma muy coherente de alpha.
Además, si la persona es capaz de relajarse continuamente y caer más en el momento presente, de repente, sus ondas cerebrales pasan a un estado coherente de ondas cerebrales theta.
Ahora bien, en theta hay muy poca actividad en el neocórtex, el cual es la sede de tu identidad, la sede del yo conocido.
Estando allí, nos desconectamos de nuestro cuerpo, nuestro entorno y tiempo, y nos convertimos en nada, nadie, ninguna parte y ningún tiempo, justo ahí es el momento en el que nos convertimos en conciencia pura.
En el próximo episodio hablaremos de una de las meditaciones favoritas de nuestra comunidad, se llama “la bendición de los centros de energía”.
Esta meditación en particular, ha curado una serie de diferentes afecciones de salud, desde tumores cerebrales, hasta asma, afecciones de la tiroides, problemas de próstata, vértigo y depresión, solo por nombrar algunas.
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