Descubre Cómo Aprender a Manifestar Usando este Secreto que Llevas Dentro. Ley de Atracción. Wayne Dyer en Español.
En esta charla trataré de un tema que, en lo personal, es muy preciado para mí.
No es un discurso preparado o algo que yo haya memorizado. No tomo esto de unas notas. Esto sale de mi corazón.
Se trata de algo en lo que trabajo todos y cada uno de los días de mi vida.
Es un proceso que ha constituido una fuente de crecimiento para mí: la idea de que hay diferentes niveles de consciencia.
[Video] Wayne Dyer en Español
Está el nivel ordinario de consciencia humana y están los niveles superiores de consciencia.
Puedes leer mucho acerca de este tema y puedes estudiar la literatura espiritual disponible. Pero, hasta que comiences a ponerlo en práctica y a vivirlo cada día, no será más que un conocimiento académico y distante.
Lo que intento hacer aquí es compartir contigo algunos principios muy específicos que he estudiado y practicado con mi familia.
No pretendo hacer proselitismo a favor de ningún punto de vista en particular. No represento a ninguna religión. No estoy organizando ningún tipo de grupo ni estoy animando a nadie a que se una a ninguna organización.
Nunca he sido partidario de formar parte de asociaciones. No pago membrecía en ninguna entidad.
La verdad es que no pienso en mí como una persona muy organizada. Simplemente pienso que, muy frecuentemente, una verdad es una verdad hasta que la organizan, y entonces muchas veces se transforma en una mentira, porque la organización se vuelve más importante que la verdad que se estaba tratando de enseñar.
Así que esto no se trata de hacer que la gente esté de acuerdo conmigo.
Cuando era estudiante, tenía profesores que solían decir que si quieres entender y disfrutar poesía, una gran novela o una gran película, lo que debes hacer es practicar lo que ellos llamaban una “suspensión voluntaria de tu incredulidad”.
Por ejemplo, cuando entras a un cine no debes estar pensando que la pantalla bidimensional solo muestra imágenes proyectadas desde atrás que no te van a impactar o afectar emocionalmente. Si lo haces, no podrás disfrutar de la película.
Lo que haces es dejar ir tus dudas y luego simplemente te dejas entretener por un par de horas. Sin importar lo poco verosímil que pueda ser lo que estás viendo.
Teniendo esto en mente, te sugiero una forma de considerar lo que aquí te presento.
Algunas de las ideas que expondré podrían entrar en conflicto con algunas de las cosas que estás condicionado a creer y que pueden ser muy importantes para ti.
No estoy tratando de desafiar esas creencias ni de cambiar tus puntos de vista. Tampoco pretendo que te unas a ninguna organización que yo considere que podría iluminarte.
Simplemente te ofrezco lo que sale de mi corazón. Principios que tienen que ver con ser capaz de alcanzar niveles cada vez mayores de consciencia, de forma que sean posibles cosas como:
- milagros,
- el poder atraer a tu vida lo que hasta ahora ha faltado,
- la habilidad de sanarte a ti mismo de enfermedades o procesos difíciles que no hayas podido manejar antes,
- la capacidad de crear la clase de relaciones que te gustaría tener,
- la habilidad de obtener un trabajo o de elevar tu nivel de prosperidad,
- o lo que sea que desees y que te haya resultado difícil de obtener.
Existe una energía en el universo que se encuentra en cada uno de nosotros. Estamos conectados a esa energía en una forma que frecuentemente se percibe como distante de nosotros, porque esta conexión invisible está en lo que llamamos el mundo del espíritu, que no es el mundo material.
Me gustaría invitarte a que suspendas tu incredulidad y te permitas entender que no eres un ser humano que está teniendo una experiencia espiritual, sino que por el contrario eres un ser espiritual teniendo una experiencia humana.
Ahora bien, la calidad de tu experiencia humana dependerá fundamentalmente de la forma en que uses esta inteligencia invisible y de cómo te conectes a esta energía.
No es importante cómo llames a esta energía. Puedes llamarla Dios, presencia divina, alma, espíritu, consciencia, consciencia de Cristo, consciencia de Buda o cualquier otro nombre.
Alan Watts dijo una vez que no puedes mojarte con la palabra agua. No es la palabra lo que te hace experimentar el agua. El nombre de algo se distingue de lo que ese algo es.
Un famoso teólogo danés llamado Soren Kierkegaard dijo: “Una vez que me etiquetas, me niegas”, porque una vez que me pones una etiqueta y me asignas una categoría, debo convertirme en eso que establece la etiqueta.
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Lo que queremos es ser capaces de vivir nuestras vidas y practicar los principios de la consciencia superior sin ser consumidos por lo que yo llamo la consciencia humana ordinaria, que es simplemente el sistema de creencias que decreta que soy un ser humano que puede estar teniendo una experiencia espiritual, de la cual no estoy muy seguro.
Pero la consciencia superior, también llamada consciencia de Cristo y que algunos en Oriente llaman “consciencia de ciudad”, te permite ir más allá del reconocimiento de ti mismo como un cuerpo y una personalidad.
Comienzas a entender que lo que eres en verdad es algo que nunca nació y que no puede morir.
Reconoces tu yo eterno.
De eso se trata lo que expongo aquí, de reconocer el poder, la energía, la capacidad de poder hacer lo que dice en uno de los libros más sagrados que jamás hayas leído:
“Incluso el más pequeño entre vosotros puede hacer todo lo que yo he hecho y aún cosas más grandes”.
Y no son solo palabras vacías de las escrituras sagradas. Es una enseñanza muy poderosa que todos y cada uno de nosotros puede poner en práctica y experimentar cada día.
Lo que propongo es que existen niveles superiores de consciencia disponibles para nosotros.
Niveles de consciencia que nos permiten manejar las coincidencias de nuestras vidas, lo que podría sonar un poco extraño, y al mismo tiempo ser capaces de enfocar nuestra atención en lo que nos gustaría crear en nuestras vidas.
Esto nos dará literalmente el poder de saber que si pienso en algo con firmeza y convicción, existe una energía, una fuente, una habilidad que está en el universo y también dentro de mí, que puedo usar para materializar mis pensamientos.
Hay muchas formas de lograr lo que queremos. Pero básicamente, todo comienza con la manera de pensar que elegimos.
De la forma en que piensas, serás. Siete simples palabras que pienso que tal vez son lo más importante que podamos jamás asimilar y dominar en nuestras vidas.
Esta es una vieja noción proverbial: me transformo en lo que pienso constantemente.
Una vez que tienes la certeza de que lo que se expande es aquello en lo que piensas, comienzas a ser muy cuidadoso con lo que piensas. No te permites pensar en nada que no desees o que no quieras que se manifieste o se presente en tu vida.
Emerson dijo: “El ancestro de cada acción es un pensamiento”.
Si observas todas las corrientes espirituales, ya sean de Oriente o de Occidente, antiguas o modernas, “civilizadas” o “primitivas”, en todas ellas está la idea de que dentro de cada uno de nosotros, en un lugar inmaterial, que no tiene dimensión ni limites, tenemos este poder y esta inteligencia.
Es algo que no podemos ver. Siempre pongo el ejemplo de que si se pesa el cuerpo de una persona justo antes de morir y justo después, el peso es el mismo.
Esto quiere decir que lo que deja tu cuerpo, lo que constituye tu vida, no tiene peso alguno.
No puedes tampoco medirlo. Quien eres es esa vida que no está en la dimensión de lo material.
Tampoco está en la dimensión de lo material tus pensamientos. Cuando pensamos en realizar una determinada acción, podemos ver la acción, pero no el pensamiento que la genera.
Si estudiamos esto científicamente, lo que podemos hacer es encontrar el lugar en el cerebro que permite que se tenga un pensamiento dado, pero no podemos de ninguna forma visualizar o medir el pensamiento en sí.
Esa parte invisible que tenemos dentro, que no tiene dimensión ni peso, es la parte de nosotros a la que no prestamos suficiente atención.
Cuando cambies eso, una vez que comiences a ser consciente del poder de tus pensamientos, te darás cuenta de que todo lo que ves a tu alrededor proviene de un pensamiento.
Nos transformamos en lo que pensamos. Este es uno de los principios fundamentales para aprender a manifestar.
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