🔴 [DEMOSTRADO] El Dr. Bruce Lipton Devela el Secreto de la Glándula Pineal & el Tercer Ojo

[DEMOSTRADO] El Dr. Bruce Lipton Devela el Secreto de la Glándula Pineal & el Tercer Ojo

Descubre Cómo el Dr. Bruce Lipton Devela el Secreto de la Glándula Pineal & el Tercer Ojo. [DEMOSTRADO].

Hola, soy el doctor Bruce Lipton. Además de darles la bienvenida, en esta oportunidad les invito a echar un vistazo al futuro.

Podremos entender cosas que hasta ahora no hemos entendido realmente y lo que me gustaría mostrarles hoy es una información acerca de la naturaleza de nuestras capacidades psíquicas.

¿Dónde obtenemos la intuición? ¿Quiénes somos en este aspecto?

Vamos a ver cómo funciona nuestra percepción para entender cómo operamos y considerar especialmente la naturaleza psíquica de los humanos. Y así encontraremos esa información que usualmente no vemos.

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¿Pueden ver esa pirámide en su cabeza ahora mismo? ¿De dónde proviene esa imagen? Porque si está dentro de su mente significa que no está fuera de su cuerpo. Entonces, ¿qué parte de su cerebro crea imágenes y cómo las está creando?

Para responderlo debemos ir a algo llamado el “tercer ojo”. Es un ojo enterrado profundamente dentro de la estructura cerebral, algo llamado la glándula pineal que está siempre leyendo información, pero no directamente de la luz, sino del campo energético existente en torno a nosotros.

Para entender esto debemos penetrar la anatomía del sistema nervioso y ver como la misma contribuye al entendimiento de la manera en que las ideas e intuiciones pueden llegar a nuestra mente de una forma no física y, sin embargo, manifestarse como una expresión óptica en nuestra visión y conciencia.

Uno de los aspectos más interesantes de la ciencia biológica es que hemos tomado y disgregado los sistemas existentes dentro de los individuales, así que cada organismo posee algo así como el equivalente de un sistema digestivo o respiratorio o nervioso.

Todas son funciones diferentes pero hay una característica en común porque todos estos sistemas tienen tres unidades funcionales importantes.

Estas unidades funcionales incluyen el input (la entrada o insumos), que es como la información se integra al proceso donde es analizada por el sistema, y el output (salida), donde el sistema crea una respuesta apropiada en conexión con la entrada (input).

De modo que hay tres divisiones: la entrada (input), la salida (output) y el proceso en sí mismo. 

Lo interesante es que cuando ustedes observan el sistema nervioso, los elementos de este se revelan como una estructura física en la cual todos estos subsistemas, tanto de entrada como de salida, son expuestos en un patrón secuencial como una correlación estructural de dicho sistema nervioso.

Por ejemplo, miremos dentro de una neurona. La parte superior de esta neurona semeja una cornamenta que son las dendritas, por donde la información entra. Esto se llama input, y entonces las dendritas terminan en el cuerpo de la célula donde se procesa esa información que está entrando.

Entonces, cuando las secuencias analizan la información, esta es remitida, mediante el output o salida a través de lo que se llama axón. Esta es una prolongación filiforme que parte del cuerpo de la neurona y termina en una ramificación en contacto con las células musculares, glandulares o con otras células nerviosas.

De este modo estas tres divisiones son físicamente canalizadas desde el proceso de entrada al proceso de salida repitiendo así nuevamente el mismo patrón.

Por ejemplo, si miramos el líquido cefalorraquídeo desde el tope de la espina dorsal veremos la forma de una mariposa en el centro de la columna vertebral, esto es, donde están los nervios.

Lo interesante es que se trata de una estratificación: la parte superior de esa mariposa es donde están las neuronas sensoriales, y la información intermedia proveniente del ambiente exterior, la zona de las neuronas denominada neuronas asociativas.

Es aquí donde el proceso ocurre. La parte inferior de esa mariposa es el motor de salida desde donde la información es regresada al cuerpo para controlar el proceso tanto de entrada como de salida de la función.

También podemos ver, por ejemplo, el cerebro, donde sabemos que están las tres secciones que lo integran: el cerebro anterior, el cerebro medio y el cerebro posterior o rombencéfalo.

Interesante, por supuesto, es el cerebro anterior, de modo que la información entra dentro del cerebro medio, el área donde el cerebro analiza y crea una respuesta: un elemento procesador.

El cerebro posterior se caracteriza como un elemento propulsor porque desde aquí la información es remitida al cuerpo para controlar las funciones de los diferentes sistemas del organismo.

De nuevo, se repite el proceso de entrada y salida, físicamente desplegado en esa misma y exacta secuencia.

Y un ejemplo final es que si observamos la retina del ojo, veremos que hay tres capas en esa retina: la capa próxima al pigmento que es el área que contienen los llamados bastones y conos. Ese es el input o la entrada de la visión por donde ingresan las señales de luz, golpeando los bastones y conos.

Luego tenemos la próxima capa sobre esos bastones y conos denominada la capa bipolar: estas son neuronas que completan todos los inputs o entradas ingresando a todos los bastones y conos.

Después tenemos la capa superior, la capa “motorizada”, por así decir, que nos envía las señales finales procesadas dentro del cerebro, mientras que la tercera capa o el ganglio es el output o motor de salida.

De modo que nuevamente lo que tenemos aquí es una correlación estructural entre el proceso de entrada (input) y el de salida (output), como una disposición física de todas las estructuras del sistema nervioso.

Bien, toda esta estratificación del proceso ciertamente me intrigó un día cuando estaba enseñando un curso sobre embriología. Estábamos viendo la sección central de un cerebro en desarrollo, llamada el tercer ventrículo, una parte del cerebro con un interior hueco a través del cual discurre la médula espinal.

Había una capa exterior que atravesaba el cerebro, pero lo que era único en esta sección en particular era la simetría que vi, la cual cruzaba el cerebro. Observé que en esa sección había una simetría muy profunda que tenía dos paredes con una especie de ampolla o burbuja encima y otra abajo, y lo primero que reconocí fue el tercer ventrículo del cerebro.

Esa tercera ampolla es llamada la glándula pituitaria, la glándula maestra, y en este caso particular la salida maestra, que es el motor equivalente.

Y entonces me pregunté: ¿cuál es la otra estructura en el tope derecho, encima de la propia burbuja que es la glándula pineal?

Además me pregunté por qué era relevante. Pues porque la pituitaria es el motor de salida en el equilibrio de ese proceso de entrada y salida donde la glándula pineal vendría a representar la entrada o el insumo maestro, lo cual suministra una nueva e importante percepción.

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Tal percepción indica que la glándula pineal (la cual obtiene su nombre del simple hecho de que su estructura semeja una pequeña piña) en verdad representa la entrada o input de un receptor de información ambiental, información que viniendo de ella pasa luego a través del tercer ventrículo donde es procesada y alterada por la otra información suministrada a su vez por el tálamo y el hipotálamo.

Entonces la señal final “golpea” la glándula pituitaria o glándula maestra que envía la información a todo el organismo para coordinar sus funciones.

Si regresamos en la historia y entendemos la naturaleza y coordinación del cuerpo, estos centros de control han sido denominados chakras, de los cuales hay siete, y el sexto chakra es llamado el “tercer ojo” porque está justo encima de los nuestros.

¿Que representa eso? Que, históricamente, la glándula pineal ha representado un ojo de visión interna.

Sin embargo, la glándula pineal está enterrada profundamente en el cráneo y no recibe directamente la luz del exterior. Es un ojo, ciertamente, que analiza el espectro electromagnético y ha sido reconocido como un dispositivo de entrada o input, un dispositivo primario.

Bien, una de las interesantes características de la glándula pineal es que contiene cristales considerados por muchos como indicio de un proceso degenerativo influido por cosas como flúor en el agua.

Bueno, déjenme asegurarles un hecho importante: la glándula pineal tiene cristales adentro mucho antes que existiera algo llamado “flúor en el agua”. Históricamente siempre ha tenido cristales y nacemos con ellos, no es que hayan aparecido de golpe.

Así que en vez de un proceso degenerativo es muy probable que ellos tengan un proceso muy funcional.

Regresemos en el tiempo antes de la televisión y al principio de la radio. ¿Por qué es relevante? Porque las primeras radios carecían de tubos y alambres y todas esas cosas. Los primeros aparatos eran llamados “radio de cristales” o de galena.

Bien, lo que pasaría es que si tomaran un alfiler de cabeza y pincharan el cristal en cierto punto, podrían escuchar las trasmisiones radiales porque el cristal está interfiriendo la energía del ambiente con esas transmisiones que pueden escuchar con un par de audífonos.

Así que, de nuevo, ni tubos ni transistores ni resistencias: solo un cristal descargando un campo electromagnético y entonces, de golpe, desde ese campo, cuando tocan esos cristales, la energía de la frecuencia radial es ciertamente convertida en sonido que se puede escuchar con unos audífonos.

Sí, es una radio primitiva pero que sirve para darles una simple analogía de los antiguos días antes de los televisores LCD.

Teníamos tubos de imágenes y como dije, lo que es relevante es que en la parte trasera del tubo hay un disparador de electrones llamado “arma”, que dispara esos electrones al otro extremo del dispositivo golpeando e iluminando la pantalla, que posee un puñado de magnetos ubicados precisamente en el cuello de ese tubo.

Y, ¿adivinen qué?, la información en esos magnetos altera el rayo en la medida en que salen del dispositivo llamado “arma” antes que impacten sobre la pantalla. Es la información en estos magnetos la que da forma a la imagen final que se nos muestra en la pantalla.

Ahora traslademos esta analogía a la glándula pineal, cuyos cristales constituyen el equivalente del dispositivo o “arma” en el tubo de imágenes de la televisión.

El tálamo y el hipotálamo generan campos electromagnéticos que influyen en las señales provenientes de la glándula pineal basadas en nuestras experiencias vitales.

Al final, la información suministrada por la glándula pineal alterada por el tálamo y el hipotálamo golpea la glándula pituitaria que es el equivalente de la pantalla del tubo de imagen del televisor, siendo aquí donde se produce finalmente la imagen controlada por nuestra glándula pituitaria para complementarla, percibirla y luego organizarla en nuestro organismo.

Cuando entendí esto y empecé a reconocer la polaridad de la expresión en lo físico del proceso continuo de entrada y salida, fui a visitar a un amigo mío, Christopher Hills, un científico que hace yoga. 

Estaba muy entusiasmado por mostrarle el patrón para que entendiera las cosas que pasan en la ciencia. Mediante la comprensión del patrón puedes predecir las cosas.

Así que estaba hablando con mi amigo Christopher acerca de cómo nos llegan intuiciones a través de ese receptor de cristal llamado glándula pineal y cómo dichas intuiciones son modificadas por nuestras experiencias y es entonces cuando somos capaces de controlar los outputs o salidas de nuestra glándula pituitaria maestra que moldea nuestras vidas.

Y mientras le explicaba todo eso, Christopher se echó a reír y me dijo:

“¿Sabes, Bruce? Hace miles de años en el yoga ya se había entendido esto. Ellos se refieren a esta área del cerebro como la ‘cueva de Brahma’.

”Ellos ya decían que es el ventrículo donde yace la médula espinal, que consideraban algo así como el equivalente del mar primordial; y enfatizaban la importancia de esta glándula al enviar información a la médula espinal como olas que finalmente conectaban la pituitaria en el fondo de esa ‘cueva de Brahma’”.

Así es como nuestra vida es moldeada. Por supuesto yo me sentí totalmente emocionado de ver en la glándula pineal un receptor de esa información que usamos para organizar nuestras vidas.

No es una idea nueva, ha sido expresada durante miles de años, pero lo que es nuevo es la percepción de que esta idea se aviene con la convencional biología moderna y la anatomía del tercer ventrículo del cerebro.

Esto no es un accidente ni una coincidencia. Firmemente creo que el chakra del tercer ojo consistente en la glándula pineal es una de las entradas o insumos primarios que controla el carácter de nuestras vidas.

Más que solo un símbolo de nuestra intuición, ¿es el tercer ojo un mecanismo biológico para leer el campo electromagnético?

La ciencia moderna y la antigua sabiduría sugieren colectivamente que la glándula pineal es “la interfase” entre los campos electromagnéticos (o nuestro espíritu) y que solo lo místico, la realidad virtual, se ajusta al cuerpo humano.

Tal vez somos realmente espíritus inmortales que estamos aquí para experimentar “el cielo en la tierra”.

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