Descubre Cómo Jesucristo Nos Lo Advirtió. Dr. Bruce Lipton.
Mucha gente entiende qué es el efecto placebo.
La ciencia médica ha revelado que de un tercio a dos tercios, lo cual es significativo, de toda curación, ya sea relacionada con medicamentos, cirugía o cualquier proceso de curación, no se produjo a partir del proceso.
La curación se produjo porque la persona creyó que el proceso la curaría.
Entonces, es gracioso porque si hay una droga púrpura, y dijeron: “Es púrpura”, todo el mundo dice: “¡Eso tiene que ser muy especial!”. La gente cree que la droga tiene este efecto. Si les das esta droga, de repente ellos mismos dicen: “Sí, la droga me curó”.
Pero más tarde informas que solo era una pastilla de azúcar y que la curación no vino de la droga, sino de la creencia en ella.
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IAIN: Entonces volvemos a la mente de nuevo, ¿no es así?
BRUCE: Es nuevamente el poder de la fe. Pero de lo que la gente no ha hablado, porque todo el mundo sabe sobre el efecto placebo, es que el efecto placebo se basa en un pensamiento positivo.
Pero, ¿cuál es la consecuencia del pensamiento negativo? La ciencia tiene un término para eso, pero realmente no ha salido al público. Se llama el “efecto nocebo”.
El efecto nocebo ha sido revelado por la ciencia. Un pensamiento negativo no solo puede enfermarte, sino que también podría matarte. Puedes estar muerto de miedo en un sentido real, ¿de acuerdo?
Eso es importante porque resulta que no es solo el pensamiento positivo del placebo lo que influye. El pensamiento negativo funciona de la misma manera, con el mismo poder, pero en la dirección opuesta.
Así que básicamente no se reduce a un tema de placebo o nocebo. Es el poder del pensamiento. Un pensamiento positivo te llevará en una dirección curativa y un pensamiento negativo te llevará a una dirección de enfermedad.
Pero antes de salir de ese tema, no quiero que la gente diga: “Este es uno de esos tipos de pensamiento positivo”. Es más que un simple pensamiento positivo. Es un compromiso y una intención de pensamiento positivo.
También necesita el apoyo de tu creencia subconsciente, porque si tu creencia subconsciente está programada para creer: “Oh, esas cosas raras de la nueva era”, mientras tu mente consciente es la que dice: “Pensaré en pensamientos positivos”, solo el 5% de tu vida proviene de la mente consciente.
En consecuencia, si solo tienes un pensamiento positivo con tu mente consciente, solo estás contribuyendo con el 5% de eso a su vida. El 95% de tu vida aún proviene del subconsciente, que no tiene esas creencias.
Entonces en realidad estás luchando contra ti mismo y no es probable que te des cuenta de la expresión de un pensamiento positivo.
IAIN: Veamos esto de nuevo, prácticamente. Alguien no se siente bien, tiene gripe o algo con el estómago. ¿Qué deberían hacer en la práctica?
Presumiblemente debería ir al médico y obtener un diagnóstico. ¿Estaría de acuerdo con eso? Solo estoy tratando de ver adónde va esto en la vida cotidiana…
BRUCE: Yo no diría que no vaya al médico. Pero antes de ir al médico, que mire a su alrededor y piense en qué está pasando en su vida. ¿De dónde vienen los factores estresantes?, porque es casi tu expresión fisiológica, es un complemento de tus experiencias de vida.
Aquellas personas que son felices están sanas. Como dije, cuando estás en la luna de miel, no te enfermas. Fue entonces cuando estabas absolutamente sano. Pero cuando te atrapan de nuevo en la vida real es cuando las enfermedades comienzan a ocurrir.
Entonces siempre creemos: “Oh, debo estar enfermo. Debe haber algo mal con mi biología”, cuando resulta que no comenzó con tu biología. Solo alrededor del 2% de las enfermedades están realmente relacionadas con la genética. El 98% de las enfermedades no es solo genética, es el medio ambiente.
Entonces, cuando una persona dice: “Tengo el gen del cáncer de mama”, la gente piensa: “Voy a tener cáncer de mama”. Y yo digo: “Bueno, espere, el 50% de las mujeres con el gen del cáncer de mama tienen cáncer. ¿Qué pasa con el 50% que tiene el gen y no contrajo el cáncer?”. Nunca estudiamos ese lado; solo estudiamos el lado que contrajo el cáncer.
¿Qué es lo que tiene el 50% que todavía no tiene el cáncer pero tiene el gen? ¿Cuál es la diferencia?
La respuesta es que su estilo de vida es diferente. Sus tensiones, sus miedos, sus preocupaciones no son los mismos de las que contraen la enfermedad. El gen te da una propensión a contraer una enfermedad, pero la propensión se basa en cómo percibes la vida.
Los estudios demostraron que cuando los niños son adoptados en una familia con cáncer, el niño adoptado contraerá el cáncer con el mismo porcentaje o probabilidad que cualquiera de los hermanos naturales.
Y dices: “Ah, pero el niño proviene de un linaje genético totalmente diferente”.
Y el punto es que sí, no fueron los genes los que promovieron el cáncer, fue el estilo de vida el que promovió el cáncer, especialmente el estilo de vida del estrés.
Si el estrés lo está causando el estilo de vida, miro alrededor y digo: “No me extraña que todos estén enfermos”.
Todos los días están llenos de más estrés que el día anterior. Y si compras el estrés, tomas esa vibración discordante, esencialmente, la traes a tu vida y terminas con desarmonía dentro de tu cuerpo. Tu vida es un reflejo de lo que ves.
IAIN: Es cuestión de retroceder unos pasos, eso es lo que escucho y solo miro para ver… No me siento bien y tuve lo mismo el año pasado. ¿Qué hay detrás de eso? ¿Soy feliz en mi vida, qué está pasando emocionalmente entonces? ¿Qué está pasando físicamente? ¿Estoy haciendo lo correcto para apoyar mi cuerpo?
BRUCE: Por supuesto.
IAIN: Es un aspecto fundamental, ¿no?
BRUCE: No quiero decir que no vayas al médico. Pero la última vez que fui al médico, hace 20 años, fue porque tenía neumonía. Veo en retrospectiva que en ese momento de mi vida había tanto estrés que pude entender que había abierto mi sistema a eso.
También me di cuenta de que podía manejar esto con mi conciencia. Pero luego me di cuenta de que las bacterias se estaban duplicando y creciendo más rápido de lo que podía manejar mi conciencia.
Entonces dije: “Es el momento de tomar penicilina”.
Sin embargo, mi confianza no estaba en la penicilina, sino en mi responsabilidad: “Si no vuelvo a meterme en la misma situación estresante, no tendré que pasar por esto de nuevo”. Y han pasado 20 años.
IAIN: ¿Entonces es aprendizaje inteligente?
BRUCE: Sí. No descartes el elemento de la medicina hasta que tu conciencia se eleve.
El hecho es que cuando las personas tienen una conciencia más baja, porque no son lo suficientemente fuertes para manifestar realmente todo lo que quieren, realmente necesitan cuidarse más, comer mejor, nutrirse mejor, hacer más ejercicio. Simplemente haz estas cosas para mejorar tu salud.
Pero lo sorprendente es que, si te vuelves más y más consciente, hay un punto en el que te vuelves plenamente consciente.
¿Qué dijo Jesucristo sobre los milagros? Él dijo: “Puedes hacer esto mejor que yo, pero no lo crees”. Y esa es la verdad absoluta, porque cuando tienes el control total de tu conciencia, con esa creencia creas los milagros.
Los milagros de la remisión espontánea, por ejemplo. Una persona con una enfermedad terminal que de repente dice: “No me lo trago, voy a cambiar mi visión de la vida”. En el momento en que cambian su percepción tienen lo que se llama una remisión espontánea.
Una vez más, eso se llamaría un milagro, pero ¿por qué fue?
Por tomar el control total de la conciencia y manifestar una vida de estar plenamente consciente y presente y ver lo que trae armonía a su vida. Evitar o eliminar, lo mejor que pueda, cualquier falta de armonía que exista en el exterior, porque la falta de armonía creará falta de armonía en el interior.
IAIN: Sí. Cómo estoy escuchando esto es que el subconsciente del que hablaste antes a menudo es inconsciente. Y por lo que estás hablando, el subconsciente, el inconsciente, se vuelve consciente. Y a través de ese cambio puede suceder…
BRUCE: Sí. Entonces la conciencia puede volver atrás y rehacerlo. Porque el consciente es el que tiene la perspectiva y tú te conviertes en tu subconsciente.
La gente se curaba a sí misma, de forma innata, durante un millón de años antes que existieran las facultades de medicina, ¿de acuerdo?, porque somos capaces de curarnos a nosotros mismos de forma innata.
Te cortaste, pero realmente no necesitas un médico para curar el corte. El corte se cura por sí solo. Y todas las enfermedades pueden hacerlo.
Pero luego digo, tu subconsciente, que fue programado durante los primeros 6 años, se remonta a esos 6 años.
Y yo diría, en una familia convencional, que cuando un niño se enferma en la familia, o cualquier miembro de la familia se enferma, la frase convencional que escucharon fue: “Oh, tenemos que llevar a Billy al médico” o “Mamá tiene que ir al médico”.
¿Qué aprendimos como programa? Si estás enfermo, no dices: “Cúrate a ti mismo”. Esa no fue la lección. La lección fue que, cuando estás enfermo, tienes que ir a ver a este médico.
Y aquí está el chiste: si le preguntas a muchas personas que se enferman y van al médico, te dirán: “Sabes que fue muy divertido: me recuperé de camino al médico” o “… esperando en el consultorio del médico”. Pero no es una broma por esta razón: siempre puedes curarte a ti mismo.
Tienes un programa. ¿Cuál fue el programa? “Ir al doctor”. Entonces, básicamente, lo hiciste, porque nadie te dijo lo que tenía que hacer el médico. Solo que tenías que ir con él para curarte.
El punto es que estas personas están enfermas, pero tienen un programa que dice: “Estoy enferma, pero que no puedo curarme”. ¿Por qué? “Porque no fui al médico”. Entonces se enganchan. Van al médico y de camino a ir al médico, o en su presencia, cumplen el compromiso. Nunca les dijeron que el médico tuviera que hacer nada. Solo tenían que ir.
En ese momento, de repente, la habilidad innata de curarse a sí mismos comenzó a funcionar. Por eso se encuentran en la sala de espera del médico sintiéndose mucho mejor que cuando llegaron, porque tenían un programa limitado, pero lo lograron porque siguieron el programa. Se presentaron y eso era todo lo que tenían que hacer.
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IAIN: Hablas de nuevo en tu primer libro sobre cómo las células se alejan automáticamente de la toxicidad y se acercan a la nutrición.
BRUCE: ¡Sí!
IAIN: Y parece que, como seres humanos, eso es algo que estamos tratando de hacer, pero nos equivocamos muchas veces. Estamos tratando de alejarnos de la infelicidad, o lo que pensamos que nos hace infelices, y hacia lo que pensamos que nos hace felices. Pero lo confundimos, ¿no?
BRUCE: La palabra clave que dijiste era: “Lo que creemos que nos hace felices”.
IAIN: Eso es correcto.
BRUCE: Quiero decir, yo también estaba atrapado en todo ese aturdimiento antes de darme cuenta. En un momento compré un automóvil, que se parecía a un Ferrari, llamado Pantera en los años 70. Y pensé: “Está bien, voy a ser feliz, tengo este gran auto”.
Así que conseguí el coche y unos tres días después me di cuenta: “Ahora conseguí este coche, pero no estoy más feliz. De hecho, recibí tres multas por exceso de velocidad”. El coche se convirtió en una carga para mí.
Y de repente dije: “Sabes, todo ese programa de que el que ese carro te va a hacer feliz… fue un mal programa”. No era el coche lo que te hacía feliz y empecé a descubrirlo.
No eran las cosas materiales las que te hacían feliz. ¿Qué te hace feliz? El amor te hace feliz. La buena comida te hará feliz. La armonía en tu entorno te hace feliz. La armonía en el medio ambiente. ¿Cuál es el precio de eso? Tener una relación con alguien que te apoya y te llena.
¿Dónde está la etiqueta de precio?
Siempre pensamos que el dinero te da felicidad y así tenemos a todos esos miles de millones de personas todos los días corriendo por las calles diciendo “¿Cuánto dinero puedo ganar para, con todo ese dinero, ser feliz?”. Pero luego descubren que incluso las personas con más dinero no están contentas.
Y es que la programación estaba mal. Si estuviéramos programados para buscar compañía, comunidad y amor, seríamos felices. Cambia todo el juego.
IAIN: Pero es casi como si tuviéramos que pasar por un proceso para encontrar ciertas cosas que no funcionan, para luego descubrir qué funciona para nosotros.
BRUCE: Eso es cierto, pero entonces la pregunta es la siguiente: ¿cuántas personas pasan por el proceso, descubren que no funciona y luego repiten el proceso y no funciona de nuevo?
Como el que dice: “¡Oh, me he casado cuatro veces!”. Alguien dirá: “Ya repetiste el mismo error tres veces, ¿crees que la cuarta vez tal vez puedas aprender que el patrón solo se seguirá reproduciendo, como las veces anteriores, hasta que cambies?”.
No es tu pareja. Sigues trayendo al mismo tipo de persona, con cabello de diferente color y un nombre diferente, pero aun así, atrajiste a esa persona y juegas el mismo juego de nuevo. La pregunta es, ¿puedes aprender?
La respuesta es que sí. ¿Pero mucha gente aprende? La respuesta es no, porque siguen pensando: “Solo mi destino, ya sabes… así es la vida…”.
IAIN: El subconsciente aún permanece inconsciente. Bruce, ese es el problema y mientras no cambie el programa subconsciente, seremos los mismos.
El subconsciente es una mente habitual, es un hábito, y hasta que no cambie, será él el que nos domine. Porque sigues repitiendo el mismo programa.
Es como la definición de locura de Einstein: hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes. Sin embargo, el hecho es que es una locura. ¿Por qué seguir haciendo lo mismo? Vas a obtener lo mismo. ¿Cómo cambiar entonces?
Debes cambiar la mente subconsciente, porque ahí es donde están los hábitos que tenemos de otras personas.
Esto es lo más importante: los hábitos fundamentales de la mente subconsciente provienen de otras personas.
Es por eso que rara vez coinciden con lo que quieres en tu mente consciente, que eres tú. Y tú creas esos programas. Sin embargo, los programas fundamentales del subconsciente se descargaron durante esos primeros 6 años de nuestro desarrollo.
IAIN: Al principio de tu libro tienes una dedicatoria que me gusta mucho. Se la dedicas a “Gaia, la madre de todos nosotros, que nos perdone nuestra ofensa”. Creo que hay un poco de sabiduría en esa cita.
BRUCE: Cuando finalmente comencé a darme cuenta de la verdad muy simple de que era como una vieja palabra espiritual, pero ahora entiendo la connotación biológica de ella. Fuimos hechos a imagen del medio ambiente, por lo tanto somos su complemento.
Sin embargo, lo que hemos hecho es que, sin ser conscientes de que nuestra biología depende del medio ambiente, hemos socavado y destruido sistemáticamente a la madre naturaleza y a Gaia.
En ese proceso ahora nos encontramos con que estamos amenazados con nuestra propia extinción. El hecho es que no sabíamos lo que estábamos haciendo.
Ahora la pregunta es: ¿Gaia nos permitirá volver? Y la respuesta es: absolutamente, al igual que una persona puede volver del borde de la muerte, con algo llamado remisión espontánea.
Aunque la ciencia ya ha reconocido que nos enfrentamos a nuestra extinción, podríamos decir que somos un paciente terminal, que la humanidad es un paciente terminal, pero el concepto de cambiar nuestro sistema de creencias nos permitirá que el jardín vuelva a estar lleno de nuevo.
Estamos en una etapa de aprendizaje para alejarnos de las creencias de la civilización actual que socavan, no solo a los humanos, sino también al entorno en el que nos encontramos.
El problema es que fuimos creados como un complemento de un determinado entorno. Dado que estamos destruyéndolo, ya no somos su complemento, entonces no encajamos por definición. Por eso la ciencia ha reconocido que nos enfrentamos a nuestra extinción.
Entonces, me gustaría disculparme con la naturaleza diciendo: “Lo siento mucho. No lo entendimos, ¡pero estamos aprendiendo!”.
Cada vez más personas, especialmente los más jóvenes, reconocen de manera importante que no se puede destruir este entorno y sobrevivir y que debemos unirnos y honrar a Gaia, la madre de todos nosotros.
Al devolverle nuestro amor, Gaia nos devolverá el amor y la vida que podemos tener en este planeta.
IAIN: Por supuesto… Algo que también miras en tu libro Evolución espontánea es cómo la ciencia y la espiritualidad se unen. Solían estar muy separadas…
BRUCE: ¡Oh, absolutamente!
IAIN: La forma científica, que está basada en hechos, no se puede cambiar. La espiritualidad estaba tratando de abrir las cosas, pero… realmente se están reuniendo ahora, ¿no es así?
BRUCE: Sí. Fue interesante porque el mundo espiritual de la religión estaba hablando de las fuerzas móviles invisibles que dan forma a la realidad física y que llamamos espíritu.
Entonces la ciencia solo llegó a existir porque hizo en sus primeros días una separación con la Iglesia y dijo: “Mira, no pisaremos tu dominio espiritual invisible, solo estudiaremos el mundo físico”.
Cuando Newton fue capaz de predecir los movimientos de los planetas con solo mirar las características físicas, entonces los científicos obtuvieron las ideas: si puedes entender cómo funciona el universo simplemente estudiando el mundo material, entonces no necesitas esas cosas invisibles.
Pero en 1925 la física newtoniana fue subsumida por una física más grande llamada física cuántica y esta enfatiza que el universo está hecho de energía, no de materia.
“¿Cómo llaman los físicos cuánticos a esta energía de la que está hecho el universo?”. Lo llaman “El campo”. Yo me pregunto: “¿Cuál es la definición del campo?”.
Ellos responden (y esto me encanta): “Las fuerzas móviles invisibles que influyen en el mundo físico”. ¡Esa es la misma definición que se usa para el espíritu!
La física cuántica está enfatizando el campo invisible como primario al mundo físico, esencialmente está reiterando la declaración de las personas espirituales que hablaron sobre las fuerzas invisibles que dan forma a nuestra existencia física.
Así, por definición, la ciencia, la nueva ciencia de la física cuántica nos está volviendo a alinear con la realidad espiritual.
Con suerte, las creencias dogmáticas de la Iglesia que había hablado de estos términos maravillosos, pero que no nos permitieron vivir allí, y la ciencia, que todavía está atascada en su plano material, se despojarán de sus dogmas y nos permitirán unirnos y reconocer que todos somos parte de ese campo invisible, que ni siquiera vivimos en nuestros propios cuerpos. si comprendes la naturaleza de cómo funciona la célula.
Somos parte del campo que se descarga en nuestro cuerpo. Todos somos, por definición, el campo, o que todos somos espirituales: es la misma definición.
Reconozcamos la unidad de esto. Reconozcamos que no te pueden sacar del campo y no puedes ser, en cierto sentido, castigado por él. Tú eres el campo. Al reconocerlo entonces quizás desaparezcan las creencias, esas creencias tan restrictivas tanto de la ciencia como de la religión dogmática.
Debido a que la gente se está haciendo dueña de su propia espiritualidad, también se hará dueña de su propia responsabilidad y no dirá: “Oh, son los espíritus los que hicieron esto”. Nosotros somos los creadores que generaremos un nuevo mundo.
Lo que creo firmemente es muy sencillo: sal y pregúntale a la persona promedio en cualquier parte del mundo: “Si pudieras crear un mundo, ¿qué te gustaría?”. “Oh, me gustaría un mundo donde haya paz y armonía y me gustaría algo de comida y un trabajo”.
¿No es asombroso cómo en todas partes del mundo a las que vas prácticamente toda la población tiene la misma creencia? ¿Qué ocurre entonces? Que el liderazgo no está ejerciendo esa creencia.
Confío en que la gente se haga cargo del liderazgo de este mundo y que la estructura está en un estado de colapso. Cuando se derrumbe, será nuestra oportunidad de evolucionar de la muy destructiva percepción darwiniana del mundo a un holismo “más holístico” que dice que todos somos parte del mismo sistema.
Todos somos células en el mismo cuerpo y cuando trabajemos juntos, crearemos magia en esta tierra como nunca antes se había visto. Por eso soy muy optimista al respecto.
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