Descubre las 6 mentiras que bloquean tu despertar espiritual y te mantienen atrapado en la tercera dimensión por el doctor WAYNE DYER en español.
El falso yo es el ego. El ego es la parte de nosotros que ha llegado a creer que quien soy está definido por estas seis cosas:
(Primero) ”Yo soy lo que tengo”. Pasamos gran parte de nuestras vidas intentando tener tantas cosas como podamos, el Tao nos enseña algo muy diferente: deja ir todo lo que tienes, déjalo ir todo.
El ego nos enseña “eres lo que tienes” y el Tao nos enseña “dejar todo ir lo que tienes”, haz menos y logra más.
Una de las observaciones más famosas de Lao Tzu fue “no hago nada y no dejo nada sin hacer”.
[Video] Dr. Wayne Dyer en Español
Lo segundo que el ego nos enseña es: quien soy, no es solo lo que tengo, sino que quien soy, es lo que hago, lo que logro.
Y así pasamos un gran tramo de nuestras vidas creyendo que, en la forma en la que nos volvemos “exitosos, felices, llenos, auto realizados”, -lo que sea que eso signifique-, está la base de lo que yo logre; en cómo luzca mi currículo, cuantas promociones obtenga.
Enviamos a nuestros hijos a la escuela y les pedimos que aprendan, que se identifiquen a ellos mismos en base a cuánto obtienen y qué logran.
Tus notas se vuelven más importantes que lo que sea que estás estudiando, lo que posees, la ropa que vistes, qué cosas de marca tienes, etc.
Nos obsesionamos con este tipo de ridiculeces, y este es el falso yo en funcionamiento.
La tercera cosa que el ego nos enseña es que: yo soy lo que la gente piensa de mí, yo soy mi reputación.
Es obsesionarnos con nuestras críticas, lo que la gente piensa de nosotros, la opinión de otras personas, obtener la aprobación de otros.
El Tao nos enseña que lo que tú piensas de mí, no es mi asunto. Mientras que el ego no enseña que lo que tú piensas de mí, es lo más importante que tengo, así que haré lo que sea necesario para hacer que tú concuerdes conmigo, para agradarte, para que me apruebes, etc.
La cuarta cosa que el ego, este falso yo, nos enseña es: quien soy, está separado de todos los demás.
Así que somos criados en este mundo del falso yo que nos enseña que debemos estar compitiendo con todos los demás, que debemos vencer a alguien más, que ser el número uno es lo más importante, y ves gente haciendo esto todo el tiempo en juegos de fútbol, lo ves cuando empiezan los juegos olímpicos, la medalla de oro es más importante que cualquier otra cosa.
Ves personas llorando por esta idea de “tengo que ser mejor que alguien más para poder sentirme realizado en la vida”.
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La quinta cosa que el ego nos enseña es: estoy separado, no solo de todos los demás, sino que también estoy separado de lo que le está faltando a mi vida.
El Tao nos enseña que no hay lugar en el que Dios no esté, y si no hay lugar donde Dios no esté, entonces Dios debe estar en ti.
Y si no hay lugar donde Dios no esté, entonces Dios también debe estar en todo lo que percibo que falta en mi vida, por lo tanto, para convertirme en un manifestador y atraer a mi vida lo que quiero, simplemente tengo que realinearme a mí mismo, tengo que unirme de nuevo, tengo que hacer yoga a Dios.
El error más atroz del ego es un sistema de creencias que dice que:
quien soy, está separado de Dios; que Dios es algo fuera de mí. No hemos sido criados para entender y creer que, en nuestro núcleo básico, lo que Lao Tzu llama nuestra “naturaleza original”, lo que somos, es amor. Y todo lo que tenemos que hacer es ser eso y vivir eso.
Esa es una gran verdad, que para llegar a este lugar llamado “autorrealización”, tenemos que parar de evaluar quienes somos en base a esos identificadores del ego y en cambio empezar a vernos como amor divino, como partes de Dios.
Cuando mi madre murió pesaba menos de 39 kilogramos, pero si la hubieran pesado justo antes de morir, y luego justo después, su cuerpo habría pesado exactamente lo mismo y, sin embargo, ella ya no estaba viva.
Así que su vida, eso que llamamos “su vida” no tiene peso, no tiene forma, no tiene comienzo, no tiene final, no puedes pesarlo, ¿cómo puede pesar algo que no tiene forma?
Entonces tu vida, la cosa que llamamos “tu vida” es Dios, eso es lo que eres, eso es lo que cada uno de nosotros es, lo que somos es infinito.
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