🔴 Estas Simples Palabras Cambiarán tu Estado Mental. Louise Hay en Español

Quisiera explicarte algunas cosas acerca del cambio y de la transición.
En relación con el cambio, ocurre que con frecuencia no queremos cambiar, pero queremos que los demás cambien para que nuestra vida sea diferente.
Sin embargo, cualquier cambio significativo en nuestras vidas tiene que surgir de nuestro interior.
Para mí cambiar significa dejar de tener sentimientos de separación, aislamiento, soledad, ira, miedo y dolor, y comenzar a vivir en un estado de paz maravillosa, en el que sea posible relajarse y en verdad disfrutar de la vida, de la forma en que esta se presente, sabiendo que todo estará bien.
Desde que acepté la premisa de que la vida es maravillosa y de que todo es perfecto en mi mundo, comencé a vivir rodeada de un gran bienestar, todo el tiempo.
De ese modo, en realidad no me importa la dirección que tome mi vida, porque sé que será maravillosa, así que puedo disfrutarlo todo.
Gerald Jampolsky afirma que el amor es la ausencia de miedo, por eso, o hay amor o hay miedo.
Si no vives desde el espacio amoroso del corazón, estás en el miedo, y de allí provienen cosas como la separación, el aislamiento, la soledad, la ira y el dolor. Todos estos sentimientos forman parte del síndrome del miedo.
Eso es lo que en realidad tenemos que cambiar. Debemos trasladarnos del miedo al amor y hacer que este sea un estado más o menos permanente para nosotros.
Incluso el mismo planeta en estos días se encuentra en este período de cambio y transición. Es algo que vemos en todas partes. Estamos pasando de un viejo orden a un nuevo orden.
Los astrólogos afirman que esto comenzó con la Era de Acuario. Para mí la astrología, la numerología, la quiromancia y ese tipo de metodologías son tan solo maneras de describir la vida, de una manera algo diferente. Las personas usan diferentes lenguajes para hacer esto.
De acuerdo con los astrólogos, nos estamos trasladando de la Era de Piscis a la Era de Acuario. En la Era de Piscis buscábamos en el exterior, para que otros nos trajeran la salvación.
Pero en la Era de Acuario, en la que estamos entrando ahora, comenzamos a ir a nuestro interior y a descubrir que tenemos el poder de salvarnos a nosotros mismos. Esto resulta maravilloso y liberador.
Ahora bien, algunas personas se atemorizan ante lo que pareciera ser una gran responsabilidad, pero en realidad estamos descubriendo nuestra habilidad para responder a la vida no como víctimas, sino de una forma que nos empodera.
Estamos descubriendo que nos podemos conectar a lo que en Alcohólicos Anónimos denominan el poder superior, que es lo que yo llamo el ser superior, y de esta manera contribuir a salvarnos a nosotros mismos.
Es en verdad maravilloso sentir que no tienes que depender de otras personas, porque sabes que posees inmensas habilidades en tu interior para generar cambios positivos en tu vida.
En contraste, cuando somos víctimas nos sentimos aislados en el sufrimiento y el miedo, y siempre esperamos que alguien nos rescate de esa situación.
Pero ahora nos estamos haciendo responsables de nuestras vidas y comenzamos a comprender de qué manera contribuimos a las experiencias que tenemos y cómo podemos cambiarlas si no son lo que nos interesa vivir.
Desde el momento en que decidimos cambiar, hasta que obtenemos lo que deseamos, pasamos por un período de transición durante el cual nos trasladamos del viejo orden al nuevo orden.
Ese es el momento de abandonar las creencias y los hábitos antiguos para luego aprender, practicar y vivir de acuerdo con nuevas creencias, nuevos sentimientos, nuevos métodos o nuevos comportamientos.
Mientras incorporamos estos nuevos aspectos, para hacer que sean una parte natural de nuestras vidas, encontramos muchos momentos de vacilación y es normal que oscilemos entre lo que era y lo que deseamos que llegue a ser o lo que deseamos tener. De tal manera que, si decidimos abandonar una creencia vieja y adoptar una nueva, estaremos fluctuando entre una y otra.
En esta etapa con frecuencia nos sentimos molestos con nosotros mismos, pues no entendemos por qué no podemos apegarnos sin titubear a esta nueva manera de vivir.
Algunas veces pensamos que no somos lo bastante buenos o que somos malas personas. Pero eso no tiene sentido, porque siempre toma un tiempo incorporar los aprendizajes y ese ir y venir entre lo viejo y lo nuevo es una parte normal del proceso de cambio, que repetiremos hasta que las nuevas creencias se hayan afianzado con fuerza y se complete este proceso.
Por ejemplo, puede ocurrir que comiences a hacer una afirmación en particular, con la que te sientas bastante bien, y que algo ocurra de repente que te haga sentir que en realidad no puedes actuar de acuerdo con esa afirmación, y así vuelves a tu viejo hábito.
Pues bien, ese es solo un período de vacilación, no significa que no has aprendido nada ni que estás retrocediendo al punto de partida, solo significa que aún no te has estabilizado en tu nuevo hábito, y que necesitas algo más de tiempo, práctica y paciencia.
Debes ser paciente contigo mismo, porque quieres desarrollarte, no maltratarte, que son cosas muy diferentes. Así que piensa qué es lo que hacen tus pensamientos: ¿te hacen crecer o te hacen caer? Cuando te maltratas, has de saber que no estás siendo amoroso contigo mismo.
Algunas veces no necesitamos hacer grandes cambios externos, sino ir a nuestro interior y alterar solo un poco lo que ya hacemos.
Alguien me dijo en una oportunidad que estaba pensando en adquirir un nuevo apartamento y que le preocupaba no tener el dinero suficiente. Le dije: “¿Por qué no comienzas afirmando que habrá dinero en abundancia?”. Como ves, esto consiste solo en modificar un par de palabras, pero cambia por completo la forma de pensar en una situación particular.
En otra ocasión alguien me comentaba que padecía de mucho dolor y al conversar usaba mucho la palabra “dolor”. Cuando me preguntó si había otra palabra que pudiera usar, me acordé de la vez en que me aplasté un dedo con una ventana.
Comprendí que si me dejaba llevar por el dolor iba a tener que pasar por una vivencia difícil, así que comencé a hacer un trabajo mental de inmediato. Recuerdo que me refería a mi dedo afirmando que tenía “un montón de sensaciones”, ¡y en verdad las tenía!
Pero creo que insistir en verlo de esa manera en particular me ayudó a sanar más rápido y a lidiar con lo que, de otra manera, habría sido una experiencia muy dolorosa. Sabía que sería mejor si podía alterar mi mente.
De manera que algunas veces solo tenemos que alterar un poco la forma en que pensamos.
Ahora bien, los que queremos cambiar nos estamos desplazando de un viejo orden a un nuevo orden, y son muchas las cosas que están pasando en este planeta.
No creo que las cosas sean muy diferentes de lo que solían ser, pero pareciéramos estar más conscientes de todo. Con frecuencia leo eventos en la prensa que me espantan, pero cuando sigo leyendo me parece que son cosas que hemos estado haciendo por mucho tiempo, pero que ahora salen a la superficie.