Descubre Cómo Transformar Tu Futuro al Cambiar Tus Pensamientos con Este MÉTODO INFALIBLE. Dr. Joe Dispenza.
La mayoría de nuestros pensamientos y sentimientos están conectados a la sexualidad, la victimización, la culpa, el sufrimiento, la vergüenza, la indignidad, las inseguridades, el amor propio, el control, el miedo, la ira, la frustración, el odio o la necesidad de juzgar.
Estos afectan los principales centros hormonales del cuerpo, y tienen mucho que ver con la supervivencia. Esos centros consumen energía. Un orgasmo, la digestión o el estrés representan grandes cantidades de energía que extraemos de nuestra fuerza vital.
Es un recurso de información que estamos transformando en sustancias químicas, robando energía a nuestro cuerpo. Cuando estos gastos de energía extra se producen por un período corto de tiempo no hay ningún problema, porque el cuerpo puede volver a su estado de autorregulación y equilibrio, llamado homeostasis, y restaurarse a sí mismo.
Pero cuando esto se perpetúa de manera sostenida por largos períodos de tiempo, la energía para el crecimiento y la recuperación se agota, porque te dedicas a vivir todo el tiempo en estado de supervivencia.
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Puede que estés consumiendo los alimentos adecuados y haciendo las cosas correctas, pero si vives en la ansiedad y el miedo, percibiendo tu mundo desde el peor escenario posible, que es lo que haces en estado de supervivencia, no habrá energía para sanarte.
La mayoría de nuestros pensamientos determinan la formación y consolidación de ciertos circuitos en el cerebro que activan otras partes del cerebro límbico, que genera los llamados neuropéptidos, que son mensajeros químicos que a su vez activan los centros hormonales. De manera que estás almacenando los pensamientos en forma de energía en esos centros hormonales.
Ten en cuenta que, si estás viviendo en modo de supervivencia, tratando de escapar de algo que amenaza tu vida, no tienes ninguna razón para abrir tu corazón ni para meditar. No es el momento de aprender, de conectarte, de comunicarte, de sentarte e ir a tu interior o de ser vulnerable. Es el momento correr, pelear o esconderte.
Ese estado prolongado es intolerable para el organismo. Por eso es imprescindible cambiar. Pero ¿qué significa cambiar?
Cambiar es poder ir más allá de tu entorno; es decir, estar más allá de las condiciones de tu vida y de las circunstancias de tu mundo.
Esto es algo que las grandes personalidades de la historia sabían. Es lo que significa estar definido por una visión del futuro, en lugar de vivir en base a las memorias del pasado.
Cambiar significa poder ir más allá de tu cuerpo, de todos esos hábitos y comportamientos inconscientes y de las decisiones que has tomado, una y otra vez, tantas veces que el cuerpo se transforma en la mente.
Las emociones que están conectadas al pasado te mantienen anclado al pasado, a nivel emocional. Si esas emociones están impulsando tus pensamientos, y si esos pensamientos están creando las mismas emociones, entonces tu cuerpo se ha transformado en la mente.
Para que puedas cambiar tendrás que superar las reacciones emocionales y los hábitos que han afianzado actitudes que te mantienen ejecutando programas inconscientes. Al hacerlo irás más allá del tiempo.
Ten presente que, si cada día al despertar eliges hacer lo mismo, comportarte de la misma forma y crear las mismas experiencias, una y otra vez, tiene sentido pensar que tu futuro lucirá muy similar a tu pasado. De hecho, ese futuro será solo más de tu pasado.
Encontrar el punto exacto del momento presente y generoso que existe en ese lugar, en el que ya no tratas de predecir tu futuro basándote en el pasado, significa que te traslades a lo desconocido.
En ese lugar, denominado el momento presente eterno, es donde existen todas las posibilidades.
Te preguntarás por qué nos resistimos a cambiar.
Pues bien, se sabe que tu personalidad está definida por tu forma de pensar, de actuar y sentir, de manera que, si dejas de pensar de la misma manera, tus neuronas ya no se conectan entre ellas de la misma manera.
Los lugares en los que las neuronas se conectan constituyen una memoria.
Cuando comienzas a desconectar y a desactivar las conexiones neuronales existentes reduces los circuitos en tu cerebro, conectados con el ser antiguo, y la memoria de ese ser antiguo comienza a cambiar.
Si te preguntas dónde se almacena esa memoria, la respuesta es que se almacena en el alma, y se convierte en sabiduría, porque ya no eres la misma persona.
Si ya no te comportas de la misma forma, las neuronas que ya no se activan juntas tampoco se conectan para formar circuitos. Esa reducción de los circuitos forma parte de la biología, si no usas algo lo pierdes.
De manera que el cambio en tu memoria del ser antiguo representa su muerte biológica, y en un comienzo eso resulta incómodo para muchas personas.
Si ya no estás sintiendo las mismas emociones que te mantenían conectado al pasado, y sigues inhibiendo ese proceso, al principio el cuerpo anhelará los químicos a los que está acostumbrado, porque ha sido condicionado de esa manera, y se comporta como un adicto.
Lo que ocurre es que el cuerpo se había transformado en la mente, anticipando eventos y emociones, y le estás poniendo un freno.
Durante este proceso tienes que permanecer consciente. Eso toma una enorme cantidad de energía. Ya no estarás marcando los mismos genes ni produciendo las mismas hormonas.
Además, ya tu cuerpo no será influenciado por tu mente de la misma manera. Debemos ser conscientes de que algunas veces la mente es el mayor enemigo del cuerpo, y estarás inhibiendo ese proceso.
Así que debes superar esa incomodidad para que puedas experimentar un cambio verdadero. Eso es un sentimiento que enfrentan todos los que logran cambiar, lo que hace que estén a punto de volver a lo de antes, pero cuando logran resistirse se sienten muy felices.
Así que a medida que se produce la deconstrucción del ser antiguo, debido a tu propia voluntad para decidir quién quieres ser momento a momento, tomas consciencia de la persona que estás habituado a ser y de la persona en la que deseas convertirte.
Mientras más aprendes acerca del amor, de la vida, de las posibilidades y de las potencialidades, más consciente te haces de todo ello. Eso nos lo da el conocimiento.
El ser antiguo es una memoria, como si hubiera existido en otra vida. Puedes recordarlo, pero ya no te interesa, porque eso ya no es lo que te define.
La muerte biológica del ser antiguo se produce al cruzar el rio del cambio, y tienes que persistir en ese proceso el tiempo suficiente para convertirte en alguien diferente.
Puedes pensar que se trata de obtener riqueza o salud, pero en verdad se trata de en quién te conviertes.
Las personas que se transforman ven cambios dramáticos en su salud y en sus vidas. Es algo que no pueden explicar con palabras.
El asunto, a nivel práctico, es que si en verdad quieres cambiar tu vida tienes que cambiar tú. Tienes que tomar consciencia de tus pensamientos y de tus acciones, y familiarizarte con tus emociones. De esa manera podrás mantener el cambio, y si por alguna razón vuelves atrás te detendrás y te corregirás.
Si en verdad te interesa evolucionar, pero culpas a otros de lo que te ocurre, es que estás volviendo a tu programación inconsciente, que deja que sea tu entorno el que controle cómo te sientes y cómo piensas.
También puedes hacer una meditación maravillosa y condicionar tu cuerpo en el futuro, y luego, cuando sales de la meditación, volver al mismo ser antiguo del pasado de nuevo.
Estarás aportando cincuenta minutos o una hora de meditación contra el resto del día en el que vuelves al pasado.
Tienes dos opciones. Quédate allí o haz una pausa y cambia tu energía; vuelve a las emociones y sentimientos de tu futuro. Es un lugar mucho mejor en el que estar.
Por eso tienes que practicar para que puedas meditar con tus ojos abiertos. El pensamiento acerca de la persona en la que quieres convertirte debería producir el sentimiento de ese nuevo ser de manera instantánea.
En otras palabras, el pensamiento de tu futuro debería producir el sentimiento de que ya ha ocurrido, en lugar de un sentimiento de carencia porque todavía no ha ocurrido.
Las personas que hacen esto bien condicionan su cuerpo en el futuro, y luego dicen: “No sé cómo ocurrió esto, fue como si mi cuerpo hubiera sido conducido directamente al evento”.
La verdad es que tu cuerpo seguirá a tu mente a lo desconocido, de la misma forma en la que sigue a tu mente hacia todas las rutinas habituales cada día.
De manera que tu atención y tu energía se concentrarán en lo desconocido, lo que no te resulta familiar y se apartará de aquello a lo que estás habituado. En esto no importan tus creencias, el color de tu piel o lo que comes.
Pero recuerda que si el pensamiento de tu futuro produce el sentimiento de carencia por lo que aún no ha ocurrido, es porque todavía estás en tu pasado, y nada va a cambiar.
Para que haya un cambio lo que tiene sentido es que quieras abrir tu corazón de manera natural, para que comiences a sentir las emociones del futuro antes de que ocurra, sin importar lo que esté ocurriendo en tu vida.
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Mucha de la biología de tu cuerpo cambiará en este proceso, y cuando lo repitas suficientes veces te transformarás en esa persona del futuro. Así es como llegas a controlar tu ser y tu vida.
Mientras lo haces puede que algunos sentimientos interfieran con tu proceso.
En ocasiones me he sentado a meditar y de la nada he tenido sentimientos a la vez conocidos y extraños, que nunca vi venir y no sé lo que eran. Cuando eso pasó, en lugar renunciar a la meditación, tuve curiosidad por saber si había algo al otro lado de esa emoción.
De modo que me mantenía presente con ello, sintiéndolo como la energía que era. Esa energía es una frecuencia que lleva la información o la emoción en forma de recuerdo. Por lo que tienes que pasar a través del valle de las sombras muchas veces, para encontrar la luz.
Si te mantienes presente ante esa sensación y la sientes, con el tiempo se convertirá en otra cosa.
Nuestro cuerpo experimenta diversas sensaciones. Podemos sentir una contracción de la garganta, que la respiración se nos acelera o una especie de descarga en nuestro corazón, incluso podemos sentirnos ansiosos.
Pero todas esas sensaciones humanas que el cuerpo está registrando, y que interpretas como ansiedad, son información que llamamos emoción. Cuando las personas se sientan en presencia de esa información y se permiten experimentarla a plenitud, se mueven a través de ella.
Para mí lo que cuenta es que, si es un sentimiento familiar, lo más probable es que esté de nuevo funcionando de acuerdo con un programa inconsciente, porque la emoción acciona ciertos comportamientos, hábitos y pensamientos.
Esto no significa que las personas no pueden pasar por procesos de duelo, pero considero que para algunas personas esos procesos se transforman en una manera de atraer la atención de otros y de suplir ciertas cosas que necesitan en sus vidas.
Por eso usan el duelo de forma que se convierte en parte de su identidad, y lo hacen de manera inconsciente.
Pero ¿qué conocimiento superior podría yo adquirir acerca del duelo o acerca de mí mismo que pueda aplicar para hacer evolucionar en mi esta experiencia, y ver si existe algo al otro lado de ella?
Buscamos esas respuestas y construimos un modelo. Por ejemplo, las personas se afligen mucho por la muerte de seres queridos, y eso es algo que entiendo por completo.
Pero si tuvieras una mayor comprensión de la muerte es posible que tu duelo se redujera, porque si esa persona con quien compartiste amor te viera sufriendo te diría: “Si me amas, vive tu vida, sigue adelante y disfruta”.
Lo que creo que constituye un conocimiento superior respecto a esto es que, si te sientes afligido, debes permanecer presente con tu aflicción, y observar si hay algo al otro lado de esa pena. Siéntate con ella por el tiempo suficiente.
Yo lo he hecho, he tenido muchas noches oscuras, y me he quedado con ese sentimiento hasta que se transforma en algo diferente. Tan solo he mostrado curiosidad, sin pretender que nada externo lo modifique, quería que solo yo pudiera cambiarlo. Las cosas que más importan son las más difíciles de cambiar.
Ahora bien, lo que está emergiendo ahora en el mundo, debido a la información, es que la gente está aprendiendo que existen otras posibilidades de las que no estaban conscientes.
Ya no se necesita de una autoridad, de un sacerdote, de un gobernante, de un maestro o de un doctor para obtener la información, porque la información está disponible. El asunto es qué harás con esa información.
La ciencia es el lenguaje del misticismo. Así que la idea es darles a las personas información científica sólida, combinando la física cuántica con la neurociencia, la neuroendocrinología, la psiconeuroinmunología, la epigenética y el electromagnetismo.
Se debe introducir el modelo científico de manera simple e independiente de la tradición, de la religión o de la cultura, que son aspectos que dividen a la audiencia.
Si las personas pueden razonar al respecto y comprender lo que están haciendo con esa información y por qué lo están haciendo, el efecto secundario de esto es que se hará más fácil.
Lo que estamos viendo es esta consciencia emergente, donde las personas están recuperando su poder, sin depender de nada ni de nadie para su propia transformación personal.
Pienso que cuando haya suficiente gente haciendo esto se producirá una sincronización similar a la de un cardumen de peces moviéndose en una misma dirección. Esto tiene la apariencia de un organismo mayor, porque todos se comportan de la misma manera, pero no hay un líder, sino que todos están liderando.
Así que ¿cómo vamos a cambiar el mundo? No lo hará una persona o una consciencia, lo hará una consciencia colectiva, y la investigación dice que las redes colectivas de observadores determinan la realidad.
De modo que, si una cantidad suficiente de personas creen en una posibilidad, tarde o temprano alguien se va a topar con esa experiencia. Solo hace falta que esta posibilidad se materialice para una persona, pues cuando se hace evidente que es posible, otros comenzarán a creer y a crear también.
Creo que en el mundo actual estamos viendo la ruptura de muchos convencionalismos, ya sea en la religión, la medicina, el medio ambiente o el periodismo. Todo se está derrumbando. Ya no hay manera de que se sostenga porque no hay organismos en la naturaleza que puedan vivir en este tipo de competitividad abusiva.
Los organismos sobreviven en cooperación, conexión y comunión. Si la gente está todo el tiempo con miedo, ira o dolor, con todas esas emociones de supervivencia nunca se podrá formar una comunidad.
Pero si llevas a la gente a un estado emocional elevado, algo innato en la especie humana nos hace ser empáticos entre nosotros, nos celebramos unos a otros, nos queremos llevar bien entre nosotros, queremos cooperar, queremos resolver problemas juntos.
Eso es lo que somos cuando no vivimos estresados y en estado de supervivencia.
Para entender ese estado emocional elevado, piensa en esto. Si pasas la mayor parte de tu día centrándote en la materia y en todo lo que hay en este mundo tridimensional conformado por cosas materiales, surge la pregunta ¿cuánto de tu tiempo y tu atención pones en ese campo unificado e invisible de información que existe más allá del espacio y del tiempo?
Recuerda que donde pones tu atención es donde pones tu energía, lo que hace que las cosas se expandan.
Cuando no eres consciente de tu nariz esta no existe, y en el momento en el que te haces consciente de ella comienza a existir. Lo mismo ocurre con el campo cuántico. Si le prestas muy poca atención a lo largo de tu día, entonces no existe para ti.
Pero en el momento en que empiezas a ser consciente de ello, a prestarle atención, a estar presente con él y a experimentarlo, momento a momento, no con tus sentidos, sino con tu consciencia, haces contacto con ese campo unificado. Para eso debes convertirte en consciencia pura.
Ahora conocemos las técnicas y las herramientas para hacer que las personas vayan más allá de sí mismas. De hecho, después de miles de escaneos cerebrales, sabemos que estás en tu mejor momento cuando vas más allá de ti.
Esto pasa cuando apartas tu atención de tu cuerpo y de tu identidad, que está conectada con las personas en tu vida, con las cosas que posees y con los lugares en los que estás a lo largo del tiempo.
En el momento en el que te conviertes en nadie, en ninguna cosa, en ninguna parte, en ningún momento, te transformas en consciencia pura y comienzas a conectarte con ese campo de posibilidades, llamado campo unificado o campo cuántico.
El campo cuántico es un campo invisible de información que existe más allá del tiempo y del espacio. Es independiente del color de tu piel, tu género, tu dieta, tu orientación sexual, tu profesión, tu clase y de todas esas cosas que crean separación. Todo ser humano tiene acceso a este campo.
Siempre les digo a mis estudiantes avanzados que sabes que estás cambiando cuando dejas de hablar de ello.
Porque puedes ir a un servicio religioso, dar la mano y decir: “Que la paz sea contigo”, y luego entrar en tu auto y cortarle el paso a todo el mundo a la salida del estacionamiento.
Puedes decir que no te gusta una guerra y discutir con tu vecino de al lado o con tu compañero de trabajo.
Tienes que ser un ejemplo viviente de todo lo que quieres que ocurra en el mundo en términos de cambio. Si no te gusta la codicia, comienza a dar. Tienes que demostrarlo.
Cuando lo hagas le darás permiso a la gente para hacer lo mismo, porque te van a observar haciendo exactamente lo que tienen miedo de hacer, aun cuando sepan que es lo correcto.
Así que la manera de transformar al mundo es transformándonos nosotros mismos. La manera en la que se puede transformar una cultura es transformando a los individuos, uno a uno.
Esto consiste en dejar de mirar hacia afuera de nosotros mismos y entender que este mundo es el reflejo de algún aspecto de nosotros. Si todos hicieran eso de manera simultánea, imagina cómo cambiaría el mundo.
No es suficiente que solo te concentres en la paz. Hay estudios importantes que demuestran que cuando una comunidad de personas se concentra en la paz, bajan los índices de criminalidad.
Pero después de la investigación, la criminalidad vuelve a incrementarse. Por eso no es suficiente con solo pensar en ello. Tienes que demostrarlo en todas las áreas e instantes de tu vida.
Cuando lo hagas te convertirás en un ejemplo a seguir.
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