Seguramente has leído en páginas sobre bienestar personal lo importante que es mantenerte alejado de las personas tóxicas que aparecen en tu vida. Sin embargo, ¿puedes identificarlas de entre todos los que te rodean?, ¿conoces su definición y características? Y si es así, ¿qué puedes hacer al respecto para evitar que te perjudiquen?
Recuerda que cuando luchas por huir de una relación con gente de este tipo, también corres el riesgo de volverte alguien tóxico. Aquí te daremos grandes revelaciones que te ayudarán a entender que hay más tóxicos cerca de ti de lo que te imaginas y cómo lograr espantarlos de forma efectiva y civilizada.
Gente y relaciones tóxicas
Jodie Gale, psicoterapeuta y coach de vida australiana, explica que, al contrario de lo que pensamos, la gente tóxica no siempre es evidente ni absolutamente negativa.
La mayoría no son criminales, aunque sí pueden padecer de trastornos de personalidad, como narcisismo, bipolaridad u otra condición de salud mental no diagnosticada. Sin embargo, estos son los casos extremos.
Otros son simplemente individuos manipuladores o calculadores, a veces con rasgos de egoísmo o egocentrismo. También están los de naturaleza abusiva.
Esas características tienen su explicación para la doctora: «A menudo la persona está profundamente herida y por cualquier razón no es capaz de asumir la responsabilidad de sus heridas, sus sentimientos, sus necesidades y problemas…».
Por eso, los tóxicos suelen dar forma a esa parte dolorosa de sus vidas y tratan de satisfacerla interpretando figuras como la víctima, el matón, el mártir o el perfeccionista, entre otras.
A partir de ahí, suelen crear un drama en sus vidas o intentan rodearse de él; tratan de controlar; estar necesitadas; ser excesivamente críticas, celosas o envidiosas; utilizar a los demás para satisfacer sus necesidades; lamentarse de su mala fortuna y la buena de los demás; abusar de sustancias o dañarse a sí mismas de muchas maneras. Pero, sobre todo, nunca están dispuestos (o son capaces) de buscar ayuda.
Generalmente, pocos comprenden este proceso interno en la persona tóxica, sino que solo sienten algo dañino en su interacción. Y es que estas relaciones se definen por una dinámica malsana entre los participantes.
Las relaciones son buenas y fundamentales para tener una vida satisfactoria, pero en este caso, hasta las reacciones de la contraparte sana se ven afectadas.
Amy Tatsumi, psicoterapeuta norteamericana, explica que uno puede volverse retraído o complaciente, así como sentirse traicionado o retraído frente al individuo tóxico. Esto sucede “cuando se cruzan los límites saludables y dejamos de lado nuestro valores”.
Así que es importante considerar nuestro papel, ya que todos los participantes juegan un rol en las interacciones donde hay un individuo tóxico.
Para saber si estás participando en una relación tóxica, revisa estas señales:
– No te sientes bien con respecto a la otra persona. Constantemente tratas de probar tu valor ante ella o buscas su validación. Eso te deja agotado luego de estar en su presencia.
– No puedes ser tú mismo. Necesitas controlar todo lo que dices y haces y pensar antes de actuar. Tienes miedo de tratar ciertos temas por su respuesta.
– Te llegas a sentir menospreciado por la otra persona.
– Las exigencias en esta relación te obligan a abandonar otras. Quedas atrapado en un ciclo de intentar rescatarla, cuidarla o arreglarla y vives emocionalmente afectado por su drama.
– Empiezas a cuestionarte, porque la otra persona siempre se hace responsable de todos los conflictos.
Existen clasificaciones y numerosas tipologías científicas, sin embargo, nos basta tener en cuenta los siguientes rasgos para saber si estamos frente a individuos tóxicos:
– Les falta empatía. No les interesa realmente por lo que el otro está pasando ni saben ponerse en su lugar.
– Son expertos en controlar y manipular. Tienen la habilidad de escoger palabras y acciones que te afecten y te hagan sentir mal o con la necesidad de complacerlos. Aunque nunca lo lograrás, porque siempre estarán exigiendo más de ti para alimentar su parte herida.
– No puedes confiar en ellos. A veces estarán ahí para ti y otras veces no. Si llegan a ayudarte, te harán quedar en deuda para siempre. Y como todo debe ser siempre sobre ellos, rara vez ofrecen consuelo.
– No son tus amigos ni tus parejas. Obviamente, alguien con las características anteriores no te está ofreciendo su amistad o amor. Al ser individuos utilitarios, consideran que ellos son el único miembro importante de la relación y son incapaces de ver tus problemas, pensamientos, sentimientos o necesidades.
– No saben disculparse, porque no se consideran responsables. Si los confrontas sobre algo que hicieron mal, tuercen la situación sobre ti y/o inventan justificaciones.
– No comparten sus verdaderos sentimientos. Si les conviene, dirán lo que quieres oír, pero esa no será toda la verdad. Nunca admitirán lo que en realidad sienten.
– No aceptan un no como respuesta. Nadie se les puede negar sin salir perjudicado.
– No le dan importancia a tus logros. Sin importar el éxito que consigas, las personas tóxicas nunca te elogiarán con sinceridad. Es probable que te minimicen o te comparen negativamente con otros.
– Son condescendientes solo a través de los chistes críticos y las bromas hirientes. La burla es un elemento importante para ellos. Incluso llegan a hacerte cumplidos esporádicos para incentivar tu deseo de lograr su aprobación.
– Nunca sabrás con cuál versión de ellos te vas a encontrar. Un día pueden ser encantadores y otros unos tiranos. Como si fueran camaleones, saben evaluar la situación y presentar la conducta apropiada para lograr sus objetivos.
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Cómo lidiar con la gente tóxica
Para tratar con las personas tóxicas de manera efectiva, debes dirigir tu enfoque a controlar lo que se pueda y eliminar lo que no.
Las personas tóxicas no actúan de acuerdo con normas lógicas. Mientras algunos ni siquiera son conscientes de sus actos y el impacto negativo que tienen, otros se satisfacen creando caos y estrés a su alrededor.
Según los casos particulares, evaluarás si conviene enfrentarte a ellos o si es mejor alejarse. De todos modos, lo más importante es que entiendas que tú tienes el control para salir de una relación con un individuo tóxico. Cuando lo logres, tu vida será mucho mejor.
Estas son algunas recomendaciones para lidiar con la gente tóxica:
– Céntrate en las soluciones y no en los problemas. Deja de pensar en lo problemática que es tu persona difícil y concéntrate en cómo vas a manejarla. Así tomarás control y reducirás la cantidad de estrés que experimentas al interactuar con ella.
– No cedas al refuerzo intermitente. Las personas tóxicas saben que dar recompensas ocasionales evita que la otra persona termine yéndose. Son condescendientes de manera azarosa para que tu corazón se llene de optimismo y creas que estás consiguiendo su afecto o la forma de finalmente rescatarlo, cuidarlo o arreglarlo. Si permites esto, te engancharás en esta relación, sin entender que la felicidad aleatoria nunca es satisfactoria.
– Limita el tiempo y la energía que ofreces. Las personas tóxicas se revuelcan en los problemas, pero no quieren soluciones. Solo desean que el público participe de su drama y sufra con ellos. Las personas racionales obviamente intentan ofrecer su ayuda incluso si solo pueden prestar un oído comprensivo, pero hay una línea muy fina entre eso y ser absorbido por la espiral emocional tóxica.
Para visualizar esta recomendación, pregúntate si te quedarías sentado respirando todo el humo que emite un fumador. ¿No, verdad? También puedes preguntarle cómo pretende solucionar el problema. Lo más probable es que se calle o se aleje de ti en busca de alguien más apropiado para su drama.
– No te dejes arrastrar por un comportamiento irracional. En algunos casos, puedes notar cuando la conducta de una persona va en contra de la razón y sientes que te enloquece. Entonces, deja de intentar vencerla en su juego. No respondas al caos emocional, solo a los hechos que seas capaz de controlar.
– Escoge tus batallas sabiamente. La gente exitosa sabe rendir sus energías en las luchas de largo aliento. En un conflicto, la emoción sin control perjudica tu rendimiento. Cuando identifiques cuáles son las discusiones que podrías ganarle a la persona tóxica, evitarás caer en peleas sin sentido. También entenderás que en muchos casos, la única forma de ganar es evitar la confrontación y alejarse.
– Establece límites. Porque trabajes, vivas o compartas con alguien, no debes sentir que no tienes manera de controlar el caos. Si dejas que las cosas sucedan sin tu intervención, te encontrarás constantemente envuelto en situaciones difíciles. En cambio, si decides cuándo, dónde y cómo te involucrarás con una persona difícil, controlarás gran parte del caos.
– No dejes que la persona tóxica sea la medida de tu alegría. Cuando tu sentido del placer y la satisfacción provienen de las opiniones de otras personas, ya no eres el amo de tu propia felicidad.
Las personas emocionalmente inteligentes no dejan que las críticas o comentarios sarcásticos de una persona tóxica les quiten eso. Tu autoestima debe venir de dentro. Independientemente de lo que la gente tóxica te diga, recuerda que nunca eres tan bueno o malo como dicen que eres.
– No te reprimas. La gente tóxica te intimida, te hace sentir culpable y en general juega contigo para satisfacer sus necesidades. Y a veces tú no querrás hablar o actuar por temor a ofenderlo o por su posible comportamiento. Si te están molestando, dilo directamente. Eso desarticulará la estructura de la relación tóxica.
– Sé fuerte. Nunca, por miedo o por educación, hagas demasiados indultos o concesiones. La gente tóxica suele poner minas en todo con la esperanza de que tú las pises. Pero no es algo persona. Lo hacen con todos los que lo permiten. Entonces debes aprender a tener valor para decir que no, retirarte cuando sea necesario o enfrentarlos a los problemas.
Conclusiones
Algunas relaciones negativas pueden ser reparadas, pero solo si los miembros se comprometen a trabajar en ella. Si el elemento tóxico acepta trabajar para cambiar esa dinámica, podrán obtener resultados positivos.
Si pones en práctica estas recomendaciones de autoayuda, también es probable que la persona tóxica se sienta desafiada y termine su relación de amistad, trabajo o amorosa contigo. Eso podría ser doloroso para ti, sobre todo si han tenido una larga historia juntos.
Sin embargo, como dice la terapeuta Tatsumi: “En última instancia, habrás creado espacio para relaciones mucho más sanas (…) y nutritivas”.