Descubre los Secretos del Evangelio (Censurado) de Tomás.
El evangelio perdido de Santo Tomás, llamado también el Evangelio de Tomás, es muy poderoso, pues se cree que son las verdaderas palabras de Jesús cuando enseñaba, a aquellos a su alrededor, cómo usar el poder de las emociones humanas en sus vidas.
Como ya se ha dicho, para desencadenar la fuerza de la matriz divina en nuestras vidas, primero tenemos que entender cómo funciona esa fuerza. Ese funcionamiento nos lo explica la ciencia.
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En segundo lugar, tenemos que hablar en el lenguaje que la matriz divina reconoce. Eso no nos lo puede enseñar la ciencia.
Ese lenguaje viene de nuestro pasado, de nuestra cultura, de nuestra historia. Viene de aquellos que lo aprendieron y lo usaron por miles de años.
Ese es el tema que tratamos aquí, el estudio de lo que Jesús y los grandes maestros dijeron acerca de este lenguaje.
Es pertinente recalcar que las diferentes religiones o doctrinas filosóficas comparten este conocimiento, por lo que es lo mismo si nos referimos al budismo, al hinduismo, al cristianismo o a las tradiciones precristianas. Todas nos dicen que existe un campo de energía y que tenemos el lenguaje que nos permite usar ese campo.
En el Evangelio de Tomás, que se escribió unos 300 años después de la época en que vivió Jesús, hay claves muy importantes para entender ese lenguaje.
Aún se preserva una página, escrita en griego, del manuscrito original de Santo Tomás, así que sabemos que este evangelio en verdad existió.
Antes de abordar estos aspectos importantes del Evangelio de Tomás, señalamos dos hechos a tomar en cuenta.
Lo primero es que en los monasterios budistas del Tíbet nos dijeron dos cosas.
Uno, que los sentimientos constituyen la plegaria.
Dos, que tenemos que sentir como si ya se hubiera respondido a nuestras plegarias.
Por otra parte, en un monasterio egipcio se encuentra la colección de textos antiguos conocidos como la Biblioteca de Nag Hammadi, que contiene el Evangelio de Tomás además de textos originales del cristianismo que solían conformar nuestra tradición y que posteriormente fueron editados.
Estudiaremos algunas instrucciones muy importantes contenidas en estos textos, que nos dicen cómo establecer la comunicación con el campo de energía de la matriz divina.
Con esto en mente, podemos considerar el versículo 106 del Evangelio de Tomás, traducido del texto de la Biblioteca de Nag Hammadi, que dice: «Cuando seáis capaces de hacer del pensamiento y la emoción uno, le diréis a la montaña: “Aléjate montaña” y la montaña se alejará».
Así que en el Evangelio de Tomás se habla de ambos, pensamiento y emoción, destacando la clase de poder que adquieres cuando puedes transformarlos en una sola fuerza potente.
Un hecho notable es que el verso 48 dice casi lo mismo. Esto sugiere que la idea en esos versos era tan importante que se registró en al menos tres versos diferentes en el mismo evangelio.
Esto es lo que dice el verso 48: «Si los dos hacen las paces entre sí en esta misma casa, dirán a la montaña: “¡Desaparece de aquí!” y esta desaparecerá».
¿De qué habla Jesús al hablar de la casa o del templo? Habla de ti. Tú eres la casa y el templo. Los “dos” son el pensamiento y la emoción, que se convierten en uno dentro de ti cuando “hacen las paces entre sí”.
De nuevo se expresa aquí lo poderoso que resulta unir el pensamiento y la emoción. Pero aún no nos han dicho cómo hacer esto. Esa es la siguiente pieza.
En la antigua Biblia cristiana, hay una frase bastante conocida: “Pidan y se les dará”.
Sin embargo, conozco personas que piden y piden y nada pasa, porque la petición no se ha de hacer con la voz.
Pedir no significa decir: “Por favor, trae esto a mi mundo”. Para pedir tenemos que hablar al campo de energía de la matriz divina, en el lenguaje que el campo reconoce y que le resulta comprensible.
El campo no reconoce nuestra voz, reconoce el poder de nuestro corazón. Los sentimientos en nuestro corazón crean ondas electromagnéticas. Ese es el lenguaje que el campo de energía entiende.
Así que cuando creas el sentimiento en tu corazón, como si tu plegaria ya hubiera sido respondida, se crean las ondas electromagnéticas que responden a tus deseos.
En la Biblia de King James, Juan 16:23-24, hay una versión condensada y editada del versículo, que dice así: “Lo que pidiereis al Padre en mi nombre, Él os lo dará… Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre. Pedid y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido”.
Esta versión editada me resulta sorprendente, porque en ella eliminaron las dos frases que nos dicen cómo pedir.
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En el siglo IV, cuando se hicieron estas ediciones, se suprimieron esas dos frases. Así que nos remitimos a la versión de la Biblia en arameo antiguo para examinar una nueva traducción que incluye las partes que fueron descartadas en las versiones editadas.
El pasaje original dice: “Todas las cosas que pidas sincera y directamente desde dentro de mi nombre, te serán concedidas. Hasta ahora no lo has hecho”.
La frase “hasta ahora no lo has hecho”, significa que hemos estado pidiendo con nuestra voz, que no es reconocida por el campo de energía.
He aquí la parte que se eliminó en la edición. Presta atención a estas dos frases, pues son muy poderosas: “Pide sin motivo oculto y déjate rodear por tu respuesta. Déjate envolver por lo que deseas, que tu alegría sea plena”.
No te dice que digas una palabra, te dice que te rodees de la sensación que tendrías si tu plegaria ya hubiera sido respondida. Te dice que dejes que tus deseos te cubran y te rodeen por todas partes.
Si quieres una relación perfecta en tu vida, si quieres que tus seres queridos sanen de sus enfermedades, experimenta lo que sentirías si eso ya hubiera pasado. Déjate envolver por lo que deseas, porque así es como tu pensamiento y tu emoción se convertirán en uno.
Por una parte piensas en la sanación de tus seres queridos y al mismo tiempo sientes el amor de ese pensamiento, así el pensamiento y la emoción se fusionan y ese es el lenguaje que el campo de energía puede comprender.
Ahora bien, el versículo dice: “Pide sin motivo oculto”, ¿qué significa eso? Significa que pidas sin juzgar. Eso es precisamente lo que los budistas nos dicen. No pienses que lo que pides es correcto o incorrecto, bueno o malo. No pidas desde el ego, pide desde el corazón.
Cuando dice que dejes que te rodee tu respuesta, quiere decir que sientas “como si” ya te hubieran respondido. Si todo esto suena demasiado religioso es porque proviene de la Biblia.
El filósofo Neville escribió un libro titulado El poder de la consciencia, en el que afirma: “Tienes que hacer de tu sueño del futuro un hecho del presente, asumiendo la sensación de tu deseo cumplido”.
Esa sensación debe venir de un lugar en el que lo que deseas ya ha ocurrido.
Veamos un ejemplo de esto. Quiero dar algunos detalles acerca de la curación realizada por un grupo de médicos espirituales. Estos médicos curaron a una mujer de un tumor canceroso. Al hacerlo no juzgaron el cáncer como algo incorrecto, malo o correcto. Aceptaron ese tumor como una posibilidad entre muchas, porque en el mundo cuántico todo es posible.
Así que no dijeron: “Cáncer eres malo, tienes que marcharte”, “Te vamos a operar” o “Te vamos a irradiar”. No hicieron nada de eso. Aceptaron el cáncer como lo que era, sin ningún motivo oculto, sin enjuiciar.
Lo que dijeron fue: “Ahora vamos a escoger una nueva realidad, asumiendo la sensación que tendríamos si esta mujer ya estuviera curada”. Es decir, ellos experimentaron la sensación de que la mujer ya estaba por completo curada, restablecida y capacitada.
En el canto que estaban usando decían algo como: “Ya está hecho”. Luego, más exaltados, exclamaban: “Ahora, ahora, ahora”. No dentro de un año, un día o un mes, sino justo en este momento del mundo cuántico. El cuerpo de la mujer respondió, tenía que hacerlo, porque la realidad física tiene que responder al lenguaje que comprende.
Estudié artes marciales en el pasado y me gustaría comentar sobre las demostraciones de concentración de los expertos en artes marciales, que rompen bloques de concreto con sus manos.
El secreto para hacerlo es el siguiente: cuando el experto en artes marciales se concentra en ese bloque, lo último en lo que piensa es en su mano golpeando el bloque. Porque si piensa en eso sabe que le dolerá.
Así que se concentra en lo que pasa después de que su mano ha atravesado del bloque, como si eso ya hubiera pasado.
En otras palabras, se concentra en un lugar por debajo del bloque y siente la sensación de que su mano ya está en ese lugar.
Esta metáfora expresa lo que estamos haciendo con el poder de las emociones: sentir como si la experiencia deseada ya fuera un hecho.
En las tradiciones budistas nos hablan acerca de la naturaleza del sentimiento. En las tradiciones judeocristianas nos dan instrucciones para rodearnos de ese sentimiento, para envolvernos en nuestros deseos, para saber cómo crear ese sentimiento.
Cuando juntamos todo eso, pasa algo en nuestros corazones, no en nuestras mentes.
Debemos sentirnos como si nuestras plegarias ya hubieran sido respondidas, sin juzgar y excluyendo al ego. Ese sentimiento debe provenir del lugar en que el resultado ya se ha manifestado, eso es sentir desde el resultado, como si ya hubiera ocurrido.
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