El estadounidense promedio se jubila a los 63 años y, alrededor del mundo, muy pocas personas tienen la suerte de alcanzar el retiro con un mínimo de 58, lo que significa, en términos generales, que pasaron unas cuatro décadas de su existencia dedicadas al trabajo.
Las nuevas generaciones no están de acuerdo con esta perspectiva. Por ejemplo, los millenial (individuos nacidos en las dos últimas décadas del siglo XX) y los jóvenes de la Generación Z (los que llegaron al mundo en esta centuria) consideran que deben dedicar sus vidas a ocuparse de sus pasiones y no a disponer sus fuerzas laborales para un tercero que, no solo dispondrá de su energía y tiempo en el presente, sino que tampoco les otorgará suficientes ganancias como para retirarse, sin preocupaciones por el dinero en la vejez.
Un chico que hoy tiene 28 años, y cuyo nombre prefiere mantener anónimo debido a sus ingresos, se ha planteado seriamente no formar parte de esta estadística. Él quiere vivir el presente al máximo y a la vez producir suficientes ingresos para alcanzar el retiro cuando todavía tenga juventud suficiente para disfrutar de la vida. Esta premisa lo ha llevado en la actualidad a acumular $ 250.000,oo en el banco.
¿Cómo ha logrado este joven millennial ponerse en el camino de la jubilación temprana?
En su blog titulado My Money Wizard analiza el primer planteamiento que a cualquiera se le viene a la cabeza: «Sin herencia, no hay ganancias inesperadas… Solo [puedes reunir] un montón de ahorros [con] inversión básica y un trabajo de escritorio en la industria que coloca mi salario apenas por encima de los ingresos promedios de un hogar».
El libro Early Retirement Extreme, de Jacob L. Fisker, despertó en este millennial el interés por su jubilación, en parte porque señalaba que no es necesario ser un multimillonario para fijarse esa meta en la juventud: «Siempre había asumido, como la mayoría de la gente, que necesitaba varios millones de dólares para jubilarme». Sin embargo, este texto le aclaró «que la jubilación era posible con mucho menos de lo que jamás imaginé… depende de cuánto dinero consumes y cuáles son los gastos».
Eso sí, él tuvo una gran ventaja por encima de muchos jóvenes profesionales norteamericanos: haberse graduado sin deudas universitarias gracias a sus padres. Así logró tener «una ventaja de más de $ 25.000,oo».
Sin embargo, este no es el único escalón que todos deben subir para en el camino al retiro, ni se convierte en la gran diferencia en su plan. Este joven tiene establecidas un grupo de estrategias para encontrarse jubilado a los 40. Veamos cuales son:
Empezar a ahorrar temprano
Para este joven, su abuelo fue un modelo financiero: «No parecía rico en absoluto. Crió cinco hijos, conducía autos viejos y nunca ganaba más de cinco dígitos», pero en vida ahorró más de un millón de dólares gracias a un principio básico de matemática financiera: el interés compuesto (que es aquel que se cobra por un crédito y al ser liquidado se acumula al capital).
Nuestro millennial hizo su primera inversión con solo 16 años en un CD y comenzó a ahorrar seriamente cuando consiguió su primer trabajo de tiempo completo a los 23 años. Solo con esta iniciativa, ya calculaba que sus ahorros llegarían al millón de dólares cuando alcanzara la edad promedio de jubilación.
El concepto del ahorro constante es indudablemente una sana costumbre en las finanzas personales. Sin embargo, por sí sola no garantiza la acumulación de la fortuna suficiente para el retiro. Por ello también es importante la siguiente recomendación del creador de My Money Wizard.
Fijarse una meta
Existen distintas estrategias financieras para jubilarse. Con la controversial Regla del 4%, este joven pensó que necesitaba un monto mínimo de $ 750.000,oo en el banco para jubilarse cómodamente. Este número es conservador y le permite un margen significativo de maniobra en su presupuesto, es decir, adaptable a posibles cambios como los que implicaría, por ejemplo, gastos por una enfermedad larga o la llegada de una familia propia.
La llamada Regla del 4% fue creada por tres profesores de la Trinity University de Texas en 1998 y concluye que ese es el porcentaje máximo de tu patrimonio que puedes gastar anualmente si quieres que el capital acumulado te alcance para una jubilación de 25 años, según el estudio original. La principal crítica a este modelo es que ya tiene una antigüedad de 20 años y fue realizado durante una de las épocas más prósperas de la economía estadounidense. Por eso queremos llamar la atención sobre la importancia de no quedarse en este 4% recomendado, sino utilizar tablas actualizadas con la evolución del mercado.
Monitorear los gastos
Precisamente como apoyo al comentario anterior, queremos mencionar que este millennial no se ha limitado a utilizar los parámetros de un presupuesto estricto para llegar al monto meta que se ha planteado. Por el contrario, él suele revisar frecuentemente sus gastos personales.
Controlar las finanzas es el segundo paso de una saludable economía personal. Averiguar adónde va el ingreso es una forma de aprender sobre nosotros mismos. Así se encuentran los agujeros por donde se escapa el dinero. Eso lleva a tomar medidas de saneamiento financiero como restricciones en gastos superfluos y cambio de planes, empresas o paquetes de servicios.
Nuestro joven, por ejemplo, descubrió que había gastado hasta $400 dólares mensuales en cenas fuera de casa. Así que, como buen millennial adicto a la tecnología, decidió hacer seguimiento a sus consumos colocando en su Iphone una de las tantas aplicaciones existentes sobre administración de finanzas.
A medida que se hizo más y más consciente de adónde iba su dinero, se convirtió en un consumidor consciente y eficiente: con el registro de todos sus gastos, su tasa de ahorro empezó a aumentar naturalmente y pronto se encontró ahorrando alrededor del 35% de sus ingresos mensuales.
Aprovechar sus ganancias
Ganar más no significa empezar a gastar más. Ese es el error común que comete mucha gente al creer que la mejora en los ingresos es sinónimo de libertad financiera, cuando en realidad es el punto de partida para alcanzarla.
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Desde que se graduó en el 2013, los ingresos del millennial se han incrementado en unos 30.000,oo dólares anuales, pero «… he mantenido mis gastos básicamente idénticos». «Cada vez que recibo un aumento, simplemente incremento mis contribuciones a la cuenta o mis opciones de inversión automática».
No se trata, sin embargo, de vivir de privaciones: «Cuando desvías automáticamente ese aumento a otra cosa, tu vida no cambia, así que no sientes que te estás sacrificando de ninguna manera».
Tener un control racional de sus ingresos y egresos se complementa con la siguiente recomendación.
Mantener los costes fijos bajos
Mantener limitados los egresos fijos le ha permitido a este joven millenial llevar en la actualidad la vida que desea. Como se mencionó anteriormente, no cree en privarse de hacer las cosas que lo hacen feliz, como salir a divertirse o viajar. Pero en comparación con los gastos de hipoteca y vehículo de la mayoría de la población, él ha sido previsivo. Compró un auto en $ 13.000,oo de contado, así que no amortiza intereses, y ha compartido gastos de vivienda además de quedarse en la modalidad del alquiler.
El tema de la vivienda es muy controversial entre las generaciones. Los más jóvenes no consideran una prioridad la compra de un lugar donde vivir y menos pasar décadas comprometidos con ese gasto mayor. Prefieren vivir donde sus padres mientras sea posible, rentar o tener modalidades alternativas de habitación (como las minicasas).
Entonces, como estamos leyendo las recomendaciones de un millennial, ¡tendremos que aceptar también su visión de las prioridades en materia económica y de vida!
Invertir
Esta es la última y más importante recomendación, en especial proviniendo de un joven millennial para quien aparentemente solo son prioritarios sus intereses personales. Él sabe que las finanzas, aunque no sean una pasión, sí deben ser un conocimiento a adquirir, pero sobre todo, sabe de la importancia de la inteligencia financiera para alcanzar la libertad en esta materia.
Por otro lado, tampoco todos los millennials son fanáticos de las rarezas de las finanzas digitales y misterios tecnológicos con los que sus predecesores todavía no están muy familiarizados.
Este joven cree que quienes saben de su historia tienen una visión errada, porque «ven a un veinteañero con un cuarto de millón de dólares e inmediatamente piensan: ‘Oh, debe haber hecho algunas inversiones increíbles de bitcoin o ha hecho alguna estrategia loca de comercio de acciones'». Pero ha hecho justo lo contrario y se ha mantenido con simples, pero constantes inversiones.
«No hace falta ser un genio en selección de acciones para invertir». Según él, la gente «piensa que hay que sumergirse en las finanzas de una empresa para poder invertir en el mercado de valores. Con la llegada de los fondos de índice de bajo costo, no tienes que ser un experto».
Por ejemplo, ahorra más de $ 6000,oo al año maximizando sus contribuciones de los 401k, un plan de jubilación para empleados activos existente en los Estados Unidos. Aunque no todas las empresas lo ofrecen, es bastante habitual y fue diseñado para ayudar al empleado a ahorrar para la jubilación. También ha aprovechado otro plan de ahorros para jubilación muy común en este país llamado Roth IRA.
Tal vez la jubilación de este joven no ocurra exactamente en sus cuarentas, pero sí seguramente estará mucho más cerca que la mayoría de las personas que no ha pensado seriamente ni planificado su jubilación.
Por otra parte, tampoco la ve como un descanso soñado y permanente en una costa turística. Ser un retirado joven también debe convertirse en un plan: «Lo que busco es la libertad. Si quiero seguir trabajando, puedo seguir trabajando. Si quiero ir a buscar otra cosa, puedo hacerlo. Para mí, sólo se trata de libertad».