Como Ser Alguien Próspero sin Necesidad de Acumular Bienes Materiales

Una persona puede tener todo el dinero del mundo, y aun así perseguir sin descanso ser más rico.

Alguien es amado profundamente por su pareja, pero siente de todos modos que necesita dominar a esa persona o es incapaz de controlar los celos por ella.

Eso ocurre cuando el deseo de tener toca los niveles de la codicia, manifestándose en la sensación de que nunca hay suficiente de algo: dinero, afecto, sabiduría…

La idea de prosperidad no consiste en tener mucho de las cosas que se desean hasta estar satisfecho. Esa es una perspectiva de cómo ser próspero pero vista desde el exterior, es decir, que en el exterior está lo que se necesita para llenar el interior.

Así no funciona la prosperidad.

Por el contrario, todo lo que el ser humano necesita para alcanzar la prosperidad reside en su interior.

Existe un mantra sencillo y poderoso: “Tú eres suficiente”. Eso significa aceptarse tal cual se es, sin necesidad de poseer más bienes, atención o inteligencia de la que se tiene en este preciso momento.

Se trata de un pensamiento eficaz, pero a veces llegar a esa sensación de “ser suficiente” y “estar satisfecho” no es tan fácil. Puede considerar: “Sí, lo suficiente es bueno, pero todavía no estoy conforme. Quiero más que suficiente”. Manifestarlo en voz alta lo haría quedar como codicioso o desagradecido a los ojos del mundo, pero esconderlo en su interior tampoco lo va a ayudar en su búsqueda de la prosperidad.

Lo importante es entender que si piensa así es porque en realidad usted se está muriendo de hambre de todas las posibilidades y oportunidades de obtener las riquezas que la vida le ofrece.

Luce paradójico querer siempre más de la vida pero ser incapaz de tomar las riquezas que ya están disponibles y a su alcance.

Para entenderlo, Ovidio, en su obra La Metamorfosis (III, 339-510), cuenta la historia del semidiós Narciso: cuando nació, sus divinos padres consultaron al vidente Tiresias sobre su porvenir y este respondió que Narciso viviría hasta ser anciano mientras no viera nunca el reflejo de su imagen. Se convirtió en un hermoso adolescente que despreciaba el amor de las ninfas. En castigo, Némesis (la diosa de la Justicia) conduce a Narciso a que vea su rostro en un lago al que acude a calmar su sed. Ahí queda paralizado contemplando su belleza en el agua, hasta morir de inanición. En el lugar donde murió empezó a crecer una flor que más tarde llevaría su nombre.

Narciso murió de hambre por querer algo que ya poseía sin saberlo. De ese modo funcionan muchos: pasan su vida sin darse cuenta de que son ellos mismos los que crean su entorno, su valor y su riqueza.

En lugar de eso, las personas se encuentran muriéndose de hambre al borde del lago, que es la metáfora del reflejo social, suspirando por imágenes de sí mismo donde lucen más ricas, más hermosas o más inteligentes a los ojos de la sociedad. Se mueren de hambre de la alegría, bienestar o satisfacción que podrían estar experimentando ya mismo.

 

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Entonces, ¿cómo lograr sentirse próspero?

Si el mantra “Yo soy suficiente” no le funciona porque lo hace sentir inconforme, y no puede frenar su constante deseo de conseguir más, evalúese desde este punto de vista: cuando esté tentado a cambiar de trabajo para alcanzar más dinero o fama, analice las satisfacciones personales que le ofrece su trabajo actual, por pequeñas que sean. Igual estudie su sueldo y los gastos que logra cubrir cada mes. Aunque no sea todo lo que desea, empiece a decirse a sí mismo: “Soy próspero porque ahora mismo tengo un trabajo que me da satisfacción y riquezas”.

Si siente celos por su pareja, evalúe su relación con ella, el afecto que existe entre ambos y los aspectos positivos de la relación, independientemente de sus sospechas y cualquier otra aprensión. Repítase lo siguiente: “Soy próspero en el amor porque vivo en una relación de pareja”.

Ahora visualice su nuevo ser: si se imagina próspero en este momento con lo que tiene, verá que nada le impide continuar progresando en el futuro. Una de las cosas realmente geniales de elegir esta nueva perspectiva es que la frustración queda atrás, las cadenas del pensamiento negativo se rompen. Los miedos, limitaciones y carencias son imágenes mentales que lo bloquean, pero la prosperidad también es una forma de conciencia que empieza mucho antes de que se materialice en el mundo.

Deje de vivir en la miseria aferrándose a la idea de carencia y cambie de punto de vida hacia la búsqueda de la prosperidad. Porque la verdad es que ahora mismo tiene más que suficiente: tiene un cuerpo que le permite trabajar y conseguir lo que quiere, un corazón con el cual amar y un cerebro que le permite idear formas para mejorar su vida. Hay que comenzar a vivir en la prosperidad que existe dentro del uno y compartir ese don con el mundo.

La vida es el efecto del pensamiento, el resultado de insistir en él. Cada pensamiento va en la dirección del deseo, acercándolo a la realidad. Eso es una ley del universo y las leyes siempre tienen éxito. ¿Puede imaginarse a la ley de gravedad fallando? ¿No? Pues con este planteamiento ocurre igual.

Hay un orden en el universo: cada pensamiento y cada deseo en el que se persiste se convierte en parte de la realidad. Así que pensar en la prosperidad y sintonizarse con ella lo llevará siempre un paso más adelante para convertirla en algo tangible.

Con persistencia no se puede fallar. Sintonizarse con la sensación de prosperidad mientras se continúa en su búsqueda obligatoriamente lo convierte en algo real.

Persista en impresionar su subconsciente con ideas de bienestar y prosperidad. ¡Lo bueno se manifestará!

 

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