Descubre Cómo Hacer Esto y Destruir los Obstáculos que Te Detienen en la Vida (en Segundos). ¡COMPROBADO!
Hay muchas personas en el mundo que tienen estas ideas increíbles y creen que lo que les falta es motivación.
Eso no es verdad, porque la manera en que nuestra mente está configurada y la realidad de los seres humanos demuestran que no estamos diseñados para hacer cosas incómodas, aterradoras o difíciles.
Nuestros cerebros están diseñados para protegernos de esas cosas porque está tratando de mantenernos con vida para poder cambiar, para poder construir un negocio o para ser mejor padre.
Para hacer todas estas cosas que realmente queremos en la vida, nuestros trabajos y sueños, vamos a tener que hacer cosas que son difíciles, arriesgadas o aterradoras.
Lo cual nos trae un problema a todos y es que nunca vas sentirte preparado para hacerlas.
¿Por qué creas eso?
[Video] Ley de la Atracción en Español
Sé exactamente lo que es, porque he estudiado esto mucho, porque para mí, una de las cosas más difíciles de descubrir fue por qué es tan difícil hacer las pequeñas cosas que mejorarían mi vida.
Me he dado cuenta de que la manera en que nuestra mente está diseñada es para detenernos, a toda costa, de hacer cualquier cosa que pueda herirnos.
Todo comienza con algo muy sutil –que ninguno de nosotros entiende– que es este hábito que todos tenemos y del que nadie está hablando.
Todos tenemos el hábito de dudar. Estás sentado en medio de una reunión, tienes una gran idea y en vez de, ya sabes, decirla, te detienes y empiezas a dudar.
Ahora, lo que ninguno de nosotros nos hemos dado cuenta es que, cuando dudas, ese pequeño momento, esa pequeña duda envía una señal de estrés a tu cerebro.
Despierta tu cerebro, este se pone en alerta y dice algo como: “Espera un momento, ¿por qué estás dudando? Él no dudó cuando se puso sus geniales zapatos puntiagudos, él no dudó cuando se puso los pantalones o la camisa que dice NASA, pero ahora está dudando de si decir su idea o no. Debe estar pasando algo”.
En ese momento tu cerebro se pone a trabajar para protegerte, y tiene millones de formas de hacerlo. Una de ellas se llama el Efecto Foco. Es un fenómeno muy conocido, donde tu cerebro amplifica el riesgo de una situación para alejarte de ese algo que percibe como un problema.
Así que cada problema o queja que tengas en tu vida se lo puedes atribuir al silencio y a la indecisión, y esas son decisiones.
Lo que hago y lo que ha cambiado mi vida es despertar y darme cuenta de que nunca voy a tener ganas de hacer las cosas que son difíciles, inciertas o aterradoras, así que tengo que dejar de esperar hasta que tenga las ganas y simplemente hacerlas.
Y número dos, estoy a una decisión de un matrimonio totalmente diferente, una vida totalmente diferente, un trabajo totalmente diferente, un ingreso totalmente diferente, una relación con mis hijos totalmente diferente.
No es como una decisión en la que “me divorcio de ti”, colocando como ejemplo el matrimonio, pero es más como una decisión en la que sabes que podrías estar teniendo una conversación con tu cónyuge y sientes que tus emociones se descontrolan, pero si le dejas una pequeña ventana, esas emociones pueden tomar el control, afectando cómo irá tu matrimonio.
O puedes aprender a tomar el control de ese micromomento y tomar la decisión de actuar en una forma que cambie positivamente tu matrimonio. Tu vida se reduce a tus decisiones y, si cambias tus decisiones, cambiarás todo.
En el esquema de la vida, presionar el botón del despertador no es tan importante, pero esto es lo que nos pasa. Ninguno de nosotros se despierta y dice: “Hoy es el día en que destruyo mi vida”.
Lo que hacemos es que nos echamos un vistazo, porque se siente abrumador, o nos retiramos porque tenemos miedo o porque empezamos a escuchar las dudas internas y luego tomamos estas pequeñas decisiones durante todo el día, y ni siquiera nos damos cuenta.
Decisiones como: no levantarnos a tiempo, no comer sanamente, gritarles a tus hijos, no hablar en una reunión importante, no buscar otro trabajo, no ocuparte de tus finanzas, no llamar a tus padres, lo que sea.
Todo el día estas pequeñas decisiones te alejan del camino y luego te despiertas como yo y miras tu vida y piensas: “¿Cómo diablos llegué aquí?” y, lo que es más importante, “¿Cómo vuelvo allí?”, y no tienes ni idea.
Así que yo sé lo que es estar atrapado y sé por tu historia que te sentiste de la misma manera como si supieras que había más para ti, pero no pudiste averiguar cómo cerrar esa brecha.
¿Cómo encuentras el poder que hay en ti? ¿Cómo descubres tu grandeza? ¿Cómo resuelves estos problemas? Se siente tan abrumador cuando no puedes.
Me metí en esta lucha conmigo, en la que muchos de nosotros nos encontramos, y es que te atrapa lo que yo llamo la brecha del conocimiento-acción: sabes qué hacer, pero parece que no puedes ponerte a hacerlo.
Cada uno de nosotros está a una búsqueda en Google de una lista de instrucciones que, si sigues alguna de ellas, cambiará tu vida, pero ¿cómo puedes salir de tu cabeza y dejar de pensar en lo que necesitas hacer y realmente hacerlo?
En mi caso esto era bastante fácil: levantarme a tiempo, preparar el desayuno para los niños, subirlos al autobús, comenzar a buscar trabajo, no beber tanto…
En lugar de aislarme, podía levantar el teléfono y llamar a un amigo, salir al bosque, salir a caminar y empezar a correr de nuevo. Es como todas estas pequeñas cosas que podía hacer y de las que yo era capaz, pero no podía salir de mi cabeza, sintiendo algo atascado dentro de mí.
Ese es el problema, el problema es que estás en tu cabeza, estás pensando mucho.
Cuando te pones metas y tienes la intención de querer cambiar algo en tu vida, tu cerebro te ayuda. Lo que tu cerebro hace es abrir una lista de tareas y luego se pone a trabajar, tratando de recordarte esa intención que estableciste y de lo importante que es desarrollar la HABILIDAD.
Pongo esa palabra en mayúsculas a propósito. La habilidad de saber cómo escuchar esa sabiduría interior y esa intención inclinándose hacia ella rápidamente, así que, para mí, mi cerebro está diciéndome: “Eso es todo, muévete tan rápido como un cohete”.
Yo quería cambiar mi vida y creo que la mayoría de las personas que se siente miserable o que realmente se está muriendo por ser grande y por tener más, quiere cambiar.
Queremos vivir una vida mejor, queremos crear más para nuestras familias, queremos ser más felices. El deseo está ahí, pero se trata de cómo se pasa del conocimiento a la acción, así que lo primero en esta historia, que es muy importante, fue darme cuenta de que la respuesta estaba en mí y mi mente me decía que prestara atención.
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A la mañana siguiente suena la alarma y fingí que la NASA estaba allí. Es una historia muy estúpida. Literalmente conté cinco, cuatro, tres, dos, uno.
Conté en voz alta, luego me puse de pie y nunca olvidaré estar e pie allí en mi habitación, que estaba oscura. Hacía frío porque era invierno en Boston. Por primera vez en tres meses había vencido mi hábito de presionar el botón de repetición del despertador. No podía creerlo y pensé: “Espera un minuto, ¡contar hacia atrás! Es la cosa más tonta que he escuchado en mi vida”.
A la mañana siguiente lo usé de nuevo y funcionó. Lo seguía usando y seguía funcionando, y luego comencé a notar algo realmente interesante: había momentos durante todo el día (como ese momento de cinco segundos en la cama) en el que yo sabía lo que debía hacer, pero si no me movía en cinco segundos, mi cerebro intervendría y me convencería de no hacerlo.
Todo ser humano tiene una ventana de cinco segundos, que puede ser, incluso, más corta para ti. Tienes una ventana de cinco segundos en la que puedes pasar de la idea a la acción, antes de que tu cerebro se ponga en marcha y sabotee cualquier cambio de comportamiento.
Recuerda que tu cerebro está programado para evitar que hagas cosas que son incómodas, inciertas o aterradoras.
Es tu trabajo aprender a pasar de pensar en esas ideas que podrían cambiar todo a actuar para hacerlas realidad.
En consecuencia, cuando comprendas el poder de una decisión de cinco segundos y entiendas que siempre tienes la opción de pasar del piloto automático al que toma las decisiones, todo en tu vida cambiará.
Serás un negociador diferente, serás un vendedor diferente, serás imparable en el gimnasio, porque te darás cuenta de la cantidad de basura que pones en el camino de tus sueños, de tus esperanzas, de tu potencial, de tu confianza y de tu coraje.
Todo se reduce a las decisiones que tomas. Todos sabemos qué hacer, pero ninguno de nosotros sabemos cómo ponernos a hacerlo.
Empecé a investigar ¿por qué funciona algo tan estúpido?, ¿por qué algo tan tonto crea un cambio tan poderoso y profundo?
Aquí está el por qué. La regla es una forma de “metacognición”, una palabra complicada que significa algo tan sencillo como que puedes ser más listo que tu cerebro (en lo que respecta al cumplimiento de tus objetivos). Hay trucos que puedes usar, que pueden ganarle a los trucos que tu cerebro usa en ti.
Todos sabemos esto, puedes contenerte si te encuentras en una situación que lo requiera, como también puedes saltar a un río embravecido para salvar a tu perro o a tu hijo; puedes dirigirte a ti mismo de la manera que lo requieras.
Por lo tanto, lo que hace la regla es algo realmente interesante. Cuando cuentas hacia atrás: cinco, cuatro, tres, dos, uno, lo que estás haciendo en realidad es interrumpir lo que los investigadores llaman bucles de hábitos, que se codifican como patrones en tu ganglio basal, que es la parte del cerebro donde residen tus sentimientos, tus emociones y cada hábito que tienes (que no es más que un comportamiento que repites y ni siquiera piensas en ello).
Entonces, cuando cuentas cinco, cuatro, tres, dos, uno, interrumpes lo que está pasando en tu cabeza, eso que está girando sin parar, sin que pienses en ello, y al hacerlo, la atención se mueve, despertando tu corteza prefrontal.
Así que cuando llegas a uno, tu hábito se ha interrumpido, has interrumpido las dudas sobre ti mismo, tal vez el gritarle a tus hijos, has interrumpido el deseo de tomarte un trago o el de procrastinar.
Al contar hacia atrás, estás despertando a tu corteza pre frontal, que es la parte del cerebro que necesitas, que está despierta cuando estás cambiando de comportamiento y cuando estás aprendiendo cosas nuevas.
En el lenguaje de los investigadores escucharás a la gente hablar sobre el inicio de rituales como algo que se ha demostrado que ayuda a aprender un nuevo hábito. Cuando repites diariamente la regla de los cinco segundos, se convierte en un ritual para comenzar el día que te impulsa a actuar con confianza, a ver ese momento con valentía, impulsándote a cambiar tu forma de actuar.
Al realizar el trabajo manual de despertar la parte del cerebro que necesitas cambiar, te estás preparando para el éxito.
Esta regla no funciona si cuentas hacia adelante porque puedes seguir y seguir, y no requiere de tu enfoque. Si cuentas hacia atrás: cinco, cuatro, tres, dos, uno, nuevamente despiertas la corteza prefrontal que te impulsa a moverte.
Cuando comiences a usarla e investigar sobre ella, verás que se está usando en todos los lugares: lo usan en las Fuerzas Armadas para alinear tropas y hacer que comiencen un ejercicio, lo usan en las escuelas primarias en grandes asambleas para poder tener una sala enorme llena de niños y puedan dejar de hablar.
Esta regla requiere que te concentres, ya que no es un hábito. Se convertirá en un hábito que te incitará a tener confianza y valentía, te ayudará a afirmar el control y te enseñará a cómo convertirte en el tipo de persona que pasa de pensar en algo, a hacerlo realmente, pero al principio interrumpirá los patrones de comportamiento que haces en piloto automático.
Creo que todos tenemos fallas y esa es la belleza de ser quien eres. En lugar de tratar de hacerte perfecto en cada área, es mucho más fácil cuando aceptas las cosas en las que eres malo, en tus debilidades o tus genes.
Si yo fuera diabética me inyectaría insulina. Resulta que soy alguien que sufre de ansiedad, no es gran cosa, así que en lugar de luchar contra esas cosas, en realidad debemos engañarlas, porque la verdad es que nunca te sentirás listo para hacer estos cambios, nunca tendrás las ganas, pero siempre puedes tomar una decisión que está bajo tu control.
Por ejemplo, permanecer con alguien que te trata como una basura es una decisión o permanecer en un trabajo que odias es una decisión, permanecer en el cuerpo del que no estás orgulloso es una decisión.
Hacer estos cambios no será fácil, pero será sencillo. Simplemente haz una búsqueda en Google y luego usas la regla de los cinco segundos para obligarte a hacer esas cosas. El cambio se reduce a decisiones de cinco segundos y es por eso es importante que todos sepan esta regla.
Es tu trabajo impulsarte a ti mismo, no importa si eres el Dr. Martin Luther King Junior o Miguel Ángel o Lin-Manuel Miranda. Lucharás con la duda y eso está bien.
Debes entender que todas esas personas que admiras como Oprah Winfrey, Jay-z, Bill Gates, ¿sabes qué no hacen? Tener el hábito de dudar. ¿Sabes por qué? Porque confían en sí mismos.
Así que empieza a confiar en ti y toma acción.
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