Cómo Vencer El Miedo y Manifestar lo que deseas

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¿Estás en una situación donde quieres vivir la vida de tus sueños, pero el miedo te está paralizando? Si este es tu caso, en este video voy a compartir contigo una técnica con la que, si la aplicas, vas a poder romper ese miedo de una vez por todas y vivir la vida que deseas.

Muy bien, en mi libro, en el comienzo, yo hablo acerca de un requisito indispensable que se debe tener a la hora de poder romper nuestros miedos: el hecho es que tenemos que llegar a un punto donde estemos hartos de la situación, donde sencillamente “llegamos al llegadero” y queremos de una vez por todas acabar con ese miedo y pagar el precio que tengamos que pagar por hacerlo. Es muy importante llegar a ese punto porque, en mi experiencia, he visto a muchas personas que realmente tienen el deseo de superar su miedo, pero si no han llegado a ese punto donde ya no pueden más, donde están hartos, lo que les sucede es que empiezan a hacer algo para romper el miedo, pero lamentablemente se quedan sin energías y el miedo los vence.

Cuando yo estaba haciendo el curso para piloto privado, conocí una maniobra que se llama stall. No recuerdo realmente el nombre en español, pero básicamente lo que nos mandan a hacer es poner el avión en vuelo nivelado y nos hacen volar a la mínima potencia posible y a la mínima velocidad posible. Una vez que el avión está en esa tendencia, nos hacen subir el avión: hacen que elevemos la nariz y tratemos de que el avión suba. El avión al principio empieza a subir, pero como no tiene la potencia suficiente llega un momento en que cae en pérdida y empieza a bajar en caída libre. Eso es exactamente lo que les sucede a las personas. Si no estamos en ese punto, vamos a necesitar una gran cantidad de energía para romper el miedo de una vez por todas.

Así que esta técnica de tres pasos tiene precisamente ese objetivo: crear la energía necesaria, crear el poder necesario y suficiente en ti para que puedas romper esos miedos.

Como ya dije, no importa cuál técnica utilices, ya que como insinué anteriormente, puedes tener las mejores técnicas del mundo para romper el miedo, pero si no hay la potencia, si no hay la energía necesaria no lo vamos a poder hacer.

Así que ¿cuáles son esos tres pasos? Número uno: vamos a hacer un inventario de las frustraciones que tenemos por no enfrentar nuestros miedos. Te puedo garantizar algo al cien por ciento: si hay un miedo que tienes en tu vida que te está paralizando, que no te deja llegar adonde tú quieres llegar, estás experimentando una continua frustración por esa razón (no hay otra forma de llamarlo: frustración es la palabra). Así que lo primero es elaborar un inventario y después voy a explicar el porqué.

Lo segundo es que vamos a poner una fecha en la cual vamos a enfrentar y a romper nuestro miedo. ¿Por qué es importante? Porque, como lo digo en el libro, hay que tener una estructura. Esas ideas de que: “Bueno, yo debería romper mi miedo…”, “Bueno, sí, yo debería de una vez por todas dar el paso…”, “Sí, yo debería de una vez por todas hacer esto o aquello…” suenan muy bonitas, pero si las dejamos en “debería”, pasa toda nuestra vida, se nos va la vida y todavía estamos pensando en que “deberíamos” romper el miedo o en que “debí” romper el miedo, y ya es sencillamente demasiado tarde. Así que para llevar eso del ideal de lo que “debería ser” a una realidad tenemos que ponerle fecha en el calendario y en esa fecha tenemos que comprometernos sencillamente a mirar el miedo a la cara.

Número tres, lo que vamos a hacer es que vamos a amplificar la frustración que hemos experimentado el día en que vayamos a enfrentar el miedo. Así que, básicamente, en resumen: uno, el inventario del miedo; número dos, la fecha en que vamos a enfrentar el miedo y, número tres, vamos a amplificar la frustración el día en que vayamos a enfrentar el miedo.

Así que lo primero que vas a hacer es que vas a agarrar tu teléfono móvil y vas a crear un archivo allí que se va a llamar Frustración, lo vas a llamar Enfrentar miedos o como tú quieras, pero va a ser el lugar donde, cada vez que experimentes una situación de frustración como resultado de no poder romper tu miedo, vas a escribir cuál es esa situación.

¿Por qué tenemos que hacer esto? Porque en el momento en que experimentamos la frustración sentimos nuestro dolor, sentimos la incomodidad, sentimos el desánimo, sentimos la frustración total de estar experimentando esa situación, pero después se nos olvida, y vamos a necesitar esa energía para luego romper nuestro miedo.

Si no podemos romper el miedo, la frustración seguirá ahí y solo podemos hacer dos cosas: número uno, podemos dejar que esa frustración vaya con nosotros y nos acompañe por el resto de nuestra vida hasta que nos convirtamos en una persona amargada de tanta frustración que hemos acumulado. Lo otro que podemos hacer es utilizar esa fuerza, esa frustración como la energía, como el poder que nos va a llevar a romper esos miedos de una vez por todas. Y esa es la idea.
Así que vamos a plantear un ejemplo típico de una persona.

Supongamos que tu sueño es tener tu propio negocio, ser independiente, no trabajar para nadie, etc., etc. Eso es lo que realmente deseas en tu vida, pero el miedo te está paralizando. A lo mejor tienes miedo al fracaso, tienes miedo de que empieces con esa idea de independizarte y nada vaya a funcionar y vaya a haber tremendas consecuencias negativas en tu vida: vayas a perder cosas, vayas a perder tu estabilidad, vayas a terminar en la calle, lo que sea que te estés imaginando… el miedo puede llevarte en muchas direcciones.

Así que imagina que ese es el caso y cada vez que experimentes una frustración por no ir en búsqueda de lo que quieres, empieza a escribirla. Supón que, obviamente, como no te independizas, tienes un trabajo ahora que a lo mejor no te satisface y tu jefe hoy te manda a hacer una tarea que no te gusta y sientes la frustración de que estás perdiendo tu tiempo haciendo tareas que son inútiles, que no te llenan, que no te satisfacen. Bien, anota esa frustración, anótala en tu teléfono, en un cuaderno, en donde quiera que vayas a llevar el inventario. Si al otro día, supuestamente, te iban a dar un aumento y el aumento no fue lo que tú esperabas y experimentas nuevamente la frustración, nuevamente escríbela. Si el fin de semana tuviste una situación donde tu familia necesitaba dinero y tú no tenías dinero para ayudarles y te dices: “Si yo tuviera mi negocio, pudiera ayudar…”, nuevamente, experimentaste esa frustración, así que sigue añadiendo frustraciones, sigue añadiendo cosas al inventario y mantén esa lista. Mientras más cosas tengas ahí, mejor te va a funcionar el ejercicio.

Lo segundo es poner una fecha: no necesariamente tiene que ser la fecha en que renuncies al trabajo (aunque esa pudiera ser una alternativa). Tal vez la fecha pudiera ser el día en que te vas a reunir con el abogado a registrar tu propia compañía.

Para empezar a romper la parálisis, empieza a tomar una actividad.
A lo mejor te da miedo hablar en público y ese día tú dices: “Bueno, yo me voy a inscribir en una asociación como Toastmasters [que es una agrupación que le enseña a las personas a hablar en público] o me voy a meter en clases de teatro, lo que sea… Ese día voy y pago la inscripción y me inscribo”. Así que, nuevamente, el segundo paso ponlo en tu calendario. Anota el día en que vas a tomar acción y vas a enfrentar el miedo en la cara.

El tercer paso es amplificar la frustración el día que vayamos a tomar la acción.

Muy probablemente te comprometiste ya a registrar tu empresa de una vez por todas o te comprometiste a hablar en público: “Sí, voy a hablar en público, ese día voy a ir a una clase y voy a hablar enfrente de varias personas”. Pero lo que va a pasar es que, así hayas pagado la inscripción, así ya hayas hecho la cita con el abogado, es muy probable que ese día el miedo, que al principio estaba pequeñito, empiece a hacerse más grande, más grande, más grande y el día de la verdad, el día en que tengamos que verle la cara al miedo, entre el miedo, nos paralice y no hablemos en público, no vayamos a reunirnos con el abogado, cancelemos la cita, digamos que algo más importante se presentó, etc., etc.

Para evitar esto, entonces, lo que vamos a utilizar es la misma frustración que ya hemos experimentado, el inventario que ya hicimos, y vamos a empezar a repasar esa lista, caso por caso, cada uno. Vas a revisarlo y a sentir nuevamente el dolor de la frustración por cada una de esas situaciones, como el día cuando tu jefe te mandó a hacer esas tareas estúpidas con las que tú te sientes perdiendo tu tiempo. Vuelve a sentir esa frustración de estar haciendo algo que no te gusta, algo que sabes que no tiene ningún sentido. Y no solo eso, sino que empieza a amplificar ese sentimiento de frustración. ¿Cómo lo vas a amplificar? Muy fácil: pensando lo que tengas que pensar para que la frustración aumente, viendo las imágenes en tu mente, cualquier imagen que sabes que necesitas ver en tu mente para aumentar la frustración.

El diálogo contigo mismo empieza también a aumentarlo. Por ejemplo: si te molestó que no te pagaran lo suficiente, hazlo más grande. Empieza a imaginarte: “¿Qué va a pasar ahora? Probablemente la inflación en mi país va a empezar crecer más de lo que mi sueldo está creciendo, así que no voy a tener cómo pagar las cosas. Mi nivel de vida va a bajar… Probablemente va a venir una reestructuración en mi compañía luego y van a botar gente y yo voy a ser uno de los que termina despedido. Termino sin trabajo, sin tener cómo pagar la renta, sin poder enfrentar mis responsabilidades…”.

Empieza a aumentar, a amplificar esas situaciones. ¿Qué puede pasar? La idea es que el sentimiento de frustración crezca, aumente, síguele dando volúmen a cada una de esas situaciones hasta que sientas la frustración total en tu cuerpo. En ese momento, con toda esa energía de frustración, te aseguro que podrás dar el paso adelante porque ya no es solamente el dolor de enfrentar el miedo. El dolor de enfrentar el miedo siempre ha estado ahí, pero ahora tienes un dolor más grande que es el dolor de la frustración. Entonces vas a estar “entre la espada y la pared”: “Si no doy el paso, voy a experimentar esta frustración, la voy a seguir experimentando en mi vida, y si doy el paso… sí, hay un dolor, pero este dolor de la frustración, este dolor continuo es más fuerte que el dolor de enfrentar mi miedo”. Así funciona como un catalizador, una manera de incrementar esa energía que necesitamos para dar el paso y romper nuestros miedos definitivamente.

Así que ahora es tu turno como siempre. Déjame un comentario en este video: ¿cuál es el miedo que estás tratando de romper? ¿Cuál es el miedo que estás tratando de enfrentar? ¿Es el miedo artístico, al fracaso, a la incertidumbre? ¿Cuál es ese miedo?

Número dos, por supuesto, me gustaría escuchar las experiencias que estás teniendo al implementar estas técnicas, ya que tu feedback, tu retroalimentación, tus comentarios, tus experiencias pueden ayudar a otras personas que estén viendo este video.

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